En un hotel cercano a Shangrilá

Un día en el cual no tenía planes me encontré con un amigo que andaba repartiendo garrafas de gas, quedamos en encontrarnos cuando terminase de trabajar y fuimos a un hotel de Shangrilá.

EN UN HOTEL CERCANO A SHANGRILÁ

Estoy sentado frente a mi PC con el culo de costado porque no lo puedo apoyar totalmente como consecuencia de lo sucedido anoche y además por el calor reinante se me hace imposible tenerlo sobre mi banqueta.

Voy a tratar de narrar lo que me sucedió ayer sábado.

Hacía días que estaba sin vaciar mis vesículas seminales porque con el calor todo el mundo conocido está veraneando, aunque yo también tuve mi ración de vacaciones en el Este, para el último fin de semana estaba nuevamente en la paz de mi depto.

Como no tenía nada que hacer llamé por teléfono a mis amigos de Pinamar diciéndoles que iba a pasar con ellos pero en el camino hay que pasar por Shangrilá y en uno de esos hoteles me metí con un amigo que encontré en la ruta.

Ustedes dirán como lo encontró, muy simple ese amigo es camionero y estaba haciendo su habitual reparto de garrafas de gas por los balnearios anteriores al arroyo Pando.

Al cruzarnos en la carretera él me reconoció y me hizo señas con las luces por eso cuando miré me di cuenta de que desde ese camión el que me hacía señas era Sergio que quería hacerme notar su presencia allí de esa forma tan habitual entre los trabajadores del volante.

Lo había llamado desde el Este para decirle que quería encontrarme con el cuándo volviese pero por su celular me dijo que estaba con mucho dolor de cintura porque las garrafas pesaban mucho...

Detuvo su camión, mientras yo hice lo mismo con mi coche y cuando se acercó nos pusimos a charlar.

-¿Qué hacés acá? ¿ No estabas dolorido?

-Eso fue la semana pasada... estoy sin dolores por eso estoy trabajando...

Vaya uno a saber si fue cierto o si fue una excusa para no encamarse conmigo pero ese día no se me iba a escapar y creo que él pensaba lo mismo porque de otro modo hubiese seguido trabajando sin hacerme notar su presencia por las carreteras de la patria.

Cuando le dije que andaba con ganas de repetir el ultimo encame con él, me contestó que hacía como diez días que no cogía porque después de trabajar quedaba con el lomo molido de tanto cargar las garrafas en su espalda y cuando llegaba a su casa se dormía casi enseguida por lo rendido que quedaba con este trabajo de mierda que era lo único que tenía por el momento.

-Mirá ahora no puedo por qué estoy trabajando pero si querés cuando termine... cerca de la dos de la tarde nos encontramos.

Faltaban más de tres horas para que terminase de trabajar por eso le pregunté dónde nos encontraríamos.

-Y puede ser por acá... podemos ir a ese hotel que hay allá...

Efectivamente en esa zona hay muchos hoteles pero él me señaló uno que no voy a nombrar para no hacerle publicidad gratuita.

Nos despedimos y seguí mi camino hacia la casa de mis amigos, almorcé con ellos e inmediatamente después volví por el mismo camino hasta el hotel que me había indicado Sergio.

Tuve que esperarlo como media hora porque recién apareció pasadas las dos y media con un humor de perros, despotricando contra una clienta que le había hecho perder tiempo porque le hizo conectar una garrafa a la cocina, aunque le había dado unos pesos por ese trabajó extra él estaba muy molesto.

Dejamos los vehículos en la entrada del hotel, luego de cruzar un umbral muy coqueto nos encontramos con el conserje al cual le pedimos una habitación nos asignó la No. 12 y hasta allí nos acompañó un empleado diciéndonos que si necesitábamos algo llamásemos por el interno preguntando por Camilo.

Nos pareció que el tal Camilo además de esperar una buena propina nos estaba ofreciendo otros servicios además de los habituales de su trabajo en el hotel.

Una vez a solas dentro de la habitación nos abrazamos y nos besamos muy salvajemente antes de que Sergio me dijese que se iba dar una ducha porque estaba muy transpirado de tanto cargar garrafas.

Me metí con él en el baño y literalmente lo bañé con mi saliva porque lo lamí por todos lados mientras caía el agua sobre nuestros cuerpos y ni su ano quedó libre de mis caricias linguales.

