En un microbus de la Cidad de México
Tres experiencias en microbuses de la ciudad.
Quería contarles lo que me sucedió un día en un pesero en la Ciudad de México. Por muchos ya es conocido lo que sucede en estos transportes. En esta ocasión el pesero en donde iba, estaba medio lleno y hacía mucho calor. Una chica joven de secundaria, no muy guapa, pero joven al fin, abordó el micro. Cuando buscaba asiento, me dio la sensación de que estaba buscando algo de manoseo. Creo. Y creo que hubiera querido sentarse junto a mi de no haber estado ocupado el lugar junto. Se sentó junto a un viejo frente a mi. De hecho el viejo tuvo la misma sospecha que yo y no lo pensó dos veces.
De pronto la micro se llenó y la joven delante colocó su portafolios sobre sus piernas. Noté que el viejo le movía el hombre y supuse que la estaba acariciando las piernas. Yo me sentía enojado. Me levante y e hice la parada.
En otra ocasión en un micro que circulaba sobre Insurgentes, como a las ocho de la noche iba mas o menos lleno. Había una chica (creo que era una secretaria) muy, pero muy, muy guapa. Llevaba un vestido que llegaba a la mitad de los muslos y tenía medias blancas. Yo no le podía quitar los ojos de encima. Había otros que tampoco. Esta chica iba sentada del lado del pasillo y a su lado iba un burócrata parado. Utilizaba el movimiento de la micro para rozarle el pene en el hombro de la chica. Yo estaba a su lado y no lo podía creer. La muchacha parecía un poco molesta pero no decía nada. Yo estaba parado junto al burócrata y de vez en cuando la chica me volteaba a ver avergonzada.
Había mucho tráfico y el camión avanzaba lento. Los roces eran cada vez más continuos y mas desvergonzados. Otros también lo notaron y nadie (incluido yo) decía nada. El burócrata iba cubriéndose un poco con su saco. Sin darme cuenta al principio, el burócrata se bajo el cierre y extrajo su pene. No pude verlo por el saco, pero era clarísimo que se masturbaba. La bella chica esta roja de vergüenza. Otro tipo que estaba sentado junto a ella miraba todo el espectáculo. Le rozaba las piernas con la mano y tocaba sus medias blancas. Creo que nunca le tuve más envidia a alguien en mi vida. La secretaria no sabía a donde huir, la noté enojada y luego creo que perdió toda esperanza y se quedo muy quieta.
El burócrata se masturbaba. Creo que alcanzó a rozarle el rostro a la chica con el pene y el segundo tipo estaba feliz tocándole las piernas exquisitas. Yo ya tenía una erección enorme y era cómplice de ello. En eso el burócrata se corrió sobre la muchacha. Se manchó de semen en el pelo, el rostro y el brazo derecho. Cuando sintió mojado no aguantó más y se levantó furiosa: "eres un estúpido", dijo al burócrata mientras se limpiaba el semen de la cara. El burócrata se apresuró a guardarse la pija y la chica corrió a la puerta de atrás y tocó el timbre. Bajó y la observé por la calle con esas piernas y las medias blancas. Pensé que no se daría cuenta de que llevaba semen en el pelo hasta que llegara a su casa.
Yo me sentí un poco avergonzado y me apresuré a bajar. Cuando llegué a mi casa me vi que también tenía residuos de semen en los pantalones. Me los quité y me hice tres pajas esa noche.
En otra ocasión regresaba de la universidad en microbús. Subió una niña de no más de 16 años con su mamá o tía, que se yo, y no podía creer lo que sucedió.
No había lugares para sentarse y esta joven comenzó a rozar su pubis con un señor que iba sentado. La mamá/tía, estaba avergonzada y el señor se molestó con la joven. Increíble. Se hizo a un lado y miró a la chica con reprobación.
Después se desocupó un lugar y se sentó la mamá (la chica no quiso sentarse). Varias cuadras después se desocupó el asiento junto a mí. Oh gran suerte!!!!!! Me quedé del lado del pasillo y esta joven pidió le permitiera pasar para sentarse. Se acomodó junto a mi. Yo hacía como si siguiera leyendo. Acercaba mi pierna a la de ella, luego guarde mi libro y coloqué mi mano en mi rodilla y tocar ligeramente la de ella. Como no movió su pierna iba deslizando mi mano poco a poco sobre su pierna. Creo que le gustaba. Cada vez froté más arriba de su pierna. Tenía una erección inmensa y con la otra mano me acariciaba la pija sobre el pantalón. Cuando alcancé a la ingle ella retiró uno de sus brazos que me estorbaban para llegar más arriba. Le toqué el pubis y comencé a frotárselo. Volteaba a ver de vez en cuando para que nadie nos mirara. Bajé su cierre e introduje un dedo dentro. Toqué sus bragas de algodón y ella cerró las piernas y empujó mi mano. Me incliné tomé mi mochila y la coloqué sobre las piernas. Metí mi mano al pantalón y comencé a masturbarme.
Antes de correrme se levantó la mamá/tía de la chica y bajaron de la micro. Yo me quedé frustrado verdaderamente frustrado.
Eso es todo y cualquier comentario ya saben que es bienvenido.