Encuentro con mi señor ii

Sigue el encuentro...

Estuve por un buen rato chupandolo mientras el me guiaba la forma de hacerlo con mis pechos, que ya los tenía bastante sensible, ya que estaba más tiempo estirando o retorciendo que amansandolos, de vez en cuando si persistía en el error me daba alguna indicación, cuando ya está apunto lo saca de mi boca, sabe que no quiero tragarmelo, y se corre sobre mis pechos, dejándome toda perdida.

  • Ahora recuestate medio cuerpo contra la cama, con las piernas bien separadas, tripa sobre una almohada y ofreciendo  bien los dos agujeros. Ya te he dado un respiro pequeño, toca asumir tu castigo más que merecido

Lo hago sin protestar, porque cualquier protesta por mi parte no va a servir para nada.

  • Es una pena que no tenga unas pinzas para esas tetitas perra, no me imaginaba tenerte que castigar tan pronto, pero bueno conmigo se te va a quitar toda la rebeldía.

Mientras me dice oigo cómo se quita el cinturón, me giro para mirarle y de alguna forma intentar darle pena para que no me azote.

  • Jajaja, no te va a funcionar, quiero que los cuente y me agradezca cada uno de los azotes, ¿entendido perrita?

  • Pero... ¿así directamente con el cinturón? ¿Sin calentamiento ni nada?

  • ¿Cómo que calentamiento ? ¿Pretendes enseñarme cómo tengo que educar a mi perra?

  • JODER, es que me va a doler un montón y tan directo

  • Tu culo ya tiene ese color rojo por los azotes que te he dado antes, aunque veo que no ha servido para nada, pero tranquila que ahora lo soluciono, y contéstame a lo que te he preguntado.

  • Vale Señor, y no pretendo enseñarle nada.

-así mejor, quiero que los cuentes y agradezca, dependiendo de tu actitud acabaré pronto o no ¿Preparada? - y sin esperar respuesta me propina el primer azote con el cinturón, ante la sorpresa me llevo las manos sobre el trasero

  • Ayy, eso ha dolido

  • No cuenta, quita las manos de allí o te las ato.

  • JODER, pero es que has dado fuerte - lo digo mientras retiro las manos, pero enseguida siento dos azotes rápidos por su parte - UNO Y DOS SEÑOR, GRACIAS

  • No, estos tampoco cuenta, te he repetido muchas veces que no quiero oír ese vocabulario en boca de mi perra, con los demás no me importa pero en mi presencia no lo quiero

  • Pues bien que dices tacos cuando hablamos... - No me da tiempo a seguir porque me vuelve a dar varios azotes con el cinturón

  • Tú sigue así, no me importa tenerte castigada, porque si con eso te dejo suave habrá merecido la pena y da gracias que hay prisa

  • Perdón Señor, lo he dicho sin pensar

  • Así mejor.

ZASSSS

  • Uno Señor, gracias

  • ¿Por qué te estoy castigando?

-...

ZASS, ZASS

  • DOS, TRESSS, SEÑOR, GRACIAS

  • No guapita, esas han sido por no contestar y las que te estoy dando es por gritarme - me dice mientras me sigue dando con el cinturón - aprende a bajar ese genio rápido o tu culo va a ser todo un poema.

  • Perdón, perdón Señor, pero es que es  vergonzoso tener que decir porque me está castigando.

  • Comportate y no tendrás estas situaciones

  • Vale Señor

ZASSS

  • Dime porqué te estoy castigando

  • Por no haberle obedecido SEÑOR, Dos gracias

  • ¿Y qué más?

ZASSS

  • Tressss, au para que duele y no me dejas pensar

ZASSS, ZASSS

  • Muy mal, perra mala, no te he dado permiso para tutearme y no son formas de contestar, esto es un castigo, no se supone que debas disfrutar. Y quédate con las manos quietas, extiende las manos juntas - me dice mientras repasa su vista por la habitación - creo que he encontrado otra utilidad para tu sujetador

Me ata las manos con el sujetador, impidiendo que lo pueda mover para atrás, y vuelve a coger el cinturón.

ZASS

  • Dime la razón por la que te estoy castigando

  • Cuatrooo, Señor, gracias. Y es porque he sido descarada y rebelde

ZASSSS

  • Cinco Señor, gracias

Así va hasta llegar a diez, sin problema, aunque cada vez me está dando más fuerte

ZASSSS

  • Ayyy, Once gracias Señor, auuu, mierda, no tan fuerte, ya he aprendido Señor

  • No, esta no cuenta, que te he dicho de los tacos perrita

  • No puedes considerar que eso sea un taco...

