Enamorado de Cintia.
No todos los transexuales son como las estrellas del porno.
Navegando un foro donde se publican distintos temas, desde política a humor o fotos de mujeres desnudas o con poca ropa a tecnología e historia, en fin, de todo un poco me encuentro en un post que me pareció interesante donde se preguntaba si sabría discernir si la foto era de una mujer o un hombre. La foto era la cara y los hombros desnudos y tenía toda la pinta de ser una mujer así que hice clic en el enlace para leer los comentarios y saber que era.
Resultó ser un travesti. La chica en cuestión estaba sentada desnuda con una mano en un pecho, no eran grandes pero si lo suficientemente crecidos para que quepan en la mano, con unos pezones endurecidos y marrones; la otra mano la tenía en su pene, el cual cubría menos de la mitad de su tamaño. En ese momento sentí como se me ponía erecto mi propio pene.
No es que nunca haya visto fotos de travestis, solo que en ese momento sentí una atracción inusual o algo por el estilo así que decidí que quería probar tener sexo con uno.
Me puse a buscar en clasificados de mi ciudad hasta que encontré un anuncio de un travesti que de acuerdo a la foto “real” estaba muy atractiva. Me puse en contacto y luego de explicarme el pago y los servicios que prestaba concertamos la cita para el día siguiente.
No puedo negar que estaba nervioso, es la primera vez que iba a probar tener sexo que no sea con una mujer y aunque alguna vez me picó la curiosidad y el deseo de probar una polla en mi boca y en mi culo siempre se despejo toda gana luego de una buena paja.
Llego a su dirección y me recibe con un bodi blanco que cubría sus pechos, media panza y la tanga con ligas escondían un bulto que aunque no muy visible revelaba que allí se escondía algo. Me invitó a entrar y a sentarme en un sofá amplio, me pregunto si quería tomar algo y como no tomo alcohol le dije que no. Me preguntó si fumaba, tampoco, soy un aburrido le dije y sonrió casi a carcajadas. Me pregunto si tenía experiencia y le recordé lo aburrido que era por lo que le hice sonreír de nuevo. Eso sí, le dije, alguna vez me masturbe mientras me penetraba el culo con un dildo por lo que virgen del todo no era. Ella sonrió de nuevo y me explica algo que no me esperaba.
- Imagino que tenes una idea preconcebida de travestis con pija grande y dura, lamentablemente imagino eso no se aplica a mi sino a estrellas porno más que nada ya que un travesti “real” no quiere saber nada del pene, no responde generalmente por las hormonas que tomamos y en algunos ni siquiera se produce el coito.
Mientras la escuchaba me di cuenta que las 3 fotos que ponía en su anuncio no se veía su miembro erecto sino que había solo una donde se lo veía flácido y más bien pequeño. Recordé la conversación del dia anterior y también me di cuenta que en ningún momento hablamos de que yo haría de putita entregada a su pene duro.
Lamento si venias con otra idea, me dice.
La verdad si, venia con la idea de poder disfrutar y sentirme entregado a tu lado macho, ya sabes, poder chuparte y que me penetres.
En raras ocasiones se me pone dura, me gusta recibir, sentirme mujer, no me gustan las drogas y cosas que hacen que crezca el deseo sexual, me dice agachando levemente la cabeza como avergonzada.
Sentí algo por ella que me hizo moverme a su lado y poner mi mano en su rostro debajo de su cabello largo, me mira y sonríe y nos besamos.
Lo que comenzó con besos suaves, apoyando labios, abriendo la boca apenas, fue ganando pasión y las lenguas empezaron a salir para buscar la otra boca. Las manos comenzaron a acariciar, las mías su rostro, las de ella el mío.
Nos miramos un momento y sonreímos.
Eres hermosa, me encanta tu sonrisa, me encanta tu piel.
Eres muy galante. Me dejas quitarte la ropa?
Si es lo que quieres.
