Encuentros (2)

Abre la puerta y trata de ir a la cama pero la tomo por el brazo, mis manos en su rostro... me quiere besar pero no la dejo, me gusta ver su deseo, su calor; muerdo mi labio inferior... la aferro nuevamente a mi cuerpo y la abrazo... tocando su espalda...

¡Hola! Espero estén muy bien :D… aquí vengo de nuevo en compañía de mi buena amiga Bequi26 para dejarles esta nueva entrega de "Encuentros". Esperamos ansiosas les guste y bueno sin más que decir de ante mano muchas gracias por cada uno de sus comentarios de verdad que nos animaron mucho para continuar… Son un gran apoyo y gracias a ustedes los lectores es que seguimos acá... besos

Encuentros (2)

Salí huyendo de ese parque tratando de ignorar lo que había hecho ¿Pero como? ¿Como olvidar algo simplemente mágico, fantástico?

Cogí un taxi que me llevara al depa de mi Lorena, mi novia. Tenemos tres años juntas y ahora esto, ahora le hago esto. Para ser honesta el cargo y remordimiento de conciencia nublaba mi mente

¿Cómo fingir que nada paso? – me pregunté segundos antes de introducir la llave en la cerradura de la puerta de mi novia.

¿Es en serio? ¿Se fue así? ¡Me dejó! ¡Me dejó en medio del parque! ¡No puedo creerlo! Mi mente está repleta de "¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿? ¿?" ¿Aquí que pasó?

Todo iba tan bien y de pronto… tiene una cena con su ¡NOVIA!

Quisiera molestarme pero se me hace imposible, ¿Quién se molestaría con un ángel como ella?

Aun impacta su imagen en mi mente, es hermosa y sus besos son indescriptibles, sin duda lo mejor que he vivido. ¡Quiero verla, tenerla! Pero ¿Cómo diablos hago? Si se ha ido y ni siquiera sé cómo encontrarla.

Mi noche se resumió a humedad, a la humedad de tenerla en mis sueños, de recordar su cuerpo, retorcerse por el placer que le brindaba, por el anhelo de hacerla mía de nuevo.

  • Hola amor – la salude con cautela, se lo que le molesta que la deje esperando.

  • ¡Andre! Mi amor me tenías preocupada ¿Dónde estabas? – se lanzo a mí, la abracé y besé sus labios, recordando inevitablemente los de Roxana.

  • Lorena mi vida, estaba en el parque ya sabes me puse a escribir y se me fue el tiempo ¡lo siento! – me abrazó con fuerza.

  • No te preocupes, ¡me alegra que ya estés acá! – primera vez en la historia que me tardo y no me discute y justamente hoy que si tiene razones para pelear conmigo, justamente hoy que he fallado está tranquila y amorosa… ¡eso me pone peor de mal!

  • Amor traes toda la camisa llena de grama y restos de hojas ¿Qué hacías? – su rostro tomo seriedad, yo me quede helada, de inmediato sonríe y me besa con suavidad y lentitud dándome ese amor que solo ella me ha entregado.

  • Pues me acosté sobre la grama a escribir y… y me llene de grama y eso.

  • Ok amor – dijo quitando un poco los dichosos residuos – ve a ducharte, con eso yo caliento la cena que ya se enfrió – sonreí apenada – ve yo te espero.

  • Ok mi vida – besé sus labios y partí a la ducha.

El agua recorría mi piel, sentía sus besos en un vivo recuerdo viajar por mi anatomía de nuevo, sentía un liquido inundar mi cuerpo, el calor tomaba fuerza dentro de mí y se me hacía imposible ignorar lo que esta sensación me pedía.

Salí al rato, comimos; me comentó sobre una reunión familiar que se llevaría a cabo en algunos días en casa de sus padres, los cuales aunque no están del todo agradados con nuestra relación, por lo menos, luego de tanto luchar nos respetan y ya aceptan verme a su lado. Después de ordenar todo, me quedé con ella, se veía completamente bella dormida en mis brazos, ese aire de ternura, que siempre llenaba su rostro era más intenso mientras dormía… suspire antes de levantarme cuidadosamente.

