Enamorado de una jovencita III (Víctor y Paula)

Capítulo III - ¿Se acabó? -- Se queda de pie y comienza a besarme, noto cálidos sus labios como si no los hubiera besado en siglos. Sube su pierna y con ella juega rozando mi ... . Disfruto ese roce y le devuelvo el placer buscando su...

Paula y Daniela se conocen... Y ahora tengo a mi esposa y a mi amante en el mismo cuarto y convivirán en un mismo hogar durante dos semanas... No sabía como reaccionar hasta que la otra chica me dio dos besos y por inercia le di dos besos a Paula notando sus suaves mejillas en contacto con las mías. Era extraño saludarla así después de todo lo que hacíamos en la intimidad. Éramos desconocidos. Ahora solo esperaba que no se me hubiera notado nada. Ella pareció sorprendida y la otra amiga también porque fue la que me ayudó con su sorpresa, pero jamás creería que son amigas de mi hija...

-Encantado.

-Mamá, papá ahora nos vamos a la piscina que venimos agotadas del viaje.-subieron por las escaleras, escogieron sus cuartos y comenzaron a cambiarse.

-Cariño, yo seguiré haciendo la comida. Puedes ir a deshacer la maleta, por favor?.-asiento a María y subo escaleras arriba hasta mi, bueno nuestro cuarto.

Comienzo a deshacer la maleta y guardar las cosas en el armario y cajones. Oigo unos pasos tras de mi y me doy la vuelta.

-Te juro que no lo sabía.-dijo y se marchó a su cuarto para que no nos pillaran.

Pasaron las horas y cada cosa cual incómoda. Su perfecto cuerpo en un bikini azul vaquero, tenerla al lado en la hora de comer, verla salir de la ducha, tenerla en pijama corto, que estuviera en la habitación de al lado... Estaba muy enfadado, era imposible que no lo supiera...mi hija podría no perdonarme por esto... Que hago?

Pasaron dos extraños días... Ella me hablaba por whatsapp pero no la contestaba. Estaba hecho un lío, quien me manda a mi a enamorarme de una cría...

-Papá.

-Dime cariño.

-Quiero que me hagas un favor.-dice pasando, ella iba muy arreglada, como para salir a dar una vuelta.-Podrías llevar al centro a Paula? Necesita unas medicinas que tiene que tomar a diario y ya se le han acabado. Yo me iré con Diana al puerto.

-Os puedo acercar, y después llevó a tu otra amiga a la farmacia.

-Gracias papá!! Eres el mejor!!.-dice abrazándome.

Me visto normalito con pantalones y camiseta corta, cojo las llaves y ellas me siguen. Paula se sienta de copiloto en silencio y tímida. Entre ellas hablan como cotorras hasta que llegamos al puerto en donde dejo a Daniela con Diana. Tras eso el coche se queda en absoluto silencio. Conduje de camino a la farmacia, ella apretaba con sus manos los muslos y los juntaba. Llegamos a la farmacia más cercana y no tenían. Tuvimos que alejarnos bastante más para ir a por su medicina. Un reloj que ella tenía comenzó a pitar mucho.

-Puedes parar eso?.-le dije algo seco y molesto.

-No puedo, me está subiendo mucho la glucosa y me está avisando...-dice ella mirando por la ventanilla como queriendo huir.-Solo te creo problemas, lo sé.

-No sabía que fueras diabética.-ella asiente.

-Vamos a hablar alguna vez o querrás estar enfadado conmigo para siempre?.-dice sin mirarme y me quedo en silencio.-Al menos dime si todo ha acabado...

-Eso quieres?

-No he dicho eso, pero es lo que parece... Todo lo que hago te molesta, incluso cuando no quiero lo hago, como ahora con todo...-se nota mucha tristeza en su voz.-Yo no decidí tener diabetes y tampoco decidí justo hacerme amiga de tu hija.

-Qué te hace pensar de que me molesta que tengas diabetes?

-La manera en que lo haces, como si fueras obligado por alguien ajeno a ti y tu entorno, y como has dicho que pare el reloj; y esa manera fría de mirarme y hablarme.-dice golpeando su reloj y susurra.-Maldito reloj.

-Paula... No hagas eso.

-El que?

-Pegar tu reloj, a ver si lo vas a romper...-me preocupo por ella porque cada vez pita con menos período de tiempo.-Cómo vas?

-Tengo que inyectarme en media hora como muchísimo.-dice nerviosa.

