Encuentro en los aseos del Centro Comercial

¡Me he visto muy guarra, sobre todo hay inclinada hacia delante apoyándome con mis manos a los azulejos y sacando mi trasero hacia atrás, mientras me estaba follando ese pepino de 22 centímetro por 6 de ancho... uuuffff!!, eso sí, ayudándome mediante vaselina y claro está Popper como si fuera una puta, pena que no hubiera quien me hiciera fotos o videos... uuummm!!.

Encuentro en los aseos del Centro Comercial

Hoy miércoles me he levantado muy caliente, podría decir que algo más de lo habitual, quizás sea por esta mierda de medidas por el virus, medidas que meten miedo por causa de contagios, pero bueno. Como he dicho, me he levantado muy caliente, me he levantado empalmado y que no han puesto remedio, nada más quedarme solo y comenzar con mi teletrabajo. Ha comenzado las notificaciones en el móvil como es habitual, siendo dos los culpables de aumentar mi ardor, dos que han sido, uno es Juan y el otro el ‘Cordobés’. Ambos han comenzado a mandarme fotos ya sean suyas o de otros, fotos como videos y que me han puesto bastante burro.

El ‘Cordobés’ no deja de decirme que una vez pase el virus, me va a coger y no me va a dejar al menos en semanas, teniendo que pasar unas semanas en su casa en Córdoba. Semanas que no me va a dejar salir ni para ver el sol, pues me va a estar cogiendo durante todo el día y noche, acabando por dejarme irme para Sevilla, ya sea… maricón de verdad o feminizado con bombo incluido. El otro conocido ha sido… Juan, un conocido que es muy cerdo y pervertido, uno de esos que le pone los hetero-flexible casado, poniéndole mucho la pasividad y sumisión. Juan comienza por preguntarme…

  • “¿Cómo tienes el coñito?”.

Pregunta que se perfectamente que va por mu orificio, haciéndole saber que está caliente y húmedo, preparado para ser penetrado por algún macho, respuestas calientes y que sé que le pone. Volviendo este a la carga, preguntando por lo que llevo encima, respondiéndole lo que tanto sé que le pone a pesar que no las tenga puesta, pues le digo…

  • “Llevo braguitas de encajes negras”.

Esté con un sonido de satisfacción, me pregunta y luego pide…

  • “No me digas que se las quitado a tú mujer otra vez, ¡o son las tuyas que te pedí que te comprara… uuummm!!”.

Pidiendo como he dicho…

  • “Enséñame como te sienta, mejor aún, ponte el liguero y las medias negras, un camisón transparente y zapatos de zorra”.

Tardando no más de diez minutos en colocarme tales prendas y realizarme tanto fotos como videos para Juan, mandándoselo todo, recibiendo exclamaciones de placer y gemidos a modo de…

  • “uuummm!!”.

  • “Oh que buena puta estas hecha… aaahhh!!”.

Acto seguido, me pidió algo que no suelo hacer, pues veo algo vacío en eso, pero en esos momentos estaba muy caliente y muy viciado, momentos en que este, me pidió…

  • “Vete donde tu creas que podríamos tener un momento íntimo, ¡ve y hazme una video-llamada… eeehhh!!”.

  • “Venga preciosa… quiero verte y poder jugar contigo, ¡como si estuviéramos juntos… uuummm!!”.

Dudé unos minutos, pero finalmente me fui a la cocina, lugar donde creo que es un lugar más íntimo que el propio salón o dormitorio, quizás por el morbo al estar más cerca de la puerta. Fue llegar y coloque el móvil en un soporte sobre la encimera, realizando la video-llamada a Juan. Persona que no tardo en descolgar la llamada ni un solo sonido, mostrándome ante él con las prendas que me ha pedido… braguitas transparentes y de encajes negras, medias de ligas y ligueros, una camiseta tipo camisón transparentes y zapatos de tacó de aguja. Conocido el cual me miraba con ojos desorbitado y de vicio, mostrándose con tan solo unos calzoncillos, amigo maduro que me soltó…

  • “Buena putita, pues vamos a jugar sucio, ¡no te parece… uuummm!!”.

