En tu mirada 5

Ambas, creo que al mismo tiempo nos quedamos dormidas, abrazadas, cuidando la una de la otra, esperando que algun día estemos asi juntas otra vez.

Parte 5

La mañana en la oficina pasó rápido. Tuve algunas reuniones cortas, revisé documentos y concreté citas. Todo marchaba bien. Hasta que recibí un mensaje de Fer diciendo que no podía almorzar conmigo porque saldría con su madre, que estaba a punto de casarse y necesitaba comprar algunas cosas. Le respondí diciendo que no había problema siempre y cuando nos vieramos en la noche. Me contestó que sí, que me escribía más tarde para confirmar pero que tenía muchas ganas de verme. Sonríe y le escrbí un último mensaje diciendo que quería comerla a besos y hacerle una rica cena. Me dijo que le encantaría y me dejó un beso.

Seguí como siempre terminando mis cosas, le pedí a mi secretaria que por favor me pida algo de comer y para ella también si quería, que cargara a mi tarjeta el costo. Y después de unos 35 minutos tocó la puerta entregandome el almuerzo, le agradecí como siempre y me dispuse a almorzar sola. Estaba feliz, Daniela no había venido a trabajar y la tensión ya no flotaba en el aire. Terminé mi almuerzo, continué mis cosas y ya dada las 5pm, me dispuse a marcharme. Le escribí a Fer para confirmar nuevamente si seguía el plan en pie, dijo que sí que me dijera donde nos encontrábamos. Le dije que la pasaba buscando si ella quería, me dijo que no, que le diera mi dirección y ella venía a verme. Le escrbí mi direccion y quedamos en vernos a las 7pm. Fui al super a hacer algunas compras. Frutas, vegetales, carnes, dulces y palomitas de maíz en dado caso vieramos la película. A todo esto no faltaba un buen vino, aunque tenía mi mini bar equipado, quería comprar una reserva especial de vino blanco.

Pagué, llevé las compras al auto. Me dirigí a mi departamento. Llevé las compras a la cocina, ordené todo en su lugar. Preparé una ensalada, puse a enfriar el vino, deje sazonados los steak para ponerlos luego en el sarten. Dejé todo listo. Coloqué los dulces en la mesa del living, las palomitas las haría después si Fernanda quería. Me duché lentamente, pues rápidamente pues ya eran las 7 y 15pm. Me vestí cómodamente, unos jeans sueltos, una camiseta blanca y un suéter, nada elegante. Me dejé las zapatillas que uso en casa, después de todo estaba en casa. Me peiné, me puse un poco de perfume y esperé que llegará. Al cabo de unos 10 minutos, sonó el timbre. Fui a abrir la puerta y ahí estaba ella, divina como siempre. Le sonreí y nos abrazamos tan fuerte, apretado. Cuando nos despegamos un poco le dí un pico en sus labios. La invite a pasar. Traía una mochila, me imagino que ahí tenía sus cosas personas, ropa, por si realmente se quedaba a dormir.

-Bienvenida hernosa-le sonreí amablemente viendo el asombro al ver mi departamento-¿todo bien?-pregunté.

-Si, divina. Me encanta tu departamento, bueno lo poco que he visto es lindo. ¿Tu decoraste?-preguntó sorprendida.

-Así es, tuve un tiempo libre hace varios años y realicé un curso de diseño de interiores. Pero no me des todo el crédito a mi, por suerte mi madre me ayudó, yo solo estaría perdida.

-Ahh. ¿Tu madre es diseñadora?

-Bueno, algo así. En realidad es arquitecta, también diseñadora de interiores, de muebles y sabe Dios que otras cosas más. Es muy capaz en lo que hace.

-Si, se nota.

-Bueno.. ¿tienes hambre?-

-Si, mucha. Pasé toda la tarde dando vueltas con mi mama y mi hermana.

-¿Me dijiste que se casa no?-

-Si, se casa y anda como loca.

-Me imagino, no es para menos-dije-dame tu bolso. Ella me lo dio amablemente- ¿Que traes aquí, piedras?-dije, al sentir el peso.