Tome la laptop y comencé a dejarme llevar por la inspiración que se había producido en mi

"Un deseo implacable recorre mi piel,

Un desequilibrio domina mi ser,

¿Qué me has hecho vida?

¡Que solo te quiero tener y en tus besos perderme!

¡Dime!

¿Qué me has hecho?

Es que no entiendo, ¿Por qué a cada instante yo te pienso y ni siquiera llego a ser alguien sin tocar tu cuerpo?

Te has vuelto la dueña de mis sueños, la inspiración de mis actos y la inquisidora de una llama ardiente que mi pasión enciende"

Es lo primero que escribo y va dedicado a Roxana. Cierro la laptop, que se hallaba sobre mis piernas de golpe… con mis dedos hice un poco de presión sobre mis ojos, por encima de los parpados.

Gire a ver a Lorena

Volví a abrir la laptop, leí el párrafo ¿Cómo la saco de mi mente?

  • ¡No! Así no puedo escribir, no puedo escribir frases que me la recuerden aun más.

Al paso de unos minutos me metí al msn decidida totalmente a encontrarla, no puedo quedarme así, algunas de mis lectoras debe tener su correo… luego de preguntar a un par de ellas logre encontrar su dirección de Hotmail.

Le envié un correo: "Quiero verte mañana a las 9 en esta dirección…." Atte: Locura21.

No esperé, cerré la laptop y de una intente conciliar el sueño lo cual se me hizo imposible pues la sed de sus labios no me lo permitía.

Llegué al lugar de encuentro; un bar gay que está al otro lado de la ciudad. Me senté en la barra. 9 en punto me dicta mi reloj.

Cinco minutos después, sentí su presencia erizarme la piel. Tomó asiento a mi lado.

No sé cómo, pero encontró mi correo antes que yo pudiera hacerlo.

me quiere ver y estoy algo indecisa en ir o no pero siguiendo mi instinto asisto al encuentro. Además ¿Qué tengo que perder? No soy yo la que tiene novia, pero… y si pierdo mi corazón… - Deja de pensar estupideces Roxana… - Me regañé… - Tiene su novia y solo viene a buscar algo que no tiene con ella.

Me citó en un bar al otro lado de la ciudad, evitando así que nos vean, supongo, me acerco a la barra y la veo allí hermosa, bellísima, radiante… impecable, perturbadoramente sexy, mis sentidos se agudizan y solo piensan en su piel, en sus caricias en lo bien que la pasamos, ¿Qué es esto qué estoy sintiendo?...

Me mira profundamente, sus ojos oscuros me expresaban un considerable grado de resentimiento por dejarla así ayer.

  • ¿y tu novia? - Le pregunto irónicamente y sin rodeos mientras le miro las piernas, tiene una falda súper coqueta, su cabello suelto, una blusa que deja ver todos sus atributos y más; pide un par de cervezas...

Comenzamos a hablar banalidades, evade descaradamente mi pregunta.

No puedo dejar de mirar su escote.

La miro de re-ojo, tan sexy, tan provocadora; un fuego se apodera de mi… quiero disfrutar de estar con ella, de su compañía… continuamos bebiendo la cerveza y ella con su mirada coqueta, yo con el fuego encendido de pasión.

¡No se que tiene su modo de beber pero hasta eso me excita de ella!

Cada palabra nuestra y cada frase juegan suavemente a mostrarnos el deseo mutuo. Por momentos entre las risas de la conversación me acercó a ella dándole una mejor vista de mi escote. ¡Me fascina su mirada traviesa! Y el modo en que me detalla, pues se bien que eso nos prepara.

¡Dios!, esta mujer me está volviendo loca... pero por lo orgullosa que soy, luego de pasar una tarde noche inolvidable ayer en el parque y decirme al final - me voy… -sin ninguna explicación me hago la fuerte... y le pregunto nuevamente....

  • ¿Donde dejaste a tu novia? - Sabe que estoy molesta... pero me sigue mostrando sus atributos, eso me enloquece... escucho la música sonar... Dios... quiero tocarla... pero tengo que ser fuerte... me dejó y se fue como si nada... no, no, no, no, no caigo.