Sugiriéndome que me colocará pinzas en mis pezones, mientras comenzará a darme nalgadas tan fuerte que debía de tener los glúteos enrojecidos… cosa que hice, viendo como este se quitaba sus blancos calzoncillos y me enseñaba ese pedazo de polla… uuuffff!!. Continuando por indicarme que tomara una vela y que la encendiera, vertiendo la cera caliente sobre mis pezones, pubis y mi pollita, castigo que obedecí y deje que la cera caliente callera sobre mis intimidades… uuummm!!. No dejándome de decir…

  • “Esto es un castigo por ser mala y muy puta con él”.

Acabando por pedirme que cogiera uno de los pepinos que tengo en el frigorífico, colocara a este un preservativo y después que lo ajustara en el último cajón, quedándose este erguido entre este cajón y el voladizo de la encimera. Mandándome que me lo introdujera como toda una putita, colocándome de manera que quede entre ese supuesto pollón y el tabique, lugar de lo más estrecho y sitio ideal para realizar esto. Pues me incline hacia delante apoyando mis manos sobre los azulejos, retrasando mis pies hacia atrás y colocarme de puntilla a modo de poder introducirme, aquella hortaliza de tan solo veintidós centímetro por seis de ancho... uuummm!!. Pero eso sí, me ayude mediante vaselina y claro está Popper… ooohhh!!, costándome aun así que me entrara, pero tras esnifar un par de veces, sentir el dolor de las pinzas y la cera caliente… uuummm!!. Aquello comenzó a entrar, sintiendo como al menos veinte centímetro me entro… ooohhh!!, disfrutando como si fuera una puta, pena que no hubiera quien me hiciera fotos o videos... uuuffff!!.

Pero estando en la cumbre del placer, cuando sonó en esos precisos momentos el móvil… interrumpiéndose la video-llamada, no siendo otra persona que mi mujer. La cual me hace saber precisamente que desea que le haga un favor, no siendo precisamente mandarla a la mierda, sino que fuera a la óptica a recoger unas gafas, óptica que se encuentra en el Centro Comercial Los Arcos. Acabando por aceptar, viendo por un lado que me ha interrumpido mi ‘conversación’ con mi amigo Juan, aunque por el otro lado, pienso que me viene bien, pues así al moverme se me baja todo. Acabando por desvestirme de estas prendas, sustituyendo las braguitas negras de encajes por un bóxer, saliendo de casa y tras coger el coche, me encamino hacia el C.C. Los Arcos a realizar el ‘favor’ de recoger las gafas de mi mujer. Encargo que, tras recogerlas, veo la gran remodelación que ha dado el Centro Comercial. Observando cómo ha puesto un Media Mark, pero que este no se inaugura hasta mañana jueves. Viendo tiendas, me da por aprovechar y comprarme algo.

Pues eso, tras haber realizado lo primero como he dicho en la planta baja, fue salir de la óptica y me entraron unas enormes ganas de orinar, acabando por entrar en los aseos. Tras acceder por la puerta que, tras recorrer ese largo pasillo dan a estos, pero nada más querer entrar, tuve que dejar salir a un caballero de aspecto mayor. Digo mayor no por su rostro algo que por la mascarilla es difícil de deducir, sino por sus cabellos blancos, caballero alto y cuyo físico era robusto, caballero que gentilmente agradeció que le dejara salir antes que yo entrara. Pues eso, tras orinar, me encamine hacia las escaleras mecánicas hasta el piso superior, donde tras entrar en varias tiendas, no mentando en cuales, pues tampoco es preciso reseñarla. Fue salir de una de ellas y me entraron otra vez ganas de orinar, ¡ojo!!... no tengo problemas de próstata ni nada parecido, solamente que me había tomado horas antes una infusión más un litro y medio de agua, líquido que me ha dado por orinar.

