Encuentro bisexual desde un chat

A través de un chat dos heteros hacen realidad sus fantasías bisexuales en un hotel.

Hola otra vez, este no es mi primer relato pero debo reconocer que llevo tiempo sin escribir. Os pongo en antecedentes. Soy español, 36 años, básicamente me lo hago con tías pero me encanta hacerlo con un tío de vez en cuando. Es puro morbo, la mayoría de las veces sin penetración, pero me encanta.

Tuve varias experiencias con hombres, la mayoría de ellos bisexuales como yo, pero es difícil. Mi bisexualidad es un secreto que comparto con poca gente de mi círculo y no puedo permitirme salir por ahí a pillar como si no pasara nada.

En eso que descubrí internet y concretamente el chat. En chueca.com encontré lo que buscaba. Montones de homos y bis chatenado unos con otros y la mayoría con el mismo objetivo: conocerse y en función de cómo vaya pasar un buen rato con poca ropa. La mayor parte de veces chateo desde mi trabajo en Madrid porque no tengo red en casa y durante esas horas cientos de tíos me han tirado los tejos. Los hay que van muy a saco, con lo que paso porque no me fío, demasiado evidente. Los hay muy gays, y lo respeto mucho pero si estoy en un canal bisexual es porque quiero bisexuales porque el sexo con ellos es el que más me gusta: sin complicaciones ni otras implicaciones que no sean el puro sexo y sobre todo que compartan conmigo el morbo de quien suele follar mujeres y hacerlo con un hombre es un tema de morbo y vicio. Como os digo, al chatear en el trabajo no ha habido forma de quedar con nadie en Madrid porque la mayoría proponen para quedar para tomar algo en horas que yo trabajo. Una vez quedé con uno a cenar pero era un tipo rarote del cual pasé, la verdad.

Pero todo cambió para bien cuando estuve en Málaga. Se me ocurrió –feliz idea- llevarme el ordenador conmigo. Tenía la tarde libre y buscando y buscando entré en el chat bisexual de chueca.com con el nick "hotelmálaga". Fueron pasando tios y más tíos pero a todos les veía la goma de la careta. Uno más salido que el pico de una plancha, otro que en la segunda línea ya estaba "te voy chupar la…" (demasiado salido para mi gusto) Cuando ya empezaba a aburrirme me abre diálogo un chaval: Javier. Empezamos a charlar, buen rollo, generalidades varias y vamos entrando poco a poco en el tema. Me cuenta que tiene novia, que es heterosexual pero… En una playa nudista conoció a un matrimonio que le propuso un trío, aceptó y el tío resultó ser un bi y al bueno de Javier le encantó.

Me da buen rollo. Empezamos a fantasear ¿Y si vienes al hotel? ¿Cómo te gustaría que te esperara? "Con un albornoz y sin nada debajo, o tal vez sin nada directamente". Le propongo que se venga, nos ponemos una peli en el canal porno y nos pajeamos y… lo que surja. Ok pero me dice que el pasa de rollos gays, que lo suyo es morbo. Última prueba, llámame a la habitación. Quiero oirle… Buen rollo, me dice: nada de besos ni abrazos. Yo me conozco y una vez caliente soy camaz de casi todo pero el parece tener claro que no, mejor, las cartas boca arriba.

Cuelgo el teléfono y me doy cuenta en ese momento de lo que acabo de hacer: acabo de quedar con un tío que no conozco de nada. Yo, que soy un bisexual en secreto, que estoy en una ciudad que no conozco y en un lugar anónimo e hinóspito como es un hotel. Vendrá a mi habitación y nos quedaremos solos ¿Y si es un gremlin? ¿Un desequilibrado? ¿Y si me roba o me pega? La verdad es que el chaval me había dado buena imrpesión pero

Me fui relajando y excitando con la idea. Preparé la película porno del hotel y me desnudé lentamente, mirándome al espejo e imaginando que en pocos minutos el cuerpo desnudo de un hombre estaría junto a mi. Hay que ver como me excita pensar en hombres, y os juro que no me atraen nada físicamente, no me los miro por la calle, pero cuando me imagino a un hombre desnudo… Bufff!!!

En la habitación no había albornoz así que preparé una gran toalla de baño. Me tumbé en la cama y empecé a masturbarme, estaba excitado pero demasiado nervioso y no se me empinaba, es más, se me hacía pequeña. Los nervios me podía y en eso que llamaron a la puerta. Me puse la toalla y fui a abrir. No puedo recordar haber pasado más nervio en toda mi vida. Abrí la puerta y.. Ahí estaba Javier ¡Qué cara de buena gente! Y que tipazo. No es muy alto, es rubio y tiene una sonrisa encantador, el tíos es amable y abierto. Me saluda con un buen apretón de manos.

