Encuentro de un arquitecto con su suegra
Un arquitecto sufre un percance con su joven suegra en el baño, y a partir de ahí, su mente comienza a idealizar como sería poseerla. Ello sirve de acicate para alimentar sus fantasías, proyectando en su cabeza las diferentes formas en que le gustaría cogerla. Pronto, ese proyecto encuentra su fructificación, y comienza a ejecutarse durante un viaje con la suegra al sur de la isla donde viven, comprobando que durante la fase de ejecución sufre diferentes modificaciones haciendo que la obra final acabara mucho mejor de lo que realmente había proyectado.
Duarte se encontraba acostado en su cama descansando después de almorzar, cuando oye el teléfono, comprobando que la llamada es recogida por su mujer, constatando que se trataba de su suegra Marta, la madre de su esposa. En ese momento recordó el reciente encuentro que había tenido con la misma como consecuencia de una visita a unas obras en el Sur de la Isla.
Mientras su mujer seguía hablando con la misma comenzó a recodar lo ocurrido. Hizo memoria de que, hacía unos dos meses tuvo que acudir a visitar unas cuantas obras para el despacho de arquitectura donde trabaja, las cuales se localizaban en el Sur de la Isla de Gran Canaria. El reside en el Norte, concretamente en la zona de Triana, donde además tiene su despacho profesional de arquitecto, el cual comparte con otros compañeros de profesión.
Duarte, contaba en esa fecha con treinta y cinco años de edad, y se hallaba casado con Lucinda, de 23 años de edad. La realidad es que se conocieron y tras unos meses de noviazgo contrajeron matrimonio, pese a que ella acabada de cumplir los dieciocho años de edad. Lucinda tenía un hermano, un año menor que ella, únicos hijos de Marta y Donato.
Marta, suegra de Duarte, era una mujer de 42 años de edad, y por lo tanto aún bastante joven. Tuvo a su hija a los diecinueve años, y, pese a los dos embarazos, mantenía un cuerpo casi juvenil, más bien delgado, no muy alta, pelo castaño, destacando en la misma sus bien proporcionados pechos, que aún se veían firmes y algo voluminosos. Tenía un carácter bastante fuerte, más bien autoritario, y de las que le costaba dar su brazo a torcer.
El suegro de Duarte, era una persona demasiado tranquila, nada quisquilloso, de actitud muy pasiva, aunque era mayor que su mujer, y había alcanzado los cincuenta y cinco años de edad. Este había tenido unos problemas de corazón, circunstancia que lo había acobardado bastante. De hecho, le habían concedido una incapacidad permanente, por lo que casi siempre estaba en la casa, y rara vez salía de la misma. Para coger el vehículo tenía que ser a lugares muy cercanos, negándose a realizar trayectos largos.
La apatía de su suegro, había dado lugar a que llegara al conocimiento de Duarte, a través de los comentarios de su esposa, que su suegro se había aquilatado tanto que hasta tenía miedo de hacer el acto sexual con su mujer, pensando que podría sufrir un nuevo infarto. Eso parece que a Marta, con su carácter siempre dominante, la revolucionaba, y no fueron pocas las ocasiones en que llegó a poner en evidencia a su esposo, tachándolo de cobardica, y haciendo algún que otro comentario nada agradable, aunque eso sí, siempre dentro del ambiente familiar.
Era obvio, que ella se mantenía muy joven, y posiblemente con ganas de salir, resultando más que probable que mantuviera unos deseos sexuales activos. Ver a su esposo de esa forma, la sacaba de quicio, toda vez que los médicos no le habían impedido hacer una vida normal, como salir, tomar el vehículo, e incluso cumplir con el débito sexual.
Las relaciones de Duarte con sus suegros eran bastante buenas, y el sabía llevarle la corriente a Marta, por lo que, pocos encontronazos tenían. Ella le correspondía, echándole alguna que otra broma.
Hacia unos meses atrás, Duarte llegó a casa de sus suegros, y tras saludar a Donato, se dirigió rápidamente al aseo que se localizaba en la parte baja de la casa. Sin embargo, al intentar entrar constato que se encontraba cerrado, por lo que dada la premura por orinar que llevaba, subió rápidamente hacia el baño que se encontraba en la parte alta de la vivienda, como había hecho en otras ocasiones, en situaciones similares. Nada más llegar, abrió la puerta y entró, sorprendiéndose al hallar dentro del baño, desnuda de medio abajo a su suegra, constatando que se estaba limpiando su aparato vaginal tras, según parecía, haber terminado de lavarse en el bidet.
- oh.. pero Duarte ¿Qué haces?. No sabes tocar antes de entrar.
-lo siento Marta. Es que venía con mucho apuro- le contestó él, sin poder evitar contemplar el vello del pubis de su suegra, constatando además aquellas preciosas nalgas y su perfecto trasero.
- Pero. Duarte, por favor deja de mirarme y sal fuera - le contesto ella nerviosa, verificando como su yerno, el marido de su hija, se mantenía quieto dentro del baño con la mirada fija en sus partes íntimas.
- oh sí. Lo siento suegra. De veras…¡pero es que el aseo de abajo está cerrado y prácticamente me estoy meando - le dijo tocándose sus genitales como intentando retrasar la salida del orín.
-No me digas que quieres orinar aquí conmigo dentro. ¿Cómo se te ocurre?- le contesto ella, agitada ante aquella propuesta, mientras contemplaba como su yerno no cesaba de mirarla de arriba abajo.
- y que quiere ¿qué me orine en los pantalones?.- le dijo el sin salir del baño. El no dejo que ella contestara sino que, se acercó hasta donde se localizaba el inodoro, y levantando la tapa, se desabrochó el cierre de la bragueta de su pantalón, y a pesar de la mira atónita de su suegra, extrajo su pene y comenzó a orinar.
Marta no daba crédito a lo que estaba ocurriendo. Se encontraba totalmente desconcertada, agitada, ante lo que estaba sucediendo. Ella desnuda de medio abajo, y, ahora su yerno se sacaba su pene y se ponía a orinar delante de ella.