Pues eso… si lo sé, peco demasiado de estas palabras, bueno… pues eso, tras encaminarme hacia los aseos, tome ese pasillo y nuevamente cedi el paso a muchacho que salía. Entre y ocupe uno de los orinales de pie que te dejan usar, digo dejan por el motivo de la pandemia presente, pues inutilizan uno si y uno no. Pues eso, fue ponerme a orinar, cuando escuche como una de las cabinas se abría, saliendo del interior un hombre de treinta y tantos, hombre que tras lavarse las manos acabo por marcharse, entrando en esos momentos otro hombre de cincuenta y tantos, ocupando el otro orinal vacío. A mí se me quito las ganas de orinar en esos momentos, momentos que me dio por mirar esa mosca que pegan en el fondo del orinal a modo de que atines, minutos en que escuche como este hombre orinaba, pues se le escuchaba como un buen chorro con mucha fuerza echaba. Este, dirigiéndose hacia mí, me dijo…

  • “Qué… sin ganas verdad, suele pasar cuando hay nervios”.

Extrañado por su comentario me da por mirarlo, gesto que este cogió y se separó del orinal, espacio suficiente para mostrarme su miembro… uuuffff!!. En esos momentos no sé qué me ocurrió, pues me quede como hipnotizado ante esa polla… uuummm!!, miembro de muy buena longitud, pues podría echarle los dieciocho o quizás los diecinueve centímetros… uuufff!!. Polla que este se dio cuenta por mi rostro que debía de gustarme, exhibiéndose este un poco más para mí, tomándola con una de sus manos y frotándosela a lo largo de su tronco, mientras con la otra masajeaba sus grandes huevos… uuummm!!. Haciendo un gesto involuntario por mi parte, gesto que transmite deseo, gesto que no es otro que morderme el mentón inferior, cuya persona me suelta…

  • “Veo que te gusta… eeehhh!!”.

  • “Ven acércate, ven hombre… no te cortes ahora”.

Cojo y tras guardarme mi miembro dentro de la bragueta, me da por acercarme a este desconocido, colocándome a su derecha sin perder de vista su enorme miembro. Persona que me mira y con su brazo derecho, rodea mi cintura y me hace acercarme aún más, brazo que noto como desciende desde mi cintura hasta alojar su mano en mis nalgas… uuummm!!. Mano que agarra con amplitud mi glúteo, apretando con fuerza y soltar…

  • “Qué bueno esta… ‘miarma’”.

Volviéndome a insistir…

  • “Ven… cógela, venga hombre… no tengas miedo, ¡que no muerde… eeehhh!!”.

Me da por mirar hacia la puerta de acceso, al tiempo que temeroso conduzco mi mano izquierda hacia su miembro, polla que cuya mano mía se aferra con fuerza, sintiendo en mis dedos como palpita esta. Pero que encima que apenas puedo cerrarla, ni tan siquiera se rozar las yemas de mis dedos, imaginando su grosor… uuummm!!, sintiéndola caliente, dura y palpitante… uuuffff!!. Este sonríe al tiempo que siento su mano deslizarse por mi nalga hacia la unión de mis glúteos, mano que cuyos dedos presiona, sintiendo como hunde sus dedos en mi orificio a pesar de la tela de mi vaquero. Volviéndome a soltar…

  • “joder que buen culo tienes, creo que vamos a rellenarlo de carne… eeehhh!!”.

Yo comienzo a deslizar mi mano a lo largo de su miembro, miembro que esta reseco y este al notarlo, coge y deja caer una gota de saliva sobre la base de su polla. Gesto que veo y mi primera reacción es querer retirar mi mano, pero que este al ver mi intención con rapidez, no solo no me lo impide, sino que aprovecha ese momento por tomar mi mano derecha. Notando como presiona su mano aún más sobre mi mano, mano que me obliga a deslizarla por su polla, extendiendo su saliva a lo largo y ancho de su tronco, comenzando con ello a masturbarlo… uuummm!!. Volviéndome a decir…

  • “Ahora mejor… verdad”.

