Enfermera para todo.

Un pequeño paso por el hospital me hace conocer a Mercedes, una enfermera casada y complaciente. Mi obsesión tras conocerla es hacerla mi puta durante un fin de semana.

ENFERMERA PARA TODO.

Aquella mañana de marzo, llegaba acompañado de mi madre y mi novia al hospital, semanas atrás me había roto un ligamento de rodilla esquiando. Era una cirugía menor, con menos de 48 horas ingresado, nos asignaron habitación y una enfermera me dijo que podía dejar mi ropa en el armario, mi bolsa de aseo en el baño, y me facilitaba ese camisón tan desagradable que te dan los hospitales. No pude evitar fijarme en ella, su voz fue lo primero que llamó mi atención, luego cuando la mire vi una mujer de unos 45 años,  de media melena morena y rizada,  ojos marrones y unas curvas que no dejaban indiferente a nadie, sus tetas eran grandes cálculo que una talla 95, con esa ropa que llevan las enfermeras su culo y sus tetas se marcaban bastante.

Tras despedirme de mis familiares me bajaron a quirófano, después de 3 horas de operación subí bastante adormilado, la anestesia en principio era epidural, pero al ponerme muy nervioso, utilizaron anestesia general.

Al rato volvió a entrar esa enfermera, me dejó una cuña y una palangana, debía expulsar la anestesia bien vomitando o por la orina.

Fueron pasando las horas y no me encontraba mejor, no conseguía ni orinar ni vomitar y un médico decidió que debían sondarme.

Hicieron abandonar la habitación a mi novia y a mi madre y la enfermera entró de nuevo con unos cuantos utensilios en las manos y dijo:

.- Hola Javier, ¿como estas?

J.- Bueno, no muy bien.

.- Yo soy Mercedes y te voy a sondar para que puedas expulsar la anestesia, así te encontrarás mejor.

J.- Vale.

Mercedes retiro la sabana y subió el pijama de Javier, la enfermera alucinó con el tamaño de aquella polla, era gruesa, con las venas muy marcadas y con un tamaño mayor de lo normal, ella aunque había visto muchas pollas por su trabajo, se sorprendió con aquel miembro, ahí que pensar que en un hospital todo tiende a arrugarse y recogerse, pero a Javier no le ocurría, llamo al control de enfermería para que viniera una compañera, eso era digno de ver. Toco el timbre y contestaron desde control por un micrófono.

.- Si. ¿que necesita?

M.- Clara soy Mercedes, necesito ayuda en la 202 para un sondaje.

En menos de 10 segundos llegaron 2 enfermeras más, Javier se percató que venían a ver su polla, no era normal 3 enfermeras para colocar una sonda, no tardaron ni dos minutos y Mercedes dijo:

M.- Si necesitas algo Javier, pulsas ese botón y vendremos enseguida.

J.- Gracias.

Las tres salieron de la habitación, mirándose entre ellas y sonriendo pícaramente.

La mañana la pasé algo adormilado y con dolor de rodilla, en el cambio de turno Mercedes vino a despedirse, ya no llevaba el uniforme de enfermera, estaba buenisima, vestía una minifalda negra de vuelo y una camiseta clarita, tenía unas buenas tetas.

M.- Bueno Javier, yo ya me marcho que pases buena noche. ¿Como estas?

J.- Bueno, me duele y un poco revuelto.

M.- Mañana cuando llegué a ver si puedo retirarte la sonda, y así puedes empezar a moverte con una muleta. Que descanses.

J.- Gracias Mercedes, hasta mañana.

Tras dormir toda la noche del tirón, me desperté sobre las 8 de la mañana, mi novia se había quedado conmigo, le comenté que se fuera a casa y descansará un rato, a la hora de la comida vendría mi madre y por la tarde más visitas, mi novia me hizo caso y se marchó, tras despedirnos me volví a dormir otro rato.

Sobre las 9, Mercedes entró en la habitación y me despertó.

M.- Buenos días Javier. ¿Como has pasado la noche?

J.- Bien.

M.- Bueno, vamos a ver si quitamos esa sonda.

Volvió a tirar de la sabana, subió mi pijama y su cara disfrutó de ver de nuevo mi polla, yo miré hacia otro lado y dijo.

M.- Ya está.

J.- ¿Ya no tengo sonda?