-Tranquila, estamos a cinco minutos.

Al fin llegamos a la farmacia, la tengo que ayudar a bajar porque está muy mareada y débil. Entramos y cogemos lo que necesitamos, ella va hacia el baño y yo me quedo esperando fuera.

-Víctor... Necesito tu ayuda. Me tiembla mucho el pulso y no puedo hacerlo sola....-Entro con ella y pongo el cierre.

-Dónde...?.-ella enseña que es en un costado por su tripita, siempre creí que era un lunar y ahora sé que es una marca de clavarse tanto la aguja.

Se lo pongo y me parece tan frágil en ese momento que la doy un beso en donde lo inyecté. La puse una tirita y lo guarde todo en su bolso. Vi como recuperaba su color y sus fuerzas.

-Gracias por ayudarme, Víctor.

-No las des. Eres mi prometida no?.-ella sonríe y asiente.-Ahora hablaremos bien, salgamos de aquí. Tienes todo lo que necesitas?

-Sí.-dejo que agarre mi brazo y salimos, antes de salir al exterior veo como se nos acerca un farmacéutico bastante joven.

-Su hija se encuentra mejor?.-eso me sentó como una patada... Así es como nos veía el resto.

-Sí me encuentro mejor, gracias. Y él no es mi padre, es mi novio; y no, no es un multimillonario.-dice Paula contestando con normalidad.-Vamos cariño?

Vamos andando al coche en donde le abro su puerta. Me meto a mi coche y conduje a otro pueblo y allí busque un restaurante bonito que conocía en primera línea de playa. Esta era la primera vez que venía aquí acompañado. Nos sentamos y llamamos al camarero para pedir. Él no se corta con mirar a Paula, me estaba irritando. En cambio, Paula no lo miró ninguna vez, nunca me había sentido tan inseguro de sentirme poco para ella por mi edad y porque tampoco soy el más guapo. Ella pidió una ensalada y una bebida, yo mi caña con una pequeña mariscada. El camarero no se iba e intentó hablar con Paula y le pasó en una servilleta su número.

-Joder ya está bien de intentar ligar con mi novia en mi cara. No crees?

-Cómo va a ser tu novia esta preciosidad?.-me iba a levantar y Paula me detiene.

-Tranquilo amor.-dice mirándome y recién ahora miró al chico.-No ves que molestas? Yo estoy con mi pareja y tú interrumpiendonos.

-Cuando salgamos pondremos hoja de reclamaciones.-miro su nombre, "Marcos".-Puede retirarse Marcos y cambienos de camarero, gracias.

Él me miro con rabia y se fue, Paulita me miro sonriente y no hablamos hasta que nos trajeron nuestras cosas.

-No sabía que eras celoso conmigo, no deberías.-dijo ella aliñando su ensalada. Me quedé en silencio.-Mira Víctor, tu silencio me está matando, sé que estas cabreado, pero yo no sabía que Daniela era tu hija... Sabes que jamás te haría eso, tú me conoces y sabes que yo no soy así. Y si lo crees, es que no me conoces nada...

-Desde hace cuánto tiempo sois amigas?.-digo rompiendo mi silencio, no sabía que pensar.

-Desde hace dos años... Nos conocimos porque Diana nos presentó y me cayó muy bien, y pues nos hicimos amigas. Menos mal que no bajaste y no se me ocurrió presentarle a mi novio el día de mi cumpleaños, porque ella estaba allí.-se hizo el silencio mientras almorzábamos.-Vas a dejarme? Lo entendería en parte...aunque no sea lo que yo deseo.

-Y qué deseas?

-Que me hables, y también que me mires como antes.-la miro directamente extrañado.-Ahora me miras como si no significará nada para ti y como si fuera alguien ajeno a ti. Duele mucho.

-No lo hago aposta, pero no se que hacer... Mi hija me odiará, y a ti también.

-Hagas lo que hagas, te apoyaré. Ella es lo más importante para ti y es normal.

-Tú también eres importante para mi...

-Pero no soy tu mujer y soy la amiga de tu hija, solo represento un obstáculo.

-No eres un obstáculo.

-Ah no? Pues como eso me has tratado estos días evitándome hasta por whatsapp.-dice haciendo que cierre mi boca.-Haz lo que tengas que hacer, no te preocupes por mi.