Acabando por apartar su mano de la mía, observando y disfrutando con ello, ¡cuando soy yo ahora quien lo pajea sin ninguna obligación… ooohhh!!, disfrutando tanto como yo. Pero quien temía en esos momentos era yo, miedo que tenía en el cuerpo por si alguien apareciera por esa puerta y nos descubriera, miedo por el bochorno y la vergüenza. Mirándome este y soltar…

  • “A que la cosa tiene morbo… eeehhh!!, no negaras que te pone esta situación”.

Dice al tiempo que se gira un poco hacia mí, dirigiendo ahora su mano izquierda primero hacia mi entrepierna a modo de palpar mi erección, cosa que no percibió. Soltándome…

  • “Joder… maricón, ¡no me digas que no tienes polla… eeehhh!!”.

  • “¿Dónde coño la tienes?, o acaso es tan pequeña que ni esta… ja ja ja, no te preocupes cariño que yo te voy a dar polla”.

Mano suya que abandonando mi entrepierna asciende hasta mi pecho, palpando sobre mis pezones, sintiéndolos erectos y duros, soltando un sonido de satisfacción… uuummm!!. Comenzando a pellizcar sobre mis prendas, tirando con fuerza y retorcérmelos, haciéndome gemir y soltar gestos de dolor. Exclamaciones y gestos que le hace reír, acabando por pellizcar la tela de mis prendas superiores, tirando hacia arriba, acabando por sacarla del interior de mi pantalón. Metiendo ahora su mano tosca y ruda bajo mis prendas, mano que siento ascender entre mi camisa y mi vientre dirigirse hacia mi pezones, comenzando primero a juguetear y luego pellizcarlos… uuummm!!. Pero un ruido nos hace detenernos, ocupando con rapidez cada uno nuestro orinal, no dejando este de mirar hacia atrás, no viendo pasado unos minutos que nadie entrara.

Fue cuando este sin llegar a guardársela, coge y tirando de mi brazo izquierdo, me hace entrar en una de las cabinas vacías, cerrando la puerta y tirar de mí, bajando la tapa del wáter. Girarse y quedarse mirándome, tirando de suéter y camisa hacia arriba, quitarse la mascarilla y comenzar a lamer y chupar mis pezones… ooohhh!!. Gesto que me hizo acariciar su nuca con mi mano izquierda, mientras la derecha continúe masturbándolo, magreando su tronco hasta sus enormes y velludos genitales… uuummm!!. No dejando ambos de darnos placer, no dejando este de chupar, absorber e incluso morder mis pezones… ooohhh!!.

Mientras lo masturbaba, yo intentaba hacer lo mismo con mi flácido mi miembro, pero lo cierto es que cuando estoy con un tío, difícil es que se me levanté por muy implicado que este. Este fue a lo suyo, comenzando por soltar la hebilla de mi cinturón, desabotonar el botón de mi pantalón y bajar la cremallera, cayendo mi pantalón por si solo y por su propio peso hasta mis rodillas. Aprovechando ahora por meter su mano por el interior de mi bóxer, magreando con fuerza, pellizcando mis nalgas, acabando por sacar su mano y soltar una fuerte palmada. Golpe al tiempo que me soltaba…

  • “Qué bueno estas… cabrón, ¡me vas a dejar follarte… eeehhh!!”.

Moví mi cabeza a modo de hacerle saber que sí, acabando este por tirar con fuerza de mi bóxer hacia abajo, quedándose este a medio muslo… uuummm!!. Volviendo a colocar su mano sobre mis glúteos desnudos, volviéndome este a decir…

  • “A ve… déjame verte completo, ¡quiero disfrutar de tú cuerpo… uuuffff!!”.