Sus manos recorrieron mi pecho hasta llegar a la cintura, una vez debajo de la ropa comenzó a subirlas despacio acariciando mi piel mientras iba subiendo la camiseta. Mis pezones se endurecieron en el momento que ella los tocó con la yema de los dedos por un instante, levanté los brazos y así quede con el torso desnudo. Su boca se acercó a la mía y con un suspiro hizo el amague de un beso pero me quitó los labios para pegar los suyos a mi cuello. Bajando lentamente mi piel sentía escalofríos de placer, más aun cuando llego al pezón en el cual se detuvo para hacerlo el juguete de su boca y su lengua. Mis manos no querían perderse placer así que fui acariciando su espalda hasta encontrar el broche del sostén, cuando ella sintió que se desprendía hizo un movimiento experto para quitárselo de encima sin dejar de besarme los pezones, los cuales recorría del uno al otro sin dejar casi lugar de mi pecho sin recorrer con sus labios.
Yo estaba frenético, caliente, y cuando lo estoy quiero besar, chupar. Así que puse mis manos en su rostro y la levante hasta poder besarla, el beso ya era erótico, ardiente y apasionado. Sus manos ya buscaban quitarme el pantalón de alguna manera, las mías recorrían su cuerpo y luego de un rato se detuvieron en sus pechos pequeños, me separe de sus besos para buscar los pezones, le devolví el cariño y la pasión que ella puso en los míos mientras ella acariciaba mi cabello, podía oír gemidos leves a cada mordisco suave que le daba en sus tetas y sentirla gozar me estaba calentando a tope.
Interrumpió mi disfrute de sus pechos separándome y haciéndome recostar en el sofá, en unos segundos me quede totalmente desnudo, totalmente a su merced, con mi polla dura pegada a mi vientre, sus manos acariciaron mi pecho mientras su boca se dirigió cerca del ombligo y arrastrando la lengua fue subiendo poco a poco hasta que me hizo sentir su pecho rozando mi erección. Me dejo un beso de unos segundos y volvió a bajar cubriéndome a besos y caricias, mi respiración agitada le dio a entender cuanto estaba disfrutando, el roce de su pecho bajando sobre la pija dura me estaba volviendo loco y con una sensación de que en cualquier momento explotaba con simplemente unos roces, caricias y besos. Su boca se detuvo en el glande, hinchado a reventar, su lengua hizo unos movimientos que casi me matan de placer cuando rozaba el límite de la cabeza dura. Se la fue metiendo en la boca poco a poco sin levantar la vista, sus manos recorrían mi pecho y mi vientre mientras sentía como su lengua y labios cubrían casi completamente la polla. Durante unos minutos estuvo deleitándose entre besos, caricias y chupadas que me estaban provocando un placer tan grande que estaba a punto de reventar. Sus manos se posaron en mi glúteo dándome a entender que quería que lo levante un poco, apoyándome sobre el sofá levante un poco la cadera y sentí su lengua recorrer los huevos, luego de unos segundos siento su saliva caer recorriendo el culo, luego un dedo apoyarse en el ano mientras caía mas saliva. Con movimientos suaves lo acariciaba en círculos, luego sentí su lengua intentar penetrarme, su dedo de nuevo que ya me invadía casi entero, luego la lengua…
Se puso de rodillas frente a mí, con la punta de los dedos limpio el liquido que salía de mi pija y se los llevo a los labios, iba a sacar la lengua para limpiarse los dedos pero me levante y le robé ese placer al besarla y chupar el liquido, nos besamos un momento hasta que ella se levanto y me lleva de la mano hacia su habitación, me pide que me acueste en la cama mientras ella abre un cajón y saca un dildo no muy grande.
- Lo quieres? Te lo doy mientras tu me das lo tuyo.
Con una sonrisa hice un gesto de aprobación y ella se sienta encima mio dándome la espalda mientras me acaricia los huevos y el ano. Con una señal me indica un pote de crema en la mesita de noche, unto una buena porción en mi pene y le acaricio el culo poco a poco, ella en cuatro se contorsiona disfrutando las caricias, me pongo mas crema en los dedos y dilato poco a poco el ano hasta que la penetro con un par de dedos, sus gemidos de placer son intensos, me pide el pote de crema y me devuelve la atención, yo sigo acariciando y masturbando su culo, ella ya tiene un par de dedos en el mío y estoy en el paraíso entonces siento como va entrando el dilo poco a poco, una vez dentro ella me agarra la mano y la mueve.
