En tu auto

Sexo no consentido pero disfrutado.

En tu auto

Tenías el tanque casi vacio y paraste en un autoservicio... Mientras tomabas un café se acercaron a ti dos hombres...

Tendrían como mucho veinticinco años. Te preguntaron dónde ibas y te pidieron que por favor los llevaras hasta la ciudad. No sueles hacerlo nunca,pero accediste. Uno se colocó a tu lado y el otro se sentó atrás. Durante el viaje apenas hablaron, sin embargo cuando faltaban unos treinta kilómetros para llegar, el de atrás te dijo que tenía una navaja y que debías obedecerles. Si no lo hacías te la iban a clavar... No la viste pero la convicción del tono de su voz no te hizo dudar ni un momento... Fuiste siguiendo sus instrucciones y girando donde te ordenaban.

Cuando entraron en una ruta secundaria, te mandaron conducir muy despacio.

Al llegar a un camino te indicaron que debías meterte por él. Conocian bastante bien la zona y te iban indicando por donde tenías que ir . A los pocos kilómetros estában dentro del bosque,en un lugar completamente solitario. Allí te hicieron bajar del coche.

No había luna llena, pero casi, y se veía bastante bien. No hacía demasiado frío... Uno de ellos se situó a tu espalda. Inesperadamente te agarró de las solapas de la campera y tiró de ellas hacia atrás hasta la altura de los codos descubriendo tus hombros. No sabes como, pero tensando la tela te apretaban los brazos y casi ni podía moverlos. Con el otro brazo te rodeó el cuello y te sujetaban con fuerza para que no hicieras nada mientras el otro registraba tu coche.

Completamente pegado a tu espalda podías sentir como su pene se iba endureciendo al rozar tus nalgas y empesaste a pensar que no se iban a conformar con quitarme todo lo que tuvieras. La sola idea de que pudieran hacerte daño te puso la carne de gallina....

Cuando encontró el bolso lo sacó afuera. Vació todo encima del techo del coche y buscó dentro de la cartera. Contrariado le dijo al otro que había muy poco... Se fue guardando el dinero y todo lo que le gustó.

Autoritario te gritó: ¿Qué tienes en los bolsillos?, Vamos puta danos lo que tengas... Asustada no le contestaste... Furioso te pegó una cachetada... Luego te registraron. Después de vaciarte todos los bolsillos, te quitaron el reloj y los anillos. El que estaba frente a ti se fijó en el collar. Al soltar el cierre te rozo levemente los pechos.

Te miró directamente a los ojos y sonrió. Estabas asustada y un poco nerviosa. Suavemente y con tranquilidad empezó a acariciarte los senos con las dos manos rodeando su volumen... Nada más sentir sus manos intentaste moverte pero el de atrás apretó con más fuerza tu cuello y te inmovilizó completamente... te sujetó la cara con una mano y te enseñó la otra con la palma abierta, amenazando con darte una bofetada. Estate quieta, ordenó seco y volvió a sobarte las tetas. Palpó curioso su perímetro y sopesó sus formas... Burlón jugó con su pulgar sobre uno de tus pezones.

Después de sobarte todo lo que quiso, colocó sus dedos en torno a los botones de tu cuello. Pensaste que tiraría con brusquedad de la blusa y te la abriría de par en par rasgándotela entera como hacían en las películas. Sin embargo hizo todo lo contrario. Fue desabrochando de uno en uno los botones, recreándose en lo que hacia sin apartar ni un milímetro los ojos de lo que iba descubriendo. Cuando llegó a la cintura sacó los bordes de la blusa y la desabrochó por completo.

Con delicadeza fue abriendo sus bordes descubriendo tu torso sin dejar de mirarte los pechos ... Por la forma de mirarlas te hizo avergonzar de su tamaño...

Tu mirabas asustada lo que te estaban haciendo y de vez en cuando observabas la expresión de su rostro. Su cara había cambiado... no tenía un gesto definido. Estaba tranquilo, sereno, con una media sonrisa... ahora no parecía violento ni agresivo...