-Jajaja algo así. Traje ropa y otras cosas y.. muchos dulces. Acá están-dijo, poniendo la bolsa en la mesa del living, junto con los otros dulces.

-Bien, estamos equipadas-dije riendo.

-Me gusta cuando ries-

-Bueno es una novedad, no suelo reir mucho.

-¿Por qué hermosa?-

-Mucho estrés en mi vida últimamente. Cosas del trabajo-dije para que no siguiera con el tema.

-Ah bueno-dijo finalmente.

Me dirigí a la cocina, coloqué los steak en el sarten. Puse en el horno algunos biscuit. Ella me sonreía preguntando en que podía ayudar, yo simplemente le dije que se relajara, que yo hacía todo. Al cabo de unos 20 minutos estaba todo listo. Serví dos platos con ensalada y los steak y en un plato aparte coloqué los biscuit. Le pregunté si le gustaba el vino, a lo que ella asintió. Abrí la botella de vino blanco, tomé dos copas del estante y las llené hasta la mitad. Nos sentamos en la mesa del comedor.

-Bueno, no sabía realmente que te gustaba. Había dos opciones, vegetariana y no vegetariana. Por eso la ensalada y los steak.

-Y los biscuit-dijo riendo.

-Y los biscuit si-dije sonriendo- espero que te gusté. Ella probó la comida y me decía que realmente cocinaba bien. Yo simplemente estaba perdida en esos ojos hipnoticos y en esos labios de infarto. Ella noto que yo estaba un tanto ida.

-¿Todo bien?-

-Sí, todo perfecto. Solo que disfruto observandote.

-Mmm. Me encanta que me mires así.

-¿Así como?-pregunté, tratando de asimilar como la estaba viendo.

-Como enamorada. No se.

-Ah. Eso.-dije confiada y relajada pero para mis adentros me preguntaba a mi misma si realmente estaba enamorada de Fernanda.

Ella solo me miraba idiotizada, quizá como yo la estaba mirando a ella. Terminamos de cenar, llevé los platos al fregadero y dije que mañana los lavaba. Ella quizo lavarlos pero le dije que no, que lo hacía yo mañana. Ella asinti+o.

Seguimos bebiendo el vino y nos fuimos al living con todo y botella por la mitad. Ella me hablaba de todo un poco, yo escuchaba atenta o al menos eso ella creía. Desviaba de vez en cuando mis ojos a sus labios y a sus pechos tratando de disimular.

-Gabriella-dijo de repente.

-¿Si?-

-Te acabo de preguntar si veremos la pelicula-dijo un tanto juguetona.

-Si tu quieres si.

-Yo quiero pero no te ves tan convencida tu-

-Es que si ponemos la película yo sólo voy a verte a ti. ¿Sabes? Justo como lo estoy haciendo ahora-

Yo la miraba con esos ojitos de perrito enamorado queriendo desvertirla o más haciendo con la mirada. Ella solo se sonrojaba.

-Bueno entonces tienes otra idea. Digo si no quieres ver la película, podemos hacer otra cosa-

Se iluminaron mis ojos y decidí dar el primero paso sabiendo de antemano que ella no haría nada al respecto.

-Si, si. Hagamos otra cosa-la miraba con lujuría y pasión.

-Mmm. ¿Como que?-

-Como esto- me acerqué rapidamente a su boca y le dí un beso rapido, algo asi como un piquito.

Noté que se puso nerviosa.

-¿No te gustó?-le pregunté haciendo pucheritos.

-Me encantó, solo que..-suspiró, no encontraba las palabras.

-Mira Fernanda, no tengas miedo. No voy a obligarte a nada, no vamos a hacer nada que tu no quieras-le dije tomando sus manos y besando sus nudillos.

Ella sonrió.

-Disculpame, yo quiero estar contigo.

-¿Entonces.. Que pasa?-

-Nada, solo bésame.

Puse las copas en la mesa, me acerqué más a ella y la besé. Puse mi mano derecha en si cintura y la acariciaba. Con mi mano izquierda acariciaba su mejilla, y ella solo tenía las manos quietas, no sabía que hacer, como reaccionar. Lo más probable, es que no tuviera tanta experiencia.

