Enamorado de un hetero (Parte 5)

Cosas que pasan luego de una fiesta.

Nota: ¡Hola! Mis disculpas por tardar tanto en subir la 5ta parte, tengo problemas con el internet jaja, pero bueno, aquí está. Hice todo lo posible por alargarla.

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Aunque pensándolo bien, no es tan mala idea, de todas formas algún momento debería ir al baño, posiblemente cuando ya le cueste hablar. ¿Será que lo hago? ¿Me aprovecharé de Pedro estando borracho?

-Bueno, ya vengo, iré a buscar más refresco en la casa– le dije levantándome de la silla donde estaba sentado. Luego llegar a la cocina, recargar mi vaso con refresco salí. Al volver al patio vi como un gran grupo de personas hacían un circulo y gritaban, al acercarme pude ver a lo que alentaban. Era Pedro, estaba bailando en el centro del circulo con diferentes mujeres, ella se acercaban a el y el se movía al ritmo de la canción, moviendo sus caderas de forma muy sexy, haciendo sonreír a las que bailaban con el produciéndome celos.

Me alejé de allí, no quería seguir viendo eso, sentía celos, y también porque sus movimientos sensuales me produjeron una gran erección. A lo largo de la noche pude ver perfectamente como Pedro bailaban con casi todas las chicas del lugar, abrazándolas, tocando sus caderas, algunas veces y disimuladamente tocaba sus pechos, odiaba verlo así, quería ser yo a quien tocara de esa manera.

Regresé a donde estaba sentado antes a hablar con Jesica, luego de unos minutos el círculo se dispersó y Pedro dejó de bailar. Pasaron las horas y todo estaba normal, la gente bailando, hablando, pasando un buen rato, igual lo estaba haciendo yo, hasta que lo vi, a Pedro, bailando de nuevo, pero esta vez con Ana. El tenía sus manos en las caderas de Ana y ella las tenía alrededor del cuello de Pedro, bailaban muy pegados, su baile era extremadamente sexy o bueno, eso era lo que yo percibía. Creo que si hubiera colocado un fosforo entre ellos dos, éste se hubiera encendido debido a la fricción de los dos cuerpos. Continué viéndolos hasta que noté que el me veía, no sé por que lo estaba haciendo, tenía un una leve sonrisa, casi diciendo “mírame, mira como me muevo, se que quieres bailar conmigo de esta manera”. Me molesté demasiado, hacía imposible ocultarlo, incluso, algunos amigos se acercaban a mi y me preguntaban el por qué de mi cara de molesto, solo les decía que todo estaba bien.

La noche transcurría y Pedro cada vez se embriagaba más, hasta el punto de costarle caminar. A eso de las 2am y luego de picar la torta ya todos estaban yendo, al cabo de una hora solo quedábamos aproximadamente 10 personas, de las únicas conocidas solo estaban Pedro y Andrea.

-Fernando, ¿Será que tu puedes llevar a Pedro a su casa?- me dijo Andrea.

-Verga, no sé, tendría que preguntarle a mi papá. ¿Dónde vive el?

-Es aquí mismo, a 5 cuadras o algo así.

-Bueno, en unos minutos llamo a mi papá para preguntarle si lo podemos llevar.

-Está bien, bueno, ya vengo, le abriré la puerta a unas amigas que se van.- dijo dirigiéndose a la puerta. Luego de unos minutos veo que Pedro se acerca a mi, o bueno, al menos lo intentaba.

-Hey, Fersh-Dijo tratando de sostenerse con la pared.

-Mierda, Pedro, estás vuelto mierda.

-Cállate, todagvia eshtoy bien.

-Claro que no, casi no puedes caminar y te cuesta hablar, no estás bien.

-Buegno, no imopogta, cuando llegue a mi casha me baño y se me pashag.

-Aja, ¿y como te vas?

  • Ehh, no sé… Caminagndo

-¿Caminando? Por Dios Pedro,  ni siquiera puedes pararte sin irte de lado. En un rato llamaré a mi papá para preguntarme si te podemos llevar.

-¡NOO!... Pana, m-me da pena que t-tu papá me vea así.

-No, no pasa nada. El entenderá

-No, c-claro que pasa. Mejor acompáñame a mi c-casa

-¿Como? ¿Caminando?

-Obvio que si

-Pedro, ya es tarde, ¿No es peligroso?

-No valee, esta zona es muy segura y bueno, si pasa algo yo te protejo.

“si pasa algo yo te protejo” Esa frase dio vueltas en mi cabeza antes de decirle que si lo acompañaría. Salimos de la casa de Andrea, rumbo a la de Pedro. Luego de estar caminando unos minutos comencé a agarrar a Pedro por el  brazo, a veces se iba de lado y balbuceaba cosas que no entendía, una vez casi se golpea con la pared de una casa. En ese momento sentía miles de emociones, tenía miedo por estar caminando tan tarde por esa zona, a pesar de que Pedro me dijo que era seguro y que si pasaba algo el me protegía. También sentía una corriente eléctrica por todo mi cuerpo, me encantaba poder tocar el brazo de Pedro sin tener que dar explicaciones, podría parecer que lo estuviera ayudándolo para que no se cayera, para mi era algo más, estaba agarrando del brazo al chamo que me gustaba, ira irreal.