M. No, cuando quieras ir al baño, nos llamas te ayudas de la muleta y vas al baño y si no te dejo aquí una cuña, para que no tengas que levantarte, como tu veas.

J.- Vale, muchas gracias Mercedes.

M.- A ti Javier, nunca había visto un paciente como tu.

Mercedes sonrió picarona y abandonó la habitación.

Cada vez que me hacía pis, lejos de ponerme yo la cuña, llamaba a enfermería y Mercedes venía en segundos a colocarme mi polla en aquel utensilio.

Como cada tarde sobre las 3, Mercedes vino a despedirse, ya acababa su turno, tras comer y un rato de siesta comenzaron las visitas, mi madre y mis 3 amigos de toda la vida, Nacho, Carlos y Alfredo, estaban preocupándose por mi estado y de repente mientras todos hablaban, se abrió la puerta y se hizo un silencio brutal, mire a ver quien entraba en la 202.......... Y era mi padre.

Todos entendieron la situación, mi madre le saludo de manera fría y abandono la sala, mis amigos le saludaron con más entusiasmo y se hicieron a un lado, llegó hasta mi cama y se agacho para darme un beso.

A mi padre llevaba 3 años sin verle ni hablar con el, nuestra relación se rompió cuando yo cumplí 18 años. El es coronel del ejército de tierra y deseaba que yo siguiera la tradición familiar de ir a la escuela de suboficiales, pero para su disgusto fui a la universidad, porque quería ser informático. Eso nunca me lo perdono, ni yo le perdone que 5 años después de aquella decepción, se divorciase de mi madre.

Tras el divorcio mi madre se quedó con un piso en la calle Ramón y Cajal de Madrid y una en la playa, yo con la de Herreros de Tejada donde vivo a día de hoy y el con la casa de Boadilla y la finca en Segovia, mirando a mis amigos dijo.

Padre.- A ver si un día venís a la finca y organizamos una montería con el tiempo que habéis pasado allí de pequeños.

Mis amigos contestaron.

.- Cuando nos diga Javier.

Yo en aquella casa había pasado los mejores años de mi vida, todos los fines de semana subíamos desde Madrid, allí iba a cazar con mi padre y podía invitar a mis amigos cuando quisiera, montábamos a caballo, bicicletas, aprendíamos a conducir coches viejos que había por allí, disfrutábamos del campo y el aire libre. Pero tras la mala relación con mi padre y el divorcio, llevaba 15 años sin ir y dije.

J.- Ya iremos algún día........

Padre.- Ojalá hijo, aquella también es tu casa y quiero pedirte disculpas si en todos estos años, en algo te he ofendido.

Mi padre me dio un abrazo, hacia mucho que esto no ocurría, mis amigos se miraban alegres y dije.

J.- Este año que cumplimos 35, nos vamos a la finca y lo celebramos.

Los tres aplaudieron, ellos también habían pasado muy buenos ratos allí, al ver que la cosa entre mi padre y yo se arreglaba, mis amigos se despidieron.

En pocos minutos me trajeron la cena, llame a mi novia para que no viniera a pasar la noche al hospital, estaba muy bien, mis padres se marcharon y me quedé dormido profundamente.

A la mañana siguiente a las 9, apareció de nuevo la enfermera cañón, Mercedes estaba buenísima, y dijo:

M.- Buenos días, ¿que tal la noche?

J.- Bien.

M.- ¿Has conseguido levantarte y caminar?

J.- No, aún no.

M.- Pues no es que yo quiera que te vayas, pero si no caminas no podemos darte el alta.

J.-Venga ayúdame y voy al baño.

Cogí mi muleta y bajando de mi cama, apoyado en el brazo de Mercedes, llegamos al baño, subió la tapa del water y dije:

J.- Retírame el pijama.

Mercedes hizo lo que pedí y se quedó boquiabierta al ver que mi pene estaba erecto. Sus ojos miraban a mi polla con deseo, fueron unos segundos pero estaba fuera de si. Y dije:

J.- Por las mañanas se levanta así.

M.- Que gusto, ya le podía pasar eso a mi marido.

Los dos reímos y esperamos un poco a que aquello bajase y pudiera orinar, tras hacerlo me ayudó a volver a la cama.

Desayune y me visitó el doctor anunciándome que durante la mañana me daría el alta. Me baje de la cama y busque mi ropa, quería ducharme pero necesitaba ayuda. Llamé a enfermería y apareció Mercedes.

