En un Verano

Lo que uno no piensa que puede pasar en el inicio de vacaciones. Algo que sinceramente entre mi prima Sonia y yo sabemos.

En un Verano.

Hola a todos, lo que a continuación les voy a contar sucedió hace poco, durante el inicio del periodo de vacaciones de verano. Para evitar líos y complicaciones con los que me conocen, cambiaré los nombres por seguridad. Primeramente me daré a conocer como Antonio, tengo 22 años a punto de ingresar a una fabulosa maestría en ciencias. De complexión normal como la mayor parte de los hombres. En esta historia está involucrada un pequeño ángel de 14 años, con una cara de picara y un cuerpo que a pesar de ser menudito, todo lo tiene bien proporcionado, la cual es mi prima Sonia.

Como todo verano, en la región en donde vivo tiende a ser muy caluroso, y más cuando tienes muy caliente la cabeza por cualquier cosa que se te atraviese por la mente y por los ojos. Dentro de mis planes no estaba el cuidar niños, ni mucho menos siendo estos mis primos; pero o sorpresa, llegan en el peor momento, justo cuando uno se dispone a dormir.

[TOC – TOC - TOC]

Si, ya voy. ¿Quién es?

Soy yo, tu prima querida (si como no) vengo a pasar un tiempo con ustedes.

[cabe señalar que todavía vivo con mis padres]

Bueno ya deja de golpear la puerta

¡Hola primito!

En esos momentos se me abalanza una pequeña figura de complexión delgada, de 1.60 metros de alto, y con unas medidas de 65 – 40 – 70, todo bien colocadito y firme. Además con una cara de ángel que da la apariencia de que no rompe ningún plato [aunque para ser sinceros es un vil desmadre] y unos lindos ojos de color miel. Además es muy empalagosa al igual que ingenua. Como es normal en todo hombre, mi compañero reaccionó ante la cercanía de los pechos de mi prima con mi cuerpo.

Si, si, ya me di cuenta [forcejeando para separarla] y ¿Qué te trae por aquí?

Ya te dije, vengo a visitarlos y a realizar unos cuantos mandados.

Mira, no fijas demencia, que hiciste, o mejor dicho que no hiciste

Bueno, ya que no me crees mi farsa, pues me castigaron por no sacar buenas notas. Por lo que ya te imaginas el castigo que me impusieron. ‘Te vas con tus tíos y te pones a arreglar la casa, ya que lleva mucho tiempo sin limpiarse’

Cabe señalar que la familia de mi prima está muy destrozada a raíz del fallecimiento de mi tía. Ante tal hecho, mi tío optó por cambiar de residencia y dejar la casa para casos de emergencia o de visita. Los castigos de mi tío suelen ser algo exagerados, pero en este caso no lo era tanto; ya que el "angelito" retronó todas las materias de segundo de secundaria, por lo que tendría que repetir año. Además, el otro motivo por el cual la enviaron con nosotros era para que la pusiéramos a estudiar, porque es una vil pista de teflón, no se le queda nada.

Ok, esta bien, mañana te llevo, pero ten preparadas todas las cosas que te vas a llevar.

Si, esta bien primito. [abalanzándose de nuevo contra mi]

Ya, ya cálmate… [lo decía para que no se diera cuenta de mi compañero, aunque pensándolo bien, se sentía muy bien]

Bueno, me voy a bañar para acostarme, ¿de acuerdo?

Si, si, esta bien. Ándale, pasa, que ya sabes el camino.

Ok.

Mientras se iba a bañar mi primita, por mi mente no dejaba de pasar esa sabrosa sensación del contacto de nuestros dos cuerpos, solamente separados por la razón [más bien por la ropa de ambos]. En fin, sacudí un poco mi cabeza [la de arriba] y me disponía a irme a mi habitación, pero en el trayecto queda el baño, el cual mi primita dejo abierto de par en par, se le olvidó cerrar la puerta. Ante tal situación, mi mente trataba de evitar tal acción, [cosa que era imposible] pero a final de cuentas terminé metiéndome dentro de él.