Dijo al tiempo que a este le dio por tirar de mis prendas superiores hacia arriba, sacándome por la cabeza suéter y camisa, prendas que acabo por colgar en el colgador que hay tras la puerta. Acción que me sorprendió pero que no puse objeción alguna por mi parte, acabando por sorprenderme una vez más, cuando poso su rostro sobre mi cuello y sin importarme que no tuviera mascarilla, deje que me besara el cuello, lóbulo y hombro… ooohhh!!. Haciéndome estremecer… pues soy hay tremendamente sensible, besos que me daba al tiempo que sus manos me magreaban mis nalgas, aprovechando yo por descalzarme. Acabando por hacerme arrodillar y no hizo falta que me dijera nada más, antes de colocarme en cuclillas, como mis prendas estorban para ello, cogí e hice la intención de subírmelas, cosa que este me lo impidió, acabando por tirar de ellas hasta mis pies. Soltando…

  • “Pues ya está arreglado… ahora ya no te molestan, ¡sino voy a tener que despelotarte… eeehhh!!”.

Fue arrodillarme al tiempo que tomaba su miembro, comenzando en cuclillas por deslizar su glande por mis labios, soplar sobre este y darle un par de lametones, mientras este magreaba mi nuca… uuummm!!. Soltando…

  • “Joder, ¡como la chupas cabrona… ooohhh!!, sigue así… sigue… uuuffff!!”.

Comencé a introducirme su glande dentro de mi boca una y otra vez, ayudándome con mi mano derecha en pajearlo alternando con magrear sus genitales, no dejando este de gemir. Sacando su glande de mi boca y levantando este, deslicé mi lengua por todo lo largo hasta el mismo perineo… ooohhh!!. Volviéndome este a soltar…

  • “Joder… cabrona, ¡veo que suplicas que te parta ese coñito que tienes por culo… eeehhh!!”.

Volviéndomelo a introducir hasta la misma base, ¡soltando este un sonoro grito entre gemidos… ooohhh!!... ooohhh!!, sacármela para volver a lamer y tragar uno por uno sus genitales, metiéndomelos en la boca y jugar con la punta de mi lengua. Diciéndome este…

  • “Me vas a hacer que me corra… puta, ¡vaya manera de comer polla que tienes… uuuffff!!”.

Volviendo a dejar sus genitales e incluso su perineo, ascendiendo por su largo tronco hasta engullírmela entre arcadas, llegando a soltar un par de lagrimones por su pollón… uuummm!!. Tomándome este con ambas manos por mi sien, comenzando a mover mi cabeza a modo de meter y sacar su polla de mi boca, emulando una follada bucal… ooohhh!!. Soltándome…

  • “joder… cabrona, me haces dudar entre esta maravillosa comida de polla y poder follarte… uuuffff!!”.

Fue sacármela de la boca con violencia y tirar de mi hacia arriba, haciéndome girar y quedando dándole la espalda, escuchar el rasgar de envoltorio, sentir una de sus manos alojarse entre mis glúteos, y acto seguido su glande alojarse entre estos… uuummm!!. Mire hacia abajo al tiempo que pegue un grito ahogado, grito de esos que intentas evitar pero que no consigues, viendo en el suelo el envoltorio de un preservativo, mientras este no dejaba de intentar penetrar con su glande mi orificio anal, cosa que no lograba. Separándose y acabar por abrir la puerta, llegándome a hacerme pensar que este se marcharía y me dejaría así, no llego el muy cabrón ni a cerciorarse de que, si estábamos solo o no, suerte la mía que no había nadie, pues sino, me hubieran visto desnudo… y menudo papelón.

Volviéndolo a ver como entraba y cerraba la puerta tras de sí, haciéndome girar nuevamente al tiempo que siento como impregna mi orificio con algo frio, viscoso y húmedo, dando por sentado que aquello debía de ser jabón líquido. Luego cogiendo de nuevo su polla, coloco su glande en mi orificio y comenzar a presionar, ¡sintiendo como me entraba poco a poco… ooohhh!!... aaahhh!!, soltándome este…

  • “A que ahora mucho mejor… eeehhh!!”.

