Enculado en Sierra Nevada

Dos hombres diferentes me destrozan la puerta trasera en un fin de semana en Sierra Nevada.

Hola a todos de nuevo!

Soy Marcos. Ya sabéis que venía contando una historia de mi relación con Marta, la limpiadora de mi facultad, y de hecho sigo hablando con ella diariamente y hemos vuelto a follar otras dos veces más. El caso es que quería contar una historia que me ha ocurrido el pasado fin de semana en Sierra Nevada, ya que fui a hacer snowboarding con unos amigos dos días, y me surgieron ciertos... deseos. Sin más, allá vamos.

IMPORTANTE: Lo digo en todos mis relatos pero bueno, lo repito por si alguien es nuevo por aquí, todos mis relatos son absolutamente reales. Me considero una persona muy abierta sexualmente, si me ocurren este tipo de cosas es porque las busco. Hay veces que me rechazan, veces que las cosas no funcionan, y veces que se me ha caido la cara de vergüenza, pero hay otras que sí salen adelante y algunas la traigo aquí. No veo sentido en escribir relatos que sean falsos, pero que cada cual haga lo que crea oportuno, yo no pierdo el tiempo. Por suerte me he llevado unas buenas folladas este fin de semana pasado, y os las puedo traer.

PUESTA EN SITUACIÓN: ¿QUÉ HA PASADO?

A ver, ya sabéis que me gusta hacer siempre una introducción para poner las cosas en contexto. En líneas generales, todos los años voy con mis amigos a hacer snowboard a Sierra Nevada (Granada, España). Como siempre digo, tengo novia y me considero heterosexual completamente, no me atraen los hombres. El detalle está en que me gusta ser penetrado analmente, me encanta y obtengo mucho placer con ello. El problema es que las tías no van con un dildo por ahí, ni con un arnés, por lo que a veces recurro a hombres que quieran descargar en mi culo. Llevo años así y no puedo estar más feliz.

Tras varios meses de sexo con mi novia, alguna follamiga a escondidas y sobre todo últimamente con Marta (la limpiadora de mi facultad), casi no había tenido tiempo de darle de comer a mi agujero trasero. Mi deseo surgió de nuevo porque me enteré que al viaje venía Carlos, que es un amigo de mi mejor amigo. Carlos y yo no teníamos mucha relación, nos conocíamos de habernos visto un par de veces, pero sabía que tenía un pollón enorme porque tras un partido de fútbol lo vi en los vestuarios. Tenía claro que me apetecía meterme un pollón así por el culo, pero si llevo 3 años teniendo sexo con quien me da la gana sin que mi novia se entere, no es precisamente por follar con el amigo de un amigo. Esas cosas se pillan rápido. Por tanto, no iba a follar con Carlos, pero empezaba a tener muchas ganas de sentirme penetrado y lo peor es que estaba camino de Sierra Nevada donde iba a compartir piso con otros 6 amigos, parecía el peor momento para ello.

¿Que si lo conseguí? Sí, tres veces. Me folló el socorrista de la piscina climatizada de los apartamentos donde nos alojamos y me folló el casero de nuestro apartamento cuando vino a recoger las llaves. Os explico como a continuación.

PRIMERA FOLLADA: EL SOCORRISTA

Llegamos el viernes por la noche, teníamos que coger las llaves del apartamento (nos las dejaron debajo del felpudo) y dejar las cosas. Bajamos a la plaza de Pradollano a recoger el material para hacer snowboard (lo alquilamos), y volvimos a subir al apartamento para cenar. La noche iba a tener distintos planes. Dos amigos iban a salir a cenar fuera, otros 2 tenían que hacer trabajo con su portatil de forma telemática para su empresa, y yo iba a bajar a la piscina climatizada (cerraba a las 00:00) con un colega. Tenía ganas de bañarme en una piscina de agua caliente, sobre todo cuando fuera hacen casi 0ºC y dispones de jacuzzi, spa, sauna...

Por tanto, empecé a prepararme el bañador, la toalla y tal. Cuando salgo al salón mi amigo me dice que no estaba bien, que le dolía la cabeza un poco y prefería quedarse en el apartamento, le había sentado mal el viaje en coche o algo. En ese momento me plantée no bajar, pero realmente era el único momento, porque el día siguiente iba a ser entero de snowboard, y el domingo toda la mañana y tarde también y ya nos íbamos para Murcia. Por tanto, la piscina se probaba ahora o no se probaba.