Con los ojos cerrados, nos seguimos besando apasionadamente aunque el beso todavía era ingenuo. Poco a poco le dí paso a mi lengua que quería entrar en su boca, ella supo mis intenciones y la dejó pasar. Nuestras lenguas jugaban entre sí y aunque Fernanda lo hacía tímidamente, pronto yo le quite la pena llevando el control y apoderandome de su boca. Mi mano seguía en su cintura pero se movia lentamente, la acariciaba. La otra se posó en el hombro izquierdo de Fer, provocando que se acercara más a mi y se recostara en mi hombro, seguimos besandonos. Mi lengua exploraba su lengua, la succionaba y sentía como Fernanda se sentía más nerviosa aun, como queriendo encontrar una salida a lo que estaba a punto de suceder. Me despegué lentamente de su boca, no quería sofocarla. Le dí un beso en su frente y en su nariz. Ella sonreía pero estaba incomoda, como si quisiera decirme algo antes de continuar.

-¿estas bien?-pregunte, acariciando sus mejillas.

-Si, me encantan tus besos.

-A mi los tuyos- seguía acariciando su mejilla. Le dí un suave beso en su cuello que ya se me antojaba y escuché un gemido suave- mmm. ¿Te gustó?.

-Mmm sii mi amor-respondió dejandome helada.

Ahí estaba otra vez el “mi amor”. Me puse seria de repente.

-¿Que pasa mi vida?-

Ahora es “mi vida”.

-No, nada. Mira la hora-dije mirando el reloj. Eran casi las 9pm.

-Es temprano todavía-me dijo sonriendo.

-Jajaja sí-reí.

-¿Que es tan gracioso?-preguntó confundida.

-Que es primera vez que traigo a una chica a mi departamento-respondí.

-¿En serio?. No te creo-me lanzó una mirada incrédula.

-Es la verdad, es nuevo el departamento. La única mujer que ha estado aquí es mi madre.. Y bueno..- dije acordandome de Daniela.

-Y. ¿Quien mas?-

-Y bueno Daniela-dije al fin.

-Y..¿Quien es esa Daniela?-

-Bueno.. Ehh-no encontraba las palabras. ¿Era mi ex? ¿Era una aventura? ¿Era una amiga? Que le digo.

-Y..-dijo desesperante.

-Daniela es mi ex pues-dije con mala gana.

-Entonces no soy la primera chica que traes acá-dijo amargamente.

-Si eres. Lo de Daniela es otro caso-dije acordandome del mal rato que me hizo pasar.

-Cuentame-dijo curiosa.

-Bueno lo que me refiero es que ella vino, yo no la invite.

-Pero igual cuenta como una chica más-

-No, es así. No me estás entendiendo el punto. Te explico. Tu eres la primera mujer con quien quiero estar aquí sabes-le contesté bajando la cabeza como apenada. Que me esta pasando, es primera vez que me siento así.

-¿Como así?-

-Bueno, me gustas mucho desde que te ví. Y aunque llevamos un mes de conocernos y se que no es el tiempo suficiente para..-no encontraba las palabras-

-¿Para qué?-apresuró ella.

-Para estar contigo en una cama-dije sonrojada. Y ella también se sonrojó, tímida, nerviosa, incomoda.

-Ahora entiendo. Basicamente quieres estrenar tu nuevo departamento conmigo-dijo casi temblando.

-Si, si quiero. Me muero por estar contigo, no dejo de pensar en ti, en ese beso que nos dimos en el pub. No se, Fernanda. Esto no me había pasado con ninguna otra chica. Este sentimiento de querer hacer el amor con alguien tan apasionadamente.-dije sin medir mis palabras, pues no sabía como le caería a Fernanda lo que yo decía- No me malinterpretes, quiero estar contigo pero entiendo que ha pasado poco tiempo, quizas quieras conocerme mejor.

-Si. Gabriella mira, yo tengo tantas ganas de estar contigo también, no lo puedo negar pero no quiero arrepentirme después de hacer algo sin meditarlo sabes-dijo como reflexionando.

