Endogamia senil
Mi iniciación en el sexo filial con mi abuela y su marido Nur
Soy Emilse una mujer filipina de 55 años, vivo en España hace más de 25 años. Y quiero relatarles una confesión que he mantenido durante muchos años sobre mi vida sexual.
Tenía 15 años en un barrio muy pobre de Manila cuando mi madre enviudó de mi padre y se marchó de casa con mis otros tres hermanos. Como yo era la menor me dejó al cuidado de mi abuela que en ese tiempo tenía 58 años y era viuda también.
Mi abuela se llamaba Imelda y quedó viuda de mi abuelo. Por entonces vivía en una casa muy pobre con otra nieta prima mía de 19 años que se llamaba Raquel. Mi prima se fue de casa y quedó sola mi abuela….por tal motivo aceptó recibirme en su casa a vivir con ella porque mi madre no podía mantenerme.
Cuando llegué a esta casa que era una chabola muy pobre en la periferia de la ciudad, para mí fue muy triste. La casa tenía una puerta a una calle de tierra y vecindario miserable. Había un salón, una habitación y al fondo un patio pequeño con una letrina y una regadera de tubo oxidado que salía de la pared. Mia abuela Imelda se dedicaba a la limpieza y a cuidar otros niños vecinos de vez en cuando.
Yo me dedicaba a ayudarle a limpiar la chabola y a cocinar la comida. Al llegar la tarde del primer día en que llegué a casa, me dí cuenta que llegó un hombre indio que era pareja de mi abuela. Tenía más o menos la edad de mi abuela unos 60 años era muy grande gordo y calvo. Parecía muy atento conmigo.
Aquella primera noche me instaló mi abuela una cama pequeña junto a la suya que era de matrimonio y donde dormía con su nueva pareja. Se llamaba Nur y había venido de India.
Así pasaron los primeros meses en los que para mí nada era nuevo. Mi abuela Imelda al igual que lo hacía mi madre, deambulaba desnuda en la intimidad de casa. Por la mañana solo vestía unas chanclas de goma, me levantaba y me invitaba a ducharme con ella. Cada día la jabonaba y la bañaba, y ella a mí. Tenía un cuerpo pequeño de piel morena y pálida, de caderas y nalgas gordas y flácidas, no menos que un par de tetas con unos enormes pezones de perra marrones. Bajo su flácido vientre castigado por la edad, una cicatriz de cesárea y numerosas estrías, le sobresalía un espeso matojo de vello púbico negro que contrastaba con su larga y canosa cabellera.
Yo estaba en la flor de la adolescencia y ya con 12 años había tenido la regla. Aún tenía un cuerpo infantil excepto por un escazo y liso vello púbico de quinceañera y los primeros pelos axilares. Apenas tenía un par de botones mamarios y la piel suave como porcelana.
Mi abuela pasaba sus manos por mi cuerpo adolescente mientras me jabonaba y sonreía. Decía que era bella como lo fue ella, y que me reservaría para casarme con un buen hombre. No quería que pasara penalidades como ella.
Cada noche en l oscuridad sentía gemidos y ruidos en la cama vecina pero no podía ver nada. Apenas siluetas desnudas moviéndose en la cama. Eran Imelda y Nur disfrutando de su amor de pareja pero yo no sabía nada de sexo y me asustaba mucho porque pensaba que Nur maltrataba a mi abuela….sin embargo me tranquilizaba porque al final del ritual reían.
Una madrugada salió Nur a mear y paso por el lado de mi cama. Con las primeras luces que entraban del amanecer por la ventana ví a este enorme gordo negro y velludo desnudo de la cintura para abajo. Tenía un pene flácido negro, gordo y morcillón que le salía de en medio del matojo de pelo negro. Jamás había visto a un hombre desnudo y me sobrecogí.