Comenzando a embestirme durante un rato, sintiendo su pollón entrar y salir de mí, sentía sus rudas y grandes manos acariciar mi cuello y espalda, continuando por acariciar mi pecho y pezones… uuummm!!. Intentando separar más mis piernas, dándose cuenta el obstáculo que lo evita, sacando su pollón de mi orificio, arrodillarse hasta poderme quitar tanto los pantalones como el bóxer, colocándolo junto al resto de mis prendas. Tomar su polla de nuevo e insertarla de una sola embestida, acallando mis gritos gracias a mi brazo, donde se apreciaba mis dientes marcados… ooohhh!!. Volviéndose a escuchar el sonido del choque de su pelvis contra mis nalgas, llegando un momento en que escuche sonidos extraños, sonidos que te da por mirar hacia atrás y descubrir a este con su móvil en mano. Móvil con el cual me estaba haciendo fotos y videos de cómo me follaba, llamándole la atención y soltarme eso de…

  • “Tranquilo es para mí, así cuando no tenga nada… con poner este video puedo pajearme a tu salud”.

Dice y en un par de embestidas bien fuertes y profundas, me suelta…

  • “Menudo culito más tragón que tienes… aaahhh!!, menudo gilipollas que soy, mira que ponerme un condón en vez de disfrutar como un señor… uuummm!!”.

No dejando de embestirme con fuerza, embestidas que habiendo colocado sus manos en mis caderas, marca la penetración más profunda… ooohhh!!. Descubriendo como me estoy corriendo solo, viendo como dos trallazos han sido lanzado desde mi pequeño y flácido miembro hacia los azulejos, desconocido que le da por besar y morder mi cuello… ooohhh!!. Volviéndome a decir…

  • “Joder… tío, ¡me voy a correr… uuummm!!”.

Viéndome como me pongo de puntilla e inclino mi cuerpo aún más a modo de darle mayor placer, postura que este me suelta…

  • “Que maricona estas… echa, menudo putón que eres, como me gustaría cogerte en una cama y poderte follar cada día, ¡no te dejaría escapar… ooohhh!!”.

  • “Joder… joder, ¡no me quiero correr aún… uuuffff!!, oye maricona… ¡te gustaría seguir disfrutando… eeehhh!!”.

Y llevado por el placer, cojo y le hago saber que sí, no pensando lo que iba a hacer este, pues pensé que me ofrecería irnos a otro lugar como tanto hablaba y continuar. Pero cuando veo, como coge nuevamente su móvil y tras marcar, escucharle…

  • “Escucha Manolo… tú por donde andas”.

Persona que le estaría respondiendo con algo, pues vuelve a escucharse…

  • “Que estas aquí y abajo, pues mira si quieres pillar cacho, ¡vente a los aseos de arriba… vale!!”.

  • “Oye Manolo… date prisa, vente que vas a follar con un buen pendón”.

Dice y me da con mayor violencia, embestidas que siento como golpea mi próstata, sorprendido por la llamada de este a otro extraño… ooohhh!!. Me podría haber ido, pero como retirarme la polla de este, polla que hay que disfrutar y ocasiones como esta hay pocas, por no mentar que son nulas… uuuffff!!. Este que se sienta en la taza del wáter y tira de mí, sintiéndola y ser yo quien debo de moverme, comenzando a botar como buen amazona que me considero… aaahhh!!. Moviéndome incluso cuando llaman a la puerta, y escuchamos…

  • “Estas ahí… soy Manolo, venga abre”.

Abriendo la puerta a este otro, viendo para mi sorpresa que era ese que me cruce horas antes en los aseos de abajo, hombre que me reconoció como yo lo hice. Sonriente y sin perder tiempo, coge y se saca su polla del interior de su pantalón, cuyo glande me pone delante de mi boca al tiempo que rodea mi nuca con su mano, presionándome a modo de que comenzara a comérsela… aaahhh!!. Acabando por inclinarme al tiempo que cogí su miembro con mí mano, antes de llevármelo a la boca, ¡comencé a saborear su polla… uuummm!!, pues me gusta el tacto de su glande en mis labios. Continuando por restregar su glande por mis labios primero, pasándole después una vez tras otra la lengua por esta, ¡mientras con mí mano izquierda masturbaba su tronco al tiempo que presionaba con mi dedo gordo su vena… ooohhh!!, continuando por masajear sus genitales. Todo esto, mientras sentía como este acariciaba mi nuca, mientras el que me penetraba no dejaba de magrear mi pecho con una mano, mientras con la otra pajeaba mi miembro… ooohhh!!. Pues eso, comencé a comerle la polla a este desconocido mientras el otro me estaba partiendo el culo, disfrutaba como nunca, disfrutaba de un trio con dos tíos maduros, hombres con ese tipo de fisionomía y rasgos que tanto busco, tipo que hoy día escasean más por culpa de este virus y por la cantidad de maricona como yo que somos.