-Si, entiendo. Yo no quiero forzar esto. Las cosas se darán cuando se tengan que dar. No tengo prisa, por primera vez en mi vida no tengo prisa, yo espero por ti. Pero sólo quería que supieras que me gustas muchísimo y que si fuese por mi, ya estaría contigo en una cama. Pero te repito, yo te espero, no te obligo ni te apresuro a nada.-dije tomando su mano entrelazandola con la mia.

-Gracias por ser tan linda conmigo. Por entenderme.

Fernanda pensaba que si la entendía de esa manera, se preguntaba como reaccionaría al saber que todavía era virgen a los 20. Pero esta era la oportunidad de decirle, era ahora o después sería vergonozoso, pues no se imaginaba que estuvieran a punto de hacerlo y ella le soltara esa bomba a Gabriella.

-tengo que confesarte algo-dijo, haciendo que Gabriella la mirara de manera extraña como confundida.

-Que será-dijo esperando que no tuviera ninguna infección vaginal o anal en dado caso que lo practicara.

-Bueno es complicado para mi decir esto-

Aay no, si tiene una infección”. Es por eso que aun no quiere hacerlo.

-Bueno es que nunca le he contado esto a nadie, sólo a mi hermana que básicamente adivino.

-A ver, cuentame ya porque la intriga me esta matando-solté nerviosa.

-La razón principal por la cual aun no me he entregado a ti es..-dijo-bueno aparte del poco tiempo de conocernos es porque yo-decía y a la vez no podía decir nada mas.

-Tu que Fernanda.

-Yo... Yo..

-Fernanda esta todo bien, puedes confiar en mí.

-Es que yo. Yo no he estado con nadie-

-¿Como?-

-Bueno. Eso-suspiró profundamente.

-¿Me estas diciendo que eres. Virr..gen?-pregunté confundida.

-Si, eso. Soy virgen-dijo mirandome como perrito arrepentido de haber roto algun zapato caro.

Me quedé boquiabierta. Gracias a todos los santos, jesús, maría, josé y a todo el pecebre completo.

La abracé con tanta fuerza que sentí que la apretaba pero ella simplemente recibió mi abrazo y puso su cabeza en mi hombro.

-Hermosa eres-dije mirandola a los ojos una vez que nos dejamos de abrazar.

-No estas molesta ni preocupada al parecer-dijo confundida-

-No-dije con total naturalidad después de haber pasado un gran susto-digo, no voy a negar que me sorprende-me miro como diciendo me crees puta-me refiero a que eres divina, hermosa. No me explico como nunca nadie pudo hacer, ya sabes, hacerte el amor.-dije finalmente-pero me encanta que lo seas, no se cuales hayan sido tus razones, a los 20 creo que el 90% de las chicas ya no son virgenes, pero es un alivio.

-Asi que es un alivio-dijo y yo asentí-¿Por qué?-pregunto curiosa.

-Jajaja por tantas cosas Fernanda, no me hagas caso.

-Bueno-dijo sonriendo.

-Con más razón me toca esperar-dije sonrojada.

-Mmm. No se. No he dicho que vayas a ser la primera en descubrir mi desnudez-dijo juguetona.

-Aaahhh. ¿No?-la miré confundida. Ella se divertía observando mi preocupación.

-Dije que no sé aun. Puede que aparezca otra chica por ahi que me enamore-dijo aguantando la risa, lo se.

-Bueno en ese caso, insistiré un poco más-dije acercándome a su boca y robandole un beso-

-Hey no tienes que robarme besos, yo con gusto te los doy, ya que son tuyos-dijo mirandome fijamente-

-Jajaja mira la nena. ¿Asi que son mios tus besos?-asintió-ven aquí entonces-Le hice seña con mi dedo para que se acercara y me diera un beso rico.

Nos besamos apasionadamente durante varios minutos. Y aunque no nos tocabamos, mas alla de tomarnos de las manos, yo me sentía excitada y se que ella también. Tenía que parar esto o sino la desnudaba ahí mismo.