  • Venga, sigue llevando la contraria a tu Amo - me dice sin parar de dar con el cinturón a pesar de intentar moverme - Quieta, si para mi eso es un taco para ti también lo es

  • Perdón Señor, no vuelvo a llevarle la contraria.

  • Así mejor, sólo queda 10 más si eres buena

ZASS

  • Once Señor, gracias

ZASSS, ZASS, ZASSS me da estas tres seguidas, yo ya estaba con lágrimas en los ojos

  • Ayyyy, Doce, trece, ayyy, y catorce Señor, gracias

  • Bien, ahora sólo faltan los últimos 5, que van a ser los más fuertes. Dime a quién perteneces

ZASSSSS

  • Quince Señor, gracias, soy suya Señor

  • ¿Por qué te estoy castigando?

ZASSSS

  • Porque he sido rebelde Señor, dieciséis Señor

  • ¿Cómo te tienes que comportar?

ZASSSS

  • Obedeciendole y respetandole Señor, auuu, Diecisiete Señor, gracias

  • ¿Qué pasará cada vez que me desobedezcas?

  • Ayyyyy, dieciocho Señor, gracias, auu, que recibiré un castigo

  • ¿Cómo será ese castigo?

ZASSSS

  • Muy merecido Señor, diecinueve Señor, gracias

  • ¿Quién soy yo? ¿Y quién eres tú?

ZASSSSSS

  • Auuuu Veinte Señor, gracias, ayyy, es mi Señor, Amo y Dueño, y yo soy su sumisa, perra o lo que considere.

  • Muy bien, espero que esto te haya quedado claro, no me va a tembrar la mano para ponerte en tu sitio - me lo dice mientras deja a un lado el cinturón, se sienta en la cama, me calma mientras me acaricia la espalda - esto lo hago por tu bien, me duele más a mi  castigarte que a ti.

Está un rato más acariciando la espalda, pero cada vez baja más las manos hacia mi trasero, que me duele horrores, se lo hago saber con mis ays, sigue pasando los entre la espalda, las marcas del cinturón y va haciendo una incursión hacia los pliegues de mi vagina, que nota que tengo cierta humedad.

  • Uhmmm, mi niña por lo que has disfrutado del castigo, mira cómo tienes de mojado el coñito - saca los dedos de los pliegues, y lo dirige hacia donde tengo la cabeza, en ese momento meto la cara entre las sábanas - míralo, y chupa mis dedos, saborealo.

Lo hago con la cara roja de vergüenza, porque es cierto que estoy mojada, pero también es cierto que me ha dolido mucho el castigo. Él tras meter los dedos en mi boca y que se los chupe vuelve a pasar por los plieges de mi vagina, dirigiendo unos dedos hacia la entrada y otro dedo hacia el clitoris, juega despacio, metiendo lentamente al igual que flotar o hacer círculos por el clitoris, me olvido un poco del dolor para centrarme en esta sensación, lo vuelve a acercar a mi boca para que se los chupe; así está haciendo eso varias veces, yo cada vez más animada me muevo un poco las caderas hacia sus dedos con un poco más de rapidez, me mata que vaya tan espacio.

  • Quieta, ni sueñes que vas a correrte, esto es un poco de consuelo porque te has comportado al final de castigo, pero no mereces acabar - me dice sacando sus dedos y propinando unos azotes rápidos.

  • Perdón Señor y gracias

  • Bien, ahora espabila un poco y chupame el pene, y vamos a usar el mismo sistema de antes, así que te quiero de rodillas.

Me pongo de rodillas con un poco de dificultad, era la primera vez que recibia azotes, una cosa es imaginar y otra cosa es que sea de verdad. Empiezo despacio, sin meter mucho en la boca, me lo retuerce, quiere que me lo meta más a fondo, voy metiendo un poco más, luego me lo vuelvo a sacar despacio, lo vuelvo a chupar e intento jugar un poco con mi lengua en su pene, parece que le gusta porque su pene crece un poco y me está amasando los pechos, aunque hay momentos que me retuerce los pezones pero a mi me es imposible meter más dentro de la boca y respirar bien.

  • Señor no puedo meter más, sino me ahogo

  • Verás cómo si cabe más, de hecho te va a caber todo mi pene, voy a dejar tus tetitas en paz y te voy a guiar con tu cabeza, no te preocupes y confía en mí.

Así que pasa sus manos de mis pechos a mi cabeza, tiene cuidado con mi pelo, ahora soy más bien una marioneta suya que va moviendo mi cabeza al ritmo que él quiere, así como también la profundidad, llega un momento que me lo mete más a fondo, yo quiero sacarlo pero no me deja, aguanta sin aflojar.