Tampoco ella pudo evitar dirigir su mirada, dada la cercanía, hacia la daga que mostraba su yerno, el cual tenía en sus manos mientras hacia la micción. Su sorpresa fue el contemplar la enormidad del pene que mantenía entre sus manos Duarte. ¡ No se lo podía creer !. Aunque no tenía una visión completa del mismo, si podía constatar que era bastante largo y especialmente grueso. Nada que ver con el pene de su esposo.
Ella por su parte, se había resguardado un poco, colocándose la toalla, no muy grande, por delante de su vagina, para evitar la visión que su yerno podía tener de la misma, pese a que mantenía al descubierto su trasero y sus nalgas. Miró la cara de su yerno y se percató de la cara de felicidad del mismo cuando acabo la micción. Era obvio que el pobre se encontraba bastante necesitado.
Antes de que aquel terminara de devolver su pene al interior de su pantalón, ella tuvo la oportunidad de contemplar una vez más aquella daga, especialmente durante los gestos de sacudida del nabo por parte del hombre, en el intento de expulsar la última gotita. Sus ojos volvieron a dilatarse al contemplar el enorme rabo de su yerno, que ahora pudo apreciar con mayor atención y nitidez.
Duarte, supo que su suegra estaba contemplando su daga, y esto hizo que antes de terminar de orinar, su pene creciera en sus manos al sentirse observado. Con todo ello la señora tuvo una idea aproximada de las dimensiones de aquel enorme vástago. Se percató de que pese haberse secado su vulva, esta se volvió a humedecer. Y, no era para menos, ya que llevaba más de dos semanas que no mantenía relaciones sexuales con su esposo, por lo que al momento se notó sumamente lubricada.
Tras terminar, Duarte se dirigió a ella, y le dijo:- Nuevamente le pido disculpas suegrita. Pero no podía más. ¡Estaba a reventar !.
Marta, lo mira sonrojada, y le contesta:- ya, ya lo he podido comprobar.
Cuando Duarte se dirigía a la salida, ella le dice:- Oye Duarte. Ni se te ocurra comentar nada de esto con mi hija, ni mi marido. ¡Me moriría de vergüenza!
El se detiene, la vuelve a mirar, sonríe un poco y le dice:- por supuesto suegra. No obstante, no tiene por qué avergonzarse. Mantiene un cuerpo que nada tiene que envidiar a una jovencita.
-No seas tan alegador. Anda sal fuera para que termine de secarme.
El no obstante, le volvió e echar otra mirada hacia el trasero de su suegra, ya que ella le mostró el mismo para evitar que la pudiera observar por delante.
Tras lo ocurrido, bajo para hablar con su suegro, apareciendo posteriormente Marta. El la saludo con naturalidad y como si nada hubiera pasado, y sin hacer comentario alguno sobre lo ocurrido, lo que realmente agradeció ella.
Después de todo ello, Duarte contempló que su suegra en varias oportunidades, durante su estancia en la casa o en algunas comidas, miraba soslayadamente el bulto de su pantalón. Esto aumentó también en él morbo, y en varias ocasiones su querida suegra fue la fuente de inspiración de sus masturbaciones. Comenzó a idear y fantasear con hacerle el amor a la madre de su esposa. Su alocada mente, fantaseó proyectando la diferentes formas en cómo le gustaría hacer suya aquella hermosa hembra. Sabía que solo era un proyecto producto de su fantasía, que nunca se ejecutaría, pero le ayudaba como fuente de inspiración en sus masturbaciones.
Pero, nada ocurrió hasta que un buen día, su esposa le dijo:- Duarte, ¿Cuándo tienes que ir para el Sur de la isla?.
- pues, el viernes tengo previsto, ya que debo visitar unas obras que se están realizando en Puerto Rico y Playa del Ingles . ¿ porque lo preguntas ?
- Verás. Mi madre quedó con una conocida suya que vive en Mogan. Ya sabes que mi padre no quiere salir de casa y apenas coge el coche. No me gustaría que mi madre fuera en guagua hasta allá. ¿Podrías llevarla tu?- le dijo ella.
- No es que me importe en absoluto. Pero, sabes que tengo que llevar a cabo varias visitas a obras en la zona. – le contesto él.
- Bueno, ella puede esperarte mientras visitas la de Playa de Inglés. Luego la dejas en Mogán con la vecina, ya que esta cerca de Puerto Rico, y luego por la tarde pasas a buscarla. ¡Tanto no te va a llevar! . – comentó su mujer.
- como tú quieras. Si ella está dispuesta a esperar, por mi no hay problema. Coméntaselo que pasaré a recogerla bien temprano .-le contesto Duarte.
De esa forma, llegado el viernes Duarte se dirige con su vehículo hasta la casa de sus suegros. Tras una llama por teléfono vio como se acercaba hasta el vehículo su elegante suegra. El se quedó atónito al contemplar la vestimenta y lo bien arreglada que venía la misma. Ella, al contemplar la cara de anonadado del mismo, le dijo mientras entraba al coche:- que te pasa yerno. ¿Tan mal arreglada voy?.
-todo lo contrario suegrita. ¡Está despampanante!. Esa indumentaria que lleva le queda de maravilla.- le contesto él sonriendo.
- Celebro que te guste. Creo que a Donato no le gusto mucho que saliera vestida de esta forma. Se puso algo celoso. Ja ja
- y no es para menos Marta. ¡Está verdaderamente preciosa!
-venga. Atiende a la carretera y no seas tan adulador- le contesto ella con la misma sonrisa.
La realidad es que aquella mujer se había vestido con un traje rojo que le llegaba un poco más arriba de las rodillas, pero que tenía la peculiaridad de tener una pequeña abertura por los lados, lo que permitió a Duarte verificar parte de su entrepierna en el momento de subirse la coche. La parte superior, tenía un cierto escote, pero donde sobresalía la silueta perfecta de sus buenos y firmes pechos. Su peinado, sus zapatos, su bolso, de color rojo, estaban en conjunción con su vestido.
