Encuentro en el ascensor (11)
Este relato es muy sentimental, a lo mejor no os guste por eso, pero ya os lo aviso desde el principio, estoy pensando en acabar de escribir encuentro en el ascensor en un par de relatos más, pues creo que se puede hacer pesada ya la historia, me gustaría que comentarais sobre esto.
Y respecto al gran tiempo de publicación de este relato, primero lo lamento mucho, y segundo, he pensado en una solución, por ello he creado un Messenger para que podáis agregarme o mandarme algún correo, me podréis preguntar cosas de los relatos, también iré poniendo como va el nuevo relato y subiré algunas frases, creo que de esta forma estaré más en contacto con vosotr@s mis querid@s lectores. Y ahora os dejo con el nuevo relato, que lo disfutéis.
Habíamos llegado al piso de Luna, se dispuso a salir del ascensor, abrió la puerta, pero antes de irse y cerrarse, se paró, me miró y luego se marchó.
La mirada de Luna demostraba preocupación por perderme, y no me extrañaba, tras las cosas tan raras que estaban ocurriendo, veía el final de Luna tan cerca, no quería perderla, pero una parte de mí me decía que la iba a perder cómo esto continuara así, tenía que hacer algo...
Al llegar a mi piso, me cambié de ropa, y cuándo me disponía a salir por la puerta para ir a comer con Luna en su piso, sonó el timbre, abrí la puerta y allí estaba Celia.
Iris: (la miré extrañada), hola.
Celia: hola, ¿tienes sal?
Iris: sí, pasa, espera un momento. (todo me parecía muy raro)
Celia pasó y cerró la puerta, yo mientras fui a por la sal, volví a la puerta y se la di.
Iris: aquí la tienes.
Celia: gracias.
Me disponía a abrir la puerta, pero Celia comenzó a hablar.
Celia: Iris.
Iris: ¿sí?
Celia: ¿no me preguntas porqué he decidido casarme con Mike?, cuándo Mike te ha dado la noticia, te has puesto muy pálida y, otra pregunta, ¿Luna sabe que ayer nos acostamos?, ¿no tienes ninguna pregunta que hacerme? (lo dijo con resignación).
La miré asombrada, ¿cómo era capaz de preguntarme eso?.
Iris: pues mira Celia, ahora que lo dices, sí, tengo muchas preguntas que hacerte, pero no sé si quiero saber las respuestas, ayer me dijiste que me querías y hoy por la mañana te casas con Mike, eso me lo podrías explicar, pero sabes que, no quiero saberlo, que seas muy feliz con él (me estaba cabreando y me dispuse a abrir la puerta)
Celia: espera, aunque no quieras saberlo, quiero darte una explicación, esta mañana Mike ha venido con un precioso ramo de rosas, quería que le perdonara, yo no le puedo hacer daño Iris, si le hago daño a él, me duele a mí.
Iris: en cambio, si me lo haces a mí, a ti no te pasa nada.
Celia: ahora te estoy haciendo daño, esta conversación me está doliendo, quiero ser feliz.
Iris: (yo también sentía dolor con sus palabras, pero pensaba en Luna preparando la comida arriba, y ese dolor desaparecía), perdona que te lo diga Celia, pero tú no sabes lo que quieres, y yo si sé lo que quiero, ayer supe lo que quería.
Celia: lo siento, pero yo no puedo estar contigo Iris, me caso con Mike, ya lo he decidido.
Iris: yo quiero a Luna, y ¿sabes que es lo mejor?, que ella me quiere a mí aunque sepa que ayer nos acostamos tu y yo.
Celia se quedó con la boca abierta, no se esperaba esa respuesta, sus ojos mostraron tristeza y asombro, al igual que ella yo también había decidido, pero a diferencia de ella, yo era feliz, porque había elegido a la persona adecuada.
Abrí la puerta, y salí al rellano, en cambio Celia todavía estaba dentro, todavía no había asimilado mis palabras.
Iris: ¿sales Celia?, tengo un poco de prisa, he quedado para comer con Luna.
Celia: sí.
Celia se fue con la sal hacia su casa, llevaba la cabeza cabizbaja, inmersa en sus pensamientos. Yo me dirigí hacía el ascensor, para subir al piso de Luna, llegué a su puerta y llamé al timbre.
Luna abrió la puerta, llevaba el pelo recogido y un delantal de cocina.
