Encuentro en el ascensor (10)

Siento haber tardado tanto tiempo en escribir, no he tenido tiempo para ello, por ello no os quería dejar indiferentes con este relato, "el amor en estado puro", un corazón roto, un corazón indeciso y un corazón enamorado, este relato os quitará el aliento...

Me levanté sobresaltada, ¿había oído golpes en la puerta?, ¿me lo había imaginado?, miré el reloj, eran las tres de la noche, Luna todavía seguía dormida junto a mí, entonces escuché otro golpe, y decidí ir a mirar, me deslicé con cuidado de los brazos de Luna para no despertarla, me puse el pijama y me dirigí a la puerta, miré por la mirilla, pero qué..., no daba crédito a lo que veían mis ojos...

Abrí la puerta y allí estaba ella, la miré, sus ojos habían estado llorando, ahora me miraban tristes.

Nuestras miradas no se apartaban y nuestros labios no hablaban.

Pasaron unos segundos inciertos, esos segundos fueron una eternidad, pero pasado ese tiempo surgió algo, una necesidad que había visto muchas veces en sus ojos, y conocía esa mirada a la perfección.

Se abalanzó a mí, sus brazos me rodearon el cuello, y sus labios me susurraron.

Celia: te odio y te quiero, (me miró a los ojos).

Iris: (yo no la había correspondido abrazándola, la miré a los ojos, nuestras caras estaban a escasos centímetros) Luna está durmiendo.

Celia: yo no quiero a Luna, te quiero a ti.

Iris: ella me quiere.

Celia: ¿pero tú la quieres?

Iris: me estoy enamorando de ella.

Celia: ¿pero la quieres cómo me quieres a mí?

Iris: (yo quería quererla, Luna me gustaba mucho, disfrutaba con ella, me estaba enamorando de ella, pero en eso Celia tenía razón, con ella había conectado con la mirada, nunca antes me había unido así con nadie excepto con ella) no.

Celia: quiero pasar lo que queda de noche contigo.

Iris: estás muy borracha, ahora puedes decirme eso y mañana puedes no querer volver a verme.

Celia: sí, estoy muy borracha y puede que solamente quiera vengarme del idiota de Mike, pero quiero quitarme todas las dudas, así no puedo vivir, cada vez que te veo con Luna, me pongo celosa, mi cuerpo arde en llamas cuando la besas, cuando te acercas a ella, cuando ella te coge de la mano y cuando te calienta, jamás me había ocurrido esto Iris, quiero, necesito, saber lo que quiero y me hace feliz.

Iris: sí, yo también lo necesito.

Celia se acercó a mis labios mientras me abrazaba, nos fundimos en el ardiente y pasional beso que sabíamos que llegaría tarde o temprano, la abracé, y después de ese beso, nuestras miradas se abrieron a la vez y conectamos.

Celia: vamos a mi casa.

Ni nos separamos, dejamos que actuara nuestra pasión y desenfreno, queríamos devorarnos, cruzamos la puerta, la cerramos, nuestros besos seguían, cruzamos el umbral y entramos en su casa, cerré con una mano la puerta, mis manos se deslizaron a su sexy cadera, se apoyó en la puerta mientras nuestros sentimientos salían a cada beso, sabía a alcohol, a perversión, mi lengua recorrió su cuello, ella gimió, se subió encima mía, mis manos agarraron sus muslos, ella me agarró del cuello y me besó, sus besos eran muy dulces, la llevé al sofá y la puse en él, sus labios ardían por el alcohol y los míos sofocaban su fuego, abrió las piernas, me agarró de la camiseta, me tiró al sofá y nuestras lenguas danzaron a un ritmo frenético.

Celia: ahora juega conmigo :)

Miró hacía la mesa, dónde había trozos de limón, el salero y la botella de tequila.

Iris: (tragué saliva y la besé), juguemos, (la quité el vestido y nuestros labios se volvieron a juntar)

Cogí el salero y la eché sal en el cuello, Celia se puso un trozo de limón en la boca, mis manos acariciaron sus sensuales caderas delicadamente y mis labios fueron deslizándose por su boca, pasaron por la barbilla y acabaron en su cuello, un beso y mi lengua lo chupó, mmm.. estaba deliciosa, tomé un buen trago de tequila y mis labios se juntaron con el fresco y sabroso limón de su boca, lo mordí, se excitó, lo escupí a la mesa, la agarré del pelo y la susurré en sus labios assssshhh...aaaa, su respiración se aceleró y mis labios siguieron jugando con los suyos, mis dedos se deslizaban por su cintura haciendo círculos, sus manos estaban arriba de su cabeza moviéndose a cada roce de mis dedos con su piel, terminé el besó mordiéndola el labio inferior, nuestras miradas seguían conectadas, la conexión era cada vez más profunda.