Ahí se estaba desempeñando el acto más lindo para mis ojos [y para mi compañero que ni pronto ni perezoso se despertó]: Mi primita bañándose y enjabonándose todo su cuerpecito. Pasaba sus delicadas manos alrededor de su linda silueta, masajeando suavemente sus pechos, pezones, sus torneadas piernas, su firme trasero y sobre todo su linda conchita, la cual apenas se le veía una pequeña mata de vello marrón claroscuro. La escena era buena, pero por un descuido, hice un ligero ruido [si, ya se; que pendejo soy, verdad] por lo que tuve que huir rápidamente de ahí.

Llegué a mi cuarto y me hice el dormido, sin embargo esa imagen del baño de mi primita me dejo muy caliente, por lo que me tuve que hacer un trabajito solito, a mano limpia a la salud de ella [si no lo hacia, al día siguiente estaría como carpa de circo]. Por lo pronto, en ese día no paso nada, solamente las mejores situaciones e imaginaciones pasaron por mi mente, por lo que tuve un gran sueño placentero [eso fue lo bueno, me quitó toda tensión que traía por los exámenes de admisión].

Al día siguiente, me arreglé para llevarme a mi prima y vigilar que hiciera bien las cosas, pues da la casualidad que la muy mendiga, a su corta edad, dice que está haciendo las cosas en un lugar y resulta que está en otro haciendo, quien diablos sabe que este haciendo. A raíz de ello, no le tienen confianza, por lo que un vigilante era necesario. La pregunta del millón, ¿por qué no enviar a otra persona? Pues bien, de toda mi familia, yo soy el más gruñón y exigente, por lo que soy un buen perro vigía [lo de perro es un decir]

Vámonos Sonia, ya es tarde

Si ya voy, espérame tantito, estoy juntando las cosas que me voy a llevar

Pero si ya son las diez, no te dije que lo arreglaras rápido

Si, si primito, pero se me olvidó el jabón

Mientras se arreglaba aquella, yo busqué unos libros para entretenerme. Una vez hallados, observé a mi prima. Mis ojitos se quedaron cuadrados [si de por sí uso lentes]: Un pantalón ajustado y una blusa blanca delgada, la cual generosamente me dejaba ver que había debajo de ella. Mi compañerito volvió a reaccionar por lo que tuve que disimularle.

¿A—Así te piensas ir? [recorre por mi cuerpo un sudor, un sudor de calenturiento]

Si, que tiene de malo, ya que me voy a poner a limpiar

Bueno, eso espero. Ándale, apúrale que es tarde.

Sí primito [abalanzándose de nuevo, pero ahora en mi brazo]

Durante el trayecto, me empezó a platicar lo que había hecho y los motivos por lo cual la habían castigado. Mientras ella hablaba, yo solamente me disponía a verle… los ojos, claro está [aunque en realidad era sus pequeños pechos redondos]. Mientras más tiempo pasaba, no nos dimos cuenta que nos habíamos pasado de la casa, por lo que nos bajamos del micro tres cuadras después.

Una vez que llegamos, me dispuse a revisar la casa, y a esperar a que mi prima entrara para poder poner la llave, ya que esta tiende a escaparse de la casa, por ello necesita vigía. Una vez cerrada la casa, yo me senté a leer un libro mientras que ella empezaba a limpiar la casa. Parecía un vil remolino yendo de un lado para otro. Todo iba bien hasta que de repente

[SPLASH!!!!]

¿Qué pasó? [despertando de la pequeña dormitadita que me estaba dando]

¡Me Mojé toda!

A que guajolota ¿Con qué te mojaste, con el agua del fregadero?

Nooo, con el agua del Refrí

Anda pues, cámbiate por que si no te va a hacer daño [corriendo hacia la cocina]

No traje cambio

Cuando llegué tenía una fabulosa estampa. Toda la cocina con un gran charco de agua con hielitos del congelador [cabe aclarar que el refri es de los de antaño, lo que forman una gran masa de hielo], con ella en medio, toda empapada, como si hubiera participado en un concurso de camisas mojadas, mostrando mejor la forma de sus pechos y a la vez lo excitado de los mismos se notaban por la reacción de sus pezoncitos. En ese momento me volví a calentar, pero me tenía que contener [aunque aclaro que no fue por mucho tiempo]

P—pues búscate algo aquí, por que si te quedas así te vas a enfermar de la gripa

Pero la ropa de aquí no me queda, es de la primaria

Ahh, eso que importa, al fin y acabo no has crecido mucho [eso lo dije para fastidiarla]

Mmmm, esta bien.