Lleva una camiseta marcando el cuerpazo que tiene. Brazos supermusculados, este tio es un cachas

Joder Javier, qué cuerpo tienes

Si me cuido.

¿Qué hago?

Esta toalla fuera

Y tal como dice eso con su mano me quita la toalla y me quedo desnudo en frente de el. Me mira a los ojos, sonríe y con su mano me coge la polla y empieza a moverla.

Se me empina en un par de segundos. Cuando ya estaba dura (tardó muy poco) apaga la tele y la peli porno y me dice.

Túmbate, quiero que te masturbes mientras me desndudo.

Dicho y hecho. Me tumbo en la cama y el empieza a desnudarse y se nota que le encanta que le gusta sentirse observado. Se quita la camiseta y me deja ver el torso. Iimpresionante, dos brazos enormes, buenos pectorales, nada de barriga, pelo pero no demasiado. Joder, ni pagando coseguiría un tío así.

El tio se queda con la camiseta en la mano viendo como yo me hago la paja. Está disfrutando, esto mola.

Se quita los pantalones. Lleva un minislip que le deja el culo al aire, me lo enseña:

¿Te gusta?

Tu qué crees

Recuerda que no lo catarás

Me da igual.

Yo estaba ya como una moto. Se quita los slips y.. bueno, no iba a ser perfecto. La tiene más bien pequeña. Pero visto así desnudo, es un pedazo de tio.

Vuelve a poner la tele, una tía está chupando.

¿Tu chupas? Le pregunto

No, lo siento.

No te preocupes.

Empezamos a pajearnos primero cada uno la suya. AL momento le digo:

¿Te ayudo?

Claro

Le cojo la polla y el me coje la mia. Yo voy a mil pero me parece que a este algo le pasa. Eso sigue flojo y pequeño. Le saco la mano de mi polla y me inclino encima de él. Creo que habrá que hacer un esfuerzo para ayudarle a entrar en situación, es un hetero morboso. Con una mano le acaricio el pecho, con la otra sigo masturbando. Le miro a la cara y le digo

¿Te gustaría que te la chupara?

¡Tu haces eso! ¡Si!

Y bajé mi cabeza ya sabéis dónde. Me puse ese pequeño pene en la boca y empecé a chupar. Ya varias veces me han dicho que la chupo bien y la verdad es que debo reconocer que me encanta hacerlo. Es una sensación muy recomendable, porque a diferencia de las tías, cuando chupas un rabo sabes exactamente qué está sintiendo esa persona, como hacerla gozar y además es el morbo de lo prohibido.

Pero aquel día descubrí una nueva sensación inédita para mi y que os puedo jurar que es una pasada. Aquel pequeño pene de 6 ó 7 centímetros fue creciendo poco a poco en mi boca, se fue haciendo largo y gordo y llegó hasta unos 15 (más o menos). Increíble. El tío empezó a gemir.

Cómo la chupas tío, como la chupas. La chupas mejor que las tías. Sigue, sigue chupándome la polla.

A mi esos comentarios me ponían a cien y me daban más fuerza para chupar y chupar esa polla que ya estaba dura y roja. De vez en cuando me la sacaba para verla brillar ante mis narices mientras mi mano le acariciaba los huevos. La verdad es que el tío estaba muy pero que muy caliente, ya ni nos fijábamos en la película.

Cuidado, me voy a correr.

No suelo comerme el semen de los tíos (sólo una vez), y justo cuando me dijo eso yo estaba con la polla fuera de la boca pero no me retiré, seguí moviendo la mano. El tio se corrió y toda la leche fue a mi cara, algo me entró en la boca, en los labios en la nariz.. Buff, no había hecho esto nunca y me encantó. Yo no me había corrido y llevaba media hora con la polla más dura que una piedra. ¡Qué gusto! El tío echó leche para llenar una botella, y la mayor parte fue a mi cara y eso le hizo correrse más.

Me levanté y fui a lavarme. Cuando volví Javier tenía una cara de felcidad tremenda. Me hizo tumbarme a mi y empezó a masturbarme. Le rogué que se pusiera de rodilas y así mientras me masturbaba pude tocarle todo ese cuerpo lleno de músculos, ese culo duro y… ¡Cómo le gustó que le tocara el culo y el ojete! Mientras me hacía la paja empecé a tocar y tocar, cada vez más fuerte y me pidió que le metiera un dedo. Así lo hice pero no hubo tiempo para mucho más. Mi pobre polla no aguantaba más y empecé a desparramar leche. El no retiró la mano y observó con esa alegría como me corrí.

Nos lavamos, nos vestimos y charlamos un poco. Me contó que tiene novia fija y está a punto de casarse, pero que desde que lo hizo con ese matrimonio lo de hacerlo con tíos en este plan le pone mucho, que ha quedado varias veces por internet.

La verdad es que durante meses estuve chateando y nunca me atreví. Aquel día me arrepentí de no haberlo probado antes.