En una tienda comercial

Un sexagenario trabajador regresa de su trabajo cuando accede a una tienda de un Centro Comercial. Allí tiene un altercado con una joven dependienta, que termina con un alucinante encuentro sexual con la misma.

Caía la tarde, cuando regresaba a casa en mi vehículo, tras haber ejecutado el trabajo que me había encomendado la empresa en una ciudad algo alejado de donde resido, al tiempo que diviso en el trayecto la señalización del desvió hacia un centro comercial. En ese momento me vino a la memoria lo que me había ocurrido hacia unos dos años en un Centro Comercial que se encontraba en esa misma ruta.

Comencé a rememorar en mi mente aquellos momentos tan excitantes que permitieron tener una de las experiencias sexuales más morbosas y placenteras de mi vida. A medida que el vehículo iba consumiendo kilómetros en la carretera y la distancia a casa se acortaba, me daba cuenta, que con solo memorizar la escena con la dependienta, mi pene comenzaba adquirir un endurecimiento que hasta me costaba cambiar las marchas del vehículo, por la presión que se formaba en mis pantalón, que no me permitía moverme con la agilidad habitual.

Me percaté que quedaba poca distancia para alcanzar el Centro Comercial donde había acontecido aquel hecho tan trascendente.

Haciendo memoria, recodaré que cuando ocurrió tal suceso, hacia unos días que había celebrado mi sesenta y dos años cumpleaños, me encontraba casado y padre de cuatro hijos, todos mayores de edad e independientes.

Mi esposa es una mujer doce años menor que yo, pero que la menopausia la ha dejado bastante tocada en lo que a su actividad sexual se refiere. Pese a mi edad, aún mantenía y sigo manteniendo un buen momento sexual, quizás motivado en gran medida por la forma física realizada durante todo este tiempo, y por una alimentación bastante moderada, intentando hacer una vida lo más saludable posible.

Aunque les pueda parecer que exageró, les debo reconocer que con relativa frecuencia aún sigo recurriendo a la masturbación para desahogar mis ansias sexuales.

Mi nombre es Leonardo, pero todos me llaman Leo. Como le he indicado anteriormente mi aspecto físico se mantiene bastante bien, y en opinión de muchos suelo aparentar menos edad de la que realmente tengo. Por otro lado, mi parecido siempre ha sido algo cautivador con las mujeres, lo que me ha motivado más de una escena de celos por parte de mi esposa, aunque realmente nunca le había sido infiel hasta esa tarde-noche.

Ese día, regresaba como esa tarde, de haber realizado un trabajo fuera de la ciudad donde vivo, por la misma ruta, oscureciendo ya el día, cuando recordé que tenía que adquirir una prenda que me hacía falta. En el trayecto divise un gran Centro Comercial, y me dirigí al mismo. Eran ya casi las ocho de la noche y estaban a punto de cerrar los comercios que se encontraban dentro del mismo.

Tras estacionar el vehículo en el subterráneo del  Centro, accedí a la zona de tiendas comerciales y me puse a buscar entre ellas la prenda que necesitaba.  Tras visitar varias de ellas, no la encontraba, y me daba cuenta de que ya estaba cercano al cierre de los locales comerciales. En ese instante, divisé una tienda donde me dio desde fuera verifique que existía la prenda que andaba buscando. Entre en la misma y me dirigí a comprobar si la prenda era de mi medida. Había verificado que en la tienda solo se encontraba una sola dependienta trabajando, la cual estaba en ese momento en caja facturando a un cliente.

Mientras tomaba la prenda en mis manos para comprobar si se ajustaba a mis medidas, observo que sale la cliente que había visto en caja, al tiempo que la dependienta se dirige hacia mí con cara de malas pulgas, y en tono poco gentil, impropio de una dependiente, diciéndome en voz alta:- ¡ lo siento, pero ya vamos a cerrar!.