Aun húmedos nos fuimos para la cama donde me acomodé sobre él ofreciéndole mi ano para que lo lamiese a voluntad mientras su verga era devorada por mi boca ávida de ser llenada por ese trozo de carne palpitante.

Estaba riquísima!!! Latiendo dentro de mi boca, haciéndome cosquillas sobre la lengua y al mismo tiempo despedía gotitas de precum las cuales me dejaba un sabor delicioso dentro de toda mi cavidad bucal.

Supongo que él estaba gozando de lo que hacía porque puso mucha dedicación en meterme su lengua dentro de mi ano dilatándome el esfínter y luego fue introduciendo su dedo por allí girándolo cada vez con mayor velocidad.

Dimos vueltas por la cama chupándonos de lado, de frente de espaldas de todas las cien formas que hay en el Kamasutra hasta que se puso sobre mí apuntando con su arma hacia mi boca.

Con sus manos se pajeaba hasta que aumentó los movimientos de esta y me disparó su semen directamente sobre mis labios entreabiertos.

Sin avisar ni nada así de sorpresa por eso como pude la tomé con mi mano y me metí la desfalleciente verga dentro de mi boca para percibir los últimos latidos de esa prolongada eyaculacción.

Por el esfuerzo realizado se desplomó sobre la cama diciéndome.

-Como me la chupaste!!! Me hiciste acabar antes de tiempo!!! Realmente no podía aguantar más...

Lo abracé golpeándolo con mi vara la cual aún estaba muy enhiesta y le pregunté:

-Mirá como estoy!! Podes mandarte otro polvo?

Dicho esto miré su verga que aun corcoveaba como diciéndome que quería más guerra.

-Y... Sí... Aún me queda mucha leche condensada dentro de las bolas... pero esperá un poco...

Volví al ataque chupándosela nuevamente hasta dejársela en posición de combate mientras él hurgaba con sus dedos el huequito donde la pondría a continuación.

Como quería sentirlo en mis profundidades le di una crema que me recomendó mi amigo Fausto la cual es muy suave y hace que las vergas se deslicen con total facilidad dentro de los orificios en los cuales se pongan.

Estaba con una longitud muy considerable acompañada por una dureza tremenda por la cual me fue bastante difícil cubrirla con un condón pero luego de que éste se hubo acomodado en su glande lo demás se deslizó bastante bien porque le unté el resto de su pija con la crema de Fausto.

Me sacó el pote de mis manos para ponerme una generosa ración a la entrada me cuevita y a continuación con sus dedos fue introduciendo el lubricante antes de que me sentase sobre esa vara enardecida a más no poder.

A pesar de todo ese mejunje deslizándose por mi agujero me dolió un poco, por lo que mi verga que momentos antes había estado por reventar de la excitación que tenía se me bajó casi hasta el punto de desaparecer.

Ambos estábamos tan calientes como para estar dispuestos a todo, por eso clavado como estaba en esa estaca hirviente me quedé un rato quietecito sin moverme siquiera para que mi esfínter se fuese amoldando a ese trozo de carne conocido lo cual no impidió que fuese bastante molesto al principio de la sección.

Cuando no me molestaba más, la rigidez de mi verga comenzó a volver y fue cuando comencé a moverme como si quisiese descorchar una botella de buen vino o sea que comencé a girar sobre la verga de Sergio como si mis paredes rectales fuesen el pico de una botella y su verga el sacacorchos.

Yo estaba dominando la situación, viendo al mismo tiempo su cara que denotaba el infinito placer que estabas recibiendo por eso no pudiendo contener más su excitación me tomó de las caderas comenzando a subirme y a bajarme sobre su mástil.

Lo cabalgué un buen rato hasta que me cansé de tanto flexionar las rodillas por eso giré de tal forma que lo arrastré en mi vuelta quedando él con los pies sobre el piso para luego comenzar a metérmela a toda velocidad con mis pies detrás de su nuca.

Muy fuerte fue el bombeo que hizo atrayendo mis hombros hacia él mientras con mis manos libres me abrí las nalgas para que entrase hasta el último milímetro de esa deliciosa verga la cual me estaba sacando ayes de placer.