Durante el trayecto hablaron con bastante naturalidad, y al llegar a Playa del Inglés, el le dijo que tenía que acudir a visitar una obra de ampliación de un hotel. Le pregunto por si quería esperar en el coche, o quería acompañarle. Ella optó por acompañarlo, ya que hacía bastante calor y no quería asarse en el vehículo.
Ya dentro de la obra, ambos pudieron observar como los albañiles miraban a Marta. Estaba claro que la mujer era el centro de las miradas. Duarte observó la cara de deseo en los mismos, y en el fondo sonrió. Cuanto tuvo que hablar con el encargado de la obra y el arquitecto técnico, estos casi ni le atendían, ya que no quitaban ojo a la mujer. Al terminar, mientras se dirigían de vuelta al coche, Duarte le dijo:- No sé si tendré que volver otro día, no creo que me hayan entendido lo que les dije.
-¿Y eso? -pregunto ella.
-¿ acaso no de dio cuenta de que no estaban atentos a nada de mis explicaciones?. Solo estaba atendiendo a la Vd. En el fondo llegue a temer que algún obrero se cayera de un andamio. ¿Es un peligro visitar una obra, especialmente con lo guapa que va vestida hoy !
Ella se sonrojó, y le dijo:-¿ De verdad crees que me he pasado con la vestimenta?. Me fije que algunos hombres me miraban mucho. ¿Crees que voy muy desbocada?
-Claro que no. Lo que pasa es que esta tan buena, que es normal que cause furor entre los hombres- le contesto Duarte.
Ella le miró a la cara, algo sonrojada pero en el fondo agradecida de sus palabras y le contesto:- ¿ tú también crees que estoy bien?. O lo dices solo como un cumplido.
Duarte antes de entrar al coche le dijo:- De cumplido nada. Suegrita, de veras. Menos mal que es mi suegra y que quiero a su hija. Si no, ya le hubiera echado los tejos.
Ella sonrió, y no contestó más nada. Entraron en el coche y se dirigieron hasta Mogán donde el la dejo en compañía de unos conocidos de ella, quedando en regresar por la tarde a buscarla. Luego regresó a Puerto Rico y estuvo visitando igualmente unas obras. Ya en la tarde, observó como el tiempo comenzó a cambiar, y la aparición de unos nubarrones negros hacía presagiar lluvia. Era otoño, y aunque en la zona Sur no era frecuente la lluvia, sabía que cuando llovía muchas veces los hacía con bastante fuerza. Por ello se apresuró a terminar las obras, y regresar a buscar a Marta.
Cuando estaba en plena autopista de acceso, comenzó a llover de forma intensa. Al llegar a Mogán, le costó llegar a donde se localizaba Marta, ya que la casa de los vecinos estba fuera del pueblo y el acceso era algo peligroso. No obstante ella pudo entrar en el coche y decidieron regresar.
- como se ha puesto el día. – le dijo ella.- ¿has terminado lo que viniste hacer?
- si afortunadamente. Pero no pensé que el tiempo se pusiera tan feo. Las noticias están hablando de una especie de gota fría. La verdad, esta mañana las noticias hablaban de posibilidad de lluvia, pero no de esta intensidad. Esperemos que no tengamos problemas para volver .
La realidad es que mientras regresaban, comprobaron que apenas se podía circular por la autopista, ya que era como una cortina de agua que tenían delante. Observaron varios accidentes de tráfico por tal motivo, y les entró el temor. Tras sintonizar la radio, verificaron que hablaban de que había varios cortes en la autopista por la lluvia caída de piedras y derrumbamientos. Comprobaron que al llegar al llegar cerca de Arguineguin la autopista estaba bloqueada y la caravana de vehículos era interminable.
En ese momento llamo la esposa de Duarte, indicándole que estaba muy preocupada por ellos. Que sabía que las carreteras de acceso a la capital estaban cortadas, y que era mejor buscaran un lugar donde hospedarse esa noche.
- creo que mi hija tiene razón. Con esta lluvia nunca llegaremos a Triana, además que es ser peligroso.
-Pues zona más cercana es la zona del Pajar. No podemos llegar hasta Playa de Argineguin. Pero localizar allí un hotel no sé ni siquiera si los habrá.
Por ello, optaron dirigirse a la zona del El Pajar, ya que es la única carretera que parecía con menos tráfico. Al llegar al grupo de casas, verificó un Restaurante, y allí pararon bajándose del vehículo como pudieron. No obstante, pese a cobijarse bajo un paraguas, este poco pudo hacer ante la intensidad de la lluvia, lo que motivo que ambos quedara prácticamente empapados.
Tras preguntar, le dijeron que por allí no había ningún hotel, que tenían que ir a Playa de Arguineguin, pero que sabía que las vías también estaban con muchas dificultades. No obstante, el dueño al ver la cara de preocupación de ambos les dijo que, el alquilaba unas habitaciones en la parte alta del restaurante, pero que solo le quedaba una.
Marta me mira a la cara, y luego le dice al dueño:- pues “nos la quedamos”. Con este tiempo no encontraremos nada mejor. ¿Tiene agua caliente?-
- por supuesto . – le contestó el dueño.
- Pues, no veo la hora de quitarme esta ropa que tenemos empapada. No quiero que cojamos una enfermedad .
El dueño les dijo que tenían que esperar un poco, lo que ellos aprovecharon para comer en el propio resturante, ya que luego bajar más tarde era algo problemático, según le manifestó ella: nuestra ropa esta empapada. No voy a ponérmela otra vez para bajar a cenar .
- tienes razón Marta- asintió él.
Mientras cenaban, Duarte, estaba algo preocupado, y en el fondo excitado, ya que se iba a quedar en una misma habitación con su suegra, y además, sabía que tenían que dormir casi desnudos, ya que la ropa que llevaban estaba empapada, y sabía que no podrían utilizar ni los interiores.