En ese momento sentí un alivio [si como no], si no se hubiera ido en ese momento, no se que hubiera pasado, pero de que algo pasaría, pasaría. Al final de cuentas se cambió, pero era cierto lo que ella decía, la ropa que había no le quedaba bien, le quedaba muy ajustada [mejor para mi, podía ver mejor sus curvas] y para empeorar, era el uniforme de su primaria: falda tableada azul marino, calcetas blancas y una blusa blanca, más transparente que la anterior. Además no traía ropa interior, ya que la que había ahí no le quedaba ninguna, y la que traía estaba toda mojada.

Mmm, no me agrada

Pero es mejor que andar encuerada de un lado a otro, ¿o no?

Si en eso tienes razón

Bueno, regrésate a limpiar el refrigerador.

Si, ya voy.

En lo que se disponía a limpiar mi primita, yo me disponía a regresar a dormir un ratito más, sin embargo voltee para decirle algo pero quedé congelado. El motivo, la imagen de Sonia agachada limpiando el lugar, mostrándome todo su trasero y su conchita. Todo un espectáculo, y más cuando la falda tableada era muy pequeña. Fue ahí cuando mi razón perdió ante el instinto. En ese momento ya no importaba nada, si ella era mi prima o una desconocida; lo que me importaba en ese momento era apagar esta calentura que me comía por dentro. Una calentura que había empezado una noche atrás.

En ese momento, me empecé a acercar sigilosamente, sin hacer ningún ruido. Me puse de rodillas y empecé a gatear hasta llegar a su hermoso y redondo trasero. En esos momentos, como el instinto de todos los perros, saqué mi lengua y me dispuse a lamerle su concha. Al sentir eso, mi primita se alteró.

¿QUÉ DIABLOS HACES?

Nada, primita, nada, solamente te estoy tratando de contentar y hacerte sentir bien, o que ¿no lo crees así? [mientras le decía esto, ejercí fuerza con mis manos sobre su espalda para evitar que se levantara]

S—si, pero, no debemos

Deja eso para otro plano, [mientras yo seguía con mi juego de la lengua en su concha] esto te agrada, y verás que te va a encantar lo que sigue más adelante

P—p—pero

En ese instante no aguantó más su razón, y su instinto y su calentura se activaba. Se empezó a soltar, por lo que me dispuse acostarme boca arriba, mientras yo la colocaba sentada sobre mi cara, para seguir mamando y chupando su conchita. Y ella nomás se dejaba hacer. Seguí mi juego hasta que ella dejara fluir sus jugos, lo cual logré con facilidad, puesto que en esta ocasión es la primera vez que ella disfruta los placeres sexuales.

Ah, ah, ah… q—qué me pasó… por qué me siento así… ah, ah ,ahhh

Por que te acabas de corres. ¿te gustó? [yo todavía jugando con mi lengua]

S—sí, quiero más, dame más

Bueno, pues levántate y acuéstate tu.

Ok

Y ella se levantó, ligeramente débil por su primer orgasmo [bueno eso pienso, al menos haciéndolo con otra persona que no fuera su propia mano] luego se tumbó boca arriba encima de la mesa de la cocina, mientras que yo me desvestía y empezaba a masajearle sus pechos. Ella aún seguía vestida, no le quise quitar su ropita ya que este era un sueño hecho realidad, tirarme a una pequeña colegiala, y mejor aún, esta colegiala era mi primita. Sus pechos, que ya estaban a tono, por lo que procedí a chuparlos. Redondos, pequeños, duritos, y bien formados me empezaron a amamantar, o a terminar de amamantar. Con frenesí los estaba mamando, lo deseaba y ella también, y eso lo sabía por los gemidos que emitía. Al mismo tiempo con mi mano levantaba la falda y empecé a dedearle su conchita, de manera sutil, suave y tranquila. Una vez que la sentí húmeda, le mostré algo que le interesaría

Mira Sonia, este es que te va ha hacer sentir mejor. Tócalo, siéntelo, y dale su besito.