Fue maravilloso ver su cara de gozo cada vez que me penetraba en lo más profundo de mi canal por eso no tuve necesidad de tocarme la pija porque comencé a acabar cuando sentí las palpitaciones de su verga la cual tenía agarrada por los escasos milímetros que aun no estaban alojados dentro de mí.

A pesar de que Sergio había eyaculado un rato antes sobre mi boca, esta segunda acabada me pareció más intensa que la anterior porque su verga no dejaba de latir en contacto con mi próstata prolongando mi eyaculacción hasta el clímax.

Su pija parecía un hierro candente que hacía el recorrido dentro de mis entrañas y cuando él sintió que su pecho se mojaba con mi leche tomó mi tranca con sus manos exprimiéndola para extraer de allí hasta la última gota del líquido del placer.

Apreté fuertemente su mano para demostrarle cuanto gozo estaba recibiendo y con la otra mano le pellizqué su verga la cual ya estaba terminando de expulsar todo el contenido de sus vesículas seminales dentro de la pared de látex que la separaba de mis paredes intestinales.

Gozó tanto que inmediatamente después de la última expulsión de semen Sergio se desplomó sobre mí dejándome la pija enterrada pero por suerte al bajarse ésta abandonó rápidamente mi cuevita dejándola ardiendo.

La fricción que se produjo en esa zona a pesar de la crema me dejó el recto muy caliente, casi al punto de que si me hubiesen puesto un huevo podríamos haberlo comido frito en muy pocos minutos.

Antes de ducharnos paras sacarnos el agotamiento y todos los rastros de semen que pululaban por nuestros pechos, nalgas y piernas se me ocurrió llamar al tal Camilo con la excusa de que nos trajese una cerveza bien fría.

Lo llamé porque me había quedado clavada la espina de sí su amabilidad era porque éramos clientes del hotel o porque quería ofrecer algún servicio extra.

Al rato apareció con la cerveza y dos vasos, cuando oí que golpeaban a la puerta salté de la cama desnudo como estaba tomé lo que traía y le dije:

-Gracias. Además de esto ofrecés algo más..

El muchacho miró mi desnudez y luego muy nervioso me contestó:

-Si el señor lo desea, puedo traerle whisky, refrescos o algún snack...

-Nada más? no ofrecés atención extra?

-Nooo!! Acá no... si me descubre el patrón me echa...

Con eso me estaba dando a entender que hacía trabajitos extras, además de lo que le pagaban en ese hotel tenía otro "sueldito".

Y como te puedo ubicar fuera de acá...

De su bolsillo sacó una tarjeta la cual me dio diciéndome que si necesitaba sus servicios que lo llamase.

-A que servicios te referís...

-Mirá, voy a ser claro.. arreglo lo que quieras, tuberías, electricidad, corto césped...

-Por casualidad no desobstruís cañerías...

-También, y pozo negros...

-Bueno te voy a llamar...

Después de que se fue nos bebimos la cerveza riendo por lo perturbado que quedó el joven con mi interrogatorio y luego nos bañamos antes de salir cada uno para su destino.

Pagué la cuenta la cual en realidad no fue mucha por el par de horas que pasamos gozando en ese hotel

Subí a mi auto y él a su camión, pero antes de despedirnos quedamos en vernos en cualquier momento para repetir lo que habíamos hecho en esa tarde de caluroso estío.

Volví a casa con el esfínter tremendamente dilatado y ahora en que me encuentro frente a mi PC escribiendo esto puedo sentir el ardor en mi interior producido por tanta fricción la cual no pudo evitar esa crema de Fausto.

Todos esos inconvenientes valieron la pena porque Sergio es un tipo fenomenal!

En cuanto a Camilo por joder lo llamé hace un rato preguntándole algo más sobre los trabajos a domicilio que efectuaba en sus horas libres.

Me dijo que esperase porque estaba almorzando, luego salió hacia un lugar solitario del jardín de su casa y desde allí tuvimos una conversación más fluida.

Me dijo que en la cama hacía de todo según la paga, si la pagaban mucho daba el culo y la chupaba pero la mayoría de los tipos le pagaban para que los pajease mientras se la chupaban a él.

Quedé en que lo llamaría cuando necesitase sus servicios y ahora me voy a dar una ducha en el bidet para refrescar a mí congestionado amigo.

OMAR

PD: Espero cartas y fotos de los lectores.

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