Encantamiento (1)
Para todos aquellos que han tenido la dicha de coger con amor.
Parte I
A veces hay cosas que sientes, aun sin verlas, puedes sentirlas, sobre la piel, dentro, muy adentro, ocultas, dormidas, y cuando despiertan la sensación es abrumadora, excitante, extasiante, pletórica. Yo lo descubrí hace siete años. La primera vez que lo sentí fue cuando el llego a mi apartamento y suspire al abrir la puerta. El es mi mejor amigo, John, y solo es mi mejor amigo al menos hasta que pueda cambiar ese pequeño e insignificante detalle; los irlandeses dicen que la negación es el arma más poderosa, y yo me niego a no intentar hacer que me quiera, como si negar que algo no pudiera ocurrir hiciera que eso se materializase, suena como una compleja paradoja para mi, pero tiene sentido.
Comencé a salir con Mike como un primer intento de negación, John estaba feliz por mi, pero si yo no amaba Mike y me negaba a creer que John no se interesaría entonces sucedería, y sin darme cuenta me sumergí en el complejo mundo de mis paradojas personales y me deje llevar, tan lejos como podía haber llegado, es decir, hasta que Mike quiso llevarme a la cama.
En realidad no es que no quisiera continuar y dar ese siguiente paso, es simplemente que estaba aterrado, muy aterrado, yo nunca lo había hecho con nadie, y encima, me moría por hacerlo con John y el no mostraba el más mínimo ápice de interés, pero sobre todo, tenia miedo de que Mike se diera cuenta de que lo estaba utilizando para, no se, ya intente explicarlo, estaba confundido.
John creyó que solo estaba nervioso y me animo a hacerlo -Jamás- espeté sin poder ocultar el nerviosismo en mi voz, me temblaban las manos y apreté los puños en un intento casi inútil de contener el llanto por que mi amor platónico me instaba a acostarme con otro en lugar de decirme lo que quería escuchar y pedirme que me arrojara en sus brazos -Yo estaría contigo- me dijo- es decir, si quieres, para que te sientas más tranquilo- me dejo atónito, ¿o entendí mal o quería acompañarme y ver como me desvirgaba el culo Mike?, sonaba obsceno, lujurioso, sucio, y tremendamente sugestivo. Acepte.
Quede con Mike unos días después, y cuando finalmente me llego el momento John paso por mi, me llevo en auto hasta casa de Mike y ahí parado en la puerta, mientras tocaba el timbre, pensaba en John, que estaba a unos pasos de mi y me envolvía su perfume, cerré los ojos y aspire su aroma, pero Mike rompió el encanto cuando abrió la puerta.
La verdad es que Mike se veía encantador, atlético, alto, con ese cuerpo delicioso que se carga, soberbio, pero por Dios que no lo amaba, y me revolvía el estomago pensar en eso. John prácticamente me empujo adentro, me había quedado ahí parado como idiota, envuelto en la bruma de mis confusos pensamientos, reprimí las ganas de gritar y largarme, deje que ambos me guiaran.
No hubo preámbulo ni presentaciones ni nada, íbamos a bueno, a lo que íbamos. De inmediato me dirigieron a la habitación, Mike tomándome de la muñeca derecha y John detrás, empujándome, susurrando -tranquilo- me decía -voy a estar ahí- y el no sabia que era eso precisamente lo que me ponía tan tremendamente mal.
La habitación era pequeña, medianamente iluminada por una lámpara en un extremo, alfombrada, una cama matrimonial, un espejo de cuerpo completo, un par de muebles más, muy bonito, nada espectacular ni fuera de serie, Mike me atrajo hacia el y comenzó a pasar sus manos por mi cuerpo y su cara por mi cuello, sentía su respiración en la piel, y me preocupaba que las cortinas no combinaban con el cuarto lo cual solo reflejaba el nivel de interés que tenia en Mike y que mi mente trataba de alejarse hacia cosas de menos importancia para desviarme de ese pensamiento estorboso y petulante que invadía mi ser, y para ser más exacto, para no pensar en John.