Abre la boca, me ordenó seco y tajante. Obedeciste su orden.Coloco un dedo dentro de tu boca-chupalo dijo-

Clavó su mirada en ti. Medio sonriendo fue bajando sus ojos hasta tus pechos.Colocó la palma de la mano bajo uno de tus pechos y lo alzó para mostrárselo al otro...

  • Mira que tetas respingonas...No sabes por qué, pero en vez de asustarte al verlo actuar así te tranquilizó. No te daba miedo. Tenías claro que te estaba desnudando para violarte y lo aceptabas como algo que tenía que suceder de un momento a otro. Seguramente luego te lo haría su amigo, pero en vez de moverte, luchar o hacer algo, te dejabas hacer esperando pacientemente a que se apoderase de ti profanando tu cuerpo... El único miedo que tenías era que después de hacértelo, te golpearan o te clavaran la navaja dejándote allí herida... El acto sexual en sí nunca te había importado demasiado... Y en el peor de los casos serían diez minutos de humillación...

Tu tranquilidad te sorprendió y empesaste a pensar qué dirían si te estuviesen mirando,... si tu novio te viera así, medio desnuda, a punto de ser violada y tu sin oponerte, sin gritar, sin decir ni una palabra, sin moverte...

Eran dos,... te tenían sujeta y no podías resistirte,... además tenían una navaja... te parecieron simples excusas que contarías si tenías que explicarlo algún día. Si algún día tenías que contarlo,... aunque tampoco tenías por qué saberlo nadie...

Su mano te agarró apretándote en la nuca y te hizo inclinar la cabeza. Sin prisas fue bajando la cremallera de su pantalón. Metió la mano dentro de su bragueta y con dificultad sacó su pene excitado y duro. Su tamaño no era descomunal, pero tampoco podía decirse que fuera normal... te pareció grande y grueso, por lo menos comparándolo con lo que tu habías visto.

Rodeó el miembro con su mano y se lo acarició delante de ti como si se masturbara mientras oprimía tu nuca para que no cambiaras tu mirada de dirección. No hace falta que me sujetes... pensaste, te obedezco yo sola... tus ojos, atraídos como por un poderoso imán, no podían apartarse de su miembro... Sin decirte una palabra entendías qué es lo que te estaba diciendo y adivinabas su pensamiento. Vanidoso te mostraba su herramienta amenazándote, advirtiéndome con sus obscenos gestos lo que iba a hacerme y con qué iba a poseerte...

Cuando soltó tu cabeza, no dejaste de mirar su pene... Él comenzó a desabrochar tu cinturón. Luego el botón y la cremallera de los vaqueros. Entonces se agachó en cuclillas y fue tirando de los pantalones. Mientras te los bajaba muy despacio no dejaba de mirar tus piernas. Sabías que estaba disfrutando por anticipado del manjar que dentro de nada sería suyo.

Te acarició por entero las piernas. Metiendo las manos en medio presionó un poco en los muslos. Te bastó su indicación y las abríste. Desde abajo miró sonriendo. Acariciándote fue subiendo hasta tu cintura. Se colocó de pie frente a ti y cada una de sus manos se apoderó de uno de tus pechos. La punta de su pene, ya húmeda, rozaba tus braguitas.

Se dedicó a jugar con tus senos tocándote una y otra vez, haciéndote sentir su sexo impaciente. Parecía disfrutar retrasando lo evidente,... torturándote sádicamente con la espera de lo que ya era indudable que te iba a hacer. No... lo que estaba buscando era hacerte saber que era tu dueño, que podía hacerte lo que quisiera, que podía apoderarse completamente de ti, y que sólo te iba a follar cuando él quisiera, sólo cuando él quisiera...

Su mano bajó hasta tu entrepierna y por encima de las bragas palpó tu sexo. No pudiste negar que después de sentir su pene tan próximo y sobre todo al notar su caricia estabas algo excitada. No sabes el por qué, no deberías estarlo, pero tus pezones y la humedad de tu sexo te delataban. Seguramente él se habría dado cuenta de ello y te preguntaste qué pensaría de ti. Te lo tocó entero y te masturbó por encima de la tela haciéndose el amo y señor de todos tus rincones.