Era una escena horrible esa morcilla negra velluda saliendo del enorme vientre de Nur. Días después que me había dado cuenta de la que se levantaba a mear, decidí seguirlo con la mirada cada amanecer para ver cómo era el pene de un hombre. Cada día salía de la cama con solo una camiseta y media barriga afuera hasta el ombligo. El pene de Nur tomaba diferentes formas en la penumbra. A veces lo veía pequeño y escondido, otras veces parecía gordo y venoso, siempre negro y con un prepucio arrugado y gris.
Una mañana me sorprendió algo que no le había visto antes y era una enorme bolsa negra y semipeluda bajo ese pene que se posó frente a mis ojos por unos segundos. Eran unos testículos enormes.
Mi abuela se dio cuenta de que yo espiaba a Nur en la madrugada cuando iba a mear y se echó a reir….”olvidé explicarte hija…como es el sexo de los hombres jajaja”
Puede cambiar de tamaño?? Pregunté a mi abuela…Donde esconde esa bolsa entre las piernas? ….mi abuela me levantó una mañana a la hora que Nur meaba para resolver mis dudas de niña adolescente.
Eran las 6am dos horas antes de la hora de ducharnos y sentí a mi abuela levantarme….”acompáñame hija” me dijo. Ella caminaba desnuda delante de mí apenas con unas chanclas de goma.
Nur estaba frente a la regadera de la ducha de espaldas a nosotras totalmente desnudo, con esas enormes espaldas peludas y las nalgas enormes y velludas.
Quítate el camisón dijo mi abuela, y me quedé desnuda como ellos. Los tres desnudos a tomar una ducha.
La abuela comenzó a jabonar a Nur en el pecho en el enorme vientre y le tomó aquel pene negro y venoso, comenzó a jabonárselo junto con los enormes testículos. Nur apenas sonreía y ponía la cara al agua. No me miró ni una vez.
La abuela me explicaba: esto es un pene y estos son los testículos, aquí el hombre produce una leche que nos deja encintas a las mujeres, es la leche de la vida. Esta noche aprenderás los secretos del amor hija.
Se secaron, se marcharon y me dejaron sola duchándome.
Quería resolver esas intrigantes palabras de mi abuela Imelda, y llegaría el momento. Esa tarde yo hacía la cena y mi abuela y Nur permanecían tras la cortina que dividía la habitación del resto de la casa. Imelda me llamó: “Emilse Emilse….ven”.
Pasé a través de la cortina y estaban los dos cuerpos desnudos de mi abuela y Nur sobre la cama. “quítate la ropa hija y acuéstate a mi lado”…sonreían los dos.
Un gordo enorme, barrigón y peludo tumbado boca arriba, mostrando sin recato alguno, su polla y sus enormes huevos peludos. Al lado esa vieja de pelo gris y masa de carne flácida y pálida con dos tetitas de pezones y areolas amarronadas, bajo su vientre esa mancha de vello negro y espeso triangular entre sus piernas. En frente yo dejaba caer el camisón al suelo y me recostaba desnuda totalmente al costado de la vieja.
Me cogió por la cintura y me trajo hacia ella, “ven tranquila, es normal y natural” …Nur sonreía también. Luego me pasó su mano por mis caderas y piernas y me puso sus dedos en mi vientre a la altura del vello púbico…”hoy aprenderás muchas cosas pero tu sexo seguirá virgen hasta que encuentres un marido” ….”Hoy este será tu lecho, pero ni tu abuela ni Nur somos tus parejas o tus amantes….yo soy tu abuela y Nur es tu abuelo también …al que debes lealtad y respeto.”
Solo tenía 16 años recién cumplidos y sentía un pequeño cosquilleo en mi vientre.
Acaricia mi cuerpo…me pidió. Yo acaricié con suavidad sus pechos su abdomen y sus caderas…no me atrevía a `poner mis manos en su sexo hasta que ella me las llevó con sus manos justo a su monte de venus. Al tacto un vello suave y liso como el de una mujer joven.
