Encuentro con mi profesor
Una estudiante tímida logra ser seducida por su profesor, quien es 16 años mayor que ella. En este relato se contará como fue ese primer encuentro lleno de pasión y lujuria.
Jamás, ni en mis fantasías más oscuras creí que lo lograría.
Tener sexo con mi profesor.
Me llamo Dayana y lo que les contaré sucedió cuando tenía 19 años, mi profesor tenía aproximadamente 35 años.
Solíamos conversar mucho pero sin cruzar límites. El me veía como a una estudiante más hasta que un día en medio de nuestra conversación rutinaria salió el tema de la pornografía, me comentó que a el le encantaba ver pornografía y por supuesto me preguntó si yo tambien lo hacía.
En un principio dudé en responder pero decidí arriesgarme y decir que sí. Normalmente era muy tímida y creí que el tema no escalaría a mayores pero sorpresivamente me equivoqué. Mi profesor se mostró muy curioso e intentó indagar más en mis gustos sexuales, yo le respondí prudentemente y sin mostrar mis gustos pero claramente me dió curiosidad y también indague en los suyos, él sin el mayor pudor me envió un vídeo que según él había visto.
En realidad me excito mucho ver el vídeo. Después de ello la conversación llegó al tema de la masturbación y fue allí donde todo inició realmente. Decidí deshacerme de la pena y confesarle que a diario me encantaba hacerlo, era tan excitante decirlo y por supuesto sentí muchas ganas de saber si él también lo hacía a diario, una o varias veces al día, todo.
Sin darme cuenta un enfermo sexual, me preguntó si quería que me enviara un vídeo, a lo que yo accedí. Cuando lo abrí pude ver que se trataba de un trío entre dos mujeres y un hombre, fue extremadamente excitante e inmediatamente comencé a masturbarme y le pregunté por Whatsapp si él también lo hacía a lo cual respondió que sí. Eso me produjo aún más excitación como siempre hacía introduje mis dedos hasta el clímax.
Después de ver el vídeo le comenté lo mucho que me gustaba el semen, la verdad me excito mucho ver la gran cantidad que eyaculó, acepté que me encantaba, y nuestras conversaciones se tornaron tan calientes que terminamos intercambiando nudes. En ese momento dudé en seguir pero el terminó de convencerme cuando decidió enviarme un video en el cual se masturbaba. En el pude ver como su pene estaba erecto mientras se acariciaba y su glande salía a la vista. Ver su pene tan rosadito y provocativo me hizo sentir gran excitación e inmediatamente sin darme cuenta comencé a masturbarme mientras seguía corriendo el video. En el momento en que el eyaculó introduje mis dedos en mi vagina debido a esa imagen tan deliciosa. Fue un momento muy erotico para mi, en el cual sentí demasiado placer y surgieron en mi las ganas de subir al siguiente nivel y lograr tener sexo con él.
A los días las conversaciones se transformaron y solo hablábamos de sexo, las nudes eran de intercambio constante al igual que los audios eroticos. Un día decidió invitarme a tomar cerveza cerca a su casa a lo cual acepté. Este era nuestro primer encuentro desde que comenzó todo, nos vimos, conversamos temas variados y evitamos el tema de nuestras conversaciones eróticas virtuales, quizás por pudor, no lo sé. Al entrar la noche salimos del lugar donde estábamos y él me dijo que tomara el taxi afuera de su casa e iniciamos a caminar. Mientras cruzábamos un parque me detuvo inesperadamente y sin más preámbulos me besó, besaba bastante bien. Su lengua estaba muy humedita, lo cual me parecía delicioso. Me dejé llevar y comencé a tocar su pene sobre el pantalón y luego él tocó mi vagina sobre la ropa interior mientras continuaba besándome. Luego de un momento sentí como su pene se ponía cada vez más duro, y como él lo frotaba sobre mi, situación que me pareció bastante excitante, mi vagina se estaba humedeciendo, nos dejamos de besar y me pidió que fuera a su casa, a lo cual no pude negarme ya que estaba demasiado excitada y sabía que quería tenerlo.
Al llegar a su apartamento entramos sigilosamente a su habitación, ya que sus hermanos se encontraban allí durmiendo. Cuando cerramos la puerta nos besamos de nuevo y suavemente nos acostamos en su cama. Su cuerpo estaba encima mío e inicio a mover su cadera y sentía como su pene rozaba mi entrepierna, poco a poco abrí mis piernas para que el se acomodara mejor, subió mi camiseta y beso mis senos y yo metí la mano en su pantalón para acariciar su pene. Hace mucho quería hacerlo y aun no podía creer lo que estaba sucediendo. Soltó el botón de mi pantalón y lo bajó hasta la rodilla, sus dedos ahora sobre mis pantis recorrían mi vagina, sin darme cuenta soltó su pantalón y saco su pene, corrió mis pantis e inicio a pasar su pene arriba y abajo por mis labios vaginales, en ese momento sentí un calor muy excitante en mi entrepierna y lentamente su pene se introdujo en mi, sentí como inicio a moverse, puso sus manos sobre mi cola, apretandola mientras aumentaba la velocidad con la que embestía su rica verga. Era mucho más deliciosa de lo que había imaginado, durita, gruesita y larga. Me sentía extasiada, sentía como mis jugos lubricaban su pene y eso hacía que me penetrara más fácil, después de un momento sentí como me empezó a llegar con su rico semen, sentí lo tibio y lo abundante de su semen, cosa que me encantó.
Luego del éxtasis puse mi cabeza en su pecho y ambos nos quedamos dormidos un rato.
Al despertar sentí muchas ganas de continuar así que decidí bajar mi mano hasta su pene y acariciarlo mientras él seguía dormido, luego de despertarse decidí besarlo y después de esto yo misma introduje su pene en mi vagina nuevamente. El volvió a embestir de la misma deliciosa forma de hace un rato, haciéndome gemir como hace tanto tiempo no lo hacía, el calor recorría todo mi cuerpo, era evidente que estaba muy excitada. Luego decidí subirme sobre su pene y comenzar a cabalgarlo. Supongo que esto le pareció extremadamente excitante debido a que comenzó a acariciar mis senos y con su otra mano estimulaba mi clítoris. Sabía que quería su rico y espeso semen en mi boca, por lo cual de forma tímida le pedí que se sentara en mi cuello. Sorprendentemente el decidió seguirme la corriente y lo hizo. En la posición tan privilegiada que me encontraba comencé a lamer sus testículos para aumentar la excitación del momento. En la oscuridad pude notar como gemía bajito para que sus hermanos no escucharan lo que ocurría en la habitación. Luego de lamer sus bolas pasé mi lengua humeda por todo su pene hasta llegar al glande y despues lo introduje completamente en mi boca mientras él movía su cadera embistiendo. Cada vez sus movimientos eran más rápidos y sus gemidos mas fuertes, repentinamente sentí como su semen inundaba mi boca hasta que me lo pasé completamente.
Desde ese día han pasado un sin número de encuentros que estaré relatando prontamente.
Este relato fue realizado por él y por mi.