En un viaje de negocios a San Luis

Sucedió hace dos meses. Realmente nunca me había pasado algo tan lindo. aunque otra veces tuve experiencias agradables, no se pueden comparar con esta.

Viajaba hacia el Oeste en auto, solo. Tenía que hacer cerca de 1000 kilómetos y estaba resignado a aguantarme el viaje y llegar lo antes posible.

Salí de casa alrededor de las 04:00 horas de la mañana porque es a mi entender la mejor para dejar lejos el pesado tráfico de la ciudad de Buenos Aires. Maneje sin detenerme hasta la localidad de Carmen de Areco. Ahí tenía que cargar nafta  y aproveché para desayunar un delicioso café con leche con medias lunas.

Estaba en eso cuando entró un señor de unos 45 años. Tenía un bolso azul y un porta trajes del mismo color. Me saludo con amabilidad y se sentó en la mesa que estaba a mi lado.

Yo tomaba mi café y de vez en cuando lo miraba y respondía a la mirada. De pronto me dice "qué día feo el de hoy no?" yo contesté "sí está lluvioso y parece que ve a estar así todo el día, no he escuchado el pronostico"

El tenía el diario y me lo ofreció. Yo se lo acepté y abrí la página del tiempo. Yo estaba en lo cierto y le dije "va llover todo el día por esta zona" y voy a viajar todo el día con lluvia. El dice "¿y para dónde viaja?"  le contesto "Voy para San Luis". Inmediatamente y con una sonrisa me dice ¡qué casualidad yo voy para allá, allá vivo" Y en qué viaja, le pregunto. En realidad me tiene que pasar a buscar un amigo pero dentro de una tres horas, y como salí del trabajo me vine para acá a esperar, Yo le dije No quiere viajar conmigo y así se me hace mas corto el viaje, yo voy solo" me responde "de acuerdo, voy a avisar acá para cuando venga mi amigo a buscarme"

Yo me fui hasta el baño para hacer mis necesidades y ahí estaba cuando llegó él a hacer lo mismo y me dice "le agradezco que me acerque, así llego más temprano"

Nos subimos al auto y hablando me dice que es policía de la caminera y que vive en San Luis, que está separado de la mujer, y que por ahora vive solo. Y yo le digo, que por qué no se busca otra, se ríe y dice que es mejor solo que mal acompañado. "cuando quiero compañía la busco y listo".

Eran las diez de la mañana y el sol asomó y nos daba casi desde atrás calentando el habitáculo del auto. Yo paré y me saqué mi campera y mi pullover quedando en una remera fina. Y le dije que hiciera lo mismo. El quedó en camisa celeste de manga corta desprendida se le veía el pecho musculoso y muy velludo. Yo lo miré y de verlo me excité. Miré sus brazos desarrollados y sus manos grandes. El pantalón que llevaba era un jean gastado muy ajustado y se notaba que tenía algo muy interesante detrás del cierre.

Nuestra conversación  fue por muchos temas y volvimos a hablar de mujeres y de sexo. Yo manejaba y a propósito dejaba mi mano en la palanca y él movía su pierna como para tocarme, al menos eso interpretaba yo. Le dije UD. que anda por los caminos encontrará compañía siempre. Él me dice no siempre, hace rato que hago nada. Y le digo "Cómo se arregla,  es joven y parece, para mi, muy pintón." No me va a creer pero creo que le doy más a la manuela que a otra cosa (se ríe) Y se llevó su mano derecha a la entrepierna que ya parecía mas grande que antes. Su mano sobre la otra pierna rozaba la mía y yo hice un movimiento a propósito para tocarlo un poco más.

