Enchufé una webcam y me metí en un chat
Absolutamente real. Encontré una webcam de una playstation y la enchufé a ver si funcionaba y vaya si funcionaba, con la chica que me topé obtuve dos corridas con las que alucinó.
Esta es una historia muy real, me da igual que la crean o no, estoy tan excitado que me ha dado la gana de contarla.
Me ocurrió durante una de esas tardes que cualquier persona suele quedarse a solas en casa y se encuentra en cierto estado de excitación.
Estaba navegando por los distintos sitios que nos permite el acceso a internet, y en un momento de aburrimiento, como los muchos que podemos tener cualquier persona de cualquier sexo, me dio por entrar en un chat, a ver qué se cocía por esos sitios, en los que no entraba desde hacía muchísimo tiempo.
Accediendo a las distintas salas, me encuentro con muchísimas de muchísimos estilos, nombres realmente dispares, tanto sutiles como muy muy vulgares, algunos de ellos lo eran tanto que hasta yo mismo me prohibía la entrada, aunque la tentación era fuerte, hasta que llego a una en la que están permitidas las webcam y, mira por donde, voy dando a cada una de las camaritas, que me permitían ver lo que hacía la gente que se conectaba al chat, trataba de encontrarme con deliciosos sexos femeninos, muchas veces no cabía la posibilidad, en otras ocasiones, de repente, donde alguien con nombre femenino, me permitía “verla”, lo que veía era una verga, y así una y otra vez, veía muchas pollas, penes, miembros masculinos exponiendo su poderío, y yo me carcajeaba de lo que veía, pensando en lo depravado que está el mundo, entre los que me incluyo...
Nada más que veía lo mismo que yo poseo entre las piernas, más y más pollas, hasta que llego a una camarita, que, esta sí que se concordaba con el nombre que llevaba, era una chica y, aunque durita, enseñaba su peludo coño, muy mojado por cierto, debido al trato que estaba dándole, sus dedos no dejaban de entrar y salir de manera peligrosa por la velocidad que habían tomado, dentro de su vagina, a mi me estaba excitando la visión, pero más excitada estaba ella, pues los digitales se le notaban chorreantes por el brillo con que salían de su propio sexo, se apreciaba lo bien que se lo estaba pasando la titi, de un momento a otro iba a obtener un orgasmo sin igual, y, cuando me estaba empezando a masajear mi propia polla, veo que cierra las piernas y casi a los dos segundos, se desconecta la webcam, yo quedé sorprendido, pero era lógico que tras el tremendo orgasmo que conseguiría, acabara con su espectáculo.
Traté de comunicarme con ella, pero no tardó más de dos segundos en desconectarse del chat, evidentemente estaba satisfecha, jajaja.
Me pareció absolutamente increíble que gente amateur expusiera sus cuerpos para que otros disfrutaran de el, me dejó totalmente excitado, el puntito que me faltaba por conseguir una dura erección me lo produjo esa visión absolutamente angelical, aunque fuera el cuerpo de una dama bien entrada en los cuarenta.
En cierto momento que miré hacia arriba mientras hacía un poco de estiramiento, encuentro en una estantería de la habitación, colgando un cable con una conexión usb, me vino a la memoria que yo poseía una webcam, que me había sido regalada por alguien que no usaba ese periférico que venía con su antigua playstation, puesto que las playstations de ahora la tenían incorporada, yo no sabía de esos asuntos, hace tiempo dejé de distraerme con juegos virtuales.
Y me dio por conectarla, y mira por donde, hasta empezó a funcionar, mientras tanto, me hacía un meneito para que la erección no se me pasara, estaba disfrutando como loco por lo que esperaba que sucediera.
Ahora sólo faltaba que funcionara dentro del chat, sería el novamás, yo, con lo excitado que estaba, era lo último para mi, impensable, mientras apago no ceso de menearme el miembro, que estaba empezando a abrillantarse, las primeras gotas de lubricación hicieron aparición.
Me conecté de nuevo tras el típico reseteo del pc y, ahí estoy yo, mostrando “mi poderío”, jajaja, mi excitación a tope, masturbándome como un salido ante los ojos de cualquiera que quisiera observarme.