Sin dejar de tocarte te preguntó si tenías novio..... No respondiste. Tensó la mandíbula y sus dedos retorcieron la punta de tu pezón con firmeza arrancándote un quejido de dolor. Repitió tranquilamente la pregunta, como si antes no la hubiera hecho. Asentiste que sí con la cabeza. El que te estaba sujetando se río. Él ni se inmutó. No dejaban de mirarse fijamente a los ojos. La presión sobre tu pezón había disminuido pero no lo soltaba. Esperabas sin saber qué. Otra pregunta tal vez. Otra orden, no sé pero no podías apartarte de sus ojos ni podías evitar que sus dedos se fuesen haciendo más y más dueños de tu sexo. El que te sujetaba dijo algo así como que te iban a devolver algo usada a tu novio, no lo entendiste bien y de nuevo volvió a reírse, pero él seguía sin moverse.

Por encima de la tela, sus dedos fueron subiendo entre el surco de tus labios alcanzando por primera vez tu clítoris... Creiste que se iba a detener ahí, pero en vez de eso siguió subiendo hasta el ombligo acariciando tu vientre... Luego descendieron insinuantemente y separando tus braguitas se metieron en tu interior. Acarició el vello de tu sexo y sus dedos separaron los labios dejándote abierta. Milímetro a milímetro fue recorriendo el camino inverso hasta llegar a tu ano. Comenzaron a hacer el recorrido de regreso, pero deteniéndose por un segundo en tu agujero... Sin ninguna dificultad dos dedos entraron en ti... No pudes evitar que un par de gemidos se escaparan nada más tocar tus partes más sensibles...

Dentro de tu cabeza empezaba a entablarse una confusa batalla... Por una lado te resistías o más bien debías resistirte a lo que te estaban haciendo,... debías luchar, tu mente te decía que debías enfrentarte a la excitación que te producían sus dedos... por otro la impaciencia te consumía... la escena te pareció súper morbosa y te encendía cada vez más... tus ojos no dejaban de mirar ese pene turgente en el que destacaban sus venas hinchadas... tu piel quería esos dedos y no otros,... tu concha quería que se metiese en él, que su capullo abriese tus labios a la fuerza... que tu entrada se dilatase al invadirte...

Estas mojada,puta... Le oiste decir burlón. Bruscamente sacó su mano. Olió sus dedos y luego los situó frente a tu cara. Olían a vos. Suavemente los apoyó en tus labios y los recorrió enteros... Fueron unas sensaciones electrizantes y tu sexo estaba respondiendo a ellas humedeciéndose más y más... Con la otra mano volvió a tomarte los pechos... Empujó los dedos introduciéndolos en tu boca para que los lamieras. Los hizo moverse en todas las direcciones.

Mientras te hacía esto, su mano pasaba de un pecho a otro sin cesar... te los acariciaba... te los estrujaba con fuerza... los juntaba tratando de abarcar los dos en su palma... Seguías sintiendo como su pene rozaba tus muslos y se acercaba por encima de tus braguitas a tu abertura. El hechizo de su miembro hacía rezumar tu sexo sin que pudieras evitarlo...

Retiró sus dedos de tu boca con la misma suavidad que los había introducido... Con ellos mojados rodeó tus pezones... Nada más sentirlos, tu pecho se infló de placer aumentando el volumen de tus tetas... tus pezones respondieron a esas especiales caricias afilándose como nunca... Su lengua los lamía... sus labios tiraban de ellos,... Su boca los comía con una maestría increíble y supiste que te los iba a dejar llenos de chupetones y marcas...