Me doy cuenta de que la dependienta, una chica bastante joven, con pelo más bien corto, de color negro azabache; me percaté de que pese a todo la misma era bien parecida, con un cuerpo más bien delgado, con unos dos tatuajes en la zona del brazo, que aunque es algo que rechazo, verifique que estaba bien tatuados y no desentonaban mucho.

La mire fijamente a la cara, y al ver la forma y tono de voz en que se había dirigido a mí, con aquellos modelas y le conteste:- que yo sepa, la tienda no estaba cerrada, y, creo que ya estoy dentro .

- ya, pero es la hora y, tengo que cerrar. Tendrá que venir otro día más temprano, en horario de apertura .

En cualquier otra ocasión me hubiera marchado sin más, pero escuchar aquella forma altanera de hablarme, en plan totalmente despreciativo, hizo mella en mi ego personal, y lleno de furia contenida y le dije:

- perdona preciosa, pero debes de saber que cuando un cliente está dentro de la tienda sin haber concluido la hora, tienes el deber de atenderlo. Esas son las normas comerciales .

  • ¡Me va Vd. a enseñar cuales son las normas comerciales! Las normas del negocio son éstas. Y si no se marcha llamo al segurita del Centro.

Para colmo mientras hablaba conmigo había terminado de cerrar la puerta del negocio. Yo la volví a mirar, observando que pese su mala educación aparente, en realidad “ la chica estaba buenísima. Esta, llevaba puesta una minifalda que dejaba entrever unas preciosas pantorrillas, y, la blusa que cubría su pecho era algo recortada, dejando al aire su ombligo. Tuve ocasión de fijarme que aparentaba poseer unos buenos pechos, y además se denotaban bastante firmes. Vamos, que la nena, salvo los tatuajes, estaba para “ echarle un buen polvo ”, pensé.

Ante su actitud persistente le volví a contestar:- Mira guapa, no quiero enfadarme. Pero, ante todo, “creo que debes mostrar mejor educación con los clientes”. Si el dueño se entera de lo que está ocurriendo, seguro que te llevarás una buena reprimenda.

-Pero ¿Vd. quien es para …?.....¡¡o se marcha o llamo al segurita!!- me vuelve a decir en tono  agresivo y casi amenazador.

La volví a mirar y le dije: - Ya que te pones así, ¡quiero que me exhibas el libro de reclamaciones!

-¿Y..?…¿para qué quiere el libro de reclamaciones?- me dijo esta vez, notando un cambio de semblante y cierta preocupación en el cambio de voz.

- Voy a formular dos reclamaciones. Una, por no atenderme cuando estoy dentro del local; y otra, por la forma en que se me has tratado. ¡Ya verás cuando los Inspectores de Comercio y Consumo reciban la misma! Te aseguro que la multa que recibirá tu jefe no le va a gustar.

Me doy cuenta del cambio de actitud de la misma, comprobando que se había percatado de su error, y ahora estaba dudando. Ya su contestación no fue tan agresiva, aunque me volvió a indicar: - no tengo porque entregarle el libro. Venga mañana si quiere. ¡Tengo prisa!

-“encima con esas”. – le dije, esta vez mostrando cara de autentico enfado.

Ya que te pone así: Ahora soy yo el que va allamar a la Policía Local y así veremos que ocurre. Sabes que tu proceder constituye una falta muy grave contra la normativa de consumo. No entregar el libro de reclamaciones es una infracción grave. ¡Creo nena, que se te va a caer el pelo! Cuando tu jefe vea la sanción de más de 3 mil euros, seguro que pondrá el grito en el cielo.

Ella se dio cuenta de su error, y al ver que tomaba el teléfono para llamar a la Policía Local, recogió velas y me dijo: ¡espere! Le dejaré el libro… “no es necesario que llame a la Policía”.

Cuando me exhibió el Libro, y me lo entregó me dijo:- si me formula una reclamación,…mi jefe es muy exigente. ¡Seguro que me despide!.... ¿No puede dejarlo así?. Le despacharé lo que desee.

La mire. Volvía a dejar el libro sobre el mostrador, la remire de arriba abajo, y le dije: - me has montado un número, sin necesidad. Me has faltado al respeto, y ¿ahora quieres que lo dejemos así?