Luego se incorporó se sentó encima de la almohada y abrió las piernas, hasta pegar sus talones a sus nalgas. Una almeja carnosa y de color morado salió de entre el pelo negro. Estaba húmeda y tenía dos colgajos de carne lila como crestas de gallo a los lados, eran sus labios vaginales. Nur levantó sus cejas y sonrió y le puso la mano apartando la flacidez del vientre para que yo viera. Mira esto…dijo mi abuela y con sus dedos de largas uñas pintadas de rojo se sacó de entre la vulva lo que parecía un pequeño glande de pene del tamaño de un garbanzo.
“jajaja….tu también lo tienes pero no te has acabado de desarrollar….es el clítoris….esta es nuestra felicidad y la de los machos”
Era un clítoris más grande de lo normal de color rojizo y parecía el glande de un niño. Me dijo tócalo …y lo toqué…estaba húmedo” luego me retiró la mano y Nur le abrió más la vulva con sus dedos….reían con complicidad. Yo pregunté…y por donde meamos? Y ella me señaló el agujerillo….y por donde nació mamá pregunté….y ella se abrió más de piernas y me dejó ver un agujero rojo húmedo y cavernoso. Tu madre salió de aquí.
Imelda se mojó los dedos en aceite de almendras y los de Nur e introdujo un dedo en su vagina….luego suavemente lo hizo Nur una vez.
Bajo la vulva me señaló el ano que lo tenía como prolapsado y cubierto alrededor de viejas hemorroides de color grisaseo.
El pene morcillón de Nur creció al doble de su tamaño por la exitación y reposaba negro y venoso sobre una de sus piernas. Un glande morado y húmedo abandonó al capullo y salió. Sus enormes huevos parecían crecer de tamaño y templaban la peluda bolsa escrotal del viejo.
Comenzó la jodienda y Nur empezó por chupar las tetas de Imelda, que retorcía su cuello en medio de risas…luego comenzó a bajar por su flácido vientre y comenzó a lamer el ombligo y a tocar con sus dedos el pubis de mi abuela. Se puso aceite en sus dedos y los metió entre la vulva. Una y otra vez mientras mi abuela gemía. Luego Nur se puso en cuatro y nalgas en pompas se agachó sobre el clítoris de la vieja y comenzó a lamer y escupir encima una y otra vez. Se comía el clítoris entero entre su boca y lamía los colgajos de sus labios vaginales.
Esto en medio de gemidos y temblores de la vieja….”ohhh oooooh me corrro….ohhhh” y así fue hasta en tres ocasiones se corrió Imelda solo a cuenta de la lengua de Nur. Un moco o fluido blanco salía de su coño y untaba el bigote y los labios de Nur. Era el jugo de su sexo.
Mientras Nur chupaba, se me estremecía el vientre con un extraño cosquilleo y me dí cuenta q me había meado, pero no era orín sino liquido como el de la vieja, olía igual…Imelda me dijo chúpame los pechos Emilse…..ohh.
Yo me puse entonces a lamer sus pezones que los tenía muy erectos, como se le ponían al ducharse por el agua fría. Muy duros y firmes y sus tetas parecían más gordas que flácidas.
Ohhh…aaaahh, tuvo otro orgasmo mientras le chupaba los pezones. Me encantan los pezones de mi abuela, son marrones como los mios pero mucho más grandes y desarrolados….yo los tendría así años después. Mis botones mamarios apenas se ponían un pelín más duros.
Mi abuela los acariciaba y me ponía la mano en el pubis mientras yo la exitaba.
Entonces Imelda se incorporó se puso en cuatro y sacó el culo hacía arriba mirando a Nur …..y le dijo “fóllame Nur” ….el Indio ya tenía el pene completamente erecto y le goteaba una baba por el glande….ese es el liquido preseminal que sirve para lubricar también. Puso el glande en la puerta de la vulva y se comenzó a perder entre los carnosos labios vaginales de mi abuela. Luego introdujo el resto del morcillón venoso y mete y saca una y otra vez….la panza del indio parecía dar palmadas a las nalgas de mi abuela cada vez con más intensidad…ohhh ahhh…más …no pares macho….oooooh. La jodienda se extendió por varios minutos hasta q mi abuela me pidió que me sentara frente a ella en cuclillas sobre la almohada……así lo hice, abrí mi pequeño sexo y mi abuela comenzó a chuparme el clítoris. Un temblor me llegó a las piernas y todo mi cuerpo….el olor a sudor y almeja me exitaban aún más…..había tenido mi primer orgasmo.