Se comenzó a quitar su pulsera, su anillo y su collar entregándomelo. Corrían lágrimas por su rostro mientras buscaba en su bolso. Puso dinero en la mesa y se levantó de la mesa.

-Necesito estar sola, tú vuelve con tu familia que es donde te corresponde estar, esto fue bonito mientras duró... Ya iré yo después a hacer mis maletas y volveré a Madrid, gracias Víctor. Adiós.-la veo alejarse llorando a paso ligero.

Muchas sensaciones brotan por mi cuerpo, me sentía impotente y vacío. Ha acabado todo ya? Porque me sentía peor... Me faltaba el aire y muchas lágrimas amenazaban con salir también. Aprieto los puños y noto las joyas que le regale a Paula. No la tendría más en mis brazos... No la vería más sonriendo para mi... No volvería a escuchar un "te amo" de sus labios...

Pido la cuenta rápidamente y me levanto siguiendo su rastro. No quería perderla, me inundo la ansiedad por encontrarla. La encontré, subía a un taxi, supongo que de vuelta a la casa. Llame por teléfono a Paula una y otra vez sin respuesta alguna. Cogí el coche y me dirigí de vuelta a casa. Entre y vi a mi mujer como salía con un vestido y un sombrero.

-Vienes conmigo a la playa?

-Lo siento, estoy muy cansado y hay fútbol.

-Bueno, yo estaré en la playa.

-Diviertete, cariño.-la dije mientras se alejaba y cerraba la puerta que daba a la calle.

Subí por las escaleras y sin llamar a la puerta abrí la habitación de Paula. Estaba asustada por mi brusquedad y vi en su rostro una gran tristeza acompañado de ojos rojos por llorar y lágrimas secas en sus pómulos. Lo primero que hice fue abrazarla contra mi, yo a la altura de su vientre arrodillado, y derrumbarme como si fuera un niño pequeño. No paraba de llorar y recibía caricias en mi pelo por su parte.

-No te vayas, no te vayas de mi lado... Yo-yo... Te necesito Paula, perdóname por ser un imbécil, quedate conmigo, por favor.-no me reconocía a mi mismo, era la primera vez que lloraba sincero por alguien.-Paula, te amo, te amo, te amo.

-Te amo, Víctor. Si me lo pides no me iré nunca.-dice apretándome más contra su dulce cuerpo. Saque de mi bolsillo sus cosas y se las puse. Quite los tirantes de su camiseta hacia abajo y lleve mis manos al cierre de su sujetador.

-Jamás me des esto de nuevo. Es tuyo.-tengo dificultades abriéndolo, me despego de ella quitando sus últimas lágrimas y nos sumimos en un beso. Me giro y beso sus hombros mientras quito su camiseta. Y mientras desabrocho su sujetador y estrujó sus tetas la digo.-Cuando acaben estas vacaciones hablaré con mi hija y su madre. Te lo prometo, se acabaron los secretos, mi amor.

-Hablas en serio.-dice mirando hacia atrás.

-Y tanto. Todo hombre y mujer me envidiará por tenerte cada día en mi cama.-digo besando su cuello y bajando a sus pantalones cortos para desabrocharlos.

-Mmm... Víctor... Tu mujer...

-Qué pasa con ella?.-digo mordiendo su cuello y entregando besos por su espalda mientras quito sus pantalones. Llego a sus nalguitas las cuales azoto y estrujó cariñoso.

-Que nos pillará... Mmmm... Me haces daño...-dice juguetona.

-Que lo haga, además se acaba de ir a la playa, estamos tu y yo solitos...

-Hagámoslo.-se gira rápidamente y me quita la camiseta con desesperación, continúa por mis pantalones y mi bóxer, estaba desnudo completamente y excitado por su cuerpo y su deseo reflejado en su brusquedad.

Se queda de pie y comienza a besarme, noto cálidos sus labios como si no los hubiera besado en siglos. Sube su pierna y con ella juega rozando mi polla. Disfruto ese roce y le devuelvo el placer buscando su clítoris y empezando a jugar con él. Notaba su coñito bastante húmedo. Tocaba ese hermoso chochito suavemente, entregándola placer mientras retrocedíamos poco a poco. La tumbe en la cama con delicadeza y me recosté a su lado. Metí mi mano entre sus piernas y comencé a tocar de nuevo. Frotando con varios dedos con suavidad dándola placer y escuchando gemidos de su boca. Mordió sus labios y cogió con su manita mi polla y empezó masajeando la punta de mi polla con su dedo pulgar haciendo que surgiera mi presemén. La agarró con firmeza y al mismo ritmo empezó a subir y bajar su mano haciendo una buena paja.