-por favor… … necesito conservar el trabajo. Estoy pagando el préstamo del coche…y..

-Bueno… la volví a mirar de arriba abajo, en plana casi sádico.

Ahora la nena estaba acorralada. No sé que me ocurrió pero, me vino a la cabeza aprovecharme de aquella situación no buscada de propósito y darle una buen lección aquella preciosidad.  Por ello, con un cierto morbo, le dije: ¿que estas dispuesta a ofrecerme para que no formule las reclamaciones?

Note como un salto en su cuerpo al escuchar mis palabras. Verifico que se pone algo nerviosa y se coloca a la defensiva. Ella también pudo percatarse en ese momento de las miradas que le estaba echando de arriba abajo. Sé que mis miradas eran como si la estuviera desnudando al completo.

Se dio cuenta de mi actitud morbosa, y con cierta preocupación en la voz me contesta:- ¿qué es lo que quiere?. ¿Acaso quiere que le deje gratis la prenda que pretende comprar?

Ahora estaba en mis manos, y quise aprovecharme:

-No pretenderás que me conforme con eso. La prenda, la pagaré yo. ¡Tendrás que ofrecerme algo más reconfortante!

Ella entonces retrocede un poco, y más nerviosa me pregunta:- ¿Qué es lo que quiere a cambio?

La volvía a mirar de arriba abajo con cara de sádico. La verdad es que, en ese momento, tampoco me estaba creyendo lo que me estaba pasando. La situación me había llevado a un comportamiento inusual en mí. Quizás ver aquella nenita tan buena y tan sexy, y llevar varios días de incontinencia sexual, pudo conmigo. Por ello, le conteste: Pues..  ¡Creo que voy a quererte a ti!

-¿como…? Dijo ella dando un respingo: ¡ no pretenderá sobrepasarse conmigo!

-Bueno, ya sabes lo que quiero. ¡O eso, o continuo con el libro de reclamaciones! ¡Tú eliges!

-Está loco sí cree que voy a tener sexo con Vd. ¡ habrase visto este viejo !. ¡ Pero que se ha creído ! Me dijo algo alterada. ¡ Ahora lo denunciaré por acoso sexual!

-Vale nena, veo que no entras en razón. Creo que mejor es que sigamos con las reclamaciones.

Al ver que iba a comenzar a escribir, me dijo:- joder pare. …No siga….. ¡será capullo! Que es lo que quiere que le haga: ¡una paja! Me interrogó.

-Mira preciosa. Para una paja, me la toco yo.

-¿entonces que quiere? Me digo algo preocupada y un poco malhumorada.

-tienes un cuerpo “de putita”. “ Quiero echarte un buen polvo ”. ¡Eso es lo que quiero! No me podía creer lo que estaba saliendo de mi boca. Era algo que incluso en estos momentos, a toro pasado, me parece increíble que me hubiera atrevido.

-¡es un cabron! ¡Se quiere aprovechar!… ¡es un sádico! ¿Lo sabe su mujer?

-Deja a mi mujer tranquila. Ahora quiero que seas una buena putita y te abras de piernas para follarte bien follada.

Note que mi forma de hablar, pese a todo, comenzaba a sentar mella en la chica. En ese momento ella, algo ruborizada, me doy cuenta que se fija en el bulto que se había formado en mi pantalón .

Como les había indicado lleva tiempo sin echar un polvo, y mi pene se había encabritado y mostraba una buena erección que se hacía notorio en mi pantalón. Además la naturaleza me proveyó de una buena pieza, bastante larga y algo más gruesa que la media.

Note en como la cara de la chica enrojeció, y me dijo:- “ es un viejo verde”. Joder veo… ¡que cabrón…!. Y encima veo que se la ha puesto dura . “Que cabronazo”.

Entonces ella apagó las luces del local, dejando solo las mínimas, y fue retrocediendo hasta una parte trasera del local, donde se localizaban los probadores . Yo la seguí. Me di cuenta que ese momento, la nena se estaba contoneando delante de mí. Era obvio, que la chica se había excitado ante el hecho de que un hombre maduro como yo la deseara.

