Enamorado de una jovencita II (Víctor y Paula)

Ya habían pasado ambos cumpleaños, espere a Paula en la azotea y dormimos juntos, no quería dejarla sola en su noche y mi mujer iba a llegar tan borracha que ni notaria mi ausencia y cuando despertará creería que salí pronto por un recado o trabajo.

Cumplí mi promesa con Paulita, en estos meses no toque a mi esposa. Mi esposa, me preguntaba que ocurría y yo le decía que estaba estresado del trabajo y un día cenando me dieron una mala noticia...

-He pensado que este julio podemos irnos los tres de vacaciones, es más ya las he organizado. Nos iremos a Marbella a una casa alquilada.-dijo mi mujer animada.

-Cariño... No sé si podré...-le digo pensando en la mala idea por separarme de Paula.

-Si es por trabajo no te preocupes, pedí permiso por ti, era una sorpresa.

-Anda papá, será muy divertido, unas vacaciones en familia.-dice mi hija Daniela animada.-Pueden venirse dos amigas mías?

-Claro, cariño.-la dice mi mujer.

Ya no tenía vuelta atrás. No tenía ninguna excusa que me arraigará aquí. Mi mujer se fue al baño y mientras yo salí fuera al balcón a fumar con el móvil. Abrí a mi pequeña.

-Amor.. Tengo que contarte algo.-se conecto enseguida.-Me han hecho una encerrona en casa y tengo unas vacaciones familiares con mi hija y su madre.😰😥

-😞😞

-Lo siento mucho mi amor.😟😣 Prometo que tú y yo también nos iremos de vacaciones.😍😋

-No te preocupes mi amor, lo entiendo. Tienes que pasar tiempo con tu hija de vacaciones 😚😚. Cuándo vais?

-El 6 de julio. En dos semanas.😖😖

-Habrá que aprovechar antes que te vayas no? 😏😍

-Por supuesto.😜😍😘

Acabe el cigarro, le di las buenas noches con una foto de mi polla y ella de un vídeo que ilustraba lo que iba a hacer con ayuda de esa foto. Me fui a la cama con pijama y me coloque boca bajo, para evitar que mi mujer me violará dormido. Eso si, estaba muy incómodo de lo duro que estaba.

*

Miércoles, siete de la tarde y con mucho papeleo en la comisaria. Esa noche me tocaba quedarme hasta tarde... Y pensar que el sábado me iba ya... Suena un golpeteo en mi puerta.

-Adelante.-digo con voz firme y estricta mientras sigo absorto en mi caso.

-Vengo a poner una denuncia...-reconozco esa voz al instante y miro a mi joven novia como cierra la puerta.-Mi prometido no ha venido a verme y no me ha llenado de su rica leche... Creo que se merece un castigo...

-Ya lo creo jovencita, eso no debe hacerse, debería estar contra toda ley.-digo alejando la silla del escritorio.-Pero también es un delito colarse en la oficina del jefe de policía... Tendré que castigarla...

-Usted me dejo pasar agente...-dice acercándose y sentándose encima de mi.-Además yo he venido a hacerle una visita al amor de mi vida que me abandonará este sábado para irse con su esposa...

-Pues él tendrá que hacer su mayor esfuerzo para que no lo olvides mientras no esté.-digo metiendo mis manos debajo de sus leggins palpando directamente su culo y estrujandolo como a mi me gusta...

-No digas eso ni en broma...-dice dando una palmadita en el moflete.-Tú no dejes que tu mujer toque lo que es mío.

Dice agachándose bajo el escritorio quedándose enfrente de mi y llevando sus pequeñas manos a mi paquete.

-Ummm algo aquí está despertando.-dice con cara pervertida.

Desabrocha con brusquedad mi pantalón abriéndolo. Mi polla ya estaba reaccionando a eso. Saca de mi pantalón lo que por derecho y posesión la pertenece. Mira vizca mi polla, embelesada. Ella sabe como hacerme sentir bien y excitado. Empieza masturbando de arriba a abajo mi miembro y me pierdo en el placer de su tacto.

-Mmm que durita y calentita está.... Está así por mi??.-dice sonriendo y dándole un pico a la punta de mi polla.