  • aguanta e intenta adaptarlo con la boca y lengua, cuidado con tus dientes

Yo intento seguir su consejo, cuando me he adaptado un poco, el vuelve a mover mi cabeza para que mueva mi boca y chupe más su pene, lo hago por un rato, me avisa que se va a correr dentro de mi boca y quiere que lo mantenga dentro de mi boca pero sin tragar, yo no quiero que se corra dentro de mi boca, sería la primera vez, no me convence la idea, pero él se mantiene firme y me ha metido más su pene a la garganta casi, me intento alejar pero no lo consigo, así que al de un rato cuando noto que sale su corrida paro e intento mantener dentro de mi boca, aunque hay parte que se me escurre por la comisura de la boca.

  • Bastante bien perrita, por esta vez no voy a tener en cuenta tu rebelión. Dime si ha sido tan malo.

Yo asiento, porque no puedo hablar, es verdad que no era tan horrendo su sabor, algo espeso.

  • Muy bien, ahora vete a la ducha que estás hecho un desastre, así no te puedes presentar a la reunión, pero quiero la puerta del baño abierta que no me fio de ti.

Me voy al baño, me enjuago la boca y me meto a la ducha y me empiezo a duchar, no me toco mucho el trasero porque me duele todavía.

  • Date la vuelta, pásame el jabón que voy a limpiar yo ese culo tuyo travieso, no tienes todo el día.

  • Lo puedo hacer yo Señor, no es necesario - indico con vergüenza

  • Ya veo, si no has tocado esa zona casi nada, ponte como te he dicho y con las piernas abiertas, siempre has de estar ofrecida.

  • Si Señor

Hago lo que me ha indicado, pasa el jabón con suavidad, son caricias, hace alguna que otra incursión cerca del ano, pasa su dedo cerca del borde pero sin introducir, así está durante un rato, poco a poco introduce un dedo, ante esta novedad me tenso, pero él me da un azote, eso ha dolido porque tengo la piel sensible y al estar mojada pica más, intento no ponerme tensa, él está haciendo más incursiones con el dedo pero no desaprovecha pasar sus otros dedos por delante, yo intento cerrar

  • Mi sumisa sigue o está más caliente que antes, pero no está siendo una buena perra. - me riñe mientras me da con la mano libre varios azotes - ¿Qué he dicho antes?

  • Que me ponga de espaldas y con la pierna algo abierta

  • ¿Y qué más? No voy a parar - dice mientras me da más azotes

  • Perdón, es que me da cosa decirlo

  • Pues allá tú

  • Vale Señor, estar ofrecida para usted.

  • Bien, comportate perrita, asume que debes obedecer a tu Dueño y no tengas prejuicios. - me dice mientras juega con dos dedos enjabonados dentro de mi ano y otro dentro de mi coño. - esta noche si te portas bien nos duchamos juntos eh

  • Si Señor

  • Creo que ya podemos por terminado la ducha, limpia, aunque eso de que estés en celo no ayudará a tener por mucho rato tu coñito seco.

  • No estoy en celo

  • Cuidado con cómo me contestas, ya veremos quién tiene razón.

  • Perdón Señor

Me aclaro y seco ante su atenta mirada, y luego me salgo del baño esperando sus instrucciones.

  • Bueno, ahora dos cositas más antes de que te vayas a comer con tu amiga, primero ponte a cuatro sobre la cama con la cara en la sabana, la parte que todavía está limpia obviamente y con las piernas bien separadas.

  • Si Señor

Me pongo como él me ha ordenado, me mantengo lo más quieta posible.

  • Relájate, te voy a dar un poco de crema, así no estarás muy incómoda durante la tarde.

  • Gracias Señor

Coge la crema hidratante que tengo y me va esparciendo un poco por el trasero, se siente una aliviada y eso que no soy para nada partidaria de darme cremas, pero en estos momentos muy agradecida, de vez en cuando se centra en dar la crema alrededor del ano mientras con la otra mano va rozando los labios de mi coño dirigiéndose a mi clitoris, no puedo evitar emitir un gemido ante tanta atención.

  • Jajaja, mi perrita en celo, ya estás de nuevo bien mojada, y pide que te lo folle, pero eso no va a pasar hasta esta noche y sólo si veo que eres una buena perra - me dice mientras mete algunos dedos suyos dentro de mi - las sumisas rebeldes se lo tienen que ganar este privilegio de que su Amo y Dueño las folle. Y tú por el momento no has hecho muchos méritos.

Sigue por un rato con su juego en mis dos agujeros, ya que no sólo mete dedos en mi coño sino también en mi ano, yo me tenso cuando lo hace por detrás, pero el me indica que me relaje, de repente siento que algo frío invade mi cono.

  • JODER, ¡qué frío!