Entró dentro del probador, y mirándome a la cara se mete las manos por debajo de la minifalda, y ante mi incrédula mirada y se baja la tanga que llevaba puesta , y la deja colgada en uno los percheros. Luego me hace sentarme en la silla que estaba dentro del probador, y comienza a bajarme el cierre del pantalón y el cinto, dejándolo caer al suelo. Me quedé solo con un slip, donde aparecía ya mi erección manifiesta. Note la cara de sorpresa y admiración de la chica.

- joder, que cabrón… ¡ parece que tienes una buena tranca! - me dice ella, después de quitarme el pantalón y colocarlo igualmente en una percha.

a que esperas para verla! Vamos putita, se que está deseando verla . Vamos bájame el slip. ¡ Verás la tranca que tengo para ti!

Con un morbo tremendo, ella tira de mi slip, y aparece ante su vista mi pene blandiendo una erección bastante notable. Ella al verla, me dice con cara de asustada:

- joder.. cabronazo… ¡ sí que es grande .!.¡ Eso no me entrará ! Era manifiesto que la nena se había cortado. No se esperaba una tranca como la mía, con casi 21 cm de largo y con un buen grosor. Las venas destacaban de una forma tan patente que la hacían parecer más grande.

- te gusta preciosa. ¡Claro que te entrará! Esa cuquita se la comerá toda .

- este loco….. es demasiado grande. Y esa venas…no sé…. está muy gruesa.

-¿la de tu novio es como esta?

Me mira con los ojos enrojecidos de pasión, y me contesta:- claro que no ….. J aja... ni comparación. Creo que esta es casi el doble… ufff ….es mucho más gorda…. Pero me reventará. Creo que no es buena idea .

-Venga preciosa. Anda tócala con tus manos, acaríciala. Comprueba lo dura que está.

Era obvio, que pese a su excitación la chica se encontraba asustada. No obstante, observo como acerca su mano, toma mi polla y la rodea con sus dedos, palpando la dureza de la misma, y con gran agitación comenzó a pasar la mano por todo el largo y ancho de la misma, desde el glande hasta la misma base.

- joder… ¡que dura la tiene!

Después de un rato manoseando mi polla, observo que  mirándome a los ojos echa mano a mis testículos, y se sorprende al verificar su tamaño, y exclama: - cabrón que grandes los tienes” . Y además… ¡ parece que los tienes llenos ! Y continúo palpando mis testículos.

  • Verás cuando sientas mi lechita dentro. Te voy a regar bien ese coñito preciosa . Nunca antes nadie te habrá llenado como yo te voy a llenar.
  • No solo pretendes follarme, sino que además… ¿Pretende correrte dentro? ¡Lo tendrá que hacer con condón…! ¡que se ha creído!... ¿que lo íbamos hacer a pelo? Me dice repente.

No había caído en los condones. Pero me sobrepuse y le conteste:

  • Nada de condones ”. Nunca lo he hecho con ellos. A mí me gusta a pelo, que sientas toda mi polla dentro… ¡a la viaja escuela! ¡ Los condones son para los maricas! Le dije con energía, notando como eso caló en la chica, que me contesta:
  • Ni lo sueñ….. me podría dejar embarazada. ¡Joder con el viejo!
  • No creo que estés ovulando ¿verdad?. Pues no hay peligro.

Se lo decía mientras alargaba, y la pasaba por debajo de su minifalda y tocaba por primera vez los labios de su coñito . ¡ Joder la nena estaba chorreando !. Aquella putita estaba bien mojada. Mis dedos dedearon sus labios y el índice se introdujo un poco por su abertura.

-oh cabron que hacer…

- vaya preciosa. “Lo tienes encharcado” . Vaya putita. ¡Veo que te está poniendo mi polla verdad!. ¿Necesitas tenerla ya dentro?. ¡A que si…!. pues a que esperas. Vamos nena , le dije mientras la atraía hacia mí y abriendo sus piernas, la fuerzo a colocarse a horcajadas sobre mis muslos, quedando su raja muy cerca de mi tranca, la cual estaba como un misil.