Saca su lengua y como de un helado se tratase empieza a lamer y lamer. Hasta que se mete toda mi polla en su boca emitiendo esos soniditos que tanto me gustan. Glup glup glup glup junto con mis bufidos son lo único que se oye. Acaricio su mejilla mientras me da este inmenso placer. Mete y saca mi polla de su boca, juega con su lengua a la vez que me la chupa. Nunca pensé que sería tan placentero el sexo con alguien. Escalofríos y sensaciones brotaban en lo mas interno de mi. Solo ella sacaba esta faceta de mi. Toc, Toc Suena la puerta de mi despacho y Paula se detiene asustada. Mi cara también debió ser un poema.

-Quedate ahí y no hagas ruido, le echaré.-acaricio su mejilla con cariño, ella estaba asustada.-Confía en mi, no te preocupes. Si?

Ella obediente asiente y se mete mas dentro del escritorio. Meto mas mi silla y finjo estar sumergido en el papeleo.

-Adelante.-digo con voz firme. Veo como pasa mi secretaria con más papeleo y me lo deja en el escritorio.-Gracias.

-Es un placer.-me dice ella sonriente, se escucha su golpeteo de tacones cuando anda. Se apoya en mi mesa y me deja ver su canalillo.-Jefe... Se rumorea que tiene problemas con su esposa y uno tiene sus necesidades... Y estaría gustosa de suplirlas como hicimos hace un año en la fiesta de navidad de la empresa...

-Ya puede retirarse. Y la próxima vez que te insinues a mi señorita Ruiz, tomaré medidas serias.-dije muy serio. Sentí como mi polla quedaba apretadita y húmeda de nuevo. Paula se había metido mi polla con ella aquí abajo.-Aquello-o fue un gran error que no se volverá a repetir-r. No quiero m oír nada más, retirese.

-No puede dejar aquello así como así.-Paula continua chupando. Lo hace con intensidad, está celosa. Masturba lo que queda fuera y se mete lo que puede en esta posición a su boca. Uuf que placer...casi ni le presto atención a Marta.-Para mi fue más que un revolcón. Y puedo volver a hacer lo mismo ahora...

-Ni se te ocurra!.-digo firme, tenía intención de venir al otro lado del escritorio. Era una chica muy atractiva de unos treinta años, pero no estaba interesado en ella.-No quiero ser descortés, pero-o para mi fue un error y un desahogo del momento, lo sient-o-o-o. Márchese.

Ella tenía lágrimas en sus ojos, pero se marchó. Jamás olvidaré esa noche, fue mi primer desliz casado. Mi pequeña seguía chupando. Tenía sus ojos cerrados y cuando oyó la puerta me hizo retroceder. Se puso de pie y se quito sus leggins y tanguita. Se sentó encima de mi despacito metiendo mi polla en su húmedo coñito.

-Mmmm Víctor...-dice tirando la cabeza hacía atrás pero enseguida apoya su cabecita en mi hombro y comienza a subir y bajar al ritmo que le marcan mis manos en su culo.-Cuéntameeee que tuviste con ella, por favor. No estoy celosa, solo quiero mmm conocerte.

-Fue hace un año y medio o más, antes de conocerte. Era-a-a la, uff joder, la fiesta de la empresa y yo había discutido con mi mujer, estaba harto de la rutina y de mi vida sexual que apenas tenía, y en casa solo habían problema tras problema... Que coñito mi niña mmmmm... Entonces en esa fiesta bebí mucho y me llevaba bien con mi secretaria, era muy joven en comparación a mi y siempre flirteabamos inocentemente. Así, así, sigue mmmm... Y pues ella me beso y toco mi paquete me encendí-i-i y acabamos aquí en el despacho y lo hicimos. Solo lo hicimos aquella vez porque luego mmm mmme sentía fatal. Y luego te conocí a ti que trastocaste todo para bien, uuuuf me enamore de ti y de estos dos agujeros.- digo empezando a masajear el agujerito de su culo.

-Mmmmm... Así así, Vic-Victoooor... Dame, dame... Dónde mmm lo hicisteis?? .- me dice mientras introduzco deditos en su culito.