Se medio incorporó, yo seguía encima de ella, me miró.

Celia: me gustas mucho.

Entonces sus manos se deslizaron por mi camiseta y me la quitó, me besó, nuestros pechos todavía con sujetador se juntaron, nuestros cuerpos se estremecieron, Celia volvía a estar tumbada en el sofá, cogí el salero y la eché sal en la tripa hacía abajo, luego me deslicé hacía abajo dándola sucesivos besos, el primero en el cuello, el segundo entre sus pechos, y los demás en el abdomen, mi lengua se deslizó por él hacía abajo hasta detenerse en las sexys braguitas rojas, Celia suspiró, bebí un buen trago de tequila y la mordí intensamente el limón de sus labios, lo escupí y nos besamos, mis manos se deslizaron hacia arriba por su abdomen hasta su pecho, el cual lo apreté suavemente y Celia en mi oído suspiró, yo estaba muy caliente, ella lo estaba más, en su mirada lo veía, mi cuerpo lo sentía, el ambiente ardía en pasión.

Iris: ¿vamos a la cama?, se me ha ocurrido otro juego.

Celia: :), estoy deseando que me lo enseñes, pero creo saber por dónde vas.

Iris: entonces será más divertido jugar.

Nos levantamos del sofá y nos fuimos por el pasillo, todavía sonaba la música romántica de la cena, me quité el pantalón del pijama por el camino mientras nos besábamos y nuestras manos se deslizaban por nuestros cuerpos buscando la mayor excitación posible por el pasillo de camino a la cama.

Llegamos a la habitación, me separé escasos centímetros de ella.

Iris: si sabes a qué vamos a jugar, sabrás lo que necesitamos.

Celia se acercó a mi oído y me susurró con voz sexy.

Celia: dos pañuelos.

Iris: :), ¿y por qué crees que necesitamos dos pañuelos?

Celia: para aumentar la sensación de conexión entre tú y yo, (me dijo mirándome fogosa). Si ya conectamos con vernos, sin vernos sentiremos una conexión total de placer.

Iris: (mientras la miraba a los ojos, la rocé con los dedos el brazo y la dije) es viéndonos y sentimos una gran excitación, sin vernos será mucho mayor y más divertido, (la sonreí pícaramente).

Celia: me haces muy feliz, una felicidad que jamás he encontrado en ningún lugar, ni tampoco con nadie, excepto contigo, cuándo nos cruzábamos por el portal y me sonreías, sentía algo, entonces no sabía lo que era, pero ahora sí.

Nos fundimos en un ardiente y conectivo beso que hacía que nuestro alrededor temblara, una fuerza imparable, un amor jamás visto, una conexión jamás sentida con nadie más, excepto con ella.

Celia sacó dos pañuelos del cajón de la cómoda y me dio uno, nos sentamos en la cama y nos los atamos mutuamente, mientras lo hacíamos la dije.

Iris: que esta noche sea perfecta e inolvidable.

Celia: lo será.

Ya habíamos atado los pañuelos, no nos veíamos, mi mano encontró la suya, la acarició lentamente, el tacto se había vuelto más intenso, al igual que su dulce olor, mmm, cuánto me excitaba, la levanté de la cama, la quité el sujetador, sus manos me hicieron lo mismo, la acerqué a mis labios, nuestras lenguas se rozaron, nuestros pechos se rozaron y nuestras pieles se estremecieron de inmenso placer, mi lengua jugaba con su lengua, se gustaban, metí mi lengua en su boca, sus labios la degustaban dulcemente mientras mis manos acariciaban sus pechos, sus manos acariciaban mi culo, estábamos muy cachondas y cada vez más calientes, ya no podía más.

La sujeté con una mano en la cadera y la puse sobre la cama. Celia se rió.

Celia: Iris.

Iris: dime.

Celia: quiero llevar la iniciativa, yo siempre la llevo, y llevo desde el ascensor queriéndome acostarme contigo.

Iris: pues lleva la iniciativa la susurré al oído, (aunque no podía ver su mirada, sabía que sería una mirada salvaje y apasionada).