Tras cenar, subieron a la planta superior. Al entrar en la habitación, comprobaron que era bastante pequeña, y, para colmo, solo tenía una única cama, y tampoco era muy grande. Además, no había sofá, solo una silla. Ella se quedó igualmente sorprendida:- pero ¡solo hay una cama !.
-¿ quiere que la dejemos? - le dijo Duarte.
- Ya. Y salir otra vez. ¿Y si no encontramos nada más?. Prefiero darme una ducha caliente . Luego mirando le dijo:- bueno yerno. No creo que te vayas a asustar por verme desnuda. Ya tuviste ocasión de verme ¿verdad?
Duarte no respondió. Y al momento vio como ella, se comenzó a desprender de los zapatos, y entró al baño. Tras ducharse, Duarte observó extasiado, como su querida suegra sale solo con una toalla más bien pequeña, anudada por encima de sus pechos, que dejaba perfectamente a la vista todos sus muslos, e incluso pudo detectar que tampoco cubría del todo su entrepierna, distinguiendo una parte del vello de su pubis.
Ella apenas lo miro, y tomo su ropa para ponerla a secar. Duarte pudo comprobar que llevaba en sus manos sus bragas y el sostén, lo que significaba que estaba completamente desnuda bajo la toalla. Casi sin poder evitarlo, pese al frio que tenía por la ropa empapada, su pene emergió.
El entro en el baño, se quitó la ropa, y entró en la ducha. El agua caliente lo reanimó. Tras esos primeros momentos, fue cuando comenzó a pensar en la situación, haciendo que su tranca se pusiera en una semierección. Estaba en esa situación, duchándose, cuando comprobó que entró Marta sin llamar y le dice:- voy a tomar tu ropa para ponerla también a secar.
Mientras recogía la ropa, e incluso el slip, ella miro soslayadamente hacia su yerno, contemplando a través de la mampara transparente la enorme daga del mismo. Noto un cosquilleo en su entrepierna y tuvo que salir. Cuando Duarte termino de secarse, salió con una toalla enrollada a la cintura, comprobando que su suegra ya estaba dentro de la cama.
-¿ qué tal la ducha?. ¿Te has reanimado ?- le pregunto ella.
- menos mal. La verdad es que este tiempo, y la mojada alcanzada. El agua caliente reanima.
El se acerca a la cama. Ella lo mira fijamente, ve sus dudas, y le pregunta:- no me dirás que vas a quedarte toda la noche ahí. ¡qué esperas para meterte dentro!
No le quedó otra que desprenderse de la toalla, colocándola sobre la silla, quedando totalmente en pelotas delante de su suegra. Ella tampoco había esquivado la vista. Lo miraba fijamente, contemplando los hermosos genitales de su yerno.
El se metió en la cama, abriendo la sabana. Como la cama era tan estrecha, al momento de abrir la misma, tuvo la oportunidad de contemplar gran parte del cuerpo de su suegra “en cueros”. ¡ Joder que hembra ! –pensó sin poder evitar mirar su entrepierna.
- La cama es bastante estrecha, por lo que, ¡espero no molestarte mucho! - dijo ella. Suelo moverme bastante cuando duermo.
-No se preocupe -le dijo el bastante más nervioso que ella.
Bajo las sabanas, ella noto al momento el calor del cuerpo del macho que tenía a su lado. La situación no había sido buscada de propósito por ninguno de los dos. Era su yerno, pero no podía negar que estaba muy excitada. En varias ocasiones se había masturbado pensando en la tranca que había visto al yerno en el baño, y aunque fuera el marido de su hija, eso no evitó que diera rienda a sus fantasías sexuales. Para colmo, llevaba más de tres semanas sin sexo. La apatía de su marido, y sus miedos la tenían a palo seco. Pero ella tenía sus necesidades - pensaba-, joder y encima tengo a una semental como este a mi lado esta noche.
En ese momento Duarte escuchan el móvil, y verifica que llamaba su mujer, seguramente para preguntar como estaban. Duarte le dice a su suegra:- ¿ Qué quiere que le diga?...
-¿a qué te refieres?.- le preguntó ella, aunque intuía a que se refería.
-¿ quieres que le digamos que estamos juntos en la misma cama ?
Ella le mira a la cara, viendo Duarte por primera vez la cara de seducción de su suegra, y le dice:-“ porque no le dices también que estamos follando”. ¡Mira que tienes cosas!. Dile que estamos en habitaciones diferentes. Es una mentira piadosa ¿no crees?
El sonrió, y tras hablar un rato con su mujer, dejo el móvil sobre la mesa de noche. Luego la mira y éste la dice:- ¿ Te supones la que montaría tanto mi hija como mi esposo si llegaran a saber que estamos juntos en una misma cama?... El yerno con la suegra. ¡Qué fuerte!.
El sonríe. Y luego le dice: - Pero Marta. Vd no es cualquier suegra. ¡Vd. esta como un tren!. Me supongo como tendrás al pobre suegro.
-¿a que te refieres? – le pregunta ella intrigada, y mirándolo a la cara fijamente.
- a que va a ser. Que al pobre hombre la tendrá frito. Teniendo una mujer como vd en casa, le tendrá que estar haciendo el amor todos los días - le dejo caer, pese a conocer que sus relaciones eran escasas.
-¿ Tú crees? Tu suegro, es muy buena persona. Pero… después del infarto, en el tema sexual….casi nada.. Tiene miedo que la de otro nuevo infarto. ¿te lo puedes creer?
- No me lo puedo creer. Pero ¿los médicos se lo han prohibido?
-claro que no. Pero el …
El entonces decide jugársela. Por ello le dice:- pero suegra. Una mujer como Vd también tiene sus necesidades ¿Cómo hace para satisfacerlas?
- Te refieres a si me masturbo. ¿es lo que estas pensando verdad? le dijo ella casi de forma retadora.