Me puse en frente de la pareja q ahora follaba en la pose de misionero. En ocasiones Nur la sacaba y la limpiaba en medios de las tetas de Imelda. Nuestros cuerpos se cubrían de sudor y sobre todo el de Nur y la vieja estaba recubierta de una baba traslúcida y viscosa sobre todo entre sus piernas. Era un moco mezcla de jugos vaginales, semen y sudor.
Esto me exitaba mucho…hasta que la vieja gritó …ohhhh por el culo, métemela por el culo.
Le estaba pidiendo a Nur sexo anal y para mé eso era sucio y muy extraño. Ella se despatarró boca arriba y Nur puso una almohada bajo su cintura para levantarle el culo.
Así fue que en esta pose Nur puso el glande rojo y goteando a punto de reventar en la entrada del recto de la vieja. Yo le puse aceite de almendras y por primera vez toqué el pene de Nur….era calido y húmedo al tiempo , un temblor recorrió mi cuerpo. Lo agité a suavemente de arriba abajo y me lo metí en la boca….era muy gordo y casi no me cabía en mi boca. Lo mamé con una mezcla de placer y asco…..olía muy fuerte su entrepierna, y el pene despedía un olor a almeja mezclada con orina. Su sabor salino suave me exitaba mucho. No se corría pero sentía su liquido seminal en mi lengua. Me lo tragaba todo.
Me apartó la cara cariñosamente y sonriente, con la morcilla sujeta por los testículos me insinuó un gesto de meterlo en el ano de la vieja. El nabo gordo salivado por mí comenzó a entrar suavemente en el culo de Imelda. Primero el glande y después lentamente el resto de la carne. Una vez adentro para mi asombro no salía sucio o manchado ….por la caca digo.
Era nueva experiencia para mí…no recordaba que la noche anterior mi abuela me dio a beber un laxante del que también bebió ella para lavarse el estómago con el pretexto de seguir un ritual de limpieza del organismo de la India que Nur le había enseñado. Habíamos vaciado nuestro vientre para tener relaciones anales limpias.
El pene entraba y salía al unísono de los orgasmos compulsivos de Imelda.
Nur no se corría….llevaba tres largas horas de jodienda sin eyacular pero yo no me daba cuenta. Los induístas no eyaculan o lo hacen muy pocas veces.
Emilse ponte en cuatro dijo la vieja….y yo obedecía como un corderito. Me puso mi pequeño culito en pompas y me dijo. No te preocupes…no perderás tu virginidad, te lo he prometido….solo hasta que tu marido lo haga y Nur no lo es ni lo será.
Entonces entendí que Nur me lo haría por el ano para no desvirgarme. Me entró una sensación de temor, placer y expectativa a la vez.
Miré por debajo de mis piernas y vi la silueta de la peluda bolsa escrotal de Nur.“al principio sentirás un poco de dolor pero luego todo será placer” me decía la vieja. Sentí los dedos untados de aceite entrando en mi ano…sentí una sensación de querer hacer del cuerpo y una especie de cólico en el vientre…..Ohh abuela me haré caca. No hija no te preocupes.
Imelda me metia y sacaba los dedos de mi culo….de pronto sentí algo más cálido y gordo tratando de entrar en mi ano….ahhh duele. Era el glande de Nur entrando en mi ano, luego embutió el resto del nabo……ohhhh, sentí que me cagaba de verdad , sobre todo cuando la sacó, la volvió a meter, glande primero y nabo entero hasta el fondo…..ohhh una y otra vez sentía que me estaba defecando.