- oh me va a reventar. .. Joder a pelo… es peligros.    “Hágalo despacio…”

La nena, estaba excitada y ahora había decidido entregarse. Pase mi tranca por su raja, haciendo que mi glande se mojara con sus jugos, como si fuera una brocha, embadurnando todo mi glande, sacando unos suspiros de la chica. La deje justo a la entrada de su cuquita, y le dije: - vamos preciosa. Tu misma. “ Ve sentándote. Clávatela tu misma ”. ¡Vamos putita que estás necesitando montar una polla como es debido!.

Ella no me contestó sino que vi como aflojó su cuerpo y se fue dejando caer, verificando como mi glande se iba introduciendo en el dulce coñito de la joven dependienta . Fue un placer inenarrable. Note que dudo, pero luego siguió, mientras me miraba y me decía: - joder cabron…. me vas abrir toda… “es demasiado grande”. ¡No me entrará!

- Sabes que la necesitas sentir toda dentro de tu cuquita. ¿ Ahora no vas a rajarte ? Nunca tendrás una polla como esta preciosa. ¡¡¡ Sé que estas deseando comerte una tranca grande y gorda como la mía !!! Se lo decía, notando que eso la llenaba de mayor excitación, haciéndola gemir entrecortadamente.

Mis palabras la ponían. ¡ Eres una putita... y estas muy cliente! Estas muy necesitada de polla.

-¡oh cabron…! ¡Pero me vas abrir como nunca!. Me duele.. ooo joder…

Pronto más de la mitad de mi nabo estaba dentro de aquel jugoso y estrecho coño adolescente. En realidad era bien estrecha. Notaba como las paredes de su vagina apretaban mi polla como si quisieran estrangularla .

Yo tenía una calentura de mil demonios, y en un momento dado coloque mis manos detrás de sus nalgas denudas, y la ayude a levantarse un poco, al tiempo que luego tiraba más hacia abajo para que se la terminara de clavar.

- ohhh me vas a reventar… ooo no mas ooooooo como me abres….

La mire a los ojos y le dije:- vamos putita. Sé que tú puedes. “Vamos quiero que te la termines de clavar toda”. Quiero que sientas todo mi pedazo de polla dentro de tu coñito.  Has visto como me tienes. Necesitas sentir toda mi tranca dentro preciosa.

Ella me miró, y fue como un desafío, y note como en otra de su continuas subidas y bajadas, note como mi polla hizo tope: la chica terminó de clavarse toda mi polla, hasta la misma base ._ oooooooo que dolor… ooooo me le he clavado toda… Dios que…

-así preciosa. Ya la tienes toda dentro. ¡Qué buena estas putita!

Espere un poco hasta que se su vagina se acostumbrara a las dimensiones de mi cipote, para luego comenzar a  impulsar el cuerpo de la chica hacia arriba y hacia abajo, usando como trampolín mis manos en sus nalguitas.

Me doy cuenta de que ella mira hacia el espejo del probador. Nos observamos ambos. Ella comprueba mi enorme cuerpo sentado en la silla, y aquella hembrita, con un cuerpo mucho menor que el mío, tan delgada. Parecía una muñeca sentada sobre las piernas de un macho. Veía claramente como mi tranca se iba encajando a cada viven de su cuerpo en todo su coñito.

La presión de las paredes de su vagina comenzaba a ceder, verificando que la chica comenzaba en ese momento a disfrutar, percibiéndolo en los rubores de su cara.

- te gusta ¿he putita? Tenías ganas de sentir la polla de un macho como yo cogiéndote verdad.

Si cabron me gusta… joder, calla y jodeme…. Vamos sigue fallándome- me decía mirándome morbosamente a la cara.

Anda putita sigue cabalgando a tu jinete… quiero que te corras bien. Le decía para excitarla mas: Sé que deseas correrte con mi polla dentro…¿a que si?