- Me imagino que de alguna forma tendrá que desahogarse.
- Ya. No niego que alguna vez lo haya tenido que hacer. Pero no es mi fuerte. Ya me he resignado.
- No me lo creo. Una mujer como Vd. no puede negarse ni resignarse a ser satisfecha sexualmente .
Ella le mira con cara de morbosidad le pregunta:- que quieres. ¡Que vaya por ahí como una puta buscando macho!. ¿Eso es lo que pretendes decirme?.
- No he querido ofenderla Marta. De veras que no. Pero, me entristece que una mujer como vd. tenga que verse obligada a resignarse.
Ella en ese momento, le mira y le pregunta:-¿ cómo van tus relaciones con mi hija?
-Bien. Yo creo que bien ¿Por qué lo pregunta?
Ella le mira a la cara y le contesta:- ¿ nuca le has sido infiel ?
- claro que no. ¿A qué viene esa pregunta? Le pregunto el.
- cuesta creerlo. He visto como me mirabas. Incluso me has tirado hasta los tejos. ¿Ya no quieres a mi hija?
-Suegra. Claro que quiero a su hija. Pero, joder…. No puedo evitar verla a Vd como una hermosa mujer. Una mujer que, tengo que reconocerlo “me enloquece”. Y a la que .. no voy a negarlo, ¡me gustaría hacerle el amor!
Ella excitada le dice: - Si que eres directo chico . Se detiene un poco, toma aire y le dice:- ¿ de verdad estarías dispuesto hacerlo conmigo? ¿Aunque sea tu suegra?
Duarte, totalmente lanzado le dice:- Mire Marta. Desde que te vi en el baño, cuando contemple ese cuerpazo, ese precioso trasero… no he dejado de pensar y soñar con…vamos….. “poder echarte un buen polvo ”.
- que cabronazo eres. ¡Sabes que eso sería una infidelidad hacia mi hija!. Si se llega a enterar, supones lo que podría ocurrir ¿verdad?
-No me importa correr ese riesgo- le dice el totalmente excitado.
- Joder, le mira con cara de perra en celo, “no tientes a tu suegra”. Sabes que estoy muy necesitada, y no quiero hacerle esto a mi hija .
Sin poder evitarlo, Duarte, se gira hacia su suegra, pone su mano sobre su cara, la acaricia, y le dice:- No tiene porque saberlo nadie. Pero me gustaría ayudarla a satisfacer su necesidad. Sin negar que tengo unas ganas enorme de follarla. Mire suegra no lo hemos buscado de propósito. La providencia ha permitido que ocurra de esta manera. ¿Por qué nos vamos a reprimir ahora?.
Y sin esperar su contestación, se acercó a la cara de su suegra, y sin más unió su boca a la suya. En cuanto Marta sintió los labios de aquel hombre unido a los suyos, se excito al máximo, y se dejó hacer. Comenzaron a besarse, mientras las manos de Duarte alcanzaban los desnudos pechos de Marta.
Ella se dejó, mientras el hombre contemplada extasiado aquel par de firmes pechos. Beso cada pezón, lentamente, cada milímetro de su aureola. Mientras ella gemía, ella tambien utilizó su mano, y fue bajado por la barriga de su yerno hasta alcanzar el pene ya robustecido del mismo.
Cuando Marta tuvo en sus manos aquel pedazo de vástago, se estremeció. Lo apretó con la palma de su mano, acariciándolo desde el glande hasta la base.
- oh Duarte. Como estás.
-le gusta suegra.
-Pero es enorme - Ella retira la sabana para contemplar aquel enorme vástago que sus manos tenían en sus manos. Ella, observó con detenimiento el pene de su yerno, volviendo a masajearla de arriba abajo. Luego mira hacia Duarte, le palpa los testículos, y exclama:
- oh cabronazo. No solo son igualmente enormes, sino que los tienes bien cargados. ¿Cuándo llevas sin descargarlos?... Porque…. ¡parece que estén repletos!.
- llevo más de una semana suegra. Su hija está con la regla, y no he podido desahogarme como quería .
- una semana. Ya decía yo que estaban repletos . Lugo lo vuelve a mirar y le pregunta : - no habrás pensando en descargarlos en el coñito de tu suegra ¿verdad?.
- Acaso no desea que su yerno la llene con mucha leche calentita. Ha visto como los tengo, seguro que esta noche ese coñito queda lleno. ¡Téngalo por seguro!.
-lo dices con mucha decisión. Pero… ¿acaso te has creído que te voy a dejar correrte dentro de mí?...... Mira Duarte, aún soy una mujer fértil, y no llevo mucho la cuenta, pero…… “es posible que este en mis días fértiles”. ¡Podrías dejarme embarazada!... Lo mira a la cara con cara de lujuria y le dice:- suponte. “Yo embarazada de mi yerno”.
Duarte no le contesto. No quería desperdiciar la oportunidad que tenía a mano, de follarse a su suegra. Y estaba decidido hacerlo como fuera: ¡ aunque corriera el riesgo de que estuviera en su época fértil !. Continua chupando los pechos de la mujer, mientras ésta no paraba de manipular su manubrio.
En un momento dado, el la empuja de los hombros para que agachara, haciendo que la misma bajara su cabeza hasta la altura de su pene. Marta se queda mirando la tranca que tenía en sus manos, ahora a la altura de su boca. Nunca había mamado el pene de ningún hombre y menos del de su marido. Sin embargo, aquella tranca se la mostraban tan altanera, tan majestuosa, que no tardo mucho en meterse todo el glande dentro de su boca. Tras saborearla, comenzó a lamer la misma como si fuera un helado, para luego introducirla todo lo que le fue posible dentro de su boca, hasta que le llegó cerca de su garganta.