No te preocupes hija estas limpia, luego todo será placer….así fue al cabo de minutos de las arremetidas de Nur ,comenzó mi abuela a masajearme el clítoria y senté un enorme corrientaso en mi espalda….me estaba corriendo otra vez más y lanzaba gemidos salvajes. No se la saques cariño, le decía Imelda a Nur……y él seguía en la jodienda castigando mis nalgas cad vez más rápido….pas pas pas pas pas…..ohhhh su vientre golpeaba fuerte mis pequeñas nalgas adolescentes…….ohhhhhhhh ooooooohhh, …….ohhhhh….y una nueva ola de placer me abatió de la cintura para abajo y me hacía temblar todo el cuerpo.
Nur estuvo dándome por el culo durante más de un cuart de hora sin parar….la sacaba mi madre se la limpiaba con la lengua y otra vez la metía. Hasta que por fín Nur comenzó a jadear con ronquidos de cerdo, lo que auguraba que estaba apunto de correrse…..ohhh ohhh, correte adentro Nur cariño le decía mi abuela….de pronto en medio de un cambio de ritmo en sus enculadas la comenzó a meter mas lentamente y a sacarla toda….una dos tres veces…..una vez el nabo adentro emitió un gemido de placer y dijo “i coming” en inglés me corro. Se puso a dara arremetidas muy cortas, que me hicieron correr a mí nuevamente……sentí un chorro calido dentro de mí ohhhhh…..”no la saques cariño”……toda la leche dentro.
Había eyaculado todo su semen dentro de mi recto, y ahora acaiciaba mis tetas y mi espalda….entre tanto mi abuela lo besaba y acompañaba de su cintura sus últimos movimientos para escupir hasta la última gota de su leche dentro.
Salió después de un minuto, el nabo negro y húmedo. Entre tanto mi abuela tenía una vaso de cristal por debajo de mi ano…..comenzó a masajear alrededor de mi culo me dijo, apreta con todas tus fuerzas como si cagaras….un chorro de leche beige muy viscosa salió dentro del vaso llenándolo unos dos centímetros.
Esta es la leche de la vida, y bebió un sorbo….ummmm está calentito ….lo probé porque estaba muy exitada porque en otra situación me hubiese dado asco. Tenía un saboy amargo como el té y un poco salado….lo bebí muy rápido…olía a humedad…..como a nueces rancias. Mi abuela bebió el resto de un solo trago y lamía limpiando el yá flácido nabo de Nur que yacía tumbado boca arriba.
Esa fue mi primera noche de sexo, y no sería la última porque viví con mi abuela y Nur durante más de ocho años después de esa noche.
Teniendo sexo con mi abuela y su pareja sin límites. Mi abuela se equivocó…al final nunca me casé y Nur fue mi primer hombre. Cuando cumplí 18 años me desvirgó, el tenía 62 y tuve durante seis años más sexo con él viejo hasta que cumplió 68 años. Nunca quedé en embarazo de él y descubrí que era esteril a pesar de los enormes cojones que tenía. Escapó de India porque fué rechazado por su familia por ser esteril.
Yo me fui de casa a España y mi abuela murió a los 87 años Nur murió dos años más tarde…..Nunca dejaron de amarse y al menos en el tiempo que yo viví con ellos hacíamos el amor los tres casi a diario.
Éramos insaciables y felices. Hoy día trabajo en una peluquería, tengo tres hijos de dos uniones posteriores, soy bisexual, y tengo una pareja mujer dos años mayor que yo. Sigo viviendo el sexo intensamente y nunca he revelado a mis hijos que tenía relaciones incestuosas con mi propia abuela.
Es un secreto que me llevaré a la tumba por siempre.
Por cierto deambulaba desnuda por casa en presencia de mis hijos y al igual que lo hizo mi abuela, un buen día me puse en cuclillas encima de mi cama y les indiqué a mis tres hijos pequeños donde está el clítoris, por donde meamos las mujeres y por donde nacieron ellos….jajaja.