¡Su seriedad no me intimida y la música suena volviéndome atrevida! La tomo de la mano y la llevo a la pista con mis movimientos no podrá contenerse.

La sigo… ¡que trasero! Digo fijándome en esa área.

Le doy una palmada... se voltea y me abre sus ojos dejándome ver de nuevo un color verdoso, ¡eso me excita...!

Suena una música que me vuelve loca más bien... ella me tiene loca... sigo sus movimientos... me tiene mojada y sin tocarme.

En medio del baile con los movimientos, ardiendo en nuestras sangres me acerco a sus labios para preguntarle

  • ¿Te gusta lo qué ves?

  • ¿Que si me gusta? ¡Me encanta! pero me da rabia que no sea solo mío - le susurro.

Mis manos en sus caderas y sus movimientos me llevan al paraíso.

  • Por ésta noche es tuyo y ésta a tú disposición - le digo acercando mis labios para besarla - Y si te portas bien pueda que termine siendo sólo tuyo, todo lo que ves y deseas – le digo sin razón ni conciencia de mis actos, dejándome llevar por todo este deseo.

Nos besamos como locas, como si de eso dependiera mi vida; mi lengua no se cansa de tocarla, de sentirla, de reconocerla, el calor de mi cuerpo me pide más y siento sus manos recorrer mi piel de arriba abajo, el movimiento de sus caderas me enciende, me excita, me emboba...

No quiero parar, sus besos son mi perdición porque no resisto ésta sensación, me domina su calor.

  • Vámonos a otro lado ¿sí? - le susurro, pasando mis labios por su cuello y apretando su trasero contra mi cuerpo.

  • Al lugar que quieras – acepto totalmente rendida, soy cómplice de cada una de sus caricias

  • ¿Qué es lo que está más cerca? Ya ni siquiera sé donde estamos... - susurro con morbo.

Su aliento en mi cuello ¡Dios! ¡No puedo resistir el poder que tiene sobre mí! ¡La deseo!

  • ¡El hotel de la esquina! - la beso y la tomo de la mano para ir a ése lugar que será testigo de nuestro deseos.

Caminamos dándonos besos, tocándonos por toda la calle solitaria, pedimos una habitación

Intenta abrir la puerta pero mis manos la recorren por completo, mi deseo es intenso... toco sus senos por sobre la ropa... mis caricias la desesperan y no la dejan abrir la puerta.

Los suspiros llenan el ambiente, me enloquece su tacto me hace sentir tan... Tan ¡suya!

Hasta que al fin logro abrir la puerta

Abre la puerta y trata de ir a la cama pero la tomo por el brazo, mis manos en su rostro... me quiere besar pero no la dejo, me gusta ver su deseo, su calor; muerdo mi labio inferior... la aferro nuevamente a mi cuerpo y la abrazo... tocando su espalda...

Entre caricias y besos me pega a la pared con fuerza llevando sus manos a mis piernas.

Mis manos en sus muslos... mi cuerpo sobre el suyo.

  • ¡Te deseo Andreina, te deseo ahora!... tenemos toda la noche para estar juntas, para hacerte mía... ¿Lo quieres?

  • ¡Si, lo quiero! - aseguré firmemente entre jadeos.

Oírle decir mi nombre me estremece y sus manos logran excitarme de un modo que no conocía.

  • ¡Te deseo Roxana, me muero por ser tuya!

Le saco la blusa de un tirón, levanto su brasier y sus senos quedan al aire nuevamente, los abrazo, los toco, los acaricio, los muerdo con delirio, con pasión, disfrutando cada centímetro de su piel.

Arqueo mi espalda en señal de placer, me encanta marcar con mis uñas su espalda, así que las introduzco bajo su camisa.

¡Dios! me excita sobremanera, como me toca, nos besamos... nuestras lenguas entrelazadas en un mágica explosión, una de mis manos tocando su seno y la otra en sus piernas subiendo por su trasero... me encanta tenerla contra la pared... la sigo besando sin control.

