Encontre sexo real, gracias a todorelatos (2)
Nunca imagine que aquel policia me encontraría y menos que yo cooperara para disfrutar sin haberlo planeado de un fin de semana lleno de sexo.
Antes que nada, miles de gracias a todos los que se tomaron la molestia de leer mi relato anterior y a todos los que escribieron a mi correo y a los que dejaron su comentario en la página. Concuerdo en que mi historia no se puede confirmar, pero en este país de libre expresión toda observación y sugerencia es constructiva. De verdad muchas gracias por sus comentarios. Alguien me dijo que en esta página no se cuentan experiencias reales, pero no es mi caso pues ahora que tengo un "nuevo juguete" en mi vida, ustedes son los mas indicados para compartirles mi historia, ustedes que comparten el gusto por el placer sexual y saben disfrutar esta parte de nuestra naturaleza. Disculpen que no les puedo contestar a todos, pero les diré algo, ahora estoy mas segura que nunca que la vida debe disfrutarse, a veces con locura, pero con precaución.
Lo que conté en mi relato anterior sucedió a principios de noviembre de 2006, y después de redactarlo y revisarlo un poco, lo puse en la página el viernes 17 de noviembre. Pero lo que ahora les contare es verdaderamente sorprendente, una mentira para muchos, acepto que yo no lo creería, pero les repito es real y me ocurrió el mismo viernes 17, el día en que envié mi relato anterior. Me quede en mi trabajo ese día hasta tarde precisamente para poder enviarlo y bueno ya saben, visitar algunas páginas y revisar correos, etc.
Seguramente recordaran que en mi relato anterior les hable de un oficial de transito con el que tuve una aventurilla. El "muy listo" anotó el número de placas de mi carro y estuvo buscándome y vigilándome desde entonces. Seguramente saben que con el número de placas se puede obtener información del propietario, específicamente el nombre y domicilio. (Ahora entiendo por que unos días después de lo sucedido, de vez en cuando me "seguía" alguna patrulla, incluso hasta rondaban mi casa o pasaban por mi trabajo, pero desafortunadamente no podía identificar al conductor). La verdad es que desde entonces empecé a sospechar que el muy calenturiento andaba rondándome y me dio un poco de miedo para serles sincera, ya que vivo sola. Pero eso me había ganado por morbosilla, así que hay que afrontar las consecuencias de los actos.
Pero volvamos al famoso viernes. Ese día salí de la oficina alrededor de las 9:00 PM, me subí al carro y me dirigí a mi casa. Como a los 15 minutos de haber salido, una patrulla me enciende las luces y me ordena que me orille. En ese momento supe que se trataba de aquel oficial, de manera que me tranquilice pero solo un poco, porque alcance a ver que en la patrulla se había quedado otro. La verdad es que al principio me sentí molesta por que me estaba asediando, pero de todos modos deje que el hablara para saber que era lo que quería. Se acercó y haciéndose el simpático saludó: Pensé que tal vez te gustaría tomar algo uno de estos días, conocernos más y repetir lo que hicimos.
Te equivocas. conteste- No me interesa en lo mas mínimo-
Me sonrió y con un tono entre tierno y autoritario me dijo -Mira perrita, yo se que las viejas como tu andan buscando guerra. Yo tengo lo que necesitas y tal vez algo mas. Así que porque no me haces caso y te bajas del carro. Nos acompañas un rato y así no me obligas a poner una orden de arresto para que te metas en problemas-
Debo aceptar que ese tono dominante en el fondo me gustó, pues ya había fantaseado con ser dominada y francamente desde que me detuvo, supe lo que quería, y para ser honesta yo también ya andaba bastante "deseosa". De hecho deliberadamente había dejado de tener relaciones para andar más fogosa hasta mi próxima aventura. De cualquier manera todavía no era momento de que el me ordenara, así que le conteste: "No seas estupido, crees que me asustas con tu uniforme de segunda? Tan solo intenta meterme en problemas y tal vez te sorprenda como termina tu mediocre trabajo, que nos sabes que acosar sexualmente a una mujer es un delito?".
Debo decirles que se quedó callado, creo que no se esperaba mi reacción. (Sinceramente yo no tenia intención de alejarlo, al contrario me moría de ganas de una buena sesión de sexo, pero debía entender que no era él quien iba a controlar la situación) Así que agregue: "Además, que tienes en mente? Meterme en tu patrulla y llevarme a un hotel barato?
