Encuentro familiar (Parte II)
Segunda parte del encuentro familiar donde volvió a pasar algo que no pasaba desde críos.
Esa noche fue, una locura yo no me podía relajar con la imagen de lo que había pasado,
Nando
, en cambio, estaba eufórico hablando con todo el mundo y festejando. No parábamos de mirarnos y los dos sabíamos que algo más iba a pasar.
Entrada la 1 de la madrugada yo me despedí para ir a la cama, ya que por la mañana tenía intención de ir a hacer una ruta de
running
que me había
buscando
por la zona. Mi mujer siguió en el salón de la casa con todos. En la cama, yo no podía parar de pensar con lo que allí había pasado, con lo que hicimos de chavales, con lo mucho que me gustaba su polla. Mi primera polla...
Por la mañana me desperté sobre las 7:
30h
para ir a correr. Me duché, me vestí y cuando estaba a punto de irme apareció
Nando
en pijama. - ¿Me esperas? Vengo contigo. Me dijo. Se duchó rápido y vino.
Cogimos mi coche para ir unos 7 km hacia donde estaba la ruta que había buscado. A medio camino me dijo: - ¿Recuerdas cuando nos perdíamos en medio de la montaña? - Claro, le dije. - ¿Por qué no paras el coche y nos perdemos? Me dijo.
Cogí un camino de piedras, hasta estar bastante lejos de la carretera y de las solitarias casas que había por allí, estábamos bastante en medio de la nada. En el sitio perfecto. Paré el coche y me miró. Hubo un silencio incómodo y me dijo: - ¿Qué es lo que más te ha gustado recordar durante estos años de todo aquello que hicimos de críos? Suspiré... no era el momento de mentirle ni de mentirme a mi mismo y se lo dije: - Recuerdo cuando juntábamos nuestras pollas bien duras y nos masturbábamos como su fuese una sola. Recuerdo como nos corríamos juntos y tú siempre buscabas con el dedo nuestras leches para llevártela a la boca y saborearla. Él sonreía. - ¿Y tú? Le pregunté. - Recuerdo dos cosas que no he vuelto a hacer con nadie más. Me dijo. - Cuando me meabas la polla mientras yo me masturbaba bien duro... Y cuando veíamos porno y los dos nos penetrábamos con alguna zanahoria o pepino que habíamos conseguido. Fue escuchar eso y un escalofrío me recorrió entero... No recordaba eso.
De pronto noté como mi polla empezó a babear, como mi culo se empezaba a estremecer. Necesitaba su polla, necesitaba su sexo. Salimos del coche, andamos unos pocos metros, le cogí del brazo y le besé. En la boca, con lengua, con saliva, muy guarro. Lo deseaba. De pronto sentí como su mano se ponía encima de mi polla, me la buscaba. Después de unos largos y duros morreos, se agachó ante mí, se puso de rodillas y me bajo el pantalón de
chándal
. Allí estaba mi polla, bien dura, con toda la piel bajada lista para él. Lista para lo que había soñado durante tantos años. (Mi polla es de tamaño normal, unos
15cm
, pero muy cabezona, bien ancha y muy bonita). Cuando la vio, me miro a los ojos y dijo: -por fin-. Me la empezó a mamar, como solo recuerdo a él hacerlo. Buscando tragársela toda, babeándomela mucho, cogiéndome los huevos, apretándomelos.
Estuvo
mamándome
durante varios minutos a un ritmo que si seguía así me haría correrme a borbotones, así que le
pedí
parar y nos estiramos al suelo. Nos volvimos a
besar
y entre las
yerbas
empezamos a medio desnudarnos como podíamos idos por el frenesí y
el ansia
. Al poco yo
por fin
volvía
a tener su polla en mi boca y él la mía. Un 69. Un fantástico 69. Una de las posiciones que más placer me dan en el terreno sexual, ya sea por comerme una polla o un coño, y en ese momento era mi polla favorita.
Nando
sabía que a
mí
me
volvía
loco que me metiese los dedos mientras
hacíamos
el 69 y
así
lo hizo. Después de tanto tiempo no me falló, recordaba lo que
mi
me gustaba.
Empezó
a meterme un dedo mojado, que mi culo recibió sin problema, luego metió el segundo mi culo pedía más como la boca de un pez. De pronto
tenía
3 dedos dentro y escupía mi
ano
. Me lo
abría
con fuerza, con deseo. Al poco me puse con el culo en pompa, con mi pecho y cara tumbados en la hierba.
Abriéndome
las nalgas con las manos, deseando que todo él entrase dentro de
mí
, me reventase sin delicadeza, solo con ganas de sucio sexo. Él
empezó
a escupirme el
ano
, mientras restregaba su polla yo me estremecía... Me estaba volviendo loco y le suplicaba que me la metieses, ¡quiero ser tu puta!, le chillaba. De pronto, puso su capullo a apretar y mi culo
empezo
a apretar hacia él,
estaaaabaaa
entraaandooo
joooderrr
. Hizo las primeras penetraciones para acomodarse, y de pronto la
noté
hasta el fondo. Una vez allí le
supliqué
que me reventase...
Empezó
a penetrarme tan duro que mi polla me golpeaba contra el abdomen a un ritmo
increíble
. Me la miraba y
veía
como me babeaba
líquido
preseminal
. Estuvo
dándome
fuerte durante unos minutos
pero
yo no quería que se corriera aún. Le empuje hacia fuera y
me la
quiete de dentro, me gire y
empezé
a
mamársela
, hasta casi vomitar. Lo
tumbé
al suelo empece a masturbarle y de pronto, tal como a él le gustaba, empece a
mear
sobre su polla dura.
Él
se
pajeaba
totalmente ido, se estremecía, decía cosas sin sentido. Creo que llego a decirme
que me
amaba, pero lo ignoré. Cuando deje de mear,
volví
a
chupársela
, con mi orina de por media me daba igual,
creo
que ese era el momento más excitante de mi edad adulta. Estuve un rato
mamándosela
y de pronto
él
se
levantó
hacia
mí
, nos besamos y pego su polla a la mía. La suya era más grande, y de críos eso siempre me encanto.
Me hacía
sentir que yo era la niña y él el niño.
Cogió
nuestras pollas y
empezó
a
masturbarnos
al
unísono
mientras no
morreábamos
y nos
escupiamos
en la boca. Estuvo unos minutos hasta que de pronto sentí su leche caliente contra
mi
abdomen con un profundo grito de placer... Fue tanto el placer que tuvo que
se
cayó
sobre
mí
, debilitado. Yo aún no me había corrido, así que después de besarle un poco el
empezó
a mamarme
metiéndome
casi medio puño por mi culo. Me encantaba que me metiese los dedos mientras me la mamaba. Y de pronto no pude más. Me corrí como nunca, en su boca, a borbotones,
dándole
toda mi leche que
él
iba tragando sin parar.
Nos quedamos rendidos sobre las yerbas, como de críos. Fue algó increible.
Durante ese fin de semana solo hubo una mamada más por mi parte. La situación no nos dío para más...