Me dice "estoy muy cansado, Le molesta si reclino un poco el asiento?" no por favor así  lo hizo y se reclinó dejando más expuesto su enorme bulto. Parecía entre dormido y con su mano se acariciaba con disimulo. Yo miraba de reojo y rozaba su mano, en un momento el puso un dedo en mi mano como pidiendo que se lo agarre y así lo hice. El movió el dedo como en señal sexo y yo bajé la velocidad y me estacioné a un costado de la ruta lo más resguardado del tráfico posible. Recliné mi asiento y me recosté. Él sin hablar y fingiendo estar dormido abrió un poco el pantalón y se desprendió más la camisa. Yo coloqué mi mano en su paquete. Era muy duro y grande. Le bajé más el cierre y quedó su slip con un bulto que quería salir ya. Me las arreglé para sacar ese enorme aparato que apuntaba hacia arriba, el enorme glande estaba al desnudo y se veía unas gotas de líquido en la punta, Su pija tenía una dureza como de madera, lo empecé a masturbar con suavidad. El movía su pelvis y yo aproveché para bajar su pantalón hasta los pies y me coloqué entre sus piernas para meterme ese enorme aparto en la boca, lo cual no logré por el tamaño pero hice lo que pude. Tenía el glande en la boca y el jugaba como si me cogiera. Lamí sus bolas peludas, me las metí en la boca de a una y seguí chupando su pija y masturbándolo hasta que se arqueó y acabó  en mi cara. La leche parecía que no se le terminaba nunca y me golpeaba con la pija en los labios. Su pija quedó en mi boca un rato hasta que fue perdiendo dureza y el tamaño disminuyó, La disfruté así un rato. No volvió a endurecerse. La limpié lo mejor que pude e hice lo mismo con mi cara. Me quedé observándolo, realmente parecía dormido. Me acomodé en el volante y seguimos viaje. El parecía dormido de verdad le coloqué una manta encima y así seguimos viaje hasta la ciudad de San Luis.

Al llegar a la entrada de la ciudad lo desperté. Se sorprendió, Dijo que tuvo un sueño muy erótico. Me invitó a su casa, si quería tomar un café. Yo acepté, al entrar se fue al baño, salió lavado y me ofreció su baño si quería pasar. Le dije "la verdad me gustaría darme una ducha, si se puede" el dice "con todo gusto, hay agua caliente y toallas en el baño" Me estaba bañando y él entró y me dice "necesitas algo más"? Y yo me río y le digo "ya que me lo decís, no me lavas la espalda??" él se rió y corrió la cortina Estaba con una toalla en la cintura, la dejó caer y se metió a la ducha conmigo. Tomó una esponja y me lavo la espalda, las nalgas, el culo, después me dio vuelta y lavó mi pecho y fue bajando hasta mis genitales. Puso mucho esmero en mi pija que estaba durísima. Me masturbó un poco. Me enjuagó y me dice "me podes lavar un poco la espalda a mí.?" yo hice lo mismo y también lo di vuelta, enjaboné ese hermoso pecho peludo, sus axilas, su estómago y finalmente me dediqué a sus bolas y a su pija que también estaba muy dura y la tenía toda desnuda frente a mi. No me resistí y me la lleve a la boca para chuparla con mucho placer.

El me pidió que saliéramos, nos secamos y me llevó a su dormitorio. Me acostó boca abajo y me besó el culo con mucha dedicación, llegó a mi agujerito y jugó con su lengua y decía "Cuánto hace que no hago esto!" Su lengua entraba en mi culo y me ensalivaba. Yo quería sentir su poronga, no aguantaba más. Le dije "quiero que me cojas, por favor, estoy re caliente" no se hizo repetir el ruego y se acomodó encima mío. Costó para que entre semejante cabeza y me dolió, pero superado ese paso se mandó con todo y lentamente me bombeaba y me preguntaba "¿te gusta mi pija"?, yo solo decía "si, si , si !!!!" "¡Cojeme como si fuera una puta!!" Después me hizo colocarme de espaldas y levantó mis piernas sobre los hombros y me dice "esto te va a gustar más" siguió con más fuerza. Su pija entraba toda y sentía las bolas cómo me golpeaban el culo con las embestidas. Se inclinó y me dio un beso con toda su lengua y gimiendo fuerte acabó, empujando cada vez que venía un chorro de leche que yo sentía en mi orto.

Se quedó un rato así y yo me masturbé con esa pija todavía dura en mi culo y así acabé casi gritando de placer. El me besaba y yo me sentía como en el cielo.

Así terminó esta parte. Porque yo me quedé en un hotel en San Luís, y estuve en contacto con él los dos días que estuve allá. Comprobé que le gustaba mucho la franela pero solo era activo en las relaciones con hombres. Así que fui suyo todas veces que hubo oportunidad. Le pregunté si en su grupo de amigos había alguno que le gustara lo mismo, me dijo "sospecho de algunos pero no le he comprobado" "solo estuve con algunos camioneros que viajan por estos caminos y a veces me toca hacer dedo para llegar antes a casa, pero esta es la primera vez que traigo a alguien a mi casa, la verdad me gustó mucho".

Cuando tenía que volver él me dijo si lo podía traer al mismo lugar ya él también tenía que estar en su trabajo al día siguiente.

Así lo hicimos y nos despedimos en el lugar donde nos encontramos. Por supuesto que en el viaje de regreso repetimos lo mismo que en la ida, pero esta vez no estaba dormido y les aseguro que fue mucho mejor.

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