Celia me tumbó en la cama, se puso encima de mi cintura y sus mano se posaron en mi abdomen, su clítoris rozaba mi vagina, todavía teníamos las bragas puestas, pero aún así el roce nos mojó a las dos.

Celia se fue acercando a mi boca y me susurró fogosa.

Celia: quiero sexo salvaje y sentir el mayor orgasmo de toda mi vida.

Al escuchar estas palabras, me mojé más, mi clítoris estaba muy cachondo, quería que lo acariciasen ya.

Iris: pues comencemos a tener sexo salvaje, la sonreí.

Al decirla esto, ella cogió mis manos y las puso a ambos lados de su cadera, mis manos a ambos lados de su cadera y sus manos sobre las mías, y comenzó a mover su cintura, su clítoris me rozaba, ella se excitaba.

Entonces ella paró, me besó el abdomen y me deslizó las bragas por las piernas hasta quitármelas, sus manos subieron acariciando mis muslos, me estremecí, aasssshhh...aaa me daba mucho placer, sus manos abrieron mis muslos, y su lengua se introdujo en mi vagina, su lengua jugó con mi clítoris, yo me estremecía cada vez que su lengua lo rozaba, mmm sentí alguna contracción, mis dos manos agarraron con fuerza la almohada, aaaaa, inmenso placer.

Celia se puso encima de una pierna y su clítoris se juntó con el mío, aaaahhhh, una de sus manos la puso en mi abdomen y su otra mano en la pierna, comenzó a moverse de arriba a abajo suavemente, pero en poco tiempo aquello cogió ritmo, mis manos acariciaron sus pechos, ella se estremeció, aaasssshhh....aaaa, nuestros cuerpos bailaban y saboreaban el aroma de nuestra perversión, su clítoris estaba en contacto con el mío, de arriba abajo y de abajo arriba, nuestros cuerpos vibraban de incalculable satisfacción.

Iris: a.a.a.a.a.a.a

Celia: a.a.a.a.a.a.a

Iris: no pares, sigue, sigue, sigue, a.a.a.a.a.a.a.a.a.a

Celia: me encanta Iris, a.a.a.a.a.a.a.a.a

Nuestros cuerpos gozaban hasta lugares de placer infinito, cada vez nuestros cuerpos se movían más deprisa, en busca del gran orgasmo.

Iris: muévete más deprisa así, así, a.a.a.a.a.a.a, sigue nena no pares, a.a.a.a.a.a.a

Celia: a.a.a.a.a.a.a.a.a, ya casi estoy.

Iris: a.a.a.a yo también, aguanta, a.a.a.a.a.a

Celia: a.a.a.a.a.a.a.a.a

Celia e Iris: a.a.a.a.a.a.aaaaaaaaa, una contracción, nuestros clítoris se besaron, aaa, otra contracción, aaa, y otra, aaa, y la última que todo lo lleno de sumo gozo y placer,aaaahhh, nuestro último aliento de placer retumbó en las paredes de toda la habitación.

Celia se cayó encima de mí, nuestros pechos se rozaron y nuestros labios se juntaron en un beso de pura pasión.

Nos quitamos las vendas de los ojos mutuamente y nos miramos complacidas.

Celia se tumbó a mi lado y me abrazó.

Celia: Iris, te quiero.

Iris: te amo, la besé el pelo y respiré su embriagador olor que me nublaba la vista y los sentidos, me excitaba.

Estuve durmiendo un par de horas, me desperté, eran las 7, me deslice de los brazos de Celia, me puse la ropa interior, y antes de salir por la puerta de la habitación, me di la vuelta y me la quedé observando, estaba desnuda con las sábanas, salí al pasillo y me puse el pantalón del pijama, luego en el salón me puse la camiseta y salí por la puerta hacia mi piso, abrí la puerta silenciosamente y me tumbé en la cama, veía la espalda de Luna, todavía estaba dormida.

El despertador sonó a las 8 de la mañana, la noche había sido espectacular. Luna se levantó y se vistió, no me dio ni un beso, ni se despertó juguetona como era ella.

Iris: ¿qué pasa Luna?

Luna: tú ya sabes lo que pasa Iris.

Iris: (Luna todavía no me había mirado).

Me levanté de la cama y me puse frente a ella.

Iris: (la miré seriamente), ¿qué es lo que pasa?

Luna me miró triste y abatida.

Luna: ¿dónde estuviste anoche?

Yo no sabía que contestarla, me quedé en silencio mirándola.

Luna: no te inventes una mentira porque no te creeré, quiero oírte decir la verdad, aunque me duela escucharla.