Duarte la dejo, mientras ella le hacía una profunda y caliente mamada, al tiempo que el llegó a sus pezones para estimularlos más, contemplando lo duros que los tenía. Tenía unos firmes pechos, pese a ser una mujer que había dado a luz a dos hijos. Ella por su parte, no hacía caso a sus caricias, y seguía engullendo, tragando aquella enorme tranca, jugando con su lengua, con su boca, incluso con sus dientes, también con sus labios.
Duarte se dio cuenta de que si seguía así se iba a correr pronto. Así que, la separó empujando sus hombros para que cayera su espalda sobre la cama. Luego bajando hasta su entrepierna, contempló por primera vez el perfecto coño de su suegra . La verdad es que lo tenía bien arreglado, y notaba los abultados labios de la vagina, ya bastante lubricados, y que, al abrir los mismos con sus dedos, se mostro ante él aquella palpitante raja.
El noto la cara de excitación de Marta al contemplar la posibilidad de que su yerno decidiera comerle el coño. Algo que su marido ni nadie lo había hecho nunca. Ello la incitó abrir aún más sus piernas, lo que fue suficiente para que Duarte posara su boca sobre el mismo y comenzara a disgustarlo.
- oh siii oh Duarte… si comételo … ooooo
Marta no tardó mucho en obtener un orgasmo al sentir la boca de su yerno saboreando todo su coño. No pudo resistirse a coger la cabeza del mismo y apretarla contra ella para que se pegara más a su vagina. Y, entonces, comenzó a convulsionarse hasta venirse en la mismísima boca de su yenro .
Cuando acabó, le miro la cara, diciendo: - Oh Duarte. Creo que lo he hecho en tu boca… pero ….¡no pude contenerme!. ¿se lo comes así a mi hija?
-normalmente. ¿Te ha gustado?
- Reconozco que ha sido la primera vez. Y… ya has visto, has hecho que me corriera en tu boca.
Duarte se incorporó, tomo en sus manos su tranca, con una erección de campeonato, totalmente descapullada, y la acercó hasta el coño de su querida suegra. Ella estaba excitada, mucho más cuando él rozó con su capullo los labios de su chochete, sin usar las manos.
Gimió de placer, y de lujuria contenida. Luego le dice:- Ay Duarte, no sé si debo dejarte entrar en mí. No estoy protegida. ¡Esto es una locura! . Pero el no le dejó pensar más, sino que antes de que ella terminara de hablar, penetró su vagina con gran fuerza, clavando más de las dos terceras parte de su cipote en el coñito de la mujer.
- oh cabron. Despacio… ooo… la tienes bien grande ooooo cabron que gustazo ooooo
Ella entonces agarro la cabeza del yerno con sus manos y metió su lengua dentro de su boca. Y comenzaron a morrerarse, mientras el, como un buen semental, logró alojar por completo los 22 cm de su tranca en el lujurioso coño de la suegra . Rápidamente empezó a bombear, con maestría y precisión aquel delicioso coño, dentro fuera, dentro fuera, parecía un pistón entrando y saliendo de aquella cavidad.
- ooo siii oooo - gemía ella.
El mete y saca del semental era rápido, duro, veloz, brutal, e iba y venía dentro de ella, al tiempo que contemplaba como sus tetas se movían por cada envite que le metía. Ella jadeaba cada vez más rápido, contrayendo su vagina varias veces, y apretando entre las paredes de la misma aquella verga candente que entraba en sus entrañas.
- oh suegra que buena que esta. Que ganas tenía de tenerla así - dijo él sin dejar de bombearla.
- ooo si cabron. Querías follarte a tu suegra. Oooo…. pues lo estas consiguiendo. Ooooodame más fuerte, reviéntame. ooo
El entonces comenzó a meterla y sacarla con más energía, mucho más fuerte, hasta el punto de que ella clavaba sus uñas en el trasero del hombre, al tiempo que entraba en trance alcanzando un sobreaño orgasmo.
- ooo siii me vengo ooooo me matas ooooo
Duarte no cesaba de pistonear aquel coño mientras ella alcanzaba el orgasmo. Y tras el mismo, continuo con la misma energía. Su tranca entraba con tal precisión y dureza dentro del coño de su suegra, que no paso mucho tiempo más, en que Marta se volviera a correr de autentico gusto.
Cuando terminó, el se detuvo con toda su tranca dentro, y ella le miro a la cara diciendo:- uf Duarte. No pensé que fueras tan semental. Me he corrido dos veces con tu polla dentro. Jamás me ha ocurrido con mi esposo.
Duarte, sonrió y le indicó que cambiaban de posición. Ella excitada, le dijo que ahora quería ponerse encima. El sonriendo le dijo:
- que pasa suegrita. Quiere cabalgar a su potro. ¡es eso lo que quiere !
Sin esperar respuesta se tumbó boca arriba sobre la cama, y ella, colocándose a horcajadas, acercó su raja al naipe del yerno y se sentó encima tragándose todo el mástil hasta los huevos. El tomo sus pechos, los cuales colgaban firmes y majestuosos, lo que enceló más a Marta. Entonces ella, apoyó las manos sobre el pecho del hombre y comenzó a cabalgarlo como una autentica jineta, moviendo sus caderas, sin levantar su culo, por lo que ese movimiento hacia que el cipote del yerno entrara hasta el fondo en su vagina, para luego salirse hasta la mitad, y volver a clavarse nuevamente.
-oh cabron que polvo me estas echando. Voy a envidiar a mi hija. Oooo sigue ooooo
- vamos suegrita. Eres toda una amazona. No tienes nada que envidiar a ninguna joven, ni tan siquiera a tu propia hija. No pensé jamás que “meterle la polla a mi suegra me iba a satisfacer tanto”.
Y al momento ella volvió a convulsionarse, obteniendo un nuevo orgasmos quedando agotada, apoyándose sobre el pecho del hombre, mientras recibía la metidas y sacadas del mismo al tiempo que terminaba de correrse.
- ooo siii dame oooo me matas oooooo
Duarte, comprendió que necesitaba descargar ya. N iba aguantar mucho más. Se había follado a su suegra con mucho empeño, y ahora quería deslecharse. Y quería hacerlo dentro de ella . Por ello, invirtieron nuevamente las posiciones, sin sacarle en ningún momento la tranca, y continuó perforando aquella suculenta vagina.