Me decidí y le dije a mis colegas que bajaba a probarla. Llamé al ascensor y bajé a la planta -1, que es donde estaba la piscina y la sauna. El -2 era la cochera. Cuando se abre el ascensor, me encuentro mucho olor a agua y a humedad, incluso cierto vapor en el pasillo, debido al calor del agua en contraste con el frío que hacía. Abrí la puerta y me encuentro una piscina guapísima, casi de lujo, con sus luces de colores, su suelo de madera... Pero un problema, no había NADIE. Yo iba en chanclas y con el gorro puesto, y me encuentro con que no hay nadie. Me puse a buscar carteles por las puertas por si el horario era cerrado, pero no tenía sentido si la puerta estaba abierta.  Mientras que estoy buscando e incluso sacando el móvil para buscar información de los apartamentos, oí una voz.

  • Ey, puedes pasar sin problema.

No vi quién hablaba, y resultó ser un socorrista unos 4-5 años mayor que yo que estaba sentado detrás de una columna, con el teléfono en la mano. Me acerqué a los bancos de al lado y dejé la toalla y las chanclas, y fui a las duchas a prepararme para el baño. Mientras tanto el tío me iba mirando, volvía a bajar la cabeza al teléfono, volvía a mirarme... y así.

  • Pensaba que no iba a venir nadie ya. Llevo 2 horas solo desde la última persona que se fue.

  • Ahhh, yo acabo de llegar con mis amigos desde Murcia. Venimos a pasar el finde y quería probar la piscina.

  • Ah guay, pruebalá, está perfecta el agua. Cerramos a las 12, no te olvides aunque falte una hora, que luego entráis y no queréis salir, jajaja.

  • No te preocupes, no creo que tarde mucho.

Entré a la piscina poco a poco y el agua estaba perfecta. Empecé a bañarme y vi como el chico, pasados tres minutos o así, se levantó y vino a bañarse también.

  • Voy a darme el último baño del día que luego me arrepiento.

  • Sin problema tio. ¿De donde eres?

  • Vivo aquí, en Granada, trabajo 3 tardes a la semana en la piscina de aquí, y otras 3 abajo en la ciudad.

  • Ah guay, yo estoy con el TFG acabando la carrera de Ingeniería Informática.

  • Mola, es chunga esa carrera me han dicho. Yo estudié traducción de inglés, y aquí estoy, de socorrista jajaja.

Estuvimos hablando un rato, de la vida, de qué hacíamos cada uno y tal. La conversación fue derivando en temas más personales, no recuerdo como, creo que porque me dijo que su novia se había roto un tobillo haciendo esquí, y me preguntó si yo tenía novia y tal. Es un punto importante este, porque ya os podéis imaginar lo que se me pasó por la cabeza:

1 - Solos en una piscina por la noche.

2 - Ninguno de mis amigos lo conocía.

3 - Llevaba tiempo sin ser follado.

Y como siempre me pasa, pues me acabé lanzando. Le mentí sobre lo de mi novia.

  • No, no tengo novia, de hecho... soy gay. Pero tampoco tengo novio, jajaja - le dije mientras estaba apoyado con los brazos en el borde de la piscina.

  • Ah si? Buah pues no tienes pinta, la verdad, me has parecido hetero 100% jajaja - dijo riendose.

  • Bueno, al final puedes tener pluma o no tenerla, de hecho te sorprendería saber que soy pasivo - le dije mirándolo fijamente.

  • Hostia, eso si que no me lo esperaba, no me lo habria imaginado nunca tio.

  • Sí, soy bastante pasivo de hecho, me encanta que me follen duro. Hace unos 4-5 años que me di cuenta - le dije mientras nadaba despacio alrededor de la piscina.

  • Ya veo... bueno, yo como entenderás soy activo, porque tengo novia, jajajaja. No hay otra opción - me dijo algo nervioso, se reía, pero nervioso.

