Encuentro con mi Señor III

Sigue el encuentro...

La comida con mi amiga que no la había visto en un tiempo ha sido muy amena, aunque tenía sensación de que en cualquier momento podría notar que me habían castigado, gracias a la crema que me había echado mi Señor no sentía tanto dolor en el trasero pero aún así era difícil de mantenerme quieta en la silla.

Luego en la reunión estaba algo incómoda con el plug y la braga medida en el coño, no me podía creer que me pudiera encontrar en una situación semejante. Pero he de reconocer que tiene un punto de interés y excitante por saber que los únicos que sabiamos que yo llevaba mis dos agujeros ocupados eramos mi Amo y yo. Con las copias era un poco más desesperante, ya que debía hacerlo de la forma más discreta sin que notaran  los demás, además debía prestar atención a lo que decían, intervenir un poco y tomar notas. Esperaba que comprendiera mi Amo que no era posible hacer todas las copias, y me reprendía por ser una bocazas porque si hubiera hecho lo que debía no estaría en esta situación. Hago bastantes marabales para poder estar al todo, al final consigo sólo que me quede dos frases por copiar, estoy tentada de decirle que la reunión se ha alargado más y que por eso no nos veíamos hasta más tarde , pero luego desisto en el intento de mentirle, no era correcto. Así que me voy tras la reunión a la habitación del hotel para que encontrarme con él, al entrar en la habitación oigo su voz.

  • Buenas tardes sumisa, ¿Qué tal la tarde?

  • Bien Señor ¿y el suyo Señor?

  • Bien, y más ahora, te quiero a cuatro sobre la cama con el vestido remangado para ver si sigues manteniendo como te he dicho antes.

Lo hago de inmediato y espero.

  • Muy bien, cuando quieres puedes ser una buena sumisa, ahora vamos a cambiar ese plug por uno un poco más grande, así vamos abriendo un poco más ese agujero.

  • Sí Señor

  • Además vamos ya dejar libre el otro agujero, pero no te puedes poner la braga - me dice mientras me quita la braga y saca el plug para - Bien, ahora coge lo necesario para pasar la noche conmigo, quiero jugar con mi sumisa con más libertad y con lo necesario para poder castigarte si te portas mal.

  • Vale Señor, ahora lo hago no tardo nada.

Enseguida cogí lo necesario, que era las copias que había hecho, lo que podía ser valioso, la muda y neceser.

  • Ya estoy Señor, cuando quiera.

Nos fuimos hacia su coche, en todo momento estuvimos hablando de forma normal, como dos amigos ante los demás. Yo creía que me preguntaría por las copias, pero como no lo hacía pues recé para mi que no se acordara luego de eso, parecía de muy buen humor. Ya una vez en el coche, me dijo que debía seguir teniendo las piernas abiertas por si quería algún momento tocarme, así que me mantuve con las piernas abiertas, en un semáforo rojo paramos, aprovechando que estábamos parados hizo una incursion con sus dedos a mi coño, que ya lo tenía algo húmedo.

  • Jajaja, mi sumisa tan dispuesta para tu Amo, si eres buena te follaré.

  • Gracias Señor - y yo para no estar quieta dirijo mi mano hacia su pene, pero me da un manotazo.

  • Mala, no se distrae al conductor, no metas la mano en mi zona, ante todo seguridad, luego ya me podrás tocar viciosa.

  • Perdón Señor

Volvimos a retomar el camino, de vez en cuando metía los dedos dentro de mi, no sabía cuándo lo iba a hacer, iba alternando los momentos que metía o jugar con mi clitoris, pero tenía la advertencia de que no podía correrme, todavía no me lo había merecido, mi Amo quería que demostrara antes mi sumisión hacia él.

Por fin hemos llegado a donde el vive, me dice que donde hemos aparcado no hay gente y está oscuro pues podría aplicarme a lo que quería hacer antes.

  • Venga, ahora si que puedes meter la mano, pero además de mano puedes usar esa boquita tuya. No hay nadie por aquí, tranquila

Me lo dice, yo compruebo por si acaso,no me quiero arriesgar, luego con las manos abro su bragueta, saco su pene, tengo en las manos su pene que voy moviendo de arriba a abajo las manos sobre ello, noto cómo le va creciendo, cuando veo que ya lo tiene bastante agacho la cabeza para metermelo en la boca, al principio lo hago despacio pero luego voy haciendo cada vez un poco más rápido, también de vez en cuando mientras lo tengo metido juego con la lengua con su pene, parece que le gusta aunque no sea capaz de meterme todo su pene, él vuelve a estar introduciendo sus dedos dentro de mí pero alternando con frotar o pellizcar mi clitoris, también iba cambiando de velocidad, todo ello es demasiado para mí que no puedo evitar correrme, al de un rato noto que él también se va a correr, agarra de mi pelo para que mantenga su pene dentro de mi boca, cuando se corre yo por un rato lo mantengo en la boca no sé qué hacer, pero al ver que mi Amo no decía nada me lo trago aunque no puedo evitar que algún que otro resto se me escurra por la boca, el resto que se ha salido me lo quito con los dedos para luego chuparlos. Todo ello lo hago ante su atenta mirada, tras ver que he terminado saca sus dedos dentro de mí, se acerca a mi boca, primero pasa por mis labios, luego con sus dedos queriendo introducirse en mi boca, abro un poco, se los chupo varias veces. He de decir que no creo que me acostumbre estos sabores pero tampoco es para tanto, no es algo asqueroso como pensaba yo.

  • Muy bien sumisa, así me gusta que te lo trague todo pero habrá que trabajar en eso de que no te corras sin permiso. ¿Recuerdas de quién es tu placer?

  • Suyo Señor, usted decide cuándo y cómo.

  • Venga, vayamos a mi casa, preparamos una cena rapidita y seguimos.