-oh …Sii quiero correrme… oooo como me llena tu polla palurdo. Me estas abriendo como nunca…que buena tranca tienes…

Comenzó a cabalgar ella misma, aumentando cada vez más las subidas y bajadas, como si fuera una pequeña amazona. Al momento constate que llegaba a su primer orgasmo: - oooo me vengo ooooo oo siiii me vengo ooooo

Su vagina apretó mi tranca como queriendo estrangularla, hasta que, por fin cedió . La nena había tenido su primer orgasmo con una corrida de campeonato, quedando abatida, recostando su cuerpo sobre mi pecho.

La deje que se relajara un poco tras ese primer orgasmo, y cuando verifique que estaba más recuperada, desabroche su blusa, a lo que ella no puso reparo. ¡ La nena estaba entregada! .

Le quite toda la blusa, y luego el sostén, apareciendo unos pechos de lujuria , bastante firmes y grandes para una nena como aquella .

Me di cuenta de que ella disfrutó al ver la mirada morbosa y lujuriosa que eche a sus pechos: te gustan eh cabron. Te gustan mis pechos

Sin contestarle los lleve a mi boca. Ella al momento dijo: - ooo siii comételos  o cabron que bien lo haces… oo si así sigue….

-joder putita.¡que pechos tienes!... ufff

Estuve mamando sus pechos sin parar mientras ella comenzó de nuevo a cabalgarme. En ese momento, presa de la máxima excitación, me incorporo levantándome, izando a la nena en brazos , sin sacar mi nabo de su cuquita .

Ella se vio reflejada en el espejo del probador, y aquello la enceló más. Puso sus manos en mi cuello para sostenerse mejor, mientras yo hacía movimientos hacia arriba clavando mi tranca sin miramientos en aquel delicioso coñito.

- has visto putita que buena estás. ¡¡Estas totalmente empaladita por mi polla!!. Te gusta cómo te folla este macho ¿verdad?

-me tienes toda atravesada capullo. Joder ….

Ella no dejaba de mirar la escena en el espejo, y sosteniéndola en alto, la comencé a follar de forma bestial, clavando una y otra vez mi tranca dentro de su estrecho coño y sacándolo casi hasta el mismo glande, para luego volver a enterrársela hasta el fondo.

- o siii me matas oo` ooosiiii oooooo

Mi bombeo se hizo tan intenso que pronto la nena volvió a entrar en su segundo orgasmo , observando como mi poderoso nabo abría una y otra vez aquella cuevita, y ella se convulsionaba aferrándose cuanto podía a mi cuello para no desfallecer y caerse.

Cuando terminó. Me volví a sentar con ella empalada aún. La notaba sumamente agotada, mientras me abrazaba diciéndome dijo: .-¡¡ que cabronazo me has hecho correr dos veces seguidas!!. Nunca mi novio ha podido hacerme correr así.

Le conteste :-ahora ponte en plan perrito sobre la silla putita. “ Voy a llenarte ese coñito como Dios manda ”.

-¡estás loco!. ¿No pretenderás correrte dentro?. Estas chiflado. Me dijo ella, aunque bastante excitada.

-a callar putita. Necesitas mi leche dentro. Y sabes que lo voy hacer.

Ella, aún  nerviosa, dudándolo, ante mis exigencias se colocó de rodillas sobre la silla, con todo su trasero mirando hacia mí. Al verla, mi polla se envaró aún más:¡ joder que buena estaba aquella nena !. Observe su ano, y me di cuenta que su novio seguro que la había cogido también por ahí.  Y le dije:

- vaya putita. Veo que no eres virgen del culito . Tu novio te lo ha follado por ahí eh… ¡que putita eres!.

-si cabron… pero ¿tú no pretendas encularme?. La tienes muy grande.

- por hoy lo dejaremos. Pero….¡otro día te encularé!. Hoy quiero correrme a gusto dentro de tu coñito .