Se como se sienten los heteros a los que me he follado otras veces cuando llegamos a este punto. Están en esa fase en la que piensan "dios, me encantaría petarle el culo a este tio, pero yo no soy gay, ¿que hago?". Sabiéndolo, me acerqué a él un poco más y le dije lo siguiente.

  • Ya... está claro que eres activo. Al final follar es libertad total y te pueden gustar muchas cosas, conozco muchos amigos heteros que les gusta que su novia les meta consoladores por el culo a veces (yo mismo, sin ir más lejos xD).

  • Bueno, pero yo no soy de esos. Yo solo taladrar jajajaja, pa dentro y pa fuera, pero el culo no me lo toca nadie.

  • Nunca has taladrado a un tio?

  • Que va, no soy gay, te lo he dicho tio

  • Y que importa eso? Por ejemplo... quiero decir... si yo ahora mismo me pusiera ahí en las escaleras de la piscina a 4 patas, tú no me petarías el culo?

  • Que va tio, tengo amigos gays y los respeto, pero no me quiero follar a ninguno y algunos ya me lo han dicho otras veces.

Pensaba que estaba dificil la cosa, me veía ya saliendo de la piscina y subiendo con mis amigos sin tener el culo roto. Lo necesitaba. Así que metí una marcha más, se me fué un poco la cabeza y decidí echar el resto. Podía salir bien o mal. Pensé que si salía mal, no iba a volver a ver a ese tio nunca y me daba igual la verdad. Si salía bien, me iban a llenar el ojete de leche, así que quise arriesgar. Me levanté y mientras me acercaba a la escalera, fui quitando el nudo de mi bañador, lo fui bajando por las rodillas y rápidamente me puse a 4 patas abiréndome los cachetes con las manos. Mi agujero boqueante apareció, con ningún pelo, diciendole hola a este agradable socorrista.

  • Que haces cabrón? Estás loco? Que puede entrar cualquiera - se levantó y salió de la piscina acercándose a la puerta.

Aquí pensé: ¿por qué coño va hacia la puerta? Y cuando la cerró con la llave, ya supe que me iba a follar. Volvía a la piscina sin quitar los ojos de mi agujero. Seguía repitiendo que si estaba loco, que vaya tela, que como se me ocurría, pero seguía mirandome el culo. Yo como lo veía volver a meterse a la piscina sin dejar de mirarme empecé a sonreir porque sabía lo que se venía encima. Efectivamente, empezó a nadar despacio hacia mi y se acercó a mi trasero.

  • Joder, es que cualquiera no se folla esto... Menos mal que nadie se va a enterar y no me van a juzgar, ¿no? - dijo desabrochándose su bañador.

  • Claro que no, ¿quién coño se va a enterar? Anda... partemeló... - le supliqué mientras seguía abriéndome el culo con las dos manos.

  • Voy a echarte un poco de crema para que se abra vale? Da igual que sea solar, es natural, no podemos pararnos en tonterías jajaja.

Cogió un bote de crema solar (en la nieve también hace falta, el sol refleja y te quema, por si no lo sabíais) y se echó un buen pegote en la mano. Comenzó a pasarla con la mano por todo mi culo, que palpitaba deseando tener algo dentro de él de una vez. Me preguntó si quería chuparsela para lubricarle el rabo, y aunque pensé en decirle que no (porque no me gusta mucho), cómo le iba a decir que no, si le había dicho que era gay... Así que confirmé, y me giré sentándome en el escalón de la piscina y cogiéndole el pollón con la mano. Era gorda, bastante larga, de unos 19 centímetros, pero sobre todo tenía un gran cabezón. Abrí la boquita y me la metí bien dentro. Quería ponerla dura y que estuviera cachondo, eso facilitaría la follada y la haría mucho más rica, así que me esforcé.

Con las manos le cogía el culo y lo atraía hacia mí, quería que me tocara el fondo de la garganta. La saliva se me caía por la comisura de los labios y él no paraba de gemir, de decirme el gustazo que le estaba dando, que no parase.

  • Arggg... traga, buah... hasta el fondo... eso es nene, chupamela bien... - decía con la cabeza hacia atrás.

  • Glurppp.. grgrg... grgrgrg.... - eran los únicos sonidos que se oían en la piscina.