Ahora solo faltaba la otra parte, yo estaba que me salía del gusto, una de las opciones que tenía el chat, era, buscar gente, y busqué, vaya si busqué, fui dando a distintos nombres, que me parecían de una considerable edad y encontré a varias, que sabía que me estaban observando, porque me lo dijeron cuando les pregunté, y fue de su gusto lo que observaban, pero... no me daban nada a cambio, aunque el simple hecho de que me miraban ya era un punto a mi favor, eso permitía que la excitación no me bajase, además del meneo que me estaba procurando para evitar dicho suceso.
Llegado un momento inesperado, una chica me habla:
Chica: Hola, qué bonito lo que veo.
Yo: ¿Te gusta de verdad?
Chica: Siii, me estoy excitando, me gustaría tenerla en mis manos.
Yo: ¿Y en tu boca? ¿No te gustaría?
Chica: No lo dudes, que te haría una buena mamada.
Yo: ¿Me dejarías que me corriera sobre tu lengua sin que nada se saliese?
Chica: Claro que si, no sería la primera vez... me estás poniendo muy cachonda, muéstrame los huevos.
Yo: Ahora mismo.
Mientras hablaba, no dejaba de masturbarme, ya estaba que me iba a correr de un momento a otro, me incorporé como pude y le enseñé los testículos sin pelos, me gusta quitármelos, creo que es más higiénico.
Me incorporé un poco más pensando que la pondría frenética si le enseñaba mi ano y acerté de lleno.
Chica: Uauuu, que culito, jajaja, me encantan tus huevos, ¿me dejarías chupártelos?
Yo: Claro que si, guapa, me encantaría verte, sino esto va a durar mucho, y no me gustaría que me pillasen en plena paja.
Chica: No puede ser, hay gente en la planta de abajo, tengo vecinos y no sé, pueden venir.
Yo: Bueno, al menos dime que realmente te estás metiendo los dedos.
Chica: Claro que si, de eso no tengas dudas, que estoy poniendo el teclado muy mojado con mis dedos chorreantes.
Yo: Ufff, mira lo que acabas de hacer, más dura no la puedo tener.
Chica: Suéltala, que la quiero ver bien libre, que se sustente sola.
En ese momento solté mi duro miembro, que se sostenía solo, palpitaba y subía y bajaba con cada bombeo de mi corazón, estaba muy duro, como nunca, me daba la impresión de que la infidelidad, por mi parte... estaba produciéndose en ese mismo instante.
Chica: Ufff, me estoy viniendo en este momento, como me gustaría tenerlo dentro.
Parecía que la chica se había corrido en ese mismo instante, pero no me dejaba verlo, yo seguía con mi paja que se podía eternizar, a no ser que la metiera pronto en una caliente vagina o algo distinto me hiciese correrme.
Yo: No sabes lo que me gustaría verte la cara, o tus dedos mojados, me pondría a mil veces mil.
Chica: Bueno, vamos a intentarlo, pero antes, debo comprobar algo, que no sube nadie.
Con la paciencia que me caracteriza, esperé a ver si realmente hacía lo que decía, mientras tanto no cesaba en mi paja.
Bastaron pocos segundos para que su cámara pasara del negro oscuro a un fondo de pared de color, y una silla, pronto apareció una chica mulata, que me mostró su precioso rostro, después de varios comentarios me reveló que tenía 23 deliciosos años y que estaba caliente como una loca, me enseñó que tenía un top y una faldita corta, sin bragas, sin revelarme el bonito conejo que era de su pertenencia.
Yo: ¿De donde eres?
Chica: De la República Dominicana.
Yo: De verdad... ¿te has hecho un dedo?
Chica: Si... mira...
Sus dedos me mostraban lo que antes vi en la anterior chica, estaban muy mojados, los separó un poco y un hilillo de espeso líquido quedó entre ellos, se había terminado de correr como me había dicho y aún no se había ni secado.
Eso me puso más frenético que nunca y empecé a masturbarme más a tope todavía, mis manos tomaron una velocidad imparable, me tomé con una mano la base de mi polla y dejando al descubierto el glande, empecé a menear la otra mano sobre el mismo, sabía que me iba a correr de un momento a otro, y eso que sólo había visto su rostro y su mano recién sacada de su explorada y mojada cueva.
Chica: Oye... ¿te vas a correr?
Yo: Si tu no quieres, aguanto un poco más, pero... me has hecho desvariar, pensaba que nunca daría con una chica que estuviera masturbándose on line conmigo, hacía tiempo no entraba en los chats y nunca me había pasado nada igual.