Luego de estar caminando por un largo rato Pedro me dice que se siente mal.

-Fer, m-me siento mal, aahhg-Dijo deteniéndose y recostándose en una pred.

-¿Qué tienes?

-No sé, creo que voy a vomitar.

-¡¿QUE?! – Me alejé un poco- Bueno, ven por aquí – lo guié hacia al otro lado de la calle, donde había un terreno vacío, allí podría vomitar sin ensuciar mucho.

-Creo que ya voy a vomitar

-Bueno, acomódate, dobla las rodillas e inclínate hacia abajo. Abre los pies para que no te ensucies los zapatos.

-¿Como? No entiendo.

  • Así, mira. – me acomodé en la posición que le indiqué anteriormente, así el me podía imitar- Ahora hazlo tú. – imitó mi posición pero no por muchos segundos, perdió el equilibrio provocando que se cayera de frente, llenándose de tierra y hojas secas.

-¡¡JAJAJAJAJAJAJA SI ERES GAFO JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!! – no podía aguantar la risa, intentaba ayudarlo pero era imposible, la risa me dominaba, tanto que tuve que sentarme en la acera porque no podía dejar de reír.

-Coño, Fer, ahh, ayúdame a levantare –Dijo volteándose quedando acostado de lado.

-Voy, voy jajajajajaja.-Me sequé las lagrimas que salieron de tanto reír, estaba inclinándome para ayudarlo a levantarse cuando…

-Ya va… F-Fer… -y bueno, pasó lo que estábamos esperando… Pedro vomitó, llenándose un poco del líquido que expulsó. Vomitó 3 veces, todo líquido, supongo que el alcohol que había tomado.

-Que asco Pedro, vomitaste toda la mierda que tomaste.

-Si, y me ensucié también – dijo señalando su franela y su pantalón.

-Ay cochino. Ya párate que se hace tarde, son como las 3am ya.

-Bueno, vamos – se levantó del piso y seguimos caminando.

Continuábamos caminando, esta vez ya no era necesario sostenerlo del brazo, ya podía caminar sin tambalearse tanto. Era un poco incomodo ya que no hablábamos mucho, solo me hablaba para decir “por este lado”, “aquí a la derecha” o cosas por el estilo.

-Aquí es-dijo rompiendo el silencio- ayúdame a abrir la puerta, toma- sacó unas llaves de su bolsillo, me las dio y me indicó cuales usar.

Al entrar noté y luego que Pedro encendiera la luz, pude ver una escalera en espiral, no había visto desde afuera que su casa contaba con dos, habían un par de cuadro, 3 muebles, una mesita de vidrio entre los muebles, algunos materos con grandes flores, un gran armazón de madera junto a la pared con pequeñas puertas. Al final de la sala había una gran ventana con dos puertesillas cerradas en ella, al lado de esta había dos puertas, supuse que una era la cocina y otra era para el patio.

-¿Quieres agua?-me dijo Pedro caminando hacia una puerta, no me había equivocado, una de ellas era la cocina.

-Si, por favor.- “Si quieres te puedes sentar en un mueble, tranquilo” pude escucharlo decir eso desde la cocina, al volver me entregó el vaso con agua y se sentó junto a mi. Estaba muriendo de sed.

-Gracias-tomé el vaso de agua rápidamente, estábamos muy cerca, me estaba poniendo muy nervioso, podía notar que ya no estaba tan ebrio como hace una hora cuando salimos de la casa de Andrea.- Bueno, ya, llamaré a un taxi para irme.- le entregué el vaso.

-¿Un taxi? ¿Y tu papá?-colocó el vaso en la mesa.

-Ya es tardé, me da vaina llamarlo para que venga, también tengo que ir caminando a la casa de Andrea para que me recoja allá.

-Ah ya, pero mira, como tú dijiste, es tarde y no creo que los taxis estén trabajando a esta hora. ¿Por qué no te quedas a dormir aquí?

  • Verga no sé, me da pena contigo y con tus papás.

-No valee, conmigo no tengas pena, me trajiste a mi casa, es lo menos que puedo hacer. Y por mis papás no te preocupes, no están en la casa, y no vendrán hasta mañana en la tarde.

-No sé, además, ¿Dónde voy a dormir?

-Dale, quédate, no creo que consigas taxi a esta hora, puedes dormir conmigo, en mi cama, es grande y cabemos los dos.

No me lo podía creer, Pedro, el chamo que me gusta me estaba invitando a dormir en su casa… Con el… EN SU CAMA. ¿Será que podré dormir teniéndolo a mi lado?

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Nota: Gracias por leer el relato, trataré de subir el siguiente en dos o tres días, dependiendo de como se comporte el internet jajaja. Ya saben, comenten, valoren, opinen. ;)