  • Dios mio... que gustazo... como te voy a reventar el culo, no vas a poder ir a la nieve mañana... joder....

Tras algunos minutos succionando bien aquel trozo de carne, que pronto me partiría en dos, decidí que ya iba siendo hora de que me emprotrase. Mientras me la sacaba de la boca y me aseguraba que había quedado bien brillante, me puse de rodillas a cuatro patas sobre el escalón de la piscina, y arquée la espalda bien. Mis manos volvían a abrir mi culo mientras le dije una frase que terminó de volverle loco:

  • Adelante. Hasta el fondo.

Las ganas por sentir esa barra dentro de mi hicieron que me diera igual cualquier tipo de juego previo, de dedo en el culo, de dilatación o de tonterías. Llevaba meses sin ser follado y quería eso dentro ya. Pero ya. Dicho y hecho, cogió su polla con la mano y noté como su cabeza se apoyaba en mi agujero. Tras algunos segundo de presión, comenzó a empujar y a acercarse hacia mi. Su polla desaparecía poco a poco, centímetro a centímetro en mi recto, y yo tenía los ojos en blanco del gustazo que sentía. Me encanta esa sensación inicial de dolor, que después torna en un placer ardiente e intenso. Así se lo hice saber a mi compañero de follada, diciéndole algo como lo siguiente, creo recordar:

  • Calentito eh? Puedes darme todo lo fuerte que quieras, llevo crema dentro, lo puedo aguantar. Gózateló anda... Disfruta tio.

  • Dios mio. Me está apretando la polla como si fuera una mano, joder.... arggg... voy a bombearte fuerte no?

  • Si, dale dale, sin miedo.

Y sin miedo lo hizo. Se agarró a mi cintura con las manos y empezó un metesaca delicioso. Me habría gustado que fuese un poco más lento y completamente desde fuera hacia dentro, pero él prefería darle rápido, tampoco estaba para quejarme yo. Sus embestidas eran increíbles, mi culo se iba abriendo internamente dandole la bienvenida al nuevo invasor. El tio tenía un aguante brutal porque pasaron más de 5 minutos a una velocidad de follada altísima, y ahí seguía.

  • Ahhhh... eso es, rompemé el ojete cabrón. Quiero que me lo dejes roto, que no me pueda sentar.. Argggg dios... ufffff....

  • Ah dios, ah dios... que culo, que culo... toma hijo de puta, toma polla, que lo venías buscando...

Chof, chof, chof, era el único sonido que se oía ahí dentro. Sus muslos golpeaban en mi culo porque la penetración estaba siendo muy profunda, pero deliciosa. Quién me iba a decir a mi que esta visita a la piscina iba a ser tan placentera, ¿verdad? Me estaba destrozando los intestinos, y decidí cambiar de postura para exprimir su polla aún más.

  • Ven, sal de la piscina, sientate en la silla donde estabas antes - le dije mientras lo llevaba de la mano.

Estábamos empapados y echando humo. La mezcla de sudor, agua caliente y frío del exterior hacía que literalmente echáramos humo. Nos acercamos a la silla y le dije que se sentara. Después, me puse de espaldas a él, y cogiendo su falo con la mano derecha, apunté su cabeza hacia mi agujerito, que quería seguir comiendo. Me fui dejando caer hasta que estuvo al 100% dentro de mi. El gusto era increíble y se me estaban poniendo los ojos en blanco. Mi querido socorrista me agarró por la cintura y volvió a bombearme como si no hubiese un mañana.

  • Oh tio, por favor... que culo tienes, como traga esto... Ay dios... te gusta como te lo bombeo? Es mejor que el de mi novia - decía mientras no paraba de empujar hacia arriba.

  • Cla... clar... claro que me gusta joder... ufffff... tu sigue dándole, me voy a correr pronto, dios... - contesté mientras me hacia una rica paja

  • Toma, toma, toma cabrón, mira como te lleno de polla...

El nivel de las embestidas que me daba, unida a la húmeda paja que me estaba haciendo, hicieron que empezara a soltar trallazos de lefa por todo el suelo de la sala. Salían a casi dos metros de distancia, era increíble, estaba tan excitado y los empujones que me daban desde abajo eran tan deliciosos, que me derretí y me dejé caer sobre él.