Iris: hola preciosa.
Luna: hola Iris, pasa :)
Iris: gracias.
Pasé a su casa, nunca la había visto antes, estaba muy bien decorada, Luna tenía un gusto exquisito, sillones blancos, muebles de madera y dos estanterías repletas de libros, la mesa estaba casi puesta, solamente faltaban los platos de la comida, ya había puesto el mantel, era rojo, las copas, los cubiertos y en el centro, junto a la botella de vino, había una vela encendida.
Mientras Luna preparaba los platos en la cocina, me acerqué a una de las estanterías y observé los libros, me quedé fascinada al darme cuenta de que muchos de los libros que allí tenía también me los había leído yo, teníamos gustos similares, no haría falta hacer una conexión entre ella y yo, porque ya existía una.
Luna entró en el salón con dos platos, los puso en la mesa, se quitó el delantal, se acercó a mí por la espalda, y juntó sus manos con las mías.
Luna: ¿te has leído alguno?
Iris: sí, muchos de los que tienes aquí.
Luna: lo sabía, vi algunos en tu casa, lo que hizo que me enamorase más de ti, ¿nos sentamos a comer?
Iris: por supuesto, la besé, (algo en ese beso me dijo que se estaba distanciando de mí, la había hecho mucho daño, algo en la situación no iba bien, lo notaba)
Nos sentamos a la mesa, y antes de comer nada, Luna comenzó con un interrogatorio, no me importaba que lo hiciera, de hecho, tenía muchos motivos para hacerlo, pero mi pensamiento me decía que aquello no saldría bien, no tenía que haber subido a comer con ella.
Luna: Iris, antes de comer, me gustaría que me contestaras unas preguntas.
Iris: sí, dime (tragué saliva, sabía lo que estaba por venir)
Luna: ayer, siento ser tan directa, pero, ¿te acostaste con Celia? (me miró con incertidumbre)
Iris: (la miré a los ojos y la dije la verdad, no la podía mentir, aunque ello supusiera que me dejara) sí, nos acostamos.
Luna: y ¿qué pasó?, ¿por qué ella ha decidido casarse con Mike, si te quiere a ti?
Iris: nos acostamos, me quería, no hablé con ella por la mañana, aunque estaba muy borracha, pero sí se acordaba de que se acostó conmigo, antes de subir aquí, Celia ha venido a pedirme sal y a hablar conmigo.
Luna: ¿cómo que ha pedirte sal?
Iris: sí, a pedirme sal, pero no con sentido sexual, sino sal para la comida.
Luna: a vale, (vi alivio en sus ojos)
Luna se lo pensó, pero decidió seguir con aquel interrogatorio devastador para las dos.
Luna: respóndeme a la pregunta, ¿por qué Celia ha decidido casarse con Mike?
Iris: según me ha dicho, no puede hacerle daño a Mike, porque si le hace daño a él, también se lo hace a ella.
Luna: pero, ¿y no pensó que a ti te haría daño?
Iris: sí, pero ella ha elegido a quién hacer daño y a quién no.
Yo ya sabía la pregunta que pasaba a continuación por su mente.
Luna: Iris, entonces, si te acostaste con ella y ella te quería, ¿por qué me dijiste por la mañana que me querías a mí?
Iris: lo que a ella se le ha pasado por la cabeza no sé lo que es, ella por la noche cuando nos fuimos nosotras, discutió con Mike, y entonces llamó a nuestra puerta, yo lo escuché y fui a ver quién era, abrí la puerta, ella tenía dudas y quería encontrar respuestas para ser feliz, al igual que yo (esta parte la hizo daño), necesitaba saber lo que quería, nos acostamos y cuando me dispuse a irme a mi casa contigo, antes me paré en la puerta de la habitación, y la observé, (a Luna esta historia la dolía y me dolía, cada palabra resultaba ser una puñalada), ¿sabes lo que pensé, cuándo me quedé en la puerta observándola entre las sábanas?
Luna: no, ¿el qué? (lo dijo con dolor, y en sus ojos veía como se agolpaban las lagrimas a punto de estallar)
Iris: que no era a ella a la que quería ver allí, sino a ti.
Me miró con sorpresa, con esperanza, aquello era lo que yo necesitaba, esa mirada.