  • Cuida esa lengua, me vas a obligar a lavar la boca antes de que te tragues mi semen cuando la chupes - me reclimina mientras me da algún que otro azote en el coño - mantén la posición, lo que estoy haciendo es con tus jugos calentar un poco el plug...

  • No Señor, no lo haga - le interrumpo, por lo que me acarrea más ozotes

  • Aquí quien decide soy yo, además es de muy mala educación interrumpir

  • Perdón Señor, pero va a ser muy incómodo tener esto dentro

  • Por eso hay que entrenar ese culo para que se abra, está muy cerrado, da gracias a que es el tamaño pequeño y que te he puesto bastante crema para facilitar su entrada, eso si quiero que te relajes porque sino te va a doler

  • Si Señor

Así que vuelve a meter el plug en mi coño y me sigue dando crema por el ano, al de un rato noto cómo intenta meter poco a poco el plug, de vez en cuando sin darme cuenta me tenso, pero al final consigue meterlo todo entero.

  • Muy bien, te queda muy bonito, te hago una foto para que veas cómo te queda - antes de que pueda decir algo él ya lo ha hecho - bueno ahora vístete, puedes ponerte ya el vestido y el sujetador.

  • ¿Y la braga?

  • No, eso no vas a llevarlo, asi la próxima vez obedeces

  • Pero...

  • Vístete o llegarás tarde

  • Vale Señor, pero por favor deje que lleve la braga, para la próxima vez obedezco - me visto enseguida sin poner la braga  y me iba a dirigir al baño para limpiar lo mojada que estoy. - este vestido no es muy largo, si hace viento o lo que sea...

  • Quieta, nadie te ha dado permiso para marcharte, y ya me lo pienso. Dime dónde tienes hojas y boli.

  • Perdón Señor, pero es que necesito ir al baño, y lo tengo dentro de la bolsa.

  • Bien, pero luego te quiero de nuevo en la cama tumbada boca arriba y con el vestido remangado.

  • ¿No decía Señor que tenía prisa? - pregunto.

  • Tranquila seré breve.

mientras el escribía algo en un papel yo voy al baño y luego me pongo en posición en la cama y con las piernas algo abierta, igual con eso consigo que me deje ir con las bragas.

  • Muy bien, se ve que cuando quieres puedes obedecer, y he reconsiderado eso de la braga, creo que tienes razón, te voy a dejar llevar, no vaya a ser que luego mojes toda la silla. - me dice mientras vuelve a pasar sus dedos por mi coño y sube hacia el clitoris para flotar y pellizcarlo

  • Gracias Señor - digo

  • Pero no lo vamos a hacerlo a lo tradicional.

  • ¿A qué se refiere?

  • Pues a que meteré la braga por tu coño, sería como un tampón que absorbe tus fluidos y están tus dos agujeros ocupados.

  • Pero...

  • Muy mal, eso no se dice, te falta mucho por aprender, pero tranquila que te enseñaré.

  • Vale Señor, lo que desee

  • Mejor - introduce dentro de mi la braga, se siente raro, pocas veces me he puesto algún que otro tampón. - ¿ves como no hemos tardado nada?, pues ahora únicamente queda decir que me copiaras 50 veces las frases que te he dejado, y la última 100 por malhablada, lo quiero para cuando nos veamos después de la reunión.

  • Mierda, ¿cómo quiere que lo haga si tengo que prestar atención a la reunión?

  • Eso es cosa tuya, y te subo a 100 las frases y 150 la otra

  • No te jode, esto es un castigo para niños pequeños, y ya me has castigado, pensaba que de forma presencial no me ibas a hacer copias

  • Pues has pensado mal, y subimos a 150 las frases y 200 la última. No tengo problema en aumentar las copias, creo que son más que necesarias, si te comportas como una niña pequeña te trataré como tal. Alguna objeción más.

  • No Señor

  • Bien, pues leeme las frases que vas a copiar con buena letra y bien numeradas.

  • ejem... ¿En serio?

  • Sube 50 más a cada copia

  • Vale, vale, ya voy. 1) No desobedeceré ni le llevaré la contraria a mi Amo; 2) Obedeceré a mi Amo a la primera sin poner en duda; 3) soy la sumisa de mi Amo y seré lo que el quiera; 4) Tengo que ser una sumisa obediente y buena para mi Amo y Dueño, y no ser una rebelde porque sino me ganaré castigos muy merecidos; y 5) Ante mi Amo nunca debo decir palabrotas ni nada que el considere inapropiado.

  • Bien, ahora ya te puedes ir, nos vemos sobre las 8 aquí, espero que cumplas todo, no me decepciones.

Cojo todo lo necesario para la reunión y también las hojas para la copia. Nos damos un beso, y yo me marcho al encuentro con mi amiga que había quedado para comer.