  • Auhuhhhuhuhh... dioooooooos... me corro hostia! Joder... ohhhh..... - dije mientras me movía en círculos sobre él, con la polla bien ensartada en los intestinos.

  • Joder como aprietas, te ha gustado eh? Ahora me voy a correr yo, ya lo verás, te voy a preñar este culo de puta que tienes.

  • Correte dentro, llename de lefa hijo de puta, no te cortes

  • (Plof, plof, plof) No.. si no me voy a cortar, no te preocupes... arggggggg... (plof plof plof) ...

No pudo aguantar más. El cabrón empezó a soltar ríos de semen en mi interior, calentitos, mientras que mi culo lo recibía como un auténtico nectar de dioses. Su propio semen lubricaba mis entrañas y hacía que las siguientes embestidas fueran mucho más humedas. Algo de lefa empezó a salir de mi agujero, pero como él no paraba de follarme, el propio líquido ayudaba a que las siguientes metidas fueran más deliciosas. Estaba en el cielo y este socorrista era mi ángel.

  • Ahhhhhhhhhhhhhhhh.... si... si... toma cabron, tomala dentro... Auuuufff..... - se retorcía de gusto en la silla.

  • Llenamé, eso es nene, preñamé el culo...

Yo estaba ahora casi totalmente de pie, pero con el culo hacia atrás, encima de su rabo, haciendo movimientos circulares, como si fuera una batidora. El tio no podía ni sujetarse a la silla del placer que le estaba dando, y eso me gustaba. Cuando noté que ya no podía más, y que todo el cuerpo me temblaba de gusto y escalofríos, saqué despacio su polla de mi culo y le casqué una paja ahí mismo. Estaba tan fuera de mi, que cuando estaba a punto de correrse, acerqué mi cabeza a su polla y decidí tragarme esa segunda corrida. No soy mucho de hacer esto, pero este polvo me había encantado y seguía muy cachondo, así que le di un premio a mi compañero.

No recuerdo qué mas me dijo, pero le saqué dos buenos disparos. Uno estaba dentro de mi y seguía escurriendo poco a poco de mi abierto culo, y el otro ya me lo había tragado y lo tenía en el estómago. Me despedí de mi compañero diciéndole que quizás nos volveríamos a ver mañana por la noche, pero yo sabía que iba a ser imposible porque no quería volver a tentar a la suerte y levantar sospechas. Nos dimos los teléfonos y salí de la piscina. Estaba en el cielo, literalmente, abría y cerraba el culito para sentir esa sensación que se queda después de ser follado que da un placer inmenso. Pensaba que la fiesta del fin de semana había terminado aquí, y eso me hizo incluso plantearme bajar de verdad al día siguiente a ser follado otra vez, pero no...

No podía... no debía bajar otra vez... quién sabe si habría personas, si nos podrían oír, si mis amigos se enterarían...

SEGUNDA FOLLADA: EL VIEJO DE LAS LLAVES

Estuve todo el fin de semana en la nieve con mis amigos. La cabeza, sobre todo cuando me quedaba solo, me daba muchas vueltas. Quería volver a sentir esa barra dentro de mi, pero eso me podría traer problemas... Al final no hice nada con el socorrista, pero esa tarde de domingo me iba a traer una última sorpresa.

Esta segunda follada que os voy a explicar va a ser muy breve, no por nada, sino porque es lo que fue. Fue como la guinda del pastel. El polvo con mi amigo el socorrista, del que por cierto nunca llegué a saber su nombre (aunque resulte increíble) había sido uno de los mejores polvos de mi vida por detrás, pero también había despertado unas ganas en mi de volver a ser follado que eran inmensas.

Cuando acabamos de esquiar y bajamos al pueblo, todos recogimos nuestras cosas del apartamento. Nos íbamos. Yo tenía que esperar a que el casero viniera a las 18.00 porque debía darle las llaves, y para no perder el tiempo, mis amigos se fueron al parking de la plaza donde estaba el otro coche. Por tanto, todos se fueron, unos en el coche del parking del propio piso, y otros a buscar el otro coche (donde me iba yo).