Iris: te quiero Luna, antes estaba enamorada de ti, pero ahora sé que te quiero, daría todo por ti, haría cualquier cosa por ti.
Pero el destino era cruel y aquella mirada esperanzada cambió otra vez a la de dolor y sufrimiento.
Luna: yo te quería desde el principio Iris, y te lo he demostrado cada segundo, yo también te quiero, pero cada vez que te miro, me acuerdo del engaño, respóndeme con sinceridad, si no me hubiera dado cuenta del engaño, ¿me lo hubieras dicho?
Ella ya sabía la respuesta antes de que se la dijera, ¿por qué quería hacerse daño?.
Luna: solamente una respuesta será válida para seguir conmigo, con la otra respuesta me perderás.
La miré a los ojos, mi mirada debía de ser suplicante, para mí decirla la verdad era lo primero, sinceridad, ella me había pedido sinceridad, la quería, no la mentiría, pero ello supondría perderla para siempre.
Iris: no te voy a mentir, dicen que las parejas se basan en la sinceridad, yo no he creído mucho en esto, sé con qué respuesta vas a seguir conmigo, y sé con cuál no.
Luna: dime una.
Iris: me has pedido sinceridad y aunque con decirte la verdad te pierda, no te voy a mentir.
Luna: un poco tarde, ¿no?, para mí ocultar la verdad es lo mismo que mentir.
Me levanté de la mesa, la comida terminaría antes de lo planeado, todavía el plato estaba intacto en la mesa, ¿cómo había llegado a esta situación?, ahora lo lamentaba enormemente.
Iris: a la pregunta de que si te lo hubiera dicho, no, no te lo hubiera dicho, yo aclaré mis dudas de que te quería, ojos que no ven, corazón que no siente.
Luna se levantó de la mesa y se colocó enfrente de mí.
Luna: sabes Iris, ahora te daría una bofetada que te rompería la cara, pero no te la voy a dar, según tú, ya sabías la respuesta con la que me perderías, y me quieres, ¿por qué no has dicho la respuesta con la que seguirías conmigo?
Iris: (la miré a los ojos y mis palabras salieron con dolor de mis labios) me has pedido sinceridad, y aunque te pierda por decirte la verdad, te concederé mi sinceridad aunque me duela y se me parta el corazón.
Luna: (lo dijo cabreada y dolorida) pues muy bien, adiós Iris.
Aunque había mucha tensión en el ambiente, y aunque me partiera la cara, no lo pensé ni un segundo, me acerqué a sus labios y la dije.
Iris: te quiero Luna, y no quiero este adiós, haré todo lo que esté en mi mano para recuperar tu amor, esperaré por ti.
Inmediatamente después me marché del piso y entré en el ascensor, le di a mi piso y me derrumbé en el ascensor, lloré como nunca antes lo había hecho, golpee con rabia la pared, grité ¡no! y seguí llorando, se me rompió el corazón, quién halla amado alguna vez, sabrá el sufrimiento que se siente cuándo la persona a la que quieres te dice adiós, en ese momento tus emociones estallan, y ya no eres tú, sino solamente dolor y sufrimiento.
Creía que nuestro amor no se podía romper, me equivoqué, ayer me perdonó, pero no me perdonó por completo, tendría que moverlo todo para que volviera junto a mí.
Llegué a mi piso, me tiré en el sofá, quería estar sola, cuando me desperté, eran las 8 de la tarde, vibró el móvil, lo abrí, era mi agenda, cine con Sara a las 9 en su casa, es verdad, no me acordaba, con todo lo que me había sucedido en tan solo un día, se me había olvidado.
Me duché, todo el tiempo se me pasaba la escena de antes una y otra vez, las palabras sinceridad, verdad, ocultar y adiós no dejaban de resonar en mi cabeza, necesitaba olvidarme de la discusión, terminé de ducharme y me vestí, me preguntaba cómo se encontraría Luna ahora.
Salí por la puerta y me fui al encuentro de Sara, Sara, otra cosa me vino a la cabeza, yo estaba ahora con Luna, bueno, estaba, porque lo habíamos dejado hace unas horas, bueno lo había dejado ella, pero yo la quería recuperar y tampoco la quería volver a engañar, engañándola me haría también daño a mí, solamente Luna estaba en mi cabeza a todas horas y por otro lado, tampoco quería engañar a Sara, no se lo merecía, Sara era una buena amiga y la quería conservar cómo tal, pero ¿ella solamente querrá ser mi amiga, o querrá ser algo más? y cuándo hablé con ella por teléfono, me dijo que la gustaba, y yo la respondí con otro me gustas, mierda, y tonteé con ella al decirla que los besos me los guardaba para hoy, ¿acaso podía meter más la pata?, pues sí, luego descubrí que sí la podía meter más.