El cambió su tono de voz, y entre risas me dijo. -Oye creo que empezamos mal. Me gustas mucho y no he podido dejar de pensar en ti, además traje un amigo. No lo niegues, estoy seguro que te mueres de ganas por que te hagamos disfrutar. Por que no vamos a algún lado a donde podamos platicar para conocernos, si aceptas la vas a pasar de maravilla-
[Ustedes me comprenderán ¿Que puede hacer una cuando tiene hambre y hay carne disponible? De todos modos le puse algunas condiciones, y las aceptó. A fin de cuentas por que habríamos de arruinar una oportunidad así, con peleas absurdas. Ellos podían darme lo que necesitaba y se irían contentos por estar conmigo.] Así que mientras me mordía el labio inferior y acariciaba con discreción su pene por encima del pantalón, le dije: -En algo tienes razón, soy una perrita buscando guerra- . En ese momento le hizo señas a su compañero para que se bajara, me explicó que era un policía ciclista, muy joven por cierto, y de buen cuerpo. Nos presentamos, y les dije que si íbamos a hacer algo sería bajo mis instrucciones y condiciones, a lo que aceptaron más que gustosos.
Primeramente les pedí que tenían que seguirme a toda prisa, con las luces encendidas como si fuera una persecución, y así lo hicieron. Fue un pequeño gusto para relajarnos y empezar a divertirnos. Eran aproximadamente las 10:15 PM, los dirigí a mi casa, pero les pedí que dejaran la patrulla a una distancia prudente, los subí a mi carro y entramos a mi cochera. Ya venían muy desesperados y querían meter mano, pero entre las condiciones que les puse era que tenían que hacer solo lo que yo les dijera. Cuando entramos a la casa, les ofrecí algo de tomar, se sentaron y platicamos un poco. Después les pedí que se dieran un baño los dos juntos. Al principio no querían, pero les recordaba mis condiciones y que si no las obedecían se irían de mi casa, de modo que finalmente aceptaron. Ya en la regadera prácticamente los bañe como si fueran niños, los enjabone y acaricie tanto como quise, aunque les aclaro que yo todavía estaba vestida, pues me ducharía hasta el final, pero sola. Sus penes ya estaban a mil, y se reían nerviosos, pero se notaba que no era la primera vez que se veían desnudos uno al otro, eventualmente hasta se tocaban mutuamente, seguramente tenían inclinaciones bisexuales. De no ser así, ¿Por qué andaban juntos en estas cosas, haciendo tríos? Después me confesaron que sí lo eran. Cuando terminaron de bañarse, los sequé y les pedí que se quedaran únicamente con su camiseta blanca, sin nada mas. Realmente se veían muy simpáticos con sus penes erectos al borde de su camiseta y media nalga expuesta, parecían chiquillos. Les indique que mientras me daba un baño la casa era de ellos, que se sintieran a gusto. Yo me tomé mi tiempo para limpiar bien todos mis rinconcitos. Cuando termine me dirigí a la recamara a ponerme un baby doll color azul cielo, muy sexy, que se amarra por detrás con listones pero no cubre nada en la espalda, además deliberadamente no me puse tanga y me puse un pequeño collar de piedritas que hace un sonido muy alegre con el movimiento.
Bajé a la sala donde ellos se encontraban y se quedaron boquiabiertos al verme. Nos vimos, sonreímos y puse algo de música suave. Empezamos el cachondeo, bailamos lentamente conmigo en medio y los dos apretándome y acariciándome. Sobaban mis pechos, los mordían y besaban. Me besaban las nalgas, me las abrían y metían los dedos. Me metian la lengua en mi vagina ya bastante húmeda. Me sentía verdaderamente a gusto, muy contenta, pues era la primera vez que hacia un trío. De vez en cuando bajaba y besaba sus penes, nos estábamos poniendo en un estado inaguantable, ya necesitábamos coger, pero el sexo debe disfrutarse sin prisas. No creen? Cambié el estilo de la música a otra con mas ritmo y se sentaron en el sofá, les hice un baile lo mas sensual y excitante que pude, que presenciaron con mucho deleite, se masturbaban y me empezaron a decir algunas cosas como "Te vamos a llenar de leche tus agujeros al mismo tiempo" "Vas a gritar zorrita" "Se ve que a esta vieja le encanta", etc.
Terminé mi baile a cuatro patas en la alfombra, arqueando mi espalda. Dirigí mí mirada al que había conocido primero y le pregunte: ¿Se van a quedar ahí sentados toda la noche? Eso bastó para que se acercaran, uno de ellos me besaba las nalgas y mi vagina, tenia mucha experiencia supongo, por que lo hacia muy rico. Mientras tanto el otro (al que conocí primero) se situó enfrente de mí, lo miré y tomé su pene, lo besé en los huevos y le dije: "hoy tendrás todo lo que no pude darte". Chupe su pene un buen rato, el cual por cierto se sentía duro como nunca había sentido ningún otro, de verdad que estaba a punto de ebullición. Disfrutamos cada momento, me puse boca arriba y les dije: "pueden hacer conmigo lo que quieran, nada mas no hagan cosas raras". Empezaron a darme una buena ración de sexo oral y a la vez mordían mis pezones ya bastante duritos.