Y sin más, acerque mi tranca a su raja y la atravesé. Ella dio un pequeño grito, al ver como entraba dentro de ella como una espada en su vaina. Se puso rígida al sentirse atravesada por  toda mi verga.

-ohh despacio ooo joder ooooo

Observe mi tranca, voluminosa dentro de aquel estrecho coñito, y más arrecho me puse. No me podía creer que toda mi tranca estuviera dentro aquel coñito . Sin más, la tomo de la cintura y comencé a bombearla una y otra vez, cada vez con más potencia, constando como ella comprobaba en el espejo como la atravesaba una y otra vez, hasta que me percaté de mi pronta venida. Le dije:

- oh putita. Ábrete bien ese coñito…. Ya me viene. “ Como Te voy a llenar ese coñito”.. “Te lo voy a dejar bien regado”

-no por favor no te corras dentro… puedes embarazarme.

-a callar putita. Necesitas mi leche… y vas a tener mi ración….

Ella no dejaba de mirar el espejo, mientras comprobaba las expresiones de mi rostro, como mi cuerpo se contraía, signo evidente de mi pronta venida. Y viendo que me salí ya la leche, le dije: - a que si putita. Necesitas sentir la leche de este potro en tu coñito. Necesitas que te lo riegue ¿verdad?

Me contesta: - o cabronazo, veo que estas dispuesto hacerlo. Me vas a desgraciar…. Ohhh te está creciendo más ooooo…

O siiii… oooooooooooooo - mis primeras lechadas fueron tan profundas que con toda seguridad bañaron el útero de la nena.

- ooo como me llenas ooo cabron ooooo**

Y tras las primeras, vinieron otras y otras. M e estuve deslechando sin parar. Mi polla al entrar hacia que mi pelvis golpeara una y otra vez el trasero de la chica, lo que evidenciaba la profundidad de mi penetración.

Cuando termine de deslecharme, me retire de ella, sacando mi nabo de la nena, constatando morbosamente, como manaban restos de semen de mi tranca. Ella se miro su coñito, todo enrojecido, y sumamente abierto, por el que discurría una hilera de semen, que descendía por sus muslos. Singo palpable de que mi lechada había sido bien copiosa .

- cabron. Como me has abierto como nunca. Me lo has dejado irritado. Y….. encima te has corrido dentro. Me has llenado mucho…. lo decía recogiendo con sus dedos parte del semen que discurría por sus muslos.

-Y que lo digas nena. Me has deslechado. Nenita ¡pero qué buena estas!.

Tomamos unos papeles, y nos limpiamos. Luego terminamos de vestirnos. Ella me dijo: - ¿ quieres buscar ahora la prenda que querías?.

La mire a la cara y le dije: - es tarde. Creo que aprovecharé otro día para acercarme, y así podré clavarte mi tranca en ese culito tan prieto que tienes .

Ella me mira, aunque con una sonrisa me dice: - serás palurdo. No pretenderás aprovecharte de mi otra vez… y por el culito. Ni hablar…. La tienes enorme.

-sabes que no te puedes negar. Vas a necesitar esta polla. Y querrás saber que se siente cuando ingrese en tu trasero. T e juro que te lo dejaré tan abierto que t endrás dificultades para caminar en unos días. Da por seguro que serás mía nuevamente. Te voy a encular como dios manda.

Ella me mira excitada, y me dice: - ja ja será mejor que te marches ya. Espera…… tengo que salir contigo, o el segurita no te dejará.

Cerró la tienda, y salimos fuera hasta el aparcamiento. Cuando se iba a marchar, le dije: - ¿ estás todas las tardes en la tienda?

Ella me mira y me dice: - de verdad quieres volver. Ja ja..

Nos marchamos cada uno para nuestras respectivas moradas, y la realidad es que no volvía a verla mas.

Habían pasado dos años de aquel emocionante encuentro. Estaba pensando si aún seguiría en el Centro Comercial. Aun me quedaba un trecho para llegar al mismo. Dude si hacerlo o no.

En otro momento puede que les cuenta si realmente volvía a encontrarme con la nena o no.