John se acerco por detrás y yo, concentrado en la horrible cortina, no me di cuenta, cuando lo note su cuerpo ya estaba pegado al mío, me tomo por los hombros y me susurro en el oído -déjate llevar- me beso la oreja -relájate- cerré los ojos, extasiado por el sonido de su voz y el contacto de su calor humano mezclándose con el mío.
John se aparto y se sentó en un extremo se la habitación. Bese a Mike con avidez, sentí como respondía apenas a mi beso y me recorría todo con las manos, y me sacaba la camisa del pantalón y me tocaba la piel, y fue entonces que me deje llevar, sabia exactamente lo que tenia que hacer.
Le tome la corbata y deshice el nudo con impaciencia, me costo trabajo, me temblaban las manos desmesuradamente, trate de controlarlo pero tenia esa mezcla de nervios, terror, excitación y amor contenido en las entrañas y me era difícil tener control de mi cuerpo, sin olvidar que trataba además, de ignorar a John ahí sentado, tan cerca de mi y a la vez tan lejos, inmóvil, mirándome con ¿ternura? por fin logre retirarle a Mike la corbata y el inmediatamente me tomo por el cuello acercando sus labios a los míos, y me planto un beso, separe los labios apenas un poco y deje que su lengua invadiera mi boca provocándome escalofríos, cerré los ojos y lo abrace correspondiendo el beso, con la cabeza concentrada en John, solo en John.
Me separe de Mike y desabroche mi camisa mientras el hacia lo propio con su ropa, demasiado rápido para mi gusto, casi parecía que quisiera arrancarse la ropa en su totalidad sin miramientos, yo me tome un poco más de tiempo. Pausadamente desabroche mi camisa, uno a uno los botones, tan lentamente, como si quisiera que se aburriera de esperar y me pidiera dejar todo para otra ocasión, lo que obviamente no sucedió. Cuando por fin me la quite dejándola pulcramente doblada en una silla que había cerca de la cama, proseguí con el lento ritual de desvestirme, me quite el cinturón, los zapatos, los calcetines, el pantalón, todo tan lento, tan pausado, tan tremendamente desesperante para Mike, que me miraba casi suplicante, pero sin decir una palabra, por fin, me puse de pie y para mi sorpresa, y creo que un poco de horror electrizante, John se acerco, me beso la frente y me quito la camiseta, sentí el contacto de sus manos en la piel del torso, se me puso a piel de gallina, me sentía tan incomodo ahí frente a el, solo con la ropa interior, mientras el conservaba toda la ropa puesta, era un poco injusto ¿no les parece? Mirándolo a los ojos me deshice de la ultima prenda y sonrojado termine por desviar la mirada mientras el me recorría, desnudo, frágil, vulnerable.
