Encuentro con mi Señor VIII

Continua

Al día siguiente me despertó la alarma del móvil, que la tenía por defecto, me descoloque un poco, pero enseguida me ubiqué de todo lo vivido en el día de ayer, y cuando me espabilo un poco me voy a buscar mi móvil, apago la alarma, y me vuelvo a meter en la cama, mi Amo sigue durmiendo, yo quiero dormir más, pero con el despertador y el recuerdo de ayer me cuesta, me muevo en la cama, mi Amo pasa uno de sus brazos por mi cintura, atrapándome, estando tan juntos no puedo evitar rozar con su pene, su pene se despierta, se está poniendo algo dura, yo estoy tentada de intentar sentir su pene dentro de mi, pero desisto, porque sé que si lo descubre se enfadaría mucho, mejor portarme bien, así que voy bajando dentro de la sabana hasta tener mi cara a la altura de su pene, juego un poco con su pene entre mis manos, cuando veo que ya lo tiene más duro me lo meto dentro de mi boca, voy poniendo en práctica lo que me ha enseñado a lo largo del día de ayer, me cuesta meter todo, se va despertando, ya se ha despertado por completo y lo sé porque destapa las sábanas, y me mira cómo hago este labor hasta que consigue correrse.  Mi Amo tras eso me hace señas para que quede a su altura, es él ahora quien está encima de mi, pasa sus dedos por mis pechos, estira los pezones, los retuerce un poco y al de rato los amasa, baja una de sus manos hacia abajo, dejo que sus dedos se deslice dentro de mi, esta forma de empezar la mañana no está nada mal, él me hace chupar sus dedos.

  • Muy bien mi perrita, sólo me queda por usar el último agujero que no he usado, pero me tienes que prometer que vas a ser muy obediente eh.

  • Sí mi Señor, lo seré, gracias - le digo contenta de que al fin se haya decidido por hacerlo

Se pone un preservativo en su pene que ya vuelve a estar despierto en la entrada de mi coño, va primero despacio, se desliza dentro con facilidad gracias a que antes con sus dedos me había hecho estar bien mojada, va cogiendo más velocidad, no puedo evitar gemir, creo que encuentra mi punto g, se siente tan llena con su pene dentro de mi, y sigue con sus manos en mis pechos, dos de sus dedos baja hacia mi clítoris, me lo pellizca o me lo flota, dando una mezcla de dolor y de placer.

  • Mi Amo, por favor me voy a correr

  • Aguanta un poco

  • No sé cómo se hace y creo que eso es imposible mi Amo

-No es imposible, pero bueno ya aprenderás, hay tiempo para eso, por esta vez te dejo.

  • Muchas gracias

Al de poco me corro, y él también se vuelve a correr, coloca su pene delante de mi cara para que se lo chupe, y así quede limpio, yo lo hago lo mejor posible.

  • Venga, ahora hay que desayunar, pégate una ducha antes y te toca hacer el desayuno.

  • Sí, Señor

Me levanto, y me cojo las cosas de aseo, en la ducha me doy una ducha exprés mañanera, y me dirijo a la cocina, donde encuentro lo necesario, café para él, una tetera para mi, pan para tostar y fruta, preparo una mini macedonia, las tazas con té y café, caliento la leche y pongo la tostada con la mantequilla y dejo encima de la mesa el azúcar y la mermelada, para que cada cual eche lo que considere. Le espero, está recogiendo la habitación, llega y se sienta.

  • ¿Mi Señor, me puedo vestir? Es que usted lo está

  • No, me gusta cómo estás

  • Joooo, no me puedes pedir que esté todo el día así.

- ¿Cómo?

  • Nada Señor, perdón

Al sentarme, me quejo un poco por el castigo de ayer, mi Amo se ríe un poco y nos ponemos a desayunar.

  • ¿Hoy qué plan tienes?

  • Pues tenía pensado en mirar un poco lo que se hizo ayer en la reunión, y poco más, luego tendría que ir al hotel para cambiarme, ir a la segunda parte de la reunión, despedirme y volverme a mi casa Señor.

  • Bueno, pues como hasta que te vayas a la reunión no tienes gran cosa que hacer te quedarás conmigo, que hoy teletrabajo, y creo que puedes aprovechar un poco más el tiempo conmigo, y comes conmigo.

  • De acuerdo

En el desayuno, al estar yo desnuda mi Amo aprovecha para coger alguna de los trozos de fruta y pasar por meter dentro de mi coño y luego hacer que me lo coma.

  • mmm, gracias Señor, pero ya se comer yo sólita, además no me gusta mezclar sabores.

  • Chisss, me da igual.

Así está él hasta que termina con toda la fruta, menos mal que terminamos, ya vuelvo a estar mojada, y creo que parte de la silla ya tiene mi humedad.

Me echo en mi té 4 cucharadas de azúcar y una cantidad suficiente de mermelada.

  • ¿No crees que te has pasado?

  • ¿Yo? Que va, creo que me he quedado corta, pero no te voy a gastar más azúcar

  • Luego como te pongas tonta por tomar tanto azúcar vas a estar castigada.

  • Vale, pero no es justo.

  • ¿Cuántas veces te tengo que decir que aquí quién dice lo que es o no justo?

  • Usted Señor.

  • Bien, venga termina de desayunar y cada cual a su lío.

Terminamos de desayunar, lo lavo y me cojo mis cosas con los apuntes del día de ayer, y entre tanto voy haciendo las copias que me quedaban, lo había aplazado, no perdonado, así que las hago, mi Amo está en este momento reunido con alguien, por lo que tengo margen, al de un rato cuando termino de hacer las copias y pasar a limpio lo dicho ayer me pongo a pasear por su casa, me aburro, cuando no oigo que habla con nadie aprovecho para mirar dentro de la habitación, está concentrado, me ve, y me hace la señal de que me acerque.

