En una piscina

Tú y yo... y sube la temperatura del agua.

EN UNA PISCINA

Tu y yo en una piscina.

Nos vemos: tu llevas un bañador negro, gafas y gorro azul. Yo, mi conjunto de baño dos piezas: sujetador blanco y braguita negra, y también llevo gorro y gafas de color rojo.

Nos encontramos y me miras descaradamente de arriba a abajo, yo soy más sutíl y te miro de soslayo, pero mientras lo hago, mi mente se imagina lo que te haría si pudiera... pero hay gente nadando y me quedo (de momento) con las ganas.

Tienes un cuerpo "10": fuertes brazos, largas y torneadas piernas, musculados abdominales, un culo de infarto y tu bañador marca tu expléndido sexo. Además tienes una cara preciosa, mitad ángel, mitad diablo. Sí, eres un bello Adonis...

Cómo el –David- de Miguel Ángel.

Nos situamos cada uno en un extremo de la enorme piscina, pero "casualmente" en la misma calle; nos lanzamos al agua y comenzamos a nadar: tu a crowl y yo de espalda...y a la mitad nos chocamos. Rápidamente me pides perdón y me sonríes, yo acepto tus disculpas y también te sonrío. Seguimos nadando...

Al cabo de un ratito me fijo que tres señoras salen y se van. Sólo quedan dos personas más en el agua y deseo con todas mis ganas que se vayan pronto.

Mis deseos se cumplen y a los pocos minutos, la piscina queda semi vacía. Solamente quedamos tres personas: tu, yo y la monitora. Por suerte, ella es amiga mía y le digo por medio de señas que se vaya y nos deje solos. Así lo hace, y me indica 10 minutos con las dos manos abiertas.- Gracias Mari, te debo una.-

Entonces comienzo a moverme muy provocativamente y de forma sensual, a fin de llamar tu atención: hago volteretas y el pino con las piernas muy abiertas y me sumerjo bajo el agua y buceo hacía tí y cuando te atrapo te acaricio las piernas y mis manos van subiendo (tu te sorprendes un poco, aunque me sigues el juego), pero me "olvido" de tocarte tu enorme y duro pene.

Me pego a ti como una lapa y te beso en los labios apasionadamente y me devuelves el beso e introduces tu lengua en mi boca y cogiéndome por la cintura me llevas a la escalerilla y una vez allí me bajas la braguita y me penetras salvajemente, primero por delante y luego me volteas y asiéndome por las caderas atacas por detrás mientras yo no dejo de jadear como una " putita en celo".

Mientas me follas me levantas el sujetador y agarras mis tetas, duras como el cemento, y me rozas el cuello con la punta de tu lengua.

De pronto, oímos gritos de niños. Comprendemos que van a volver y nos arreglamos un poco.

Nos despedimos con un suave " adiós".

Por favor, acepto todo tipo de comentarios, sugerencias e incluso críticas. Gracias.

Un besito.