Me arrodille frente a la cama, John hizo lo mismo, quedando detrás de mi y haciendo acopio de valor que saque de alguna parte trate de ignorar que me estaba mirando demasiado cerca y me concentre en Mike,
Tome su pene con la mano derecha dirigiéndolo hacia mi boca, humedecí su glande con apenas la punta de la lengua, lo más suavemente posible, tan lento, ensalivándolo, tomándole sabor, después comencé a mover la lengua en pequeños círculos en la punta de su hermoso pene, haciendo que Mike comenzara a mover la cadera hacia mi, rogando con los ojos que me lo metiera a la boca, sonreí para mis adentros, cerré los ojos y me quede inmóvil, y fue cuando me perdí por completo, me explico: yo sabia que era Mike pero en mi cabeza en mi boca yo tenia a John, sabia a John, sentía a John, y cuando ese sentimiento de alivio me invadió, sabiéndome entregado a John y no a Mike, cumplí su deseo, me metí la cabeza de su pene a la boca, apretando con los labios, lamiendo suave y lentamente una y otra vez, apretándolo con los dientes, haciendo presión, succionando el glande en mi boca, apenas un minuto después lo saque y entonces comencé a pasar la legua por todo lo largo de esa generosa herramienta, de la base hasta la punta, alternando la lengua con la mano, lo recorría y exploraba dejándolo embadurnado de saliva, masajeándolo, apretando apenas un poco los labios, recorriendo cada centímetro de su tirante piel, ciñéndolo crecer en mi boquita, descubriendo cada rincón oculto de esa dulce, caliente y enrojecida piel, escupí en la punta de su polla y de un golpe me la metí entera, o al menos hasta donde me cupo, hasta el fondo de la garganta, comencé un lento mete-saca pausado, rítmico, apretando con los labios haciendo presión sobre su piel, apretando sus testículos con la mano izquierda, acariciándolos y apretando la base de su pene con la derecha, Mike me agarraba el cabello y me empujaba la cabeza hacia abajo provocándome arcadas, la saliva me escurría por las comisuras de la boca, empapándome los labios, recorriéndome la barbilla, chorreaba su pene e iba a dar al piso, entre mis piernas y las de Mike, sentí que me ahogaba, me costaba respirar pero hice un esfuerzo por continuar, apreté su pene con ambas manos y me metí y saque la cabeza repetidamente mordiéndolo, ensalivándolo, acariciándolo con la lengua, repasándolo, entonces Mike se puso de pie y retiro mis manos - Abre bien la boca - obedecí, hipnotizado, aspirando con fuerza, sintiendo como el pecho me subía y me bajaba y el corazón me palpitaba con tal fuerza que temí que fuera a salírseme por la garganta, abrí la boca, sumiso, expectante y Mike dirigió su pene a mi boca, sin previo aviso, me penetro de lado, hundiendo su carnoso glande en mi mejilla izquierda, tomando mi cabello para apoyarse metía y sacaba su carnoso pene con fuerza, me hacia daño, la saliva me escurría por la barbilla hasta el pecho y me dolía el mentón por tener la boca tan abierta durante tanto tiempo, me toque los pezones, los pellizque, note que su pene hacia un ruido nauseabundo al penetrarme y golpear mi mejilla y el bulto que se formaba en mi cara era considerable, después de lo que me pareció una eternidad Mike finalmente cambio de posición y me enterró su pene hasta la garganta, me tomo el cabello con renovadas fuerzas y empujaba mi cabeza hacia adelante y hacia atrás a su gusto, me esforcé por no vomitar, me agarre a sus muslos, me dolían las rodillas por la posición, imagine que me quedarían unas horrendas marcas rojas durante un rato, creí que me desmayaría y entonces cerré los ojos y fue cuando sentí la mano de John recorrerme la espalda, tocándome muy suavemente la piel, deslizando sus dedos por mi columna vertebral, y comencé a succionar el pene que albergaba en mi boca con deleite, como si se tratase del caramelo más dulce del mundo, apretando el glande con los labios, moviendo la aterciopelada lengua sobre su caliente y tirante piel, y pensando en los suaves dedos de mi Johnny jugueteando en mi espalda, saboree cada centímetro de piel, lo engullí y disfrute como jamás creí posible, saque su pene lo tome con ambas manos deslizando su piel para cubrir su glande para inmediatamente tirar esa misma piel hacia atrás dejando la cabeza vulnerable, cubriendo de besos la punta, ensalivándolo, mordiéndolo, me encantan los penes no circuncidados y entonces me detuvo abruptamente Mike es un experto en romper encantos.
