Encuentro a cinco

Hola amigos de Clima, empezaré mi relato diciendo unos nombres supuestos, pues no me gustaría que parientes y amigos pudiesen identificarnos.

Digamos que nos llamamos yo Roberto y mi mujer María respectivamente, vivimos en una localidad muy cercana a Valencia y tenemos 54 y 52 años. Ella es una mujer bastante resultona de 163, 65 Kg. yo 180, 90 Kg. y corpulento, no mal parecidos ninguno de los dos.

Hace tiempo que nos, o me viene, rondando la idea de amenizar un poco nuestros encuentros sexuales, pues ya son un poco monótonos después de 30 años de matrimonio.

Se lo comenté a María y ella siempre decía que no nos hacia falta, que tenia suficiente conmigo, etc.…, a lo que yo le respondía que a mi me apetecía verla disfrutar con otro, y que lo podíamos pasar estupendamente los dos, etc.….

De tanto insistir ella un día me cogio y me dijo, "si quieres que estemos con otro, será como yo quiera de la forma que yo diga ". Yo después de esta proposición y viendo que era la mejor manera, le dije " se hará como tu quieras cariño, pero vamos ha hacerlo".

Luego estuvimos una temporada follando como locos, eso nos había dado un poco de aliciente. Mas tarde, ella me comento que había algo que la excitaba y que ponía como condición que yo lo hiciese, a lo que yo le conteste "te dije que si hacemos un trío con otro, será como tú quieras". Su contestación fue la siguiente "vale pues, lo que me da mucho morbo, es que estemos los dos con otro, pero que el también te tenga a ti", como ¿???, pregunte yo, "que cuando estemos juntos, tendrás que ser su hembra tu también" me contesto ella.

Me dejó mudo con su proposición, a lo cual tuve que decirle que me dejase pensarlo.

Estuvimos unos días que se enfrió todo un poco, incluso hacíamos mucho menos el amor, después de unas 5 o 6 semanas un día en la cama, empezó a ronronear de la forma que yo se que a ella le calienta y le pregunté….: ¿que pasa cariño?, respondiéndome ella si me acordaba de lo que habíamos hablado, de lo del trío. Le comenté que si, que me acordaba, pero que era muy fuerte lo que me pedía, a lo que ella me contestó "déjate llevar amor ". Luego como estábamos los dos calientes después de 5 semanas, ella empezó a tocarme y a lamerme todo el cuerpo, yo estaba en la gloria, me puso boca abajo y empezó a lamerme desde la nuca a los huevos y yo parecía que me desmayaba, en fin era indescriptible, después empezó a lamerme el ano y a meterme un dedo suavemente, ufff... De repente note algo mas gordo que el dedo, estaba intentando meter algo que no cabía, me hacia daño, intente revolverme y me dijo, "estate quieto, si no te dolerá", en fin, la deje hacer, note como me ponía una crema muy fría, pero me calmaba y luego empujo lo que tenia en la mano, que luego supe que era un consolador de 18 x 3,5 cm, luego he sabido que tampoco era para tanto, bueno estuvo metiéndomelo, sacándolo y tocándome un rato, luego me hizo girar y mientras ella me enculaba con el juguetito, me comía a polla hasta que me hizo explotar en el orgasmo mas grande que recuerdo hasta el momento. Después comentamos lo sucedido, me preguntó si me había gustado y tuve que confesarle que me había encantado.

Después de esta noche, lo fue repitiendo de vez en cuando, ya no me dolía, e incluso cada vez los juguetes eran mas grandes, se compró un arnés para follarme ella como si fuera un tío y luego compró uno que me dio mucho miedo, se me ocurrió medirlo y era impresionante 24 x 5,5 cm., si me metía eso seguro que me lastimaba. Pero no fue así con mucho gel y paciencia logro metérmelo y que yo me acostumbrara, ella decía que era un buen puton, pues me cabía todo y llegue a cogerle gusto, ya no me dolía y esperaba el fin de semana que es cuando estábamos solos para tener mi ración de pollon.

Bueno hasta ahí mi iniciación como puto, luego me dijo que ya estaba preparado para que estuviésemos con un tío y que este nos follase a los dos, esta vez ya no me opuse, la verdad es que estaba deseándolo yo también. Ella me dijo que se encargaría de buscar al idóneo y yo la deje. Le dije que donde podríamos estar a lo que ella me contesto que en nuestro chalet en Denia, que se encargaría de que no hubiese nadie, me pareció bien y así quedamos.

Te diré, puso algunos anuncios en Internet, en los cuales se especificaba que queríamos hombre no mal parecido, alto bien dotado, bisex activo y de nuestra misma o parecida edad.

Le salieron varios candidatos, pero lo que mas le llamó la atención a ella fue, tres amigos de mas o menos nuestra edad que se ofrecían los tres a la vez y le comentaban que podría ser muy morboso el asunto.

Quedó con ellos para tomar café y conocerlos en una céntrica cafetería de Valencia y según me dijo mas tarde fueron muy atentos, correctos y educados, además de parecerles muy atractivos. Eran compañeros de trabajo y amigos del hospital La Fé de nuestra localidad. Quedó con ellos para el siguiente fin de semana en nuestro chalet, poniéndoles al corriente de todas nuestras fantasías.