-En la mesa, ella a cuatro.-saco y meto mis dedos de su culito.

-Solo en una mmm posición?? Que sosa.-dice incorporándose y dejando mi papeleo de lado con cuidado. Se pone en cuatro recostada y sumisa sobre mi mesa.-Vamos a borrar toda huella y voy a dejarte unas mejores. Métela donde jugabas ahora con tus dedos...

En vez de hacerla caso me inclino hacia delante en mi silla y comienzo a besar y lamer ese culito... Ella reaccionó positivamente, mordí su culo y empecé a juguetear con mi lengua en su agujerito trasero mientras con mis dedos comencé a jugar con su clítoris. Sabia delicioso su culo mezclado con sus juguitos. Empecé a penetrarla con mi lengua mientras jugaba con su clítoris y metía dos dedos en su coño. Solo oía sus gemidos acallados mordiendo su jersey. Que excitante me parecía esto. Ya estaba bien lubricado su culito y me puse de pie masturbando mi polla, e introduje dos dedos con cuidado en su culito y empecé a masturbarlo mientras me giraba para ver su carita... Tenía una cara pérdida como si estuviera en trance. Sonreí satisfactoriamente.

-Girate encima de la mesa ya.-dije autoritario sacando mis dedos de su culito. Me obedeció.-Abre esa boquita que te la pienso follar.

Abrió la boca y la metí dentro de su boca. Saco sus pecho sin sacarse la camiseta y me dejo unas buenas vistas del movimiento de ellas mientras le llegaba lentamente con mi polla hasta la garganta. Poco a poco aumenté la velocidad... Que placer... Hasta que ya sin miramientos me follaba su boca sin miramientos. Tenía su cara rojita y muy viciosita. Le saque toda mi polla después de follarla un buen rato llena de babitas. No quería correrme en su boca. Bese lleno de pasión y posesión su boca, metiéndole mi lengua donde hace nada estuvo mi polla. Me gire y la di vuelta de nuevo, dejando sus piernas colgando. Pase mi mano por sus labios​ menores unté su anito mientras por sus nalgas restregaba mi pedazo. Poco a poco le introduje mi polla en su culo y ella se estremeció de gusto, me miró hacia atrás con su lengua fuera y comenzó gozando mis fuertes embestidas. El sonido de su culo era embriagador. Además ese agujerito lo tenía muy apretadito. Solo había estado yo ahí y solo a ella la había hecho algo así. María nunca se había dejado. Empecé dándola azotes mientras me metía más y más adentro cada vez con más velocidad. Ella se quejaba y mas de lo necesario, quería provocarme. Mis huevos botaban en su coñito. Empiezo a darla mucho mas fuerte hasta que oigo algo.

-Prefieres a esta niñata antes que a mi?.-levanto la vista era Marta con lágrimas que nos estaba viendo follar. Paula solo se rió ante lo que ella dijo.

-Yo no soy una sosa que solo aguanta una posición.-dice respondiendo al comentario, yo había parado, pero ella seguía moviéndose a mi disposición.

-Deja de usar su polla mientras yo estoy aquí, sucia ramera.-dice acercándose a Paula y agarrándola por el pelo.

-Eh Marta, suéltala ya!.-digo separándome rápido de Paula subiendo mi bóxer y cogiendo a Marta por la muñeca. Ella la soltó y se intentó lanzar a mi boca. Conseguí evadirla afortunadamente y vi en su cara decepción. Paula se levanto cabreada y le atestó una bofetada tirándola al suelo.-Paula, quieta.

-Ni se te ocurra intentar volver a tocarle! Me has oído!? Es mío!!.-dice Paula furiosa, nunca la había oído ni visto tan enfadada.-Y como te atrevas a decir algo de lo que has visto ahora, no solo tendrás una bofetada. Me has entendido!?.

Ella asustada asintió sumisa, yo abrace a Paulita para que se tranquilizara. Marta se fue en silencio dejando la puerta cerrada. Fue cuando mi pequeña se derrumbo y se puso a llorar. La abrace con fuerza y la di un beso en su cabecita. La senté en el sofá de mi oficina y me acerque a por sus ropas y unos pañuelos desechables que tenía en la oficina.  La iba a colocar sus ropas pero me detuvo, se quito sus lágrimas y se tumbo de piernas abiertas en el sofá.

