Encuentro

Eran ya casi las 8, el tránsito había estado muy pesado, iba llegando del trabajo después de un día lleno de problemas, lo primero que hice fue desnudarme completamente y darme un buen baño.

Eran ya casi las 8, el tránsito había estado muy pesado, iba llegando del trabajo después de un día lleno de problemas, lo primero que hice fue desnudarme completamente y darme un buen baño, después de una buena depilada, salí del baño y busque en el closet lo que iba a usar en esa noche tan esperada, elegí un conjunto de encaje con liguero y medias de red color blanco, algo de maquillaje ligero y un vestido negro semi formal; era la noche, los viernes que con tanta ansia deseaba que llegaran, él me iba a esperar en un restaurante del centro de la ciudad, ya era casi la hora, debía apurarme; parece que fue ayer cuando lo conocí en internet, nos conocimos en un chat, pasaron un par de semanas para que intercambiáramos fotos, ....Hombre activo discreto busca tv para encuentro..... así decía su anuncio, no sé que me llevó a escribirle, pero después de un par de semanas nos conocimos, él es un hombre delicioso, lo que toda hembra necesita, fornido, alto, velludo, cariñoso y sobre todo un amigo que no deja nada a la imaginación, 25x 5, ummmmmm.

Ya lista salí en mi auto hasta el punto de encuentro, él me esperaba con un par de copas de coñac, - Hola preciosa- que bonita te pusiste, la gente nos miraba de reojo, tal vez por que nos veían como la pareja perfecta o por que descubrían algo raro en mi, pero la verdad no nos importaba, estábamos juntos por una noche; disfrutamos de una cena exquisita y una buena botella de vino tinto, platicamos de nuestras experiencias de la semana entre risas y una que otra acariciada de pierna.

Al salir del restaurante cada quién pidió su auto y nos dirigimos a nuestro hogar, era un departamento en las afueras de la ciudad que pagábamos los dos, con una decoración tipo 70’s y una hermosa vista de la ciudad.

Yo iba sola en mi auto mientras pensaba en como hacer disfrutar a mi macho, los minutos se hacían horas para mi desesperado cuerpo que necesitaba un hombre dentro de mi. Al fin llegamos y cuando me disponía a cerrar la puerta de mi auto sentí como él me apresaba con sus brazos y como su fierro se endurecía en mis nalgas; - Quiero que me cabalgues toda la noche preciosa- dijo al momento que me apretaba fuerte contra su cuerpo, me levanto y me llevó hasta el departamento, ahí me recostó sobre el sofá y se dirigió a la barra para servirnos un par de copas, yo me sentía húmeda, muy caliente, me acarició la pierna y poco a poco fue subiendo mi diminuto vestido, por cierto muy caro, yo lo besé tiernamente y él respondió desgarrándome el vestido, me dejé acariciar y besar, era ese momento de la semana en que Janeth existía, baje mi rostro hasta su pene erecto y comencé a chupar, ummmmmmmm –Tanto tiempo sin verte amigo- susurre al momento que succionaba su glande en movimientos circulares, él solo gemía de placer, se acomodó en el sofá y bebía de su copa, - asi preciosa, cada vez eres mas puta linda- , ummmmm sentía su delicioso liquido preseminal, cada uno de esos 25 cm los disfrutaba cuando corrían por mis labios, él tomo mi cabeza con sus manos y dirigía mi movimiento, - que rico mi reina, ahhh no cabe duda que naciste para ser hembra, puta- sentía la suavidad de su glande en mis labios la carnosidad de su pene en mi lengua, a cada mamada su fierro endurecía más, hasta que sus mecos inundaban mi boca y yo podía ver su cara de satisfacción, con su dedo tomó la leche de mi boca y la introducía en mi culo con suavidad, ya para entonces mi esfínter había cedido a mas no poder, después de varios meses de tratamiento ya lo tenía como las chicas que aparecen en las revistas, con el aro bien desflorado; me coloque en cuatro sobre el sofá y él me ensarto tres cubitos de hielo, ummmmmmm me encanta, cuando un hilo de agua caia a la alfombra sentí como la cabeza de su virilidad comenzaba a introducirse en mí, hasta que sin decir nada, ummmmmmmmmmmmmmmmmm toda adentro, me apretó con sus fuertes brazos y comenzó con un movimiento frenético pero al que estaba acostumbrado mi culo,, me agarró del liguero y me ensartaba con furia,

  • Ahhhh puta, aprieta perra, te gusta amor?- - si, si sigue ahhhhh- , estuvimos así por lo menos 20 minutos, hasta que sentí su leche en mi interior, él no se salió, solo jadeaba y sentía su sudor que hacía resbalar nuestros cuerpos calientes, me levantó con el culo ensartado y se recostó en el piso, - ahora ..cabalga vaquera!!!!!!!—comencé a subir y bajar, su pene se endurecía poco a poco, él me apretaba las nalgas y me daba palmadas en el culo, no sé cuanto tiempo estuvimos así, solo recuerdo que eyaculé mas de tres veces y él tomaba mi esperma y lo usaba de lubricante en mi culo, caí rendida, con el esfínter dilatado y el cuerpo sudoroso; estaba ebria y cansada me encontraba en un estado de inconciencia, hasta que sentí algo duro entre mis nalgas, era su fierro, yo estaba recostada en la cama boca abajo y él estaba sobre mi intentando meter su herramienta, solo me dijo – Abre linda, tu naciste para ser cogida, abre tu culo, aquí hay un hombre de verdad, que te va a enseñar a ser hembra- yo solo me recoste y deje que él hiciera todo, ummmmm entraba y salía como un pistón a toda marcha, ummmm que delicia, me sentía una mujer, una puta, él debió descargar mas de una vez, yo entre el mareo y la calentura perdí la cuenta.

Al siguiente día, me desperte con el culo todavía derramando leche, sentía el hilo de esperma en mis nalgas, las que sabemos de esto, tenemos por entendido que el esperma es un buen lubricante; me levanté y mire a mi macho con el pene flacido y una sonrisa en el rostro, me dirigí al closet y me puse una bata de encaje color rosa, fui a la cocina y preparé un revitalizante desayuno, ya en la cama desperté a mi amado y él devoro el almuerzo con furia, yo observaba, ya que si hay algo que nos satisface a las princesas es consentir a nuestros hombres, él me dio un trozo de pan y me dijo – Te hace falta leche, que tal si me ordeñas- ummmm al momento accedí, se la chupe como si fuera la última verga en el mundo, el solo gemía, puso mis piernas sobre sus hombros y me ensarto, que delicia empezar un día así; follamos por toda la casa, hasta que llegó la hora de irnos.

Todavía siento el culo dilatado y no lo voy a dejar cerrar, mis consoladores lo mantienen abirto para el siguiente encuentro.

Hoy espero con ansias el próximo fin de semana, hoy acabo de comprar una falda tipo colegiala y un top de miedo, espero que el próximo fin vayamos a una disco, mientras tanto solo un par de correos y algunas llamadas nos mantienen unidos.

Él es casado y tiene una linda familia, yo solo vivo para complacer sus caprichos sexuales, ¿qué será la próxima vez?.

Si te gustó el relato escríbeme janethguraieb@hotmail.com , tal vez tú sea él protagonista de esta historia.