Llegué a su portal, aparqué el coche y me encaminé al telefonillo, llamé.
Sara: ¿sí?
Iris: hola Sara, soy yo, Iris.
Sara: hola Iris, que puntual :)
Iris: ya me conoces :)
Sara: enseguida bajo.
Iris: vale.
El tiempo de espera se me hizo eterno, cuando bajara y me intentara besar, ¿qué haría? y ¿qué la diría?
Entonces vi que Sara bajaba las escaleras, abría la puerta del portal y venía hacía mi.
Sara: hola Iris :)
Iris: hola Sara, la di dos besos, uno en cada mejilla.
Sara: tenía muchas ganas de verte, he pensado mucho en ti estos días.
Iris: (la cosa no iba bien), Sara tenemos que hablar.
Sara: ¿de qué?, ¿qué pasa?, ¿algo no va bien?
Iris: te lo voy a preguntar directamente Sara, ¿estás enamorada de mi?
Sara: (me miró extrañada, no sabía a cuento de que venía esa pregunta) no se a que viene tu pregunta Iris.
Iris: solamente respóndeme.
Sara: ¿Qué pasaría si te dijera que sí, que estoy total y perdidamente enamorada de ti?
Iris: ¿lo estás?
Sara: ¿qué pasaría si te lo digo?
Iris: (me derrumbé) pasaría que yo no te podría corresponder, porque estoy total y perdidamente enamorada de otra chica que me ha dejado hoy pero que la quiero recuperar.
Sara: ¿es Celia?, quiero decir, la chica de la que estas total y perdidamente enamorada.
Iris: no, no es ella.
Sara: es otra que no conozco.
Iris: sí.
Sara: nuestra historia se parece a la película que vamos a ver, pero entonces me equivoqué, la película no acaba bien.
Iris: tu creías ser la chica de la que estaba enamorada la protagonista y con la que se quedaba al final.
Sara: sí.
Iris: Sara, eres genial y encantadora, encontrarás a la chica que se enamore locamente de ti.
Sara: ¿pero yo me enamoraré locamente de ella?
Iris: sí, estoy segura, te olvidarás de mi cuando la encuentres.
Entonces saltó la furia y la rabia contenida de Sara, comenzó a gritar y ha empujarme.
Sara: y mientras tanto, me acordaré de ti todos los días, te odio Iris, ¿porqué no me lo habías dicho antes?, mira cómo me he arreglado para ti, me he comprado estos zapatos y este vestido para salir hoy contigo (de sus ojos caían lágrimas)
Iris: (mi corazón se volvió a romper, tardaría mucho tiempo en recomponerse) lo siento muchísimo Sara.
Sara: por mucho que lo sientas, no va a cambiar nada.
Iris: Sara todavía podemos salir esta noche.
Sara: claro y fingir que no te odio por el daño que me has hecho, sería lo más normal, dime, cuándo te llamé, ¿ya estabas enamorada de esta chica?
Iris: sí.
Sara me dio una bofetada, mi labio comenzó a sangrar.
(habría sido muy fácil mentirla y decirla que no para que no me partiera la cara, pero no pude hacerlo)
Sara: pudiste no hacerme daño, y en cambio optaste por el camino equivocado, ¿por qué?
Iris: (sus ojos demostraban dolor) porque no sabía si la quería.
Sara: ¿y la quieres?
Iris: sí, ayer lo supe. (mis palabras demostraban dolor, sufrimiento y arrepentimiento)
Sara: ¿y por qué te ha dejado?
Iris: la engañé con Celia.
Sara: la engañaste a ella, y también a mí, eres lo peor, no sé cómo me enamoré de ti, creía que eras diferente, pero me equivoqué.
Iris: y soy de quién te enamoraste.
Sara: no, la chica de la que me enamoré nunca engañaría, ni mentiría.
Iris: espero que algún día puedas perdonarme Sara, y tienes razón, te mereces a alguien mejor que yo, y la chica de la que estoy enamorada también se merece a alguien mejor que yo.