Iris: (su tono de voz era de preocupación, de miedo a no oír mis palabras que la romperían el corazón) estuve con Celia.

Me dio una bofetada y me dejó el corazón roto en mil pedazos, se dispuso a salir por la puerta, pero yo no la podía dejar ir, la retuve, la agarré de la muñeca y tiré de ella hacia mí.

Nos miramos, pero algo pasó por su mente y me dio otra bofetada, aún así la retuve, aunque me volviera a dar otra bofetada quería hablar con ella.

Iris: no te vayas, vamos a hablarlo.

Luna: (me dijo gritando y muy cabreada, pero a la vez con tristeza) ¿de qué quieres hablar?, de lo ilusa que era al pensar que algún me querrías como te quería yo a ti, ¿o quieres hablar de cómo te puedes acostar primero conmigo y luego acostarte con ella?, eeee, ¿de qué quieres hablar?, deja que me vaya.

Forcejeó un poco conmigo para escaparse, pero yo la besé, la miré a los ojos, sus ojos demostraron sorpresa.

Iris: te quiero Luna.

Iris: (Luna seguía con la cara de sorpresa, por lo que seguí diciéndola con mis palabras lo que mi corazón sentía) siento mucho lo de ayer, necesitaba aclararme, sé que no es ninguna explicación, y entenderé que te quieras marchar de mi lado y no volverme a ver, pero antes de que elijas lo que quieres hacer, te pido perdón por todo el daño que te he causado durante este tiempo, no te merezco, mereces a alguien mejor que yo.

Luna se quedó sin palabras, por un momento no supo que decir, su cabreo desapareció de su cuerpo y de su rostro.

Luna: repíteme que me quieres.

Iris: te quiero, y si sigues conmigo, te lo demostraré cada segundo lo mucho que te quiero.

Luna por fin se decidió a qué hacer y al rato se acercó, nos miramos a los ojos y sentí su amor, un amor tan profundo que nada podía romper.

Luna: te quiero.

Iris: te quiero.

Nos fundimos en un beso que hizo desaparecer todo el dolor y la desesperación de antes.

Nos abrazamos y unimos nuestros cuerpos vestidos, mi mano se posó en su preciosa melena rubia y ella reposó su cabeza en mi hombro.

Estuvimos así durante mucho tiempo, luego desayunamos y con un beso me despedí de ella, tenía que irse al trabajo, entonces yo me preparé para ir a la universidad, de camino, sentada en el autobús, me puse a divagar en lo ocurrido, much@s de vosotr@s os preguntareis porque la dije que la quería a Luna si todo fue genial con Celia, os lo contaré, la noche con Celia había sido perfecta, no os lo voy a negar, esa conexión, ese amor, pero cuando me levanté de la cama y desde la puerta la observé, no era a Celia a la que quería ver entre las sábanas, sino a Luna, lo que significaba que por mucha conexión que hubiera con Celia y por mucho que la quisiera, no quería verla a ella, sino a Luna.

Luna era mi felicidad ahora, y seguramente lo había sido desde el principio, pero la unión existente con Celia me había nublado la vista, ella me había entregado su corazón, y yo ahora la entregaba el mío, Luna desde el principio me había hecho volar y disfrutar del amor como nadie antes, la quería, y si no había una conexión entre ella y yo, pues yo crearía una.

Cuando me quise dar cuenta, ya había llegado a la parada de la universidad, me bajé y me encaminé hacia la puerta, las clases fueron con normalidad, como siempre, cuando acabé me fui a casa.

Al entrar en el portal, me encontré con Mike y Celia, Celia ni me miró.

Mike: hola Iris, ¿qué tal?

Iris: muy bien Mike, y tu ¿qué tal?

Mike: yo muy bien, la cena de ayer fue muy divertida, la tenemos que volver a repetir.

Iris: sí, otro día la repetimos, pero esta vez será en mi casa.

Mike: me parece muy bien, pues ya nos dirás una fecha.

Iris: ok, buscaré una y os la digo.

Mike: muy bien :)

Iris: (porqué estaba de tan buen humor Mike, si ayer había discutido con Celia) Mike, te veo muy feliz, ¿se debe a algo que estés tan feliz?

Entonces Celia miró de reojo, la vi, aunque quería que no la viese.

Mike: sí Iris, te has dado cuenta, estoy muy feliz porque Celia me ha dicho que sí.

Iris: (no, sí a qué) ¿a qué te ha dicho que sí?