Agarró tus senos con las manos apretándolos y haciendo sobresalir sólo la copa de los pezones... Sus dientes los agarraban y tiraban de ellos arrastrando a todo el pecho... Cuando los tenía así de tensos, sólo sujetos por sus dientes, dejaba que la punta de su lengua los lamiera... Tenías los ojos medio cerrados y tu respiración se oía jadeante... Inesperadamente una de sus manos te agarró con fuerza el sexo y presionó entre los labios. No sabes si por lo fuerte o por lo inesperado de su movimiento, pero al sentirlo gemiste intensamente... Un espasmo de placer te hizo cerrar los ojos y las rodillas te temblaron...

En cuclillas te fue bajando las bragas descubriendo despacio tu coño. Agarrando tus mulos por detrás te empujó hasta tener tu sexo frente a él. Pudiste sentir su aliento. Su lengua húmeda subió insinuante por tu muslo y se paseó por los confines de tu concha empapada sin llegar a entrar en ella... Sus manos palpaban tus nalgas... Inesperadamente te mordió. Un trozó de tu carne quedó aprisionado entre sus dientes y gritaste. Podía causarte placer y dolor, podía ser suave y tierno o hacerte gritar. Siguió bajándote la tanga y te la quitó.... Luego con los dedos separó tus labios hasta hacer asomar tímidamente tu clítoris... La punta de su lengua saboreó tu botón varias veces haciéndote gemir....

Hubieras deseado que siguiese jugando con su boca en tu sexo... Arrogante enseñó tus bragas a su compañero y se las guardó en el bolsillo.

Ya estas completamente desnuda, ahora es cuando te van a hacer de todo,pensaste. Otra vez luchabas dentro tuyo.... No podías aceptarlo, te negabas a ser ultrajada de esa forma, pero deseabas ardientemente ser doblegada por ese desconocido... Volvió a situarse adelante y volvió a tocarte dejando deslizar sus dedos por la humedad de tu coño. Al notarlo tan húmedo sonrió. EstáS CHORREANDO hasta las rodillas... le dijo a su compañero... ¿ Te gusta eh?... Sus dedos no paraban de moverse y tu respiración se iba agitando... ¿ Qué pasa tu novio no te coje o qué?... abrete, te ordenó con tono despectivo... Separaste las piernas de forma que los labios de tu sexo se abrieron aún más para él. Sin ningún problema introdujo de nuevo sus dedos haciéndote gemir más fuerte...

Se separó un poco para verte entera... Estás muy fuerte... Si yo fuera tu novio no dejaría de cojerte... no dejabas de mirar su miembro erecto... Sin saber por qué lo deseabas... Seguías sin comprender demasiado el malsano deseo de entregarte al miembro del extraño que iba a violarte... Te sentias inquieta... Volvió a acercarse y a tocarte... Sus dedos jugaban contigo como querían y cuando rodearon tu clítoris no pudiste contener un gemido de placer...

-. Menuda concha tienes... ¿Sabes que tienes concha de puta?...

Él parecía satisfecho con lo que estaba haciendo... Cerraste un poco las piernas reteniendo sus dedos donde más te gustaba... No se opuso y siguió jugando allí... Dejaste reclinar tu cabeza sobre el hombro y cerraste los ojos. Fuiste gimiendo suavemente cada vez que recibías sus caricias en tus zonas intimas...

Mientras te acariciaba perdiste la noción del tiempo y del lugar y casi ni los oias... Eso no te estaba pasando... era como en uno de tus sueños eróticos,... donde estabas profundamente dormida y soñabas que un desconocido te estaba tocando a la fuerza las partes más íntimas causándote placer... Sin embargo aquello era real... Tu respiración entrecortada era real... Iban a violarte y lo estabas disfrutando... Te dejabas tocar en todos los sitios,... tu cuerpo respondía como nunca a sus caricias,... tu deseo te resultaba extraño, pero muy fuerte... como nunca habías sentido por ningún hombre.

Vas a hacer que esta puta se corra... dijo el de atrás. Está tan cachonda que se muere de ganas, le respondió fanfarrón. Abriste los ojos. Sonreía. Su mirada estaba fija en ti, penetrante...