-Mmmm mmmmm... Ahh Víctor... Sigue y no pares, por-r favoor, mmmm...

-Así, así nena... Eres la mejor, solo mm tú consigues ponerme la polla así de dura...

La giro de espaldas a mi, sin parar de tocar su coñito y con mi otra mano escupo y lúbrico mi polla, cojo jugos de su coño y los mezclo también, subo su pierna y apunto a su entrada, a su vagina metiéndola lentamente. Una vez dentro me quedo quieto y masturbo su clítoris. Beso y muerdo su espalda. Noto como sus paredes se contraen del placer que siente.

-Víctor.... Viiiictooor... Mmmmm mmmm mmmmm, siii siii, no pares por faaaa mmmmm siiiiii....

Saco mi polla lentamente y la vuelvo a meter lentamente como unas 15 veces así. Después cambié y la sacaba lento para darla desesperación y la metía de una rápido. No dejaba que ella se moviera, pero estaba desesperada por hacerlo. Su cara estaba desfigurada. Besaba su cuello y la hice un pequeño chupetón. Este placer que ella me entregaba era increíble, estaba en el cielo. Empecé mi ritmo normal y tranquilo agarre sus tetas mientras ella masturbaba su clítoris por orden mía. Seguía un mete saca eterno, lento e intenso.

-Ahh AHHHH... Siii siii .-ella no paraba de gemir, puse su mano en su cuello sin apretar demasiado entregándonos al placer.

-BUUUUF buuuuuf ... De quién-ééén eres nen-a??.-ella sonrío mirándome y apretó sus músculos internos.

-TUYAAAA MMMMM.-dijo convulsionando, la seguí dando, cada vez con más fuerza y mas rapidez.

Surgían mas líquidos de su coño que tenía húmeda mi pelvis. Tenía una cara de desfallecimiento, con sus ojos en blanco y su lengua fuera alternándolo mordiendo su labio inferior. Ella me hizo salir de ella y me colocó debajo de ella. Se sentó encima de mi donde notaba en mi abdomen su coñito húmedo. Se agacho a darme un beso corto y poniéndose de cuclillas se metió mi miembro erecto de nuevo. Se acomodó sentándose y comenzó a cabalgarme suavemente. Intenté tocarla pero aprisionó mis muñecas con su manitas. Era genial verla cabalgar para mi. Entrelazo nuestros dedos y moviendo sus caderas como "s" largó la cabeza hacia atrás con la boca bien abierta sin parar de gemir y sus ojos cerrados. Apretaba mucho mis manos. Ver como mi polla estaba metido en ese coñito y tener a esta diosa encima de mi, era lo mejor. Ella sin parar sus movimientos puso mis manos en sus nalgas las cuales enseguida apreté. Ella comenzó a ser mas agresiva y a subir y bajar mucho mas rápido.

-Dioooos... Paula buuuuf haced que olvide tooooodo...

-SIII , sigue así mi amooor, asiii asiiiii...

-MMMMM tú y yo, mi niña mmmMMM TUUUU Y YOOOOO...-estaba perdido en su placer cerraba los ojos, lo abría y veía el rebote de sus tetas y sus ojos hechos negros por el deseo mirándome y penetrando mi alma.-Te amo Paulaaa MMMMM te AMoooOo.

-Te amoo-o-o VICtooor Mmmm Mmmmm.-dijo ella sonriendo, estaba a punto de llegar.

Me senté con ella, agarraba su culo para pegarla más a mi y dirigirla. Soltaba sus gemidos en mi boca. Tenía sus brazos rodeándome con sus manos en mi espalda. Mordió mi cuello. Besé sus pechos. La bese la boca. Iba a llegar. Que placer. La amo. Que placer. Que placer. Que placer. Sentí un escozor de arañazo en mi espalda. No me importó. Siento como se me nubla la vista. Corre sudor por nuestro cuerpo. Respiramos mas rápido. Siento presión en mi polla. Me estoy dejando llevar y noto como un cosquilleo fluye por todo mi cuerpo hasta llegar a mi cabeza y soltar toda mi leche en su coño, lo mas dentro de ella. Y ella lanza ese sonido gutural de placer de lo más interno de ella...