Chica: Yo es la primera vez que hago esto, es que estaba caliente de tanto ver que los tíos me ofrecen y me ofrecen cosas pero nunca había practicado nada igual, tu me has puesto también tremenda.
Yo: Creo que me voy a correr de un momento a otro, como sigas diciendo cosas así...
Chica: Siiii... quiero tu lechita, córrete para mi, que me estoy poniendo otra vez caliente...
Y no tardé más de un minuto, mi paja era tremenda, con una mano en la base y la otra manipulando el capullo, sentía como si unas paredes vaginales rozaran todo mi miembro, sentía que la leche iba a erupcionar de un momento a otro, no podía pararme más de la cuenta, sólo para tomar una servilleta de papel donde derramar mi caliente líquido...
Chica: Uauuuuu... como me ha gustado esa corrida, jamás he visto a nadie correrse así...
Yo: Siii, me encanta hacerlo, tras llevarme mucho tiempo manipulando mi verga suele pasar, que los chorros salen espesos y son varios, me encanta sentir este gustazo.
En ese momento me dejaba ver su rostro, estaba maravillada, y veía que miraba de un lado para otro, parecía impaciente.
Chica: Creo que se han marchado, no hay nadie en casa, quedé sola, mira esto.
Fue el ultimátum que esperaba, se puso en pie, y me mostró lo que la falda escondía, un precioso coño totalmente depilado, moreno, y unos labios sonrosados, una vagina perfecta, mojada por lo que se estaba haciendo, y ahora ataqué yo.
Yo: ¿Te vas a correr ahora tu para mi?
Chica: Siii, pero necesitaré un estímulo.
Yo: ¿Te parece poco estímulo mi polla?
Chica: Nooo, pero te acabas de correr, seguramente se te aflojará.
Yo: Ni lo creas, con eso que me muestras para nada se me afloja.
Chica: Mmmm, me estás poniendo nuevamente cachonda.
Y así fue, echó una pierna para cada lado, acercó su vagina a la cámara y empezó a menearse el clítoris como a mi me gustaba, aún no metía sus dedos dentro de sí misma pero era bello lo que veía, sus dedos se movían vertiginosos, y los míos también lo hacían, nos estábamos complaciendo de manera virtual, yo podía volver a tardar en correrme, pero se me endureció mágicamente de nuevo, ella estaba enloquecida y se le veía que disfrutaba, sus dedos ya salían y entraba de su vagina, yo estaba como loco, sentía que me iba a correr de nuevo.
Yo: Quiero ver como te corres, dale fuerte, que yo aguanto mientras tanto.
Chica: Siiii, pero enséñame tus huevos de nuevo y tu culo y enséñame como te pajeas...
Y ahí estábamos los dos, ella con dos dedos dentro de sí misma volviéndose loca y yo mostrándole todo lo que pedía, estábamos que nos salíamos...
En cierto momento ella empezó a cerrar y abrir sus piernas, evidentemente estaba sintiendo mucho placer, y eso me estaba poniendo otra vez a mil, yo sentía que mi semen viajaba otra vez hacia el exterior, y ella me mostraba sus dedos mojados y su vagina palpitante, mientras me escribía...
Chica: Me viene de nuevo el orgasmo...
Yo: Y yo me voy a correr otra vez...
Chica: No puede ser... jajaja, si te acabas de correr...
Yo: Pero me estás volviendo loco...
Así seguimos durante un par de minutos más, en los que ella terminó por cerrar sus piernas y llevarse sus mojados dedos a su boca, mientras me mostraba una teta.
Yo no pude aguantar mucho más, volví a correrme de nuevo, los chorros saltaron fuerte de nuevo, hasta yo mismo me sorprendí de tal proeza, quedé doblemente satisfecho.
Chica: Uauuu, que te has corrido de nuevo... eres increíble... como debes follar en lo real... si te tuviera aquí te dejaba seco, y tu a mi preñada, seguro... jajaja.
Y así fue, me corró por segunda vez, en menos de media hora, cosa increíble para mi, pero es que la chica, se lo merecía, si hubiéramos estado juntos, los polvazos tal vez habrían sido tres o cuatro, pero... no pudo ser, me tuve que conformar con lo virtual.
Tras eso intercambiamos varias frases, ambos nos teníamos que marchar y nos agradecimos esa tarde virtual por el chat, ya... no la he vuelto a ver... pero me encantaría.