Estás salida a mas no poder. Seguro que hace tiempo que no se la ponen... Volvió a decir el que te sujetaba. Sin dejar de manosearte preguntó si tu novio no te lo hacía, si era puto,... No le contestabas nada... estabas entregada completamente a esos dedos que se movían hábilmente por tu sexo causándote más y más placer... Sin parar de tocarte respondió: "No creo que sea eso", y reafirmó moviendo la cabeza de un lado a otro... Metiéndote más adentro los dedos empujó con violencia... te hizo daño, pero te gustó... Solo pudiste gemir..... Aquí le entra de todo... esta lo que necesita es un buen pedazo...

Hablaban de vos como si no estuvieras, comentando lo dispuesta que parecías, las ganas que se te notaban, lo apetecible de tu cuerpo, lo que harían o dejarían de hacer con tu cuerpo si fuesen mi novio... A medida que sus caricias te iban doblegando, sus comentarios iban siendo más fuertes, bueno, más que fuertes obscenos...

¿Te jode o no te jode bien el pija floja de tu novio?...¿ Crees que le importará si te echamos un buen polvo?. A lo mejor hasta me lo agradece... a una hembra como vos hay que tenerla bien cogida... y seguro que él solito no puede... La gracia les resultó simpática y empezaron a reírse... ¿ Te la mete muy a menudo?... Seguro que siempre te quedas con ganas de más... ¿Verdad que sí puta?...

Muy seguro de sí mismo seguía moviendo los dedos dentro tuyo... Su otra mano no paraba de jugar con tus pechos erizando tu piel... Por un momento miraste como los recorría... Tenías los pezones completamente erguidos, como nunca te los habías visto...

¿Verdad que este conejo se muere de ganas?... En cuanto te meta esta pija vas a acabar de gusto... Te irritaba que hablaran en ese tono, no paraba de fanfarronear con lo que te iba a hacer, dando por sentado que no solo no dirías nada, sino que debías estarle agradecida... Iba a abusar de vos y encima como él decía, te estaba haciendo un favor... Según él eras una insatisfecha y te bastaba ver un pene para morirte de deseo, buscabas ansiosamente calmar tu calentura,... te trataban como a un simple objeto, como a una a chica de usar y tirar... pero tenían razón,... todo lo que decían eran verdad, lo estabas deseando... El de atrás se estaba riendo con los comentarios de su amigo...

Antes de que pudieras decir nada, sus dedos acariciaron tu clítoris arrancándote otro suspiro de placer,... No pudiste contestar, no querías contestar... seguía jadeando incapaz de ahogar tus gemidos... Si se está derritiendo la muy puta... Pegado a tu oreja el de atrás te preguntó con un murmullo lascivo cuánto tiempo hacía que no me ponían una buena pija... Contesta puta, dijo el otro con un tono entre rabioso y enfadado arrastrando las últimas letras. La única respuesta que era capaz de dar eran tus gemidos de placer, cada vez más profundos, cada vez más prolongados...

De repente sus dedos pellizcaron con fuerza tu clítoris. te quejaste pero en vez de ceder, lo que hizo fue retorcerlo hasta hacerte gritar de dolor. Nunca te habían hecho eso. Dolía horrores y te hacía encorvarte. No dejaba de hacerte daño y empesaste a llorar... Podía matarte de dolor y podía causarte placer... eras suya y te lo estaba recordando... Repitió de nuevo la pregunta sin dejar de hacerte un daño terrible... Contestaste que sí te lo hacía... Pareció no oírte... Volviste a repetir que sí te lo hacía... ¿ Que te hace qué?.... Se acuesta conmigo, les dijiste entre sollozos... Otro pellizco .. Casi gritando les dijiste : - ¡¡¡Me coge por las noches!!!... Los dos se rieron... Vamos putita dinos cómo se acuesta contigo ese maricón... o ¿eres tú la que se le cepilla?...