-¿vas a correrte?- pregunto John - estoy más que a punto de correrme - contesto Mike entre jadeos entrecortados, tratando de suavizar su agitada respiración y detener su inminente orgasmo, me quede sentado en el piso mirando las marcas rojas que sabia que ya tenia en las rodillas tratando de ignorar el dolor que tenia en ellas por la posición, apenas me estaba acomodando en la alfombra cuando súbitamente Mike interrumpió mis pensamientos tomándome por las axilas y me levanto dirigiéndome a la cama, me subió en ella, me dio la vuelta y me empujo hacia adelante, yo entendí que quería que hiciera y para facilitarle la tarea ya que parecía que el muy torpe no podía ni hablar (creo que es verdad eso de que algunos hombres piensan con el pene) dócilmente me coloque en cuatro, dejando el culo al aire a su merced, a su total y completa voluntad, y de pronto me sentí sumamente avergonzado de estar así, frente a John, mi John, totalmente expuesto y vulnerable, pero en realidad no tuve mucho tiempo para reflexionar sobre mi ya que cuando la duda aparecía en mi cabeza sentí como el calido aliento de Mike en mi culo desvío mis pensamientos, sus expertas manos separaban mis nalgas haciendo que mi virginal esfínter se abriera apenas un poco, invitador, incitante, suplicante, ávido de ser penetrado, entonces Mike coloco la punta de su lengua en la entrada de mi ano, apretándola apenas un poco, sin penetrarme, e inmediatamente comenzó a pasarla de arriba a abajo, muy lentamente, ensalivadome, suavemente, sentí como movía la lengua en círculos para después apretarla contra mi estrecho agujero forzando mí esfínter a abrirse un poco más separando mis nalgas al máximo con ambas manos, una a cada lado, mi pene, ya en la plenitud de una descomunal erección, se sentía estallar, mis pezones estaban inflamados y mi cabeza tan confundida y extasiada que no me di cuenta cuando comenzó a apretar uno de sus hermosos dedos en mi esfínter, apenas un poco, muy pausado, entonces, su índice penetro mi esfínter apenas un ápice y lo dejo así unos segundos dejando que me acostumbrara a la sensación para después forzar aquella presencia extraña a entrar hasta el nudillo haciendo que mi cuerpo reaccionara y se moviera instintivamente hacia adelante, involuntariamente, tratando de evitar al intruso que le hacia un visita, entonces John se puso enfrente de mi y me miro a los ojos, creí que lloraría, me sentía abusado y me parecía estar traicionando a John, mi John, que se había quitado la ropa mientras yo estaba ocupado ofreciéndole el culo a Mike, John, a quien miraba con los ojos como platos tratando de tragármelo con la sola vista, John que me susurraba -no tengas miedo, yo estoy aquí, estoy contigo- y me acariciaba el pelo y pasaba sus dedos por mi nuca y mi cuello -déjate llevar, no temas, estoy aquí contigo- su dulce voz aminoro el estremecimiento que sentí cuando Mike introdujo un nuevo dedo para hacer compañía al que ya se albergaba en mi culo, y los metía y sacaba parsimoniosamente, sin prisa, sin fuerza, muy suave, haciendo que mi esfínter dilatara poco a poco para acostumbrarse a sus dedos y logrando que me hiciera revolverme en la cama de puritito gusto, mirando a John con deseo, mordiéndome los labios en un vano esfuerzo por no gemir, sintiendo sus dedos entre el cabello y su aliento en la cara, y el calor que emanaba de su ser, Mike introdujo un tercer dedo no sin esfuerzo arrancándome un gemido de ¿incomodidad? -mmmmh Miiiike nooo bastaaa- dije sin autoridad en la voz -aaaah aaamm mmmmmh- los dedos de Mike se introducían hasta el nudillo para volver a salir inmediatamente, cada vez más rápido e incluso comenzó a moverlos en circulo, ensanchando mi agujerito virgen.