- Me voy venir. Necesito correrme ya suegrita .- le dijo el.
El noto la cara de agitación de ella. Marta se dio cuenta de que la intención de su yerno era hacerlo dentro . Por su cabeza pasaron miles de pensamientos: ¡ y si quedaba preñada !. No sabía con certeza si estaba en sus días fértiles, pero se encontraba tan caliente que era muy posible.
Mientras ella sopesaba todo esto, notaba como el comenzaba a acelerar las metidas y salidas, verificando como el pene de su yerno se hinchaba cada vez más dentro de su vagina , signo evidente de que estaba a punto de eyacular. Iba a detenerlo, cuando sintió la primera lechada regar el interior de su vagina. ¡ joder se estaba corriendo dentro !... su agitación aumento… ¡ oh la iba a dejar embarazada …! Pensó.
Mientras esos pensamiento corrían por su cabeza, la segunda lechada fue más profunda. Constató como Duarte apoyó todo su cuerpo en ella, con lo cual su daga profundizó aun mas dentro de su cavidad, observando cómo tras esto, las siguientes lechadas fueron tan adentro, que prácticamente estaba regando todo su útero . La posibilidad de fecundar sus ovarios, caso de estar ovulando, eran más que probables.
- oooo te estás corriendo dentro… ooo Duarte… me vas a desgraciar……. oooo como te siento… cabron ooo me estas llenanado oooo
Al sentir como la semilla de su yerno se alojaba tan profundamente dentro de su vagina, la hizo contraerse nuevamente y alanzar un nuevo orgasmo. No podía creérselo. Se estaban corriendo al unísono, incluso, este orgasmo parecía más fuerte que los anteriores.
Cuando acabaron, el procedió a retirar su miembro de dentro de ella, al tiempo que ambos observaban el coño de Marta, el cual estaba sumamente abierto y dilatado, y del mismo salía una hilera de semen que descendía hasta el culo de la mujer.
Ella suspiró y le dijo:- me has llenando mucho. ¡Qué forma de correrse! ……Estabas repleto, ¡no hay más que ver como se has dejado mi vagina .
Luego le dijo:- Sabes que posiblemente me puedes haber dejado embarazada. Nunca mi esposo se ha corrido de esta manera . Luego le pregunta: ¿ Cómo es que no has dejado embarazada todavía a mi hija?
- porque su hija dice que aún es muy pronto. Ella está utilizando un DIU.
- Que cabronazo. Y conmigo lo ha hecho a pelo. ¡Querías embarazar primero a tu suegra a que tu propia mujer! le contesto ella.
- No pude contenerme suegra. De todas formas, le juro que en todas mis fantasías sexuales con vd siempre, he soñado como me corría dentro……… Y “ha sido delicioso”. Le puedo asegurar que nada tiene que envidiar a su hija. Es más…. ¡le juro que jamás he disfrutando tanto como con vd esta noche!
Ella se acercó y la beso, quedándose abrazada al mismo.
Se dejaron dormir casi toda la noche. Ya al alba, Marta se despertó primero que Duarte. Observo que estaba dormida sobre el pecho de su yerno, y se quedó un rato sintiendo su calor. Luego miró hacia la entrepierna del mismo, y se quedó de piedra al contemplar como el mismo tenía una erección importante. Sin lugar a dudas era la erección matutina, propia de los hombres. No obstante, ya con la luz del día que entraba por la ventana pudo contemplar las dimensiones de aquella enorme tranca. Y sin poder contenerse, la tomo en sus manos nuevamente y comenzó a masturbarla.
Al momento se despertó Duarte. Al ver lo que hacía su suegra, la dejó.
No tardó mucho en tener su manubrio en plena forma de nuevo, por lo que ella misma se subió arriba y comenzó a cabalgarlo de nuevo. Se sentía como una diosa. El semental de su yerno la estaba haciendo gozar como nunca. Se sentía como una autentica puta. Estaba entregada a aquel macho. Incluso es posible que la hubiera embarazado.
Pronto alcanzo un orgasmo y tras este otro. Nuevamente se recostó sobre el pecho de Duarte, aun jadeando por los intensos orgasmos. Lo miró a la cara y le dijo: -¿ quieres correrte de nuevo ?
- No sabes cuánto lo deseo suegrita. Ha visto como la tengo de nuevo. ¡Creo que los vuelvo a tener llenos! .
Ella echa la manos entre las piernas y alcanza los huevos del macho, y excitada le dice: - es cierto cabronazo. Creo que los tienes nuevamente llenos … se detiene lo mira a la cara fijamente y le pregunta: -veo en tus ojos que quieres hacerlo nuevamente dentro ¿verdad?... “quieres volver a llenar a tu suegra”.
- Marta. Te voy a volver a llenar como anoche. ¡Sabes que también necesitas mi leche!.. ¿Verdad que la quieres dentro?
-eres un cabrón. Quieres terminar de preñar a tu suegra.
-No me importa. Has visto como crece mi polla dentro al saber que la voy a volver a regar.
-ya lo veo cabronazo.
Ella esta vez se puso en plan perrito sobre la cama, instando al yerno a montarla. El se colocó detrás, acercó su tranca y la aloja completamente dentro del caliente coño de su suegra, comenzando a follarla con gran énfasis, durante unos minutos, hasta que no pudo más, viendo como su tranca comenzaba a deslecharse nuevamente dentro de ella.
- oh suegrita… ya me viene oooo……. la voy a llenar ooooo siiiii “va a quedar bien Preñadita”…. Ooo Dios que coño tiene….
-oo si cabrón como te siento ooooo préñame… vamos preña a tu suegra de una puta vez….