M.-Que pasa Javier. ¿ Que necesitas?

J.- Me darán el alta por la mañana y quiero ducharme, me puedes poner una bolsa de basura y así no me mojo la herida de la rodilla.

M.- Claro, ven al cuarto de baño.

Pasamos los dos al baño, me quite el camisón quedando completamente desnudo, Mercedes tenía en una mano la bolsa verde y en la otra el esparadrapo, se agacho e intento meter la bolsa por mi pierna, mi polla quedó a escasos centímetros de su cara, estuve a punto de tomarla por la nuca y llevarla por la fuerza hasta mi polla, subió la bolsa hasta mi muslo y de nuevo tuvo mi miembro a escasos 4 centímetros, ahora fue ella la que evito metérsela entera, con el esparadrapo sello la bolsa, se puso de pie y me dejó en la ducha.

A las 14:30 tenía mi alta, había quedado con mi madre y mi novia a las 15:30, me dijeron que debía andar con la muleta y baje a la tienda de souvenir del hospital, compre varias cajas de bombones y un ramo de flores, al ramo le adjunte una tarjeta con mi número de móvil y un gracias en mayúsculas. Volví a la segunda planta, repartí las cajas de bombones a las enfermeras y las flores a Mercedes y dije:

J.- Muchas gracias por todo, te dejo mi número.

M.- Gracias a ti, ya nos veremos.

...........

Tras dos meses desde mi operación, mi recuperación era notable, caminaba sin problemas y no tenía dolor, Mercedes aunque tenía mi teléfono no me había llamado, un día decidí dar una vuelta por el hospital. Me deje caer por la salida, a la hora que sabía que salia el turno de enfermería y bingo, allí estaba mi enfermera favorita. Vestía un vestido negro de tirantes, con el largo por encima de las rodillas, le quedaba bastante ajustado, vi como una furgoneta de albañiles, le gritó:

.- Vienes con nosotros morena, no te vas a aburrir.

Ella sonrió mientras seguía andando, momento en el que yo empecé a caminar hasta ella y chocamos, haciendo que fuera un encuentro casual.

J.- Perdona, hombre Mercedes.

M.- Hola Javier, ¿que tal? ¿Como estas?.

J.- Bien, he venido a una revisión, ¿ y tu?

M.- Tambiéb bien, para casa ya.

J.-No, para casa no. Dejame que te invite a comer.

M.- No puedo, tengo que volver a casa.

J.- Por favor, estoy muy agradecido por como te portaste conmigo.

M.- Venga una llamada y comemos.

Mercedes se retiró unos metros y tras una breve conversación guardando su móvil dijo.

M.-Venga vamos a comer.

Durante la comida la tensión sexual era evidente, el escote de Mercedes era de envidiar, ella le comentó que este fin de semana, su marido se marcharía de viaje por trabajo y el no lo desaprovechó.

J.- Este fin de semana. ¿Podías venir a la finca de mi padre?, celebro con mis amigos mi 35 cumpleaños, me gustaría que vinieras, llevo mucho tiempo sin ir a la finca.

M.- Me lo pensaré, te llamaré si decido ir.

Tras la comida con vino, después vinieron los cafés y las copas, que fueron varias, Mercedes iba algo alegre, pague la cuenta y nos dirigimos a mi coche.

Subimos en mi todoterreno negro, era un coche alto, con los cristales tintados y pregunte:

J.- ¿Cuál es tu dirección?.

Mercedes indicó a Javier donde vivía, durante el camino este no desaprovechaba la ocasión de llevar la mano sobre la pierna de Mercedes, ella no hacía nada para evitar el contacto. Javier se dio cuenta y empezó con caricias cada vez más atrevidas. Llegaron a casa de Mercedes y con una suerte milagrosa aparcó en frente de su portal, Javier preguntó:

J.- ¿Te vas ya?, o nos vamos a dar una vuelta.

M.- Venga, damos una vuelta a la manzana y nos despedimos.

La charla con Mercedes era amena y entretenida, hasta que de repente Mercedes dejo de contarme algo y dijo:

M.- Dios mío, mi marido.

De frente y hacia nosotros se dirigía el marido de Mercedes y ella dijo:

M.- Hola cariño.

.- Hola,  ¿que tal?

Ambos se dieron un beso en la boca y la enfermera nos presentó.