Mike saco sus dedos de mi ano y me tomo por las caderas y se sonrío tan confiado, relamiéndose, con los ojos clavados en mi culo semiabierto y dolorido, y me escupió en la entrada del culo introduciendo la saliva en mis entrañas con ayuda de su índice, ensalivándome con la lengua, introduciéndola en mi esfínter, ayudándose con las manos -oooh uuummm mmmh Mikeee nooo oooh- la sensación era enloquecedora, su lengua apenas penetrándome, alternándose con un par de dedos, creí que perdería el control total de mi cuerpo en cualquier momento, entonces Mike, interrumpiendo la labor tan placentera de su lengua en mi culo, se arrodillo detrás mío y ensalivo su pene, tomándolo con la mano derecha apunto a la entrada de mi culo y apoyando la mano izquierda en mi cadera comenzó a apretar la cabeza contra mi esfínter, muy suave, la presión, sin llegar a penetrarme, era deliciosa, pero cuando comenzó a entrar, apenas un poco, me provoco un poco de dolor -aaah uuug Mikeee no sigas noo mmmpf- pero Mike estaba en otra frecuencia, me temo que ni siquiera escuchaba lo que le decía, e introdujo todo el glande a mi virgen ano -aaaaahhh mmmmmh mmmpf- y entonces asiéndome con ambas manos me empujo hacia atrás de un golpe penetrándome por completo, se me nublo la cabeza, pensé que me había desgarrado por algún lado, sentía el culo ardiendo, completamente lleno y dolorido, y creí que me desmayaría, apoye la cabeza en una almohada y los brazos, pero esa nueva posición solo me hizo levantar más el culo a merced de Mike, que comenzó a sacar su pene para tan pronto como hubo salido volvérmelo a clavar de una estocada, hasta la base, después de repetir esto un par de veces más comenzó un mete saca más rápido, su pene entraba y salía con menos dificultad, me penetraba más profundo, pensé que se me partiría en dos o me saldría por la boca, yo mordía la almohada, y desgarre la fina funda de seda que la cubría para ahogar mis gritos -mmmmpffh mmmh mmmmmmhhh aaaahhh mmmh- me estaba volviendo loco de gusto, el dolor desapareció y de la nada me invadió una profunda sensación de placer proveniente del centro de mi cuerpo, que se expandía en oleadas por todo mi ser y apagaba mi cerebro dejando solo activa la parte que registra las embestidas del pene de Mike en mi antes estrecho ano. Mike me penetraba una y otra vez -¿te gusta?- me pregunta -aa-ajaa- le respondo, mi voz se ahoga en la almohada, mi cara apoyada en la cama hace que me sea difícil coger aire, Mike no se detiene ni un solo momento, siento su enorme pedazo de carne penetrarme una y otra vez, entrar y salir de mi dilatado ano, siento su cuerpo pegado al mío, percibo el sudor que empieza a cubrir nuestros cuerpos y la temperatura corporal aumentar a cada embestida, se mueve dentro de mi, y mi ano se acostumbra a su tamaño, a su velocidad, a su cadencia, y mi cuerpo esta extasiado, y mi mente extraviada, y creo ver estrellas a cada movimiento que da, mis sentidos parecen más alertas y todo se concentra en mi esfínter desgarrado y ensanchado por el pene que se mueve dentro y fuera de el, y Mike resopla y me toca, me pasa las manos por las nalgas, me acaricia, me la mete toda -mmmmh sssiii, amoor rómpeme el culo - le digo en un arranque de euforia, ya no pienso con claridad -jódeme Mike cógeme fuerte - Mike me penetra más y más rápido -¿Qué? ¿Cómo? Pídemelo- mi cabeza da vueltas, el culo me arde, me lo revienta, me lo ensancha hasta limites que creí insospechados -aaahhh Mikeeey fóllame durooo Mikey, cogeemmeee fuerteee partemeee el culooo- Mikey no se hace esperar, me ensarta con la velocidad y fuerza que le es posible, me da palmadas en las nalgas, sonoras, dolorosas, imagino que me las ha dejado rojas -mmmmh aaaah quee ricoo coges Mikey- me relamo los labios, cierro los ojos, y Mikey aferrado a mi cadera mete y saca su poderosa herramienta sin piedad, sus testículos chocan contra mi dolorido trasero produciendo un sonido peculiar, su pene me penetra una y otra vez, sientó cada milímetro de carne entrar y salir de mi ano, y entonces, Mikey se detiene y me saca su enorme pollón del culo, insisto, Mike es experto en romper encantamientos, me ha dejado a medias.