Ahh, ahh. Qué grueso está y grande… [lo agarra con sus manitas suaves] y muy dura…[en ese momento saca su lengua y empieza besarla]

Chúpala, como si fuera una paleta… te va a agustar

S—si primito, lo que quieras

Y empezó a chupármela, era una nueva sensación. Una boquita angelical probando por primera vez la verga de alguien. Mientras esto pasaba, yo seguía masajeándole sus pechos y su concha. Así mismo, como era nueva en esto, no tardé mucho en quitarle la nueva golosina a mi primita, ya que metía diente.

¿Por qué me la quitas primito? Que malo eres, quiero probarla más.

Ni loco, estás metiendo tus dientecitos, y eso duele

Pero quiero más

Bueno, bueno, no te desesperes, que lo bueno ya va a empezar.

En ese momento cargué a mi primita y la lleve a una habitación, para ser más específico su propio cuarto. Ahí le dije que se pusiera como perrito [una de mis poses favoritas]. Ella obediente lo hizo. Y empezó la acción. Lentamente acerqué mi compañero, quien estaba ya babeante y deseoso por la situación, y poco a poco se la empecé a meter a mi primita. Lo que facilitó a que entrara era que ya estaba bien mojadita la condenada

Ayy, me duele, no lo hagas

Ni creas, ya veras como poco a poco entrará todo y te va a gustar

Lentamente empecé a introducir más mi erecto miembro, mientras que ella trataba de gatear para enfrente, para evitar más molestias, por lo que en una de esas me desesperé y la sujeté de la cadera y la jalé hacia mi.

No, no por favor, me duele

Pero te va a gustar…[cuando dije esto me sentí como un personaje de los de huevos]

En ese momento empecé el bombeo. Un ritmo que nunca olvidaré… jalando a mi linda primita hacia mí mientras que yo la estaba embistiendo poco a poquito hasta que encontré mi objetivo…su virginidad. En ese momento no pasó más por mi cabeza [ya que la otra estaba detenida] que el desvirgarla, pero pensé un momento y me dije, ¿Qué acaso no le dolerá?... al diablo con eso, primero está mi calentura. Por lo que sin pensarlo, arremetí todo mi ser en contra de ella.

Un grito ahogado, mezclado entre el pacer y el dolor, la agonía y la dulce sensación que se estaba viviendo se oyó por toda la casa. Había tomado la virginidad de ella. En ese momento empecé a moverme más, para que ella tratara de olvidar ese instante, para confundirla con el placer. Cosa que logre obtener, ya que ella estaba muy deseosa, pidiéndome más, y más. Yo excitado y a la vez emocionado no deje pasar la ocasión. Pase mis manos para tomar sus pechos y seguir embistiéndola con frenesí y lujuria.

Ella cedió a mis movimientos y terminó doblando sus brazos y yo seguía y seguía. En un instante le saqué mi miembro solamente para voltearla y tenerla frente a mi, y sobre todo para sentir sus firmes pechos y la volví a penetrar, con una gran ansiedad y deseo, y ella solo se dejaba llevar por el placer. Lo disfrutaba ella, lo sabía por el movimiento de sus manos y sus caricias… Mi calentura se combinaba con el calor de verano de ese día, aumentando más la sensación de placer

Mis movimientos de van y ven tienen un fin… Me vengo, me vengo, eran las palabras que ambos decíamos, y yo para prevenir cualquier cosa, puesto que no tenía protección, saqué mi miembro para terminar encima de ella… la llené de mi leche desde el estómago, sus pechos y su carita… todo una imagen ardiente que todavía tengo en mi mente para aquellas noches de soledad.

Después de este desenfreno de calentura…nos dormimos un ratito, olvidándonos un momento de la limpieza de la casa… que lamentablemente teníamos que terminar, por que si no nos llevaría la fregada a ambos. Por lo que opté por ayudarla para terminar pronto y darnos otra faena de placer entre ambos. Por ello, nunca olvidaré este inicio de verano, el cual espero con ansias que vuelva lo más pronto posible, [que para ser sinceros, me prometió volver en fecha de mi santo para darme un "Regalito especial"]