- penétrame amor.
Acomodo la polla en la entrada y ella se sienta poco a poco hasta tenerla completamente adentro. Se mueve lentamente mientras trato de restringirle los movimientos con mis manos en su cadera porque siento que no puedo aguantar mucho, su mano mueve la goma en mi culo magistralmente y me está matando de placer.
No puedo más, digo al cabo de no más de un minuto.
No te preocupes, lléname.
Y así lo hice, ella se movió con destreza para apurar lo inevitable y la llene con lo que me parecieron chorros y chorros de leche, nunca había sentido semejante orgasmo. Su mano aun seguía fallándome el culo con frenesí mientras su culo se movía sobre mi polla exprimiéndola completamente.
Me incorpore y le di la vuelta, sentí como el dildo salió despedido de mi culo, ella abrió las piernas sabiendo lo que quería yo, la penetre antes que se me bajara luego de semejante acabada y empecé a sacudir como poseso sintiendo sus gemidos y sus ruegos:
- si mi amor, fállame duro, dame fuerte por favor!
Sus brazos se cruzaron en mi espalda, sus piernas sobre mi cadera, nos besamos, por alguna razón mi erección se mantenía, estaba aun muy caliente y aunque estaba más sensible, no quería parar, la mezcla de semen lubricando su culo hacia que entrara y saliera sin problemas.
Sus manos en mi cara hicieron que me levantara, luego las puso sobre mi pecho para que me levante mas, vi su rostro y los gestos de un placer intenso me hicieron empujar aun más duro. Me di cuenta que con una mano buscaba masturbarse, su pene estaba duro como roca y aunque pequeño se notaba que estaba muy hinchado. Puse saliva en mi mano y quite la suya, con cada empujada mi mano se movía como si polla la estuviera follando.
Me vengo. Me dice.
Me dejas chuparla?
Si mi amor soy tuya.
Su cuerpo empieza a arquearse y sus gemidos son intensos, siento el primer chorro saltar sobre su pecho y me agacho al momento cubriendo su polla con mi boca, la penetro con 2 dedos buscando su próstata masturbándola con la boca mientras saboreo su leche llenándome. Ella me tira del pelo para que suba.
- dame, me dice
Nos besamos y comparto su semen el cual busca con su lengua.
Nos quedamos abrazados en la cama. Tengo su cuerpo pequeño en mis brazos y creo que estoy enamorado. Ella acaricia mi pecho y luego baja hasta mi pene flácido, restos de semen se pegan a su mano y la arrastra hasta mi culo.
Te parecerá una mentira pero hace mucho tiempo que no acabo leche como ahora, solo un poco de liquido. Me has hecho gozar mucho.
Tú me has hecho gozar como no creo que haya gozado nunca, le digo. Y realmente no creo haber tenido semejante calentura precedida de un orgasmo semejante. Ya saben, soy aburrido.
La realidad me apremia y se que esto era un servicio por el que tengo que pagar y no sé cómo decirlo. Hago notar que quiero saber la hora pero ella me hace un gesto de que no lo haga.
- si no tienes nada que hacer me gustaría que te quedes un rato mas.
La realidad me pega de nuevo y pienso cuanto me podría llegar a costar de más ya que no vine preparado para horas extras.
si te parece bien, esta es una cita, no un servicio.
Me llamo Roberto.
Soy Cintia.
Nos besamos suavemente y sonreímos. Ella se acomoda mejor en mis brazos. Creo que estoy enamorándome.
- no te asustes, pero creo que me estoy enamorando de ti Roberto.
Siento como me pongo rojo en toda la piel. Mi corazón acelera un poco. Pero si nos conocemos hace apenas menos de una hora. Como puede ser?
La abrazo fuerte.
- no te asustes pero creo que me estoy enamorando de ti, Cintia.
Ella aprieta sus brazos a mi alrededor, me mira, sonríe, me da un beso.
- no eres para nada aburrido.