M.- Pedro este es Javier. Es un paciente que ha ido hoy a revisión, y quedo agradecido por como me porte con el y me ha traido a casa.

J.- Hola Pedro encantado. Tienes una mujer fantastica, la verdad es que conmigo se porto muy bien, de hecho mañana celebro mi cumpleaños en una finca en Segovia, y me encantaria invitaros a los dos.

Yo sabía de sobra que Pedro iba de viaje, lo que de verdad quería es que viniera Mercedes y poder follarmela alli.

P.- Pues te lo agradezco mucho, pero mañana tengo un viaje y no podre ir.

J.- Entonces me gustaria pedirte permiso para que dejaras venir a Mercedes, viene mi madre y alguna chica mas, dije:

P.- Por mi sin problema, si le apetece ir tiene mi permiso.

M.- Gracias Pedro, pues ahora subo a casa, voy a despedir a Javier.

Pedro y yo nos estrechamos la mano, me sentí algo mal por mentirle, a la finca no iba ninguna chica mas que Mercedes, y la intención era hacerla nuestra puta durante el fin de semana, y pasar un cumpleaños de primera.

P.- Venga un placer, y hasta otra.

J.- Adios.

Seguimos un rato andando, y me explico que no me había llamado porque estaba casada. Yo cambie de tema y seguí convenciendola para que viniera con nosotros el fin de semana a la finca, tras unos minutos estabamos en el portal justo para despedirnos, y en ese momento la tome con mi mano de la nuca y la acerque hasta mi boca, le di un beso y saque mi lengua para que la lamiera, ella lejos de evitarme hizo lo mismo y tras un largo beso en la puerta de su casa, la tome de la mano y la lleve de manera agresiva al coche, abrí la puerta del copiloto y la invite a subir. Yo me di la vuelta y subi también al coche.

M.- No me hagas esto Javier, dejame subir a mi casa, estoy casada y no puedo arriesgarme a una aventura contigo, aunque en el fondo este deseando.

J- Solo se vive una vez, yo que tu me arriesgaba.........

M.- Para ti es muy facil.

Tras decir esto Javier se acerco a Mercedes y le dio otro beso en la boca.

M.- Basta, no puede ser Javier, me marcho.

J.- Vale .......marchate, pero una ultima cosa. Mañana es mi cumpleaños y quiero que me regales algo.

M.- Dime. ¿Que quieres?.

J.- Quiero tus bragas, las quiero de recuerdo.

M.- ¿Estas loco?, no puedo volver a mi casa sin bragas, en teoria vengo de trabajar, mi marido me esta eseperando, si se entera me mata.

J.- Venga.

Mercedes se quedó pensando unos segundos. Metió metio las manos bajo su vestido y se saco por los pies un tanga color negro, que entrego a Javier, este lo miro y dijo:

J.- Pero si estas empapada zorra, me estas dando largas y tienes el coño encharcado, no me puedo creer que seas así.

Mercedes agacho la cabeza avergonzada con el comentario de Javier, y este dijo:

J.- No te averguences, yo estoy igual que tu.

Javier desabrocho sus pantalones vaqueros y retiro el boxer, Mercedes se quedó mirando fijamente la erección de aquella maravillosa polla, Javier la rozo el pelo rizado que tenia a la altura de la nuca, muy despacio fue empujandola hacia su polla, ella al principio se resistió......3 segundos no mas, y fue agachandose hasta llegar con su boca al pene de Javier, primero empezo a besarla, despues saco su lengua y empezó a dar lenguetazos, hasta que por fin se la introdujo en su boca, con la ayuda de la mano subia y bajaba aquel enorme capullo, los cristales laterales y el de atras eran tintados pero no asi el frontal, tras unos minutos de mamada Mercedes dijo:

M.- Por favor vamos a otro sitio, no quiero que me vean haciendo esto en la puerta de mi casa, mi marido puede salir en cualquier momento.

J.- Bien vete al asiento de atras, desnudate que voy a apartarme de aqui.