Las palabras de su suegra lo excito aun más, y Duarte no paro de deslecharse dentro de aquel suculento coño. Se dijo que era el más intenso y mejor polvo que había echado nunca . Terminó por apoyarse sobre la espalda de ella mientras terminaba de eyacular hasta la última partida de semen de sus pelotas.
Luego se despegó de ella, comprobó ella como la herramienta de su yerno estaba algo desinflada, pero aún vigorosa.
Se ducharon, comprobando que sus ropas estaban secas, por lo que tras desayunar partieron hacia la capital. El tiempo había mejorado, pero aún existían varios problemas en las vías por la abundancia del agua caída, lo que motivo que lo hicieran casi en caravana, tardando bastante. Cerca de la capital comprobaron que el tiempo estaba mucho mejor, y como era la hora de almorzar, tras llamar a sus familiares, optaron por almorzar en un restaurante en el Centro Comercial las Terrazas.
Durante el almuerzo, hablaron de forma muy amena, notando Duarte, como Marta seguía cachonda. Cuando terminaron de almorzar, y ella le dijo:- tengo que ir al baño. Creo que me está escurriendo tu leche y tengo las bragas mojadas .
El la acompaño hasta cerca de unos baños del centro, y antes de llegar le dijo:- Marta, lo que tienes falta es de que te eche otra nueva follada ¿a que si?....... .. ¡Estas deseando que entre a esos baños contigo y te meta una follada como una autentica putita.
Ella disimuladamente palpó la zona donde se localizaba el pene del yerno, y, al ver que estaba de nuevo endurecido, le contesto:- que cabron. ¡Otra vez estas así!.. . Se acerca al oído del mismo, ya que pasaba mucha gente alrededor y le dice: - ¿quieres clavarle esa polla otra vez a tu suegra?.. ¿Eh cabronazo? ¡Acaso crees que soy una puta?
Duarte excitado, asiente con la cabeza . Pero antes de llegar a los baños, Marta le dice de forma lujuriosa: -¡me tienes caliente!. ¡Quiero que me folles como si fuera tu puta!
El hombre se acercó a su oído y le dijo, justo cuando pasaban algunas mujeres cerca: vas a sentir mi polla en todos tus agujeros putita.
Marta se estremeció al escuchar las palabras de su yerno. Quizás se había sobrepasado en su propuesta. ¿ Quería el marido de su hijo sodomizarla?... casi se corre en sus bragas, pensando que aquel macho pudiera estar pensando en meterse por su culito. Jamás su marido se hubiera atrevido hacerlo, por lo que seguía siendo virgen analmente.
Llegaron a los baños con la buena suerte de que no había nadie. Entraron el en baño de las mujeres, y se metieron en el destinado a minusválidos que era mucho más grande, atrancando la puerta.
Pronto se besaron, y al momento ella le bajó los pantalones comprobando que la herramienta de su yerno estaba otra vez a pleno rendimiento. El igualmente le bajo la bragas a ella, oliéndolas, y comprobando que estaban muy mojadas.
Había una espejo en ese baño, y pudo contemplar ella, como el la puso a cuatro patas, y ella le deja ofreciendo su trasero.
- joder putita. Que trasero tienes. Mientras le tocaba todo el coño y luego pasaba los dedos por el ano de la mujer, al tiempo que le hundía unos dedos dentro.
-ooo no pretenderás en serio metérmela por ahí… me reventarías.
- a callar putita. Eres una autentica puta y estas necesitando que este macho te encule. ¿Es eso lo que querías verdad putita?
-Oh no Duarte…
El hizo que ella se arqueara hacia abajo, bajando su espalda. El la agarra de las caderas, agarra su miembro y se la clava por el coño. La follaba con furia, hasta el punto de que pronto ella alcanzó un orgasmo. Entonces le sacó la pieza del coño y la acercó hasta el ano de la mujer.
- oh no….¿lo vas hacer de verdad? ooo - dijo ella.
- a callar putita. Sabes que necesitas ser sodomizada suegrita. Quiero ver como se te abre ese culito.
Lentamente Duarte fue abriendo su ano. Cuando el glande entró, el sintió como el ano de su suegra se dilató lo suficiente para ajustarse al diámetro de su daga. – ooo me matas ooo sacala ooo
Pero el poco a poco, fue metiéndola. Cada centímetro de polla que le introducía era una deliciosa tortura para Duarte, cosa que ella, pareció excitarla cada vez más. Viendo que le había entrado más de la mitad, de un golpe, se la introdujo parando cuando tuvo toda la polla ajustada en su culo.
- oooo me has roto oooooo que daño ooo
Duarte entonces comenzó a acariciar su clítoris mientras la follaba por el culo. La excitación fue subiendo otra vez, pero esta vez mucho más salvaje. El hombre comenzó a bombear su polla en el culo de su querida suegra, al principio muy lentamente, pero su ritmo subía muy rápidamente. Oh suegra me encanta abrirle el culo. Que delicita de culito.
Ella apenas podía responder entre jadeos y gemidos. Cuando comenzó a tener un orgasmo bestial y descontrolado, terminó de descontrolar a Duarte, el cual de dejó ir corriéndome copiosamente en el culo de su suegra. A cada golpe de ardiente semen que introducía en su culo, su respuesta era un aumento de sus gritos y jadeos por parte de Marta, la cual apretaba aun más la polla del yerno con las paredes de su ano. Extenuados, el acabó saliendo de su trasero.
- al final te has salido con la tuya. Me has desvirgado el ano. Creo que me lo has dejado muy abierto.
-ya se cerrara suegrita. ¡Sabes que a partir de ahora eres mi puta! Te voy a follar cuando me plaza - le dijo Duarte.
Se limpiaron y luego se dirigieron a sus domicilios.
Duarte, mientras re-visualizaba esos recuerdos en su memoria había comprobado como su daga había alcanzando unas dimensiones colosales. Y es que su suegra, tras lo ocurrido, lo enloquecía, y esperaba el momento de que se diera la oportunidad de tenerla de nuevo. Pero, eso será motivo de otro relato, en su caso.