  • ¿Ya has terminado con todo?

  • Sí mi Señor e incluso las copias que me faltaban ayer. Si quiere hago la comida

  • Muy bien, si cuando quieres te portas muy bien, ponte de rodillas debajo de mesa, tengo para un ratito más.

  • ¿Y qué quiere que haga mientras?

  • Te dejo a ti decidir, pero antes vamos a poner el plug.

  • Noooo

Me mira con el ceño fruncido, y sé que he metido la pata.

  • Perdón Señor, pero es que no me gusta tener puesto ni nada.

  • Pero esa no es la forma de contestar a tu Amo, ve a por las pinzas, el plug mediano y el lubricante.

  • Sí Señor - le contesto sin ánimo, no es una de las cosas que me guste, pero él es mi Amo y es quien decide, así que le obedezco.

Cojo lo ordenado, me pongo de rodillas, ofreciendo el culo, y con la cabeza en el suelo, me echa el lubricante, al sentirlo frio, me alejo, pero él me vuelve a colocar en posición, y juega con el plug metiendo y sacando de mi agujero, no me gusta para nada, pero enseguida noto sus dedos también por la entrada de mi coñito, eso me hace feliz, de hecho me acerco más, pero él me da un pequeño azote en el coño.

  • Quieta, tengo trabajo, ofreceme tus tetas.

Lo hago, de rodillas con las piernas abiertas y entre mis manos mis pechos se los ofrezco, sé que va a ser el turno de las pinzas, y lo malo es que no son de las flojas. Me estira el pezón derecho,para luego pinzaroo y luego lo mismo con el izquierdo, no me da tiempo a quejarme, le entra la llamada, yo estoy ya debajo de la mesa. Al principio me estoy masajeando un poco los pechos, pero paro y le quito a mi Amo la ropa que tiene apresado su pene, una vez libre se lo estímulo con las manos, con mis pechos no porque no son grandes, al de un rato me lo meto en la boca, mi Amo tiene una de sus manos bajo la mesa, le extiendo la pinza de mi pecho, supongo que es para marcar el ritmo que quiere que lleve en esto. Y he acertado, mientras estamos con es dinámica algo cliché, yo me estoy tocando por lo excitada que estoy, mi Amo se corre dentro mi boca, el me acaricia, la cabeza.

  • Genial, vas aprendiendo, dentro de poco te cabrá todo entero, pero te voy a tener que castigar porque no te he dado permiso para que te toques.

  • Lo siento Señor, pensaba que no le iba a importar

  • Recuérdame, ¿de quién es el placer?

  • Suyo mi Señor

  • ¿Y quién decide eso?

  • Usted mi Amo

  • Bien, sabiendo eso, ahora te quiero a 4 patas, ofreciendo ese culo travieso, que me lo voy a follar, y ahora si que te quiero ver tocar.

Me pongo como se me ha ordenado, él se pone a jugar con el plug, sigo sin acostumbrarme a tocarme enfrente de alguien, así que no lo hago de inmediato, pero él me da un azote de aviso para que empiece, lo hago sin mucha convicción, coloca su punta en la entrada de mi agujero de culo, va poco a poco, quiere que me acostumbre, y al no estar muy relajada aprieto, dificultando que lo meta, él me conoce, y sabe que mi incentivo para dejar vía libre es darme varios azotes, rindiendome por completo a él, yo me quejo por sus azotes, pero él hace oídos sordos, cuando logra metermelo entero es cuando para, durante un tiempo se queda dentro, luego va sacando y metiendo, sin sacarlo de todo, cuando siente que ya me he acostumbrado y además que colaboro moviéndome para delante y para atrás, olvidándome por completo mi vergüenza de tocarme ante mi Amo y de estar completamente desnuda y accesible. Mi Amo se corre dentro de mi, y al de poco yo también me corro.

  • Muy bien mi niña

  • No soy ninguna niña, no me gusta que me llame así.

  • ¡Qué quisquillosa con cómo te llame! Y me da igual si te gusta o no, niña no es ningún insulto, y menos si de vez en cuando te comportas así, como ayer.

  • Es que necesitaba aprovechar que ayer no era su cumple mi Señor, ayer podía ser bastante rebelde, hoy como es su día especial pues había hacer que sea un Amo feliz. Pero no se acostumbre a esto eh. Jajaja

  • Ah, gracias, pues antes de preparar la comida vamos a hacer algo diferente, quien se va a meter el pene en ese coñito serás tú, yo no haré nada, pero espero que me corra antes yo que tú, primero mi placer y luego el tuyo.

  • Sí mi Señor

Cojo con mis dedos su pene, se lo toquiteo, hasta ver que está bastante duro, le pongo el preservativo, me cuesta un poco, pero lo consigo, y le indico que en los futuros encuentros tomaré medidas para que me pueda follar sin peligro de que me quede embarazada. Al estar él sentado me es difícil metermelo en el coño su pene, pero al final lo consigo, dando mil vueltas antes, me quedo de frente de mi Amo, me lo voy metiendo poco a poco, me da corte que me vea en esta guisa, estoy siendo activa en esta parte, cuando ya lo tengo todo metido, cojo más velocidad y confianza para estarme moviendo más rapido, ve cómo se mueven un poco mis pechos con las pinzas con el movimiento de arriba y abajo. Mi Amo parece orgulloso y estoy feliz de que en su cumpleaños esté contento de que yo le esté complaciendo así como de sentir lo afortunada de ser suya.