Yo claro está, iba a lo mío, disfrutando y haciéndole disfrutar de la mamada, además ante tales caricias y magreos… que no era para menos… ooohhh!!. Recuerdo que llegué a atragantarme con su polla, no porque fuera muy grande, pero si por la manera en la cual me la introducía, atragantada que no solo tuve arcadas sino hasta nauseas. Llegando un momento en que escuche decirle este al que me estaba follando…

  • “¿Cuánto te falta para correrte?, ¿Quiero metérsela ya?”.

Sacándome de mi boca su polla al tiempo que tiraba de mí, sacándome de mi dolorido orificio su polla, cambiando estos de posición, ocupando ahora mi boca ese que me estuvo follando, ese el cual, nada más quitarse el condón y metérmela en la boca, pude saborear el sabor agrio y amargo de los restos de su corrida. Pues según parece… se había corrido, tocándome limpiársela y poco a poco para mi suerte, comenzar a levantársela. Mientras el supuesto Manolo, cogió y me la metió sin haberse puesto un condón, sentí aquella polla de no más de quince centímetros entrarme… ooohhh!!. ¡Penetrándome con violencia… aaahhh!!, polla que minutos antes me costó metérmela en la boca por el grosor, pero tras haber dejado mi orificio abierto el otro, este le costó solo un poco el metérmela, comenzando ambos a disfrutar.

No durando mucho la verdad y en comparación al anterior, puedo decir que duro no más de diez escasos minutos, eso sí, me dejo bastante preñado, daba más la sensación que llevaba semanas sin descargar. Dejando que el primero me volviera a penetrarme, eso sí, este volvió a colocarse un preservativo ante la abundante corrida de su amigo, mientras ahora me tocaba chupársela al segundo. Tras haber terminado ambos, comenzaron a marcharse, siendo el primero Manolo, el cual se marchó sin mucho hablar, simplemente agradeció a su amigo la invitación, y a mi simplemente me dio unas palmaditas en mis nalgas. Cuando le toco irse al primero, al cual no os sabría decir su nombre, pues no hubo presentación, este simplemente me dio su número de móvil con una palabra escrita, donde podía leer… ‘Caribes’. Pero antes de marcharse, me pregunto…

  • “Te gusta ponerte prendas de chica, te lo digo por tu culito, me gustaría verte con unas braguitas de encajes puesta, ¡no veas como me pone… uuuffff!!”.

Tras decir esto se marchó, saliendo de la cabina hacía los lavabos, limpiándome mano y cara y enjugándome la boca, momento en que entro otro hombre cuya edad y fisionomía era muy parecida a los anteriores. Hombre que se me quedo mirando, mirada que seguí y no aparte, hombre que, llevándose su mano a su entrepierna, apretó y me dejo entender lo que deseaba y como estaba. Pero yo la verdad… estaba empachado, acabando por marcharme hacia mi coche, caminando la verdad bien a pesar de la follada, bueno en verdad iba algo molesto, no por ir dilatado por el grosor del segundo, sino por la corrida que me dejo este mismo, pues iba caminando con la sensación de que sus fluidos iban diluyéndose por mis piernas, sensación de lo más molesta la verdad, aunque morbosa. Bueno, os dejo, espero que os haya gustado y deseando recibir vuestros comentarios, ya sea a este portal como a mi correo. Claro está, mi email es: Jhosua 1974 @ gmail . com (obviamente todo junto… jhosua1974@gmail.com).