Encanto bestial 4
Masturbándose en un callejón
Volví a soñar con él y como sus enormes manos apretaban mis senos y los abarcaba en su totalidad, soñé con su mirada perversa mientras me comía la boca con sus labios perfectos, otra vez volví a despertarme cuando el estaba a punto de agarrarme con sus enormes brazos y levantarme de la cintura para penetrarme.
En la oscuridad de mis ojos cerrados volví a repasar el día que lo conocí, la forma en que me miro, y el contraste de su actitud en nuestro segundo encuentro, analice la situación para ver que era lo que había hecho mal, y recordé su expresión de disgusto al oler mi perfume, Talvez a él le guste una mujer más natural, con el cabello moviéndose al viento como la primera vez que lo vi.
Ya se que intentar pensé, dando un brinco en la cama que hizo que la humedad producida por mi sueño se resbale por mi entrepierna, me diriji al baño y sólo lave mi cara y cepille mis dientes, elegí el primer vestido que encontré uno azul de tela fina largo hasta las rodillas, Me lo puse sobre mi cuerpo aunque aun estaba húmeda y simplemente así, despeinada y sin ropa interior.
El rose al caminar me producía un tremendo placer al ir tan mojada, y se me hacia difícil no dar pequeños gemidos, al llegar al mercado note como mi clítoris latía de sólo verlo, estaba cargando unos cajones, lo vi de su enorme espalda y su pequeña cintura, su cuerpo era un perfecto triángulo invertido, como el de los superhéroes de las películas, tenía un monumental trasero , con una circunferencia perfecta, me quede embobada mirando tanta perfección y no note cuando giro y me miro, nuestros ojos de cruzaron por un instante y yo le sonreí embobada, me acerque a él como en un transe mientras el movia su nariz, podía olfatear mis hormonas femeninas alborotadas y por una milésima de segundo su mirada Cambio y me sentí como si fuera su presa Mientras el de relamia. El transe de rompió cuando el dijo ¿Quieres algo niña? A ti respondí instintivamente, el me miro y me dijo -¿que? Yo le respondí -¿adonde están las chauchas? Su risa retumbo en el lugar y yo enrojesi , al fondo a la derecha pronuncio mientras me acompañaba en el camino, estaba realmente avergonzada y el parecía notarlo y regodearse por eso. Me paso las chauchas y nuestras manos se rozaron, estaba tan exitada que sólo ese pequeño rose provocó que saliera un gemido de mis labios, él me miro Con su penetrante mirada, pero ninguno de los dos dijo nada, saque de mi bolsillo el dinero para pagarle pero lo deje caer sin querer, me agache a buscarlo y cuando iba a levantame mi cabeza quedó a la altura del bulto que se le marcaba en su pantalón de Jean, podía sentir el calor y el aroma a testosterona que de él emanaba, una electricidad recorrió mi cuerpo, estaba demasiado exitada.
Le pague con rapidez y salí casi corriendo del lugar, todo mi cuerpo latía, doble en un pequeño callejón y me fije que no allá nadie, tire la bolsa con chauchas al piso con torpeza, y rápidamente mi mano se adentro en mi entrepierna, estaba enpapadisima,tres de mis dedos entraron con facilidad y comencé a sacarlos con exesiva rapidez, recordé que estaba en la intemperie y mis gemidos serían muy audibles así que me mordi mi brazo libre al ritmo que mis dedos hacían su trabajo, sentí pasos cerca de la calle, así que acelere el ritmo, Mis piernas empezaron a debilitarse y casi me caigo al instante que un brutal orgasmo atravesaba mi cuerpo.Los pasos se acercan, me incorporó con torpeza, recojo las chauchas y salgo Con normalidad del callejón, observó a un hombro cerca sonreirme con picardía, no se Si llegó a verme, me avergüenzo y aceleró el paso para llegar a casa.