Me hace gemir, estoy humedecida; interrumpo el beso para sacar su camisa y su bra, con la ansiedad por sentir su piel dominando mis actos. Bajo mis manos a su pantalón, mientras vuelvo a invadir su boca con mi lengua.

¡Me excitas tanto!; no tienes idea, ni siquiera se imagina lo que me gusta.

Nos quitamos el resto de nuestra ropa… la ayudo a zafarse de esa falda y ella me saca el pantalón. Le quito el cachetero, ¡Dios!... su sexo, me quedo embelesada viéndola, sintiéndola...

Se sienta sobre mí, nuestro sexos se chocan... ¡qué sensación tan agradable!, se mueve un poco y su humedad se entremezcla con la mía, mi mano decide tocar su clítoris un poco, mientras se sigue moviendo sobre mí, la otra toca sus senos, enloquecida con tu piel.

Beso sus labios y bajo cuidadosa pero intensamente por su cuello hasta llegar a sus senos.

¡Me estas enloqueciendo!

Mis movimientos son fuertes, ¡me fascina esté roce!; los gemidos aumentan.

  • ¡Vamos Andreina... sigue así.... me estas volviendo loca...! – una de sus manos en mis senos, la otra clavada en mi espalda… ¿Qué me está haciendo? ¿Qué me enloquece a este grado? - ¡Hazme tuya... ya... te quiero sentir...!

Mi mano fija en su seno, estimulándolo; su respiración fuera de control al igual que la mía, seguimos moviéndonos a un ritmo enloquecedor.

Mi mano toca su clítoris. Me EXCITA verla tan... tan caliente, nos movemos con violencia.

¡la cama!

La cama chilla

Nos reímos y seguimos.

Más fuerte, más rápido; me muevo más intenso con el aumento de sus gemidos, ¡quiero que terminemos juntas  y recuerde que sólo yo la hago sentir así!

  • ¿Lo sientes amor? ¡Ahhhhhhhhhh!

  • Si, me matas de excitación ¡que rico!

  • Ahhh… sigue no te pares mi vida.

  • Ahhhh – nos movemos duro, con ganas.

Veo su rostro lleno de placer, de arrechera.

Me excita, me enloquece.

  • ¡No te detengas! – aprieto sus senos.

Coloco ambas manos en sus glúteos para apretarla mas a mi… la sensación cambia... siento nuestros clítoris chocar intensa y directamente.

La lubricación esta a mil... siento su cuerpo tensarse

Aun más duro, más fuerte, más salvaje, más lleno de lujuria y desenfreno se vuelve el movimiento.

Se hace hacia atrás, sus manos están en mis hombros, sus uñas se clavan con fuerza.

Muerdo mi labio y cierro mis ojos – esto es divino – que rica sensación.

  • ¡Ya! Andreina, ya amor… ahhhh ¡estoy llegando!

Un frenesí intenso se apodera de nosotras, siento nuestros cuerpos estremecerse. Gritas al sentir mis uñas clavarse en ti.

  • ¡Ahhhh!, esto es solo contigo amor.

  • Solo tú me enloqueces así.

  • ¡Arrrgggghhhh! – gritamos.

Cae rendida sobre mi cuerpo, la abrazo… nos besamos con la pasión que queda.

  • Me fascinas – le repito tratando de controlar mi respiración y latidos.

Nuestra transpiración se confunde una con la otra.

Sonrió totalmente satisfecha, acaricio su rostro antes de besarla.

Nos besamos con la revolución más suave, pero con la llama de la pasión que crece por dentro más viva que nunca; una llama inagotable.

No es suficiente, nuestro deseo sigue ardiente, intacto; lo hacemos una y otra vez toda la noche de una y mil maneras, explorando nuestros cuerpos sin fronteras ni barreras.

Llene su piel con fuego, con calor, con todo mi ardor. Mi piel le perteneció y le pertenece, el modo en que he sido suya y ella mía no tiene definición.

Caímos exhaustas, sus brazos se fijaron a mí alrededor toda la noche brindándome su calor y protección, una sensación de seguridad que se vio interrumpida, por el sonido de mi celular en la mañana, con cuidado me levante a atender.

  • ¡Lorena! – exclame