Esperé sentado en el sofá a que el casero llegara. Eran menos cinco, y en teoría llegaba a las 6. Mientras miraba el móvil en Instagram, de repente sonó el fono. Lo cogí y era el casero, y le abrí la puerta de la calle. Mientras subía la cabeza me daba vueltas, la causa es muy simple:

1 - No iba a volver a ver a ese tio nunca (otra vez)

2 - No había nadie de mis amigos cerca y estabamos en el piso, por tanto, 0 riesgo de ser descubierto.

3 - Quería que me volvieran a partir el ojete.

Por tanto, y aunque era mucho riesgo... volví a hacer lo mismo que con el socorrista, aunque esta vez algo más "disimulado". Abrí la puerta y la dejé entornada, y me puse enfrente en el pasillo agachado en el suelo, a 4 patas, con los pantalones y los calzoncillos completamente bajados. Mi agujerito volvía a aparecer en escena. ¿La excusa? Tiré un poco de agua de la botella al suelo y saqué un pañuelo del bolsillo, como para intentar secarla. No hizo falta, ahora entenderéis por que...

Esperé en esa postura unos 15-20 segundos, muy nervioso, al final no sabía quién iba a entrar, qué aspecto tenía, qué iba a hacer... Por suerte (y la verdad que tengo mucha suerte cuando mi agujerito está al aire) oí como la puerta se cerraba, y como una voz decía lo siguiente:

  • Joder...

No me dio tiempo a girar la cabeza cuando se abalanzó corriendo sobre mi. Era un señor de unos 60 años, con barba blanca, y acercó su cara a mi ojete y empezó a comermelo como un poseso. Vaya puta lengua tenía el cabrón, me estaba llenando el culo de saliva y yo ya me relamía de la follada que me iba a proporcionar (o eso creía yo). En ese momento me acordé que no tenía tiempo, y mientras me retorcía de gusto, como pude, le dije lo siguiente:

  • No tengo mucho tiempo, tal vez 5 minutos porque me tengo que ir ya... uffff.... follame bien fuerte y correté dentro - le pedí derritiéndome del gusto que su lengua me daba. Me encantaba sentirme usado, como una buena putita, por un señor que acababa de ver por primera vez y ya estaba devorándome la puerta de atrás.

  • Vale, no te preocupes hijo, te follo rápido este culito y ya está, ¿vale?

  • Si si, eso es lo que quiero

No se si no se enteraba, era justo lo que le había pedido, que me follara bien. Por lo visto estaba tan nervioso el abuelo que pensaba que me iba a ir sin que me follara, y me hablaba como si tratase de "convencerme". Eso no iba a ocurrir, yo me iba a llevar el culo bien abierto otra vez, lo tenía claro.

El casero sacó su vieja polla, la cual sorprendentemente estaba bien tiesa, y aunque no era larga era muy gordísima. Apoyó ese rabo en mi agujerito y me la metió de un golpe que casi me hace darme con la cara en el suelo. Estaba bien lubricado de su lengua, y tenía ganas de ser follado, por lo que no me dolió prácticamente nada. Además, me había entrenado muy bien en la piscina el viernes, por lo que mi ojete seguía bien elástico.

Fue todo tan rápido que no tengo diálogos que poner, solo recuerdo que tras unas 20 embestidas durísimas y profundas, el abuelete descargó toda su semilla dentro de mi. Yo estaba a punto de correrme, fruto del morbo y la excitación, pero fue todo tan deprisa que no me dio tiempo. El hombre se levantó, cogió las llaves y me echó a empujones de la casa. Yo no me lo podía creer, quizás su mujer iba a venir pronto, quizás tenía cosas que hacer... Pero la cuestión es que me echó de la casa, con muchas prisas. Yo me fui con la maleta al ascensor, aún con el culo abierto y la polla tiesa, y en lo que duró el viaje desde el octavo piso hasta la planta baja, tras tocarme la polla un poco, solté toda la leche en el suelo y pared de ese ascensor.

Salí de allí deseando que no hubiera nadie, y me reuní con mis amigos. Me notaba usado, tenía frío, y estaba cansado de tanto ejercicio, pero sobre todo... volví a sentirme bien enculado, y eso es algo que SIEMPRE es positivo.