Sara se acercó a mí, (creía que me pegaría otra vez, pero no lo hizo)
Sara: todas las personas cometemos errores Iris, esto no quiere decir que te perdone, cosa que ahora mi corazón no me permite hacer aunque esté enamorada locamente de ti, pero no renuncies al amor, no renuncies al amor de esa chica porque te arrepentirás, si la has perdido, recupérala como sea, jamás renuncies a la persona de la que estas enamorada.
Iris: últimamente he cometido muchísimos errores, pero ninguno de ellos ha sido estar contigo, sé lo que es estar enamorada de alguien, y que esa persona no te corresponda, pero eso se pasa hasta que encuentras a la persona correcta, lo sé por experiencia, te deseo de todo corazón, que encuentres a esa persona.
Me acerqué a sus labios y la besé, jamás olvidaría ese último beso en mi vida, decirle adiós a alguien con un beso es muy duro.
Iris:nunca te olvidaré Sara, ni tampoco los momentos que pasamos juntas.
Sara: antes de volverme a casa, quiero saber una cosa.
Iris: dime.
Sara: ¿en algún momento has estado enamorada de mi?
Iris: sí.
Vi en los labios de Sara una sonrisa minúscula, se dio la vuelta y se marchó, jamás la olvidaría.
Me di la vuelta, me dirigí al coche de camino a casa.
Cuando llegué al portal, me encontré con Celia y Mike.
Mike: hola Iris :)
Iris: hola
Celia: ¿qué te ha pasado, tienes sangre en el labio? (lo dijo asustada y preocupada)
Iris: no ha sido nada.
Entramos en el portal y la espera del ascensor se hizo eterna y silenciosa hasta que Mike habló.
Mike: por cierto, vendrás a nuestra boda ¿no?, te enviaremos una invitación a ti, en la que también está invitada Luna por supuesto, ahora que estáis juntas.
Iris: no, ya no estamos juntas, Luna me ha dejado hoy, así que mejor envía las invitaciones por separado.
Celia me miró extrañada.
Mike: ¿porqué te ha dejado?
Celia: Mike.
Mike: que pasa.
Celia: esas cosas no se preguntan.
Mike: lo siento Iris.
Iris: no te preocupes, me ha dejado porque la engañe con otra, ella se enteró y supuse que me había perdonado, pero por lo visto no.
Mike: ¿y no la puedes recuperar?
Iris: eso intentaré.
Mike: y la chica con la que la engañaste, tendría que estar muy buena, porque viendo como está Luna.
Celia se estaba cabreando con la actitud tan infantil y salida de Mike.
Iris: sí, lo está.
Celia se sonrojó.
Mike: es raro que no te haya visto con ella.
Celia: para ya de preguntar Mike, al final se va a ofender.
Iris: no, para nada me ofende.
Mike: lo ves cariño, no se ofende.
Mike la besó en los labios y una fuerza interna en mí se exaltó y mis ojos enfurecieron, pero porqué me ocurriría esto, yo quería a Luna, pero Celia todavía movía mi interior.
Llegamos a nuestro piso, nos despedimos, abrí la puerta, la cerré y me apoyé en ella.
Eran las 11 de la noche cuándo tumbada en la cama mi cabeza se puso a pensar.
Dicen que el tiempo es la mejor medicina para el olvido, pero todavía el tiempo no había actuado como medicina, y mi pensamiento estaba inundado de emociones.
Hace unas horas, Luna era mía, hace una noche su cuerpo estaba junto al mío en una excitación desenfrenada de locura, pasión y deseo, que junto al alcohol ingerido fue todavía mayor, sus labios, esos besos dulces y suaves que me ponían a cien por hora, su lengua degustando mi pezón, sus manos rodeando y acariciando cada rincón de mi cuerpo en busca de orgasmos, sus ojos salvajes y apasionados unidos a los míos, viendo el placer que yo la provocaba, y su sonrisa perfecta y magnifica que relucía cuando la enamoraba con mis palabras, ¿qué tremenda locura ha ocurrida para perderla?, ¿cómo mi mente no pensó en ello cuándo Celia juntó sus labios con los míos?
Todo ello lleva a la situación en la que me encuentro ahora, mirando a mi lado de la cama vacía y pensando que ella estuvo aquí ayer por la noche durmiendo a mi lado, la echo de menos.