Mercedes obediente se salto del asiento del copiloto hasta el de atras, desabrocho la cremallera del vestido y lo hizo bajar por sus piernas, tras quitarse el vestido se quedo tan solo con unas medias hasta medio muslo, ya que no llevaba sujetador, Javier avanzó 15 metros y vio otro aparcamiento no estaban demasiado alejados del portal, pero a el le parecio suficiente, miro hacia atras  y Mercedes estaba con sus piernas abiertas, masajeandose el clitoris, Javier paso a los asientos de atras de una forma inmediata, coloco de rodllas en el asiento a Mercedes, empujo su cabeza y colocó sus brazos sobre el respaldo de los asientos, cogió su polla con la mano derecha y colocándola entre los labios de su húmedo coño se la clavo de un solo golpe, el grito de Mercedes fué brutal y Javier empezó a dar duras embestidas sobre la enferemera, la sujetaba del pelo y besaba su boca diciendole:

J.- Despues de probar mi polla no vas a querer tener otra dentro de ti.

J.- Vas a ser mi zorra mientras a mi me apetezca, follaras conmigo y con quien yo te ordene.

Mercedes con un marido con mas de medio siglo de edad, y acostubrada a tener relaciones sexuales una vez al mes, al oir esas palabras y sentirse tan puta, se corrio de gusto como nunca lo habia hecho.

Javier al momento salió de dentro ese maravilloso coño, hizo girar a la enfermera dejándola tumbada boca arriba, abrió sus piernas colocándolas sobre los respaldos de los asientos delanteros y volvió a colocar su polla en el entrada del coño de Mercedes. Ella al darse cuenta separó con sus dedos los labios vaginales para facilitarle la penetración.

J. Parece que te gusta.... así ábrelo bien.

M. Cuidado por favor Javier, antes me has hecho daño.

J. No sabes cómo me gusta oírte chillar.

Javier la volvió a penetrar de un solo golpe y empezó a follarla a un ritmo endiablado, con cada pollazo el grito de placer de Mercedes era atronador, Javier notaba que se correría en pocos minutos.

M. No te corras dentro por favor....

Javier hizo caso omiso y se corrió dentro del coño de Mercedes, quedando unos minutos tendido sobre ella.

Después, sentado sobre el asiento trasero, le dijo a Mercedes:

J. Vamos chúpamela para ponerla a tono, que quiero follarte otra vez.

M. Tengo que irme Javier, por favor.

J. Cuando te folle otra vez te vas, te he dicho que te la comas.

Mercedes, giró sobre si misma, acercó su boca y empezó a mamar la polla de Javier, que en pocos minutos y gracias a la habilidad de la enfermera, estaba totalmente erecta.

J. Subete sobre mi polla y follame tu ahora.

Mercedes se disponía a sentarse sobre el miembro de Javier, de espaldas a este cuando dijo.

J. Asi no, date la vuelta que quiero verte la cara de viciosa que tienes y comerte las tetas mientras me follas.

Dicho esto Mercedes se volteó y con las rodillas clavadas sobre el asiento, con las piernas abiertas todo lo que podía se fue introduciendo aquella polla de nuevo, lo hizo suavemente hasta que fue cogiendo un ritmo cada vez más fuerte. Mientras, Javier se dedicada a morder los pezones de la enfermera y recorrer con su lengua sus preciosos pechos, hasta que levantando a la enfermera por las axilas, dijo

J. Colocaté como al principo, ponte a cuatro patas y abrelo para que no te haga daño.

Mercedes obedeció y se colocó para recibir de nuevo la polla de Javier, que volvió hacer gritar a Mercedes con una penetración brusca y profunda que termino con otro orgasmo de la enfermera.

Javier viendo que ella había terminado, acelero el ritmo y termino con una gran corrida dentro de Mercedes, el saco su polla y la vovio a esconder en ese boxer, abrocho sus pantalones y coloco su camisa, paso al asiento de delante, mientras  Mercedes intentaba recuperarse en el asinto trasero y dijo:

M.- Ahora si que me tienes que dar el tanga, no puedo subir a mi casa sin bragas y llena de semen.

J.- Vas a subir así, que sepa el cornudo de tu marido quien te va a follar a partir de ahora, ponte el vestido y sal del coche, el viernes a las 15:00 vendre a buscarte para ir a la finca, ponte guapa que seguro que sabes que ponerte.

Mercedes se quedo alucinada con el comentario de Javier, pero profundamente excitada, se puso su vestido y salió del coche por la puerta de atras, miro a ambos lados para ver si algún vecino de la zona la vió salir del coche y tomo camino a su casa, con los muslos mojados de semen..........

CONTINUARA.........