Mike: A la boda, nos vamos a casar :)

Me quedé con cara de idiota, pero cómo, cuándo, había decidido eso Celia. Mi cara debía de ser idiota en ese momento, con tantos interrogantes en mi cabeza, no estaba preparada para esa noticia.

Mike: Iris, ¿te encuentras bien?, estás muy pálida.

Entonces llegó mi salvación, necesitaba a alguien que borrara todos los interrogantes y pensamientos de mi cabeza, alguien que me los quitara y los remplazara por nada, y la ayuda llegó, oí cerrarse la puerta del portal y tras unos segundos, vi aparecer a Luna, me besó y todos los pensamientos desaparecieron.

Cuando nos volvimos para mirar a Celia y Mike, vi a Celia con la boca abierta y sorprendida.

Mike: hola Luna :)

Luna: hola Mike, ¿qué tal?

Mike: pues genial, justo ahora acabo de informar a Iris que estoy muy contento porque Celia me ha dicho que sí se va casar conmigo.

Luna miró a Celia, e inmediatamente me miró a mí, y yo la miré a ella, en ese momento, por la cabeza de Luna pasaban muchas preguntas, lo veía en su cara.

Luna: felicidades Mike.

Mike: muchas gracias Luna :), por cierto, aún no hemos decidido nada sobre la boda, ni siquiera la fecha, pero quiero que sepáis que estáis las dos invitadas a nuestra boda :), cuándo hagamos las invitaciones, os llegará una.

Luna: gracias Mike, asistiremos encantadas :)

Mike: :)

Luna me dio la mano y me dijo, ¿comemos juntas?, he traído comida para dos.

Iris: (Luna jamás dejaba de sorprenderme) ok, mi vida, me cambio de ropa y ahora subo, ¿vale?

Luna: vale :), (me besó)

Pude ver que Celia estaba cabreada, cada vez la entendía menos, pero ya la entendería cuando hablara con ella sobre esto, mis preguntas no quedarían sin respuestas.

Llegó el ascensor y nos subimos los cuatro en él, la tensión en aquel cubículo era insufrible, las miradas entre Luna y Celia, mi mirada hacía ambas, y el tiempo qué en aquel ascensor transcurría tan lentamente, Celia y yo estábamos en la misma posición que cuándo nos besamos por primera vez, ella me miró, también se acordó en ese momento, nuestras mentes conectaron, en ese momento me hubiera abalanzado a sus labios, no, no, no, pero porque pensaba esto, quería a Luna, Luna, Luna, quita la mirada de los ojos de Celia, quítalos, no puedo, quítalos, cuánta desesperación, pero en ese momento, Luna me giró la cabeza y me besó, me sentí aliviada, sus ojos salvajes me calmaron.

Luna: te quiero :)

Iris: te quiero :)

Y el ascensor llegó a nuestro piso, pero en vez de bajarme del ascensor con Celia y Mike, decidí subir con Luna en el ascensor.

Luna: tengo muchas preguntas Iris, me gustaría hablarlas ahora comiendo.

Iris: sí, será lo mejor.

Luna: sí.

Habíamos llegado al piso de Luna, se dispuso a salir del ascensor, abrió la puerta, pero antes de irse y cerrarse, se paró, me miró y luego se marchó.

La mirada de Luna demostraba preocupación por perderme, y no me extrañaba, tras las cosas tan raras que estaban ocurriendo, veía el final de Luna tan cerca, no quería perderla, pero una parte mía me decía que la iba a perder cómo esto continuara así, tenía que hacer algo...

Muchísimas gracias a todos que continúan leyendo mis relatos después de tanto tiempo sin escribir, he de deciros, que no dejaré nunca la historia sin acabar, quedan todavía relatos de encuentro en el ascensor porque veo que os siguen gustando y lo comentáis, a partir de ahora tardaré menos en subir los siguientes relatos, que casi dos meses ha sido demasiado tiempo esperando, lo lamento por aquellos que estáis muy enganchados, en los dos últimos relatos he introducido mucho más sentimiento, mucha más profundidad en la mente de los personajes, no sé si os gusta así o no, comentarlo.

Este relato tiene un momento picante, también sentimientos: sufrimiento por amor, desconcierto, incertidumbre, amor, felicidad... por el futuro los siguientes tendrán sus momentos y meteré mucha más diversión, que veo por lo que comentasteis en el otro relato os gustó :)

Espero que sigáis valorando y comentando mis relatos, muchas gracias a tod@s por leerlos, valorarlos y comentarlos. GRACIAS ;)