-Preciosa, me encanta besarte-

-A mi que me beses-

-Si divina, pero si seguimos así no voy a aguantar por mucho tiempo-

-Bueno esta bien amor-dijo finalmente.

Le sonreí. Traté de cambiar de tema porque sino me perdía en la imaginación de como serían sus pechos.

-Sabes, el miercoles tengo que viajar-dije tosiendo un poco. Pensando como le iba a decir que iba a viajar con Daniela.

-¿Y eso?-

-Bueno tengo que manejar un proyecto en Nueva York-contesté.

-¿Nueva York?.. ¿Tan lejos?-

-Si linda, me voy casi una semana, tal vez mas.

-No es justo, otra semana sin verte.

-Lo se, preciosa-dije calmada porque no me preguntó si iba acompañada.

-Bueno una semana se pasa rapido supongo.

-Si, exacto. Muy rapido.

-Y te toca ir sola.. ¿O vas con alguien?

Y ahí estaba, la pregunta que me complicaba todo.

-No, veras preciosa. Debo ir con mi jefa inmediata.

-Con tu jefa eeehhh-dijo con un tonito raro.

-Si hermosa-dije. Pero en el fondo gritaba “Que no pregunte quien es, por favor”.

-Y..¿ quien es tu jefa amor?-

Esto se ponía peor.

-Daniela es mi jefa-dije secamente. Me miro boquiabierta

-¿Daniela tu ex?-preguntó.

-Si, ella misma. Realmente no es mi ex, tuvimos algo pero no fue nada serio y yo no lo considero relevante.

-Si, pero supongo que ella no piensa igual que tu.

-Así es.

-Es complicado-

-Muy-dije bajando la cabeza.

-Se que apenas estamos comenzando algo que ni siquiera somos pareja, pero me dan celos y me molesta saber que vas a viajar con tu “ex” muy lejos de aquí-

-Entiendo. Pero no pude hacer nada, yo no quería pero no me quedó de otra Fernanda. Prometo que me voy a comportar. No voy a hacer locuras.

-No me tienes que prometer nada, realmente no somos nada-se refirió al hecho de que yo aun no le pedi ser mi novia-cruzó los brazos.

-Esta bien, tienes razon. Se que no es el momento preciso tal vez ni el momento mas prudente o lindo pero..¿ Quisieras ser mi novia?-pregunté con nervios como si fuese la primera vez que lo hacía.

Se quedo pensando, rara. No respondía-

-¿Y...?

-Si claro que quiero ser tu novia mi amor-respondió alegre.

Respiré hondo, lo hecho hecho esta.

-Bien mi amor-respondí-Ya eres solo mia-dije juguetona.

-Por fin me dijiste mi amor.

-Si, asi es. Es porque ahora si SOMOS algo-le dije remarcando en mis labios el “somos”-ella solo sonrió en señal de victoria.-

-Me gustas mucho-dijo sonrojada.

-Y tu a mi.. Y por lo visto que no vamos a ver la película y no vamos a hacer nada mas-dije tosiendo, refiriendo al sexo-porque no vamos a dormir, son casi las 12pm-dije viendo mi reloj, sorprendida de como pasaron tan rapido las horas.

-Si, me parece justo.

-Bien. Ahora, hay dos habitaciones. Tu puedes dormir en la de huéspedes o...-dije

-¿O..?-pregunto.

-O puedes dormir conmigo. Prometo no jugar con mis manos o mis labios, solo dormir-dije.

-Me gusta la idea-sonrio.

La llevé a mi habitación que tenía su propio baño. Le indique donde podía cambiarse, ya que también tengo en mi habitación un closet gigante como un walk-in. Se cambio ella primero. Yo me cambie despues. Nos acostamos en la cama en posicion de cucharita, le di un beso en cuello y le susurre en su oído: “buenas noches mi amor”. Sonrio y me deseo las buenas noches tambien.

Ambas, creo que al mismo tiempo nos quedamos dormidas, abrazadas, cuidando la una de la otra, esperando que algun día estemos asi juntas otra vez.