-AHHHHHH VIC-VICCTOOOOR!!!

-BUUUUUUUUF PAULAAAAA!

Nos quedamos así un buen rato, la agarre con fuerza por el culo y la di unas cuantas veces mas para llenarla del todo. Ella no tenía fuerzas. Me miraba sonriente, abrazándome, acariciando mi cuello y mi pelo. La miraba, es tan hermosa. Acaricio su espalda con una mano y con la otra su mejilla. Coloco su pelo tras su oreja y beso suave sus labios. La abracé contra teniéndola firme y me recosté en la cama. Estaba agotadísima, tanto que se quedó dormida. Me quedé ahí con ella media hora entregándola besos y caricias.

Pasado el tiempo por miedo a las consecuencias la deje al lado suavemente. Cogí unas toallitas y empecé a limpiarla suavemente tratando no despertarla de sudor, flujos y semen. Cepille su pelo. Deje la ropa suya en el cesto de la ropa sucia y cogí un pijama y unas braguitas blancas. Se las puse con cuidado de no despertarla y después el pijama. Que sueño tan profundo tiene o que cansada la deje, porque ni se inmuto. Tape sus pies para que no enfermará y la di un beso en sus labios antes de irme yo a la ducha. Me quite la bata y me duche enseguida. Que bien me sentó la ducha, me vestí y mientras lo hacia ya escuchaba voces en este piso. Menos mal que lo hice todo rápido y limpié todo rastro de haberlo hecho ahí. Baje enseguida abajo, era mi hija con su amiga. Cerré las puertas de la sala de estar y puse el canal de en donde daban el partido para que si venía mi esposa me sirviera la coartada. Eran partidos de mundial de Rusia. La verdad no me enteré mucho porque enseguida vino mi hija con su otra amiga a hablarme. Solo sé que quedaron 2-3.

-Papá, cómo está Paula?

-Bien, llegamos a la farmacia y tuvimos que ir a otra porque no tenían insulina. Se la inyectó, pero estaba mareada y agotada, y se marchó a su cuarto. Tu madre fue a la playa y yo me quedé viendo fútbol.-la dije, ellas se habían sentado con sus móviles en el sofá de al lado.-Qué tal en el puerto cielo?

-Bien papá, miramos un par de cosas y cogimos un barquito que hacía una vuelta. Comimos helado y poco más.-dice sonriente.

Al rato bajo Paula y tuvo las atenciones y preocupaciones de sus amigas. Mi mujer llegó y la ayude a preparar la cena. Intentó besarme, pero la evadí. La propuse de que solo preparará la cena para las chicas, que la invitaría a cenar y ahí la contaría todo omitiendo algunos detalles, aunque solo le dije de cenar. No podía evadirla más, no era justo para ella y más sin explicaciones. Y tampoco la iba a besar y de esta manera hacer daño a Paulita. Le envié enseguida a Paula un mensaje explicándola lo que iba a hacer para que no se sintiera insegura. Fui a cambiarme de ropa y mientras iba pasé por la habitación de Paula y escucho.

-Pau, y ese chupetón? Antes no lo tenías.-lo dijo mi Daniela y enseguida me alarmé.

-Ah esto, es por la sangre. Como tardé mucho a veces se me hacen unas heridas por la piel. No te preocupes ya estoy bien.-dice Paulita excusándose enseguida, hasta yo mismo me lo crei de lo confiada que lo dijo.

-Oye, y echas de menos a tu novio? Ese madurito que tienes por ahí. Enseñame una foto, que Diana lo conoce y yo no...

-No, que pesadita eres. Quiero tenerlo privado durante un tiempo, digamos que soy egoísta.-dice riéndose.

-Bueno vaaale, pero me debes algo por tener paciencia.

-Hecho.-escucho a las tres riendo y decido ir a cambiarme.

Me arreglo lo justo y bajo a prepararlas la mesa, les sirvo la comida y mientras lo hago oigo voces ya en el comedor. María ya estaba lista.

-No nos esperen chicas, hoy toca noche romántica.-dice entre risas mi mujer.

-No llegaremos muy tarde.-las digo, ellas se reían y note como Paula fingía su risa.

-Sed buenos y pasároslo bien.-dijo mi Daniela.

Abrí la puerta de la entrada y salí con María detrás. Pensé que sería mejor ir andando y se lo propuse, a lo que ella aceptó. Me contó como había ido su tarde en la playa y me preguntó por el partido por cortesía, ya que a ella no le gustaba nada.