Pero faltaba lo mejor. Uno de ellos le dijo al otro: "esta putita necesita un castigo por andarse ofreciendo así nada mas". "tienes razón" dijo el otro. "vamos a meterla a la cárcel". Entendí el juego y coopere. Me levantaron y llevaron a la cárcel (mi recamara). "Por favor no me vayan a esposar" dije, por supuesto con un tono de voz que indicaba lo contrario. Así que me esposaron con las manos hacia atrás y me pusieron otra vez a cuatro patas encima de la cama. Esperaba con ansias la penetración, pero juguetearon con sus penes rozándolos en mi vagina, se alternaban, me la hundían un poco y la sacaban. No aguante más, y me abandone a sus deseos, les grité con mucha calentura, "ya métanmela". ¿Perdón? Que quieres? Que me la metas! Dame fuerte que a eso viniste! Me la dejaron ir sin piedad, estaba sobre mis rodillas y me jalaban hacia atrás valiéndose de las esposas, (lo que me lastimo un poco las muñecas) de modo que prácticamente estaba dependiendo de ellos. Mientras tanto, me deleitaba con el que tenia enfrente, mamando su pene, duro y enhiesto, como un soldadito listo para obedecer. Cambiaron de lugar después de un rato y no me importó probar mis propios jugos, aunque nunca lo había hecho antes.
Les pedí que me quitaran las esposas para estar mas a gusto y así lo hicieron. Ya disfrutando de mi libertad, los puse boca arriba a ambos y los hice felices, primero los masturbe y después los cabalgaba brincando de un lado a otro. Se sentían muy calientes los dos y sospeche que ya querían terminar. Les pedí que se levantaran y ahora yo me puse boca arriba, les pedí que nos cubriéramos con la sabana, y terminaran adentro con todas sus fuerzas, que me hicieran sentir mujer y me dejaran un bonito "recuerdo" en mi cuerpo. Uno me abrazó con bastante fuerza mientras me penetraba. Mis piernas y brazos se aferraban a su cuerpo mientras yo miraba con deseo al que esperaba su turno a un lado, el primero se vació dentro de mí, y mientras disfrutaba su final, no deje de mirar al segundo, con mucho deseo. Ahora era su turno, me tomó, me hizo suya también y al oído me dijo algo que nunca olvidare "gracias por esta noche". Me sorprendió pues lo último que esperaba era un gesto como ese, y menos porque alguien me dijo que un buen polvo no se agradece, sino que se disfruta. Cuando eyaculó, sentí su semen en lo más profundo, caliente, espeso y abundante.
Nos quedamos dormidos y despertamos alrededor de 2:00 a.m. Les pedí que se quedaran pues ya era tarde para salir, con lo que obviamente quedaron de acuerdo. Despertamos y nos dimos un baño juntos. Les pedí amablemente que se vistieran y me dejaran pues tenía cosas que hacer. Ya nos estábamos entendiendo amigablemente, les pedí su teléfono y quedamos en que yo les llamaría, que no me estuvieran buscando. Por un momento no les gustó mucho la idea, pero para convencerlos y demostrarles que haríamos un trato de confianza y que con seguridad los llamaría cuando "los necesitara", les dí su buena despedida, diciéndoles: "bueno tengo hambre y voy a desayunar". Los senté en el sofá, les baje el cierre a ambos y desayune huevitos con chorizo y de postre plátano con leche.
Eso fue el sábado 18. Me quedé todo el día pensando en lo que había sido capaz de hacer, meter a dos hombres prácticamente desconocidos a mi casa, exponiéndome a peligros. Pero tengo confianza en que cumplirán su promesa de no molestarme.
No sé que ha pasado conmigo, creo que me estoy volviendo adicta al sexo, todo el día y la noche del sábado estuve pensando en sexo. No podía controlarme, anduve desnuda la mayor parte del tiempo y no salí de mi casa en todo el día. Me acoste con muchas ganas de estar acompañada, pero desperté sola.
Pero tome una decisión, la noche del domingo no sería igual, éstas ganas de conseguir sexo real tenían que satisfacerse y ahora sabía que tenía la capacidad de lograrlo. Aprovechando que el lunes siguiente era 20 de noviembre, día festivo en México y que es de asueto, tenía que aprovechar el tiempo de la mejor manera. Fuí a la calle a buscar una "inocente victima" y lo encontré.
Pero esto es algo que les contaré después, pues seguramente ya están cansados de "escucharme".
De nuevo gracias a todos. Muchos saludos .Cecy.