Como os he contado antes habíamos quedado el sábado, los días anteriores me estuvo aplicando enemas para que estuviese bien limpito como ella dijo, para mi hombre (yo no sabia que iban a ser tres), y allí estábamos el sábado tarde ella se había puesto preciosa, con un salto de cama que me tenia todo el rato empalmado, cuando llamaron al timbre, ve a abrí me dijo, seguro que te sorprende. Valla si me sorprendí cuando se presentaron, diré… Luis, Pedro y José, por poner unos nombres, bueno ya estaba echo, María le dije "tus tres amigos han llegado.

Cuando ellos la vieron, quedaron gratamente sorprendidos llenándola de elogios diciéndole lo guapa que estaba y ella para romper un poco el hielo trajo unas coca-colas y una botella de whiskey, puso unos vasos y ellos empezaron a acariciarla, ufff... verla así, con tres tíos acariciándola, empecé a tocarme la polla sentado en un sillón del salón, luego los hizo sentarse en el tresillo y ella misma los despojó de su ropa, quedando ellos con sus pollas mirando al techo, yo me quede atónito al verlos, Pedro y José tenían unas pollas considerables de 20 y 21 cm, respectivamente y bastante gordas pero Luis era impresionante lucia un falo de unos 26 x 6 cm, lo cual me dio a entender que mi mujer cuando quedó con ellos en la cafetería, no solo tomaron café, como luego me ratificó ( fue con cada uno de ellos al servicio para que demostraran lo que decían por Internet, que era cierto ) la muy puta. Seguidamente empezó a meneárselas se veían las cabezotas relucientes del liquido preseminal, luego me llamó y me dijo, "ven vas a aprender a hacer mas cosas " y me las dio para que yo también las menease, luego empezó a hacerles una mamada a todos, una detrás de otra, y me las ponía en la boca a mi, para que no se enfriasen, la muy golfa, la de Luis no me cabía, la lamia nada mas las otras con dificultad fui metiéndomelas en la boca también. Luego ella se sentó encima de Pedro y José se la daba a comer mientras yo no dejaba que Luis se enfriase je,je,je.

Cuando Pedro se corrió ella chillaba como una cerda, dejo su sitio a José, era maravilloso la veía tan guapa, con sus ojos en blanco y cara de felicidad…. Luego Luis hizo quitar a José y empezó a meterle tamaño instrumento, creí que la rompía estaba como hipnotizado de rodillas asomado viendo el espectáculo cuando note como José me ponía crema en el culo, se proponía metérmela a mi, ya que el no se había podido correr aún, me puse a cuatro para que lo hiciese y empezó a metérmela poco a poco, ufff... no era como los juguetitos de mi mujer, era mas caliente mas vivo, e fin me gustó y al mismo tiempo veía como Luis metía el tremendo aparato a mi mujer y ella lloraba de gusto la muy zorra, en eso estábamos cuando Pedro que se había repuesto y estaba súper caliente del espectáculo, me la dio a comer, o sea que estaba yo ensartado por la polla de José y comiéndole la suya a Pedro mientras mi mujer era ensartada por la de Luis, en fin un cuadro digno de la mejor peli porno. Cuando se corrió Luis, parece que estaban todos de acuerdo, pues sentí como tremendos trallazos de leche me llenaban el culo y al mismo tiempo Pedro me lleno de crema la boca, nunca lo había hecho y me dio un poco de asco, nos fuimos al jacuzzi los tres y luego en el salón tomando unos tragos comentamos lo ocurrido.

Mi mujer me preguntó que me había parecido, a lo que tuve que confesarle que lo había pasado muy bien, entonces comentó…. Aun queda algo, me apetece probar una por delante y otra por detrás. Hizo tumbar a Pedro en la cama y se la metió en el coño, se tumbó hacia delante y José se le metió por el culo empezando un vaivén frenético. Luis me dijo que se la comiese un poco, y me dispuse ha hacerlo, en eso estaba cuando sentí otra vez algo muy frío en el ano, a lo que le comente que imposible que lo suyo era monstruoso, me dijo…. Tranquilo mariconcete, que veras como disfrutas, me hizo poner a cuatro y me metió un par de dedos, luego tres, luego uno mas, a lo que ya era insoportable, pero lo fui asimilando y luego me dijo, para que no te duela súbete tú encima y controlas lo que te entra, me pareció bien y se sentó en el sofá y me dispuse a meterme una porción de aquello. Ufff... la cabezota ya me era una tortura, pero poco a poco y con mucho gel al final entro, fui metiendo y sacando parte de aquel rabo, puse mi mano debajo y observé que aún quedaban lo menos 10 cm, por entrar y además con ese grosor me sentía completamente lleno pero feliz, era algo maravilloso, en eso estaba cuando en un descuido me copio de las caderas y me hizo bajar de golpe, ufff... por un poco me desmayo el dolor era horrible, pero por arte de magia casi al instante se tornó en un gusto indescriptible, me corrí como jamás en mi vida lo había hecho, cuando retorne a la consciencia estaba María, Pedro y José mirándome y sonriendo.

En fin lo pasamos de miedo, luego se fueron diciéndonos que cuando quisiéramos podríamos quedar, a lo que no dijimos que no. Luego mi mujer me hizo poner a cuatro patas para ver como había quedado mi culo y exclamo ufff..., como un bebedero de patos, dije tanto… y para carraborarlo dijo espera me puso mas gel y metió su mano entera para que viese que era verdad, joder como me ha quedado el culo exclame.

Estuve unos cuantos días que me dolía al sentarme, pero mi mujer y yo disfrutamos como nunca.

Bueno amigos si quedo con ellos otro día os lo cuento, hasta otra.

Roberto