Llegamos a un restaurante no muy lejos de allí, pero íntimo ya que no quería que escuchará nadie lo que tenía que decirle a ella. Nos sentamos en la mesa que nos indicaron.

-Cómo es que te ha dado esto de invitarme a cenar fuera?.-dice mi esposa mirando los alrededores.-No me esperaba que tuvieras este detalle conmigo.

Vino el camarero a coger nuestro pedido antes de poder hablar. Esto era difícil, pero debía hacerlo ya...

-María, te he traído aquí porque tenía que hablar contigo...-ella bebe de su copa de vino y me mira.-No sé como empezar...pero lo nuestro no está funcionando y creo que deberíamos separarnos... Lo siento si soy muy brusco o muy repentino, no sé como decirte esto porque te tengo muchísimo cariño y aprecio por todos estos años.

-Te has enamorado de ella...-dice mirando su copa.

-Cómo?.-digo extrañado ante su afirmación.

-Digo, que te has enamorado de Paula, me equivocó?.-dice extendiéndome su móvil y veo fotos en el cumpleaños de Paula, entrando en hoteles, dejándola en su casa... Algunas de esas fotos eran muy explícitas (manteniendo sexo con Paula).-Lo sé de hace bastante y veo que te sorprende que lo sepa...

-Có-cómo...??.-digo sin poder mirarla de la vergüenza.

-Es normal cuando ves que tu marido de pedirte que lo hagas con él dos veces por semana a ninguna, que discutas con él y lo ves feliz, que ya ni quiera muestras de cariño, que mire regalos para mujeres pero tu recibas algo totalmente distinto y más barato...-hizo una pausa.-Yo te amaba Víctor y te sigo amando, y si seguí a tu lado es porque creía que esa niña te abandonaría pronto por tú doblarla la edad. Y mira que me esforcé por cubrir tus necesidades o por ser mejor amante, pero todo fue en vano porque volvías con ella. Cada vez que volvías de estar con ella intentaba borrar toda marca de ella y dejar las mías. Pero cada vez que lo hacíamos tú te esforzabas para acabar rápido o simplemente pensabas en ella cuando estabas conmigo... Pensaba que cuando vuestro romance acabará volverías a mi y creeme que lo intenté, pero lo intenté ya cuando la habías conocido a ella... El día de mi cumpleaños fuimos al mismo local a celebrarlo con las chicas, pero estábamos en otra sala, subí para fumar y os vi. Luego los otros días ha sido de seguirte y la primera vez que os vi fue un día de compras que la llevaste también a ella. Nunca te había gustado, pero se te veía feliz con ella... Y luego que nuestra hija la trajera aquí...el destino está siendo muy cruel conmigo. Porque ella y yo no Víctor que llevamos 30 años juntos?

-María yo...-respiro hondo, todo esto me está sobrepasando, me sentía una mierda por hacerla sentir así.-No tengo excusa ninguna, simplemente me enamoré y me siento como un adolescente. Descubrí cosas de mi mismo que ni yo sabía. Pero jamás pienses que no me sentía mal por ti o que no me importas, me diste lo más importante que tengo, que son nuestros hijos. Viví cosas asombrosas contigo, pero to no estaba preparado, solo hice lo que era acorde con la época y tu y yo éramos buenos amigos y pensé que eras la adecuada. Conocí a Paula y yo también pensé que tendría caducidad, pero no la tiene y es algo recíproco. Y estoy seguro que tú que eres una mujer maravillosa encontrarás a alguien mil veces mejor que este mierda que tienes por marido. Perdoname María, aunque no tenga derecho a pedirte perdón.

-Gracias por decírmelo Víctor, pero cuando volvamos quiero que te vayas de casa...-dice con lágrimas en sus ojos.

-Lo haré. No sabes cuanto lo siento, ojalá hubiera hecho bien las cosas, haría lo que fuera por ello...

-Lo sé.

-No tengo derecho alguno María, pero los niños...

-Tranquilo, no les diré nada. Te lo dejo a ti.-dijo interrimpiendome.-Con Daniela será difícil porque son amigas...

-Lo sé, muchas gracias.

-Vámonos.

-Sí.

Volvimos en silencio a casa. Al llegar cogí mi pijama y me fui a dormir al sofá. Las chicas ya estaban dormidas. Ahora solo necesitaba a Paula, pero no era el momento...