-Víctor, quiero que seas mío.- asentí y me quite mis pantalones junto con mis bóxers y me puse con suavidad sobre ella. La bese dulce y suavemente, con delicadeza y ternura. Separo sus labios mirándome fijamente y acariciando mi rostro.-Tú mío y yo tuya.

Mientras la miraba, con nuestras caras muy cerca y sintiendo nuestras respiraciones cerca. Metí mi polla una vez más en casa. Le hice el amor lento cada vez subiendo mas la velocidad, pero sin el salvajismo que desatábamos cada vez que estamos juntos. La amo y quería que lo notará ahora, que no es simple deseo y quería demostrarla eso. Ella gemía muy cerca de mi boca mientras miraba directo a sus ojos. Movía adelante y atrás mis caderas en un vaivén eterno. Cogí sus muslos e hice que me rodearán por mi culo y entrelace mis manos a las suyas cerca de su carita. Nunca había disfrutado tanto, sintiendo todo el amor que ella sentía por mi y yo por ella.

Incrementé la velocidad, sujete mas firme sus manos, estaba tan bella así. Sentía que iba a estallar y no fue necesario que la preguntará, pues ella al notar esa velocidad y el éxtasis en mi mirada solo apretó sus piernas contra mi y sello sus labios con los míos. La mordía su labio inferior y ella el mío superior. Cada vez mi éxtasis era mas grande, sentía sus gemidos en mi boca. Delicioso. Llegamos a esa cumbre en la que ella se llenaba de placer y contraía todos los músculos de su tesoro haciéndome llegar a mi a la cumbre, llenándola de toda mi leche en todo su interior. Del orgasmo mordimos nuestros respectivos labios y comencé a saborear sangre, nos hicimos daño pero era un dolor placentero. La tenía mirándome fijamente, lamí su labio inferior y ella beso mi mejilla. Estaba sonriente y yo feliz. Me recosté en ella y me puse a descansar  con ella sintiéndome pleno.

Pasó una hora y me levanté con cuidado, cogí una manta y la tape, estaba dormidita. Me vestí y me adecente. La deje durmiendo y salí de mi despacho cerrando con cuidado y con llave. Me dirigí a la mesa de mi secretaria, ella seguía ahí con señales de haber llorado.

-Espero que no digas nada si quieres conservar tu puesto Marta. No voy a consentir que nos eches a perder nada y mucho menos que intentes agredirla. Entendido?.-ella asintió, me doy la vuelta para volver a mi despacho.

-Yo sentía cosas por ti.

-No lo sabía, pero con perdón para mi aquello fue un error, lo que tengo con ella no. Siento no corresponderte.

Me marché de ahí y entre en mi despacho cerrando con llave, ella seguía durmiendo plácidamente y me puse a hacer el papeleo con ella aquí. Me hacia feliz tenerla aquí. Luego cenamos juntos en un ligar muy discreto y la lleve a su casa, la bese y me despedí de ella diciendo lo mucho que la amaba, lo que la iba a extrañar y que no se preocupara que solo era de ella.

*

Llegó el sábado, mi mujer y yo nos fuimos en coche hacia Marbella, fue un viaje bastante aburrido y agotadores con permanentes insinuaciones de María. Mi hija iría en AVE con sus amigas por un examen de inglés que tenían.

Llegamos, la casa para decir verdad era preciosa, tenía una piscina privada y tenía cuatro habitaciones. Empecé a ver un partido de fútbol mientras mi mujer hacia la comida (yo soy un poco desastre en eso) y la ayudé a colocar la mesa. Mientras la colocaba sonó el timbre, sería mi hija seguramente. Oí un pequeño de revuelo de mujeres cuando mi mujer abrió la puerta.

-Papi!!.-vino mi pequeña y se lanzó a mis brazos.-Mira papá, estas son Diana y Paula, mis amigas. Chicas, este es mi padre Víctor.

No puede ser... Era Paula, Paula y mi hija son amigas.