Me levanté de la cama y me fui a la cocina a prepararme un vaso de leche caliente, lo preparé, lo cogí y me dirgí a la ventana que daba al patio, mientras me tomaba el vaso de leche, enfrente vi a Celia entrar en la cocina, me vio y se acercó.
Celia: hola Iris.
Iris: hola.
Celia: ¿no puedes dormir?
Iris: no, ¿tu tampoco puedes dormir?
Celia: no, yo tampoco puedo.
Iris: ¿por qué no puedes?
Celia: mi cabeza no para de pensar en la boda, ¿en que si he tomado la opción correcta?, ¿en que si me equivoco y no tomo la opción correcta?
No supe que contestarla.
Celia: ¿y tú, por qué no duermes?
Iris: mi cabeza no deja de pensar en Luna y en lo rápido que se ha acabado nuestra historia, he metido la pata Celia, me he enamorado total y perdidamente de ella, y ahora ya no está, no podía dormir porque notaba su ausencia en la cama, y en mi vida, llevo todo el día pensando en ella, en cómo recuperarla, en cómo resolver esto que me está destrozando por dentro.
Celia: lo siento Iris.
Iris: no es culpa tuya, tan solo mía.
Celia: no, si yo no te hubiera calentado todo este tiempo, y si no hubiera ido a tu puerta anoche, ahora estaría Luna contigo.
Iris: sí, pero estaría cómo antes, sin saber si la quería o si tan solamente estaba enamorada de ella.
Celia: puede ser, pero no hubieras pasado por esto.
Iris: ¿soy egoísta Celia?
Celia: ¿por qué me lo preguntas?
Iris: Luna desde el principio me quería, y yo la engañé por pensar solamente en mi.
Celia: yo no creo que seas egoísta, pero y si hubiera sido al revés tu cómo te sentirías.
Iris: también me ha pasado eso por mi cabeza, me sentiría engañada y dolida, y puede que necesitara tiempo para pensar en esa persona que me ha engañado, y si merecería la pena seguir con ella.
Celia: ¿tu seguirías con Luna si te engañara?
Iris: tardaría un tiempo en volver a confiar en ella y en ver si es verdad que me querría de corazón, pero sí, seguiría con ella porque la querría, y no me imaginaría un día sin ella.
Celia: Luna hará lo apropiado.
Iris: jamás volverá conmigo, los engaños no se olvidan, y menos de la noche a la mañana, lucharé por ella y esperaré lo que sea necesario por ella, haré todo lo posible que esté en mi mano y más.
Celia: la recuperarás Iris, te conozco y si fuera ella, yo no te dejaría escapar.
Iris: gracias Celia por halagarme de esa forma, pero Luna es una chica increíble, y no tardará mucho en encontrar a otra chica que la consuele.
Celia: pero esa chica no serás tú, ni ninguna chica por muy buena que sea será como tú, por algo se enamoraría de ti Iris.
Iris: ella me lo dijo una vez, yo la dije que podría tener a cualquier chica, y la pregunté por qué quería estar conmigo pudiendo tener a cualquier otra chica, y ella me dijo que ninguna otra chica era yo.
Celia: ves porqué eres especial Iris.
Iris: ¿por qué?
Celia: porque no hay nadie cómo tu.
Iris: y tampoco hay nadie como ella.
Celia: entonces estáis destinadas a estar juntas.
Tenía gracia que ahora eso me lo dijera Celia, teniendo en cuenta que el destino de estar juntas era que estuviéramos ella y yo puesto que conectábamos, pero mi mente no paraba de pensar en Luna, a lo mejor eso era lo que la pasaba a ella con Mike, ahora me daba cuenta.
Recuperaría a Luna, y empezaría al día siguiente, ya tenía pensado lo que haría...
¿creéis que Iris recuperará a Luna? o que Luna se olvidará de ella y pasará página, si fuerais Luna, vosotr@s que haríais, ¿perdonaríais a Iris? u ¿os olvidaríais de ella?
Gracias a tod@s por leer el relato, espero que os haya gustado, me gustaría que lo valoraseis y que lo comentéis.
He valorado la opción del Messenger, puesto que varias personas querían hablar conmigo sobre los relatos, así que si queréis podéis agregarme, o mandarme mensajes con preguntas, GRACIAS :)