- Date vuelta - me acuesto en la cama dejando que Mike separe mis piernas y levantándolas, las tomo por los tobillos, forzándome a una oposición en la que el tenia el control total de mi cuerpo, apunto la punta de su pene a la entrada de mi culo, ansioso, espere, entonces, con la mano derecha apretó su enrome aparato y me metió la cabeza, provocando una descarga eléctrica en mi columna vertebral, la nueva posición en que me encontraba hizo que me doliera lo suficiente para provocarme un gemido -aaaaam Mikeeee mmmmh dioooos- apreté los puños, fue cuando John se acerco a mi, se arrodillo junto a la cama, quedando su cara a un lado de mi cabeza, y me comenzó a acariciar el cabello susurrándome al oído -tranquilo, ya veras que te gusta- me comenzó a pasar los dedos entre el pelo, acariciándome muy suavemente, de pronto, tan inusitadamente como comenzó, Mikey arremetió contra mi de manera infernal -cógeme Mike, ¡ya ya ya!- Mikey bombea con fuerza, su pene entra y sale de mi culo ansioso, caliente, hambriento, me lo mete de una estocada para volver a sacarlo en toda su longitud y volver a clavármelo, me enloquece la sensación, me penetra con fuerza, mi culo se adapta como un guante a las dimensiones de su pene, lo albergo con facilidad ahora que me he dilatado lo suficiente, se me eriza la piel -no te detengas Mikey aaaah ahhh que gustooo mee daaaas- me rompe el esfínter, me taladra con fuerza, entrando y saliendo de mi ano, siento como su pene se desliza dentro y fuera de mi, de pronto Mikey cambia de estrategia y me comienza a penetrar muy lento y pausado, el cambio de velocidad me hizo percatarme de John, que estaba jugueteando con mi pie, lamiéndome el pie izquierdo, pasando su lengua por el, besándolo, introduciéndose un par de dedos a la boca, chupándolos, la sensación fundida con la penetración de Mikey era increíble, me deje llevar y mientras Mike me penetraba con suavidad y cadencia constantes yo pensaba en John, y sentía su lengua pasar por cada una de las rendijas entre mis dedos en el pie izquierdo, y sentía la palma de su mano oprimiendo mi tobillo y sentía su respiración rítmica y pausada en la piel, y la saliva correr por mi empeine y la lengua, aterciopelada, calida, suave, perfecta, detenerse en cada centímetro de mi piel, tocarla, descubriendo sensaciones que no pensé que existirían y lugares de mi cuerpo que no sabia que tenia y percibí su mano izquierda acercarse a mi muslo y note las caricias constantes, y me aferre al cuello de Mike, y cerré los ojos y aspire su aroma, que se transformo en el de John, y desgarre la piel de su espalda y acaricié su cabello y me entregue a un cuerpo que para mi era el de John, y apreté los ojos con fuerza gimiendo y derramando lagrimas de placer, de felicidad, y de confusión, de alegría, de miedo y de dolor, lagrimas que se transformaron en éxtasis cuando alcance el clímax casi al mismo tiempo que Mike, que se tradujo en un orgasmo increíble pensando en John, sintiendo a John, deseándolo, desando que el semen que invadía calidamente mis entrañas fuera el de John, concentrado en las caricias de su mano y en el movimiento de su lengua, en su ternura, en su amor fraternal, en su entrega, en su apoyo, en su mano en el muslo, en su cálido aliento, mi excitación fue totalmente provocada por el morbo de saberme desnudo y penetrado frente al hombre que amaba y la emoción de saber que me le estaba entregando a el, solo a el, solo a John, y el saber que quería que John supiera que yo era suyo, solo suyo y que lo amaba, lo amaba tanto
y solo entonces mire a John
y me aterró la lujuria que salía atropelladamente de sus ojos