Humillada por el dolor les contaste sollozando los detalles más íntimos... Empesasteé a contarles lo que te hacía y sólo entonces dejó de apretar ... pero como si fuera una advertencia de que podía volver a hacerte gritar de dolor no soltó sus dedos sin darte un último pellizco... Temiendo defraudarlos y que volviese a hacerte daño les contaste las historias que creías más excitantes... cómo te lo hacía en la bañera,... cómo le gustaba hacértelo mientras veían un vídeo porno... Él estaba sonriendo y el de atrás no paraba de reírse mientras sacaba punta a todo lo que decía...

Así que el niño mete su polla en tu conchita. ¿Eh?... Vamos sigue, qué más te hace... Les dijiste que algunos días le gustaba penetrarme desde atrás poniéndote a cuatro patas... No jodas, ¡si hasta te cabalga y todo!... Los dos se rieron al tiempo... Y tú qué le haces... Con lo ninfómana que eres no te estarás quieta ni un minuto... Seguro que nada más verle la pija te abres de piernas... ¿Te gusta que te la meta?... ¡Contesta!... Sí... ¿ Se la meneas?... De nuevo risas... Sí... Debes ser una auténtica perra...

Vamos... sigue... ¿qué más le haces?.... No supiste qué contestar... ya les habías contado todo... Ya te lo he dicho no sé que quieres oír, dijiste sollozando... No me contestes dijo en tono violento mientras agarraba tu cara con una mano... tus labios quedaron entreabiertos... te besó en la boca... que mamadas le tienes que hacer... No le contestaste. ¿No me digas que no se la chupas?. Contestaste la verdad, que no, que te daba asco... Esta vez ya no fueron risas, sino auténticas carcajadas. Suéltala... Tranquilo, con el ansia de pija que tiene no se va a echar a correr,... suéltala... Poco convencido el que te sujetaba te soltó y quedaste libre...

Ahora desnúdate... te quitaste la blusa y cayó a tus píes... te sentiste grotesca y ridícula en esa situación... Estabas en medio de un bosque totalmente desnuda ante dos hombres, quieta como un espantapájaros...

Te hicieron permanecer así un buen rato mientras te miraban de arriba abajo y entre ellos hacían obscenos comentarios sobre tu cuerpo... Casi todos iban dirigidos al tamaño de tus pechos... Completamente desvestida, humillada por lo que les había contado, avergonzada por no haberte resistido al placer, seguiste mirando en silencio el suelo y esperaste sus órdenes soportando que te metieran mano de tal forma ... Por primera vez sentiste frío y rodeaste tus pechos con los brazos para darte algo de calor. Bruscamente te los quitó. Quería verte así, absolutamente desnuda y preparada para cuando él quisiera tomarte.

Desde atrás el otro te agarró por primera vez los pechos... Sus manos parecían más robustas y te los apretó con fuerza... Mientras te sobaba entera delante de su compañero, entre tus nalgas volviste a sentir su rígida verga, fuerte y aprisionada... Su cuerpo se pegó a tu espalda y metió una mano entre mis piernas. Rápidamente notó tu humedad... Si lo está deseando la muy puta... Oprimiendo tu sexo te obligó a ir aún más hacia atrás, hasta pegarte completamente a su cuerpo... te metió los dedos y empezó a moverlos dentro... No tardó en hacerte jadear. Mírala cómo goza... Está cachonda a tope... A esta no la han jodido en condiciones en su puta vida...

Volvió a arrimar su cara a tu oído y empezó a hablarte en tono lascivo... Aún las recuerdas como si las estuvieras oyendo ahora mismo... tienes la concha empapada... Estás deseando que te coja... Estás más salida que una perra en celo...¿Tienes ganas de pija eh?... En cuanto te le meta vas a gozar de verdad... Tu chocho va a saber lo que es un buen palo... Dominada por el placer separaste las piernas un poco... Metió sus dedos aún más adentro... El gemido fue largo y prolongado... ¿Cómo eres tan zorra?...Cuando acabe de follarte le vas a contar a tu novio lo que es joder de verdad... No te imaginas el pedazo de rabo que te voy enchufar... Te la voy a meter hasta que te salga por los ojos... Te voy empotrar hasta los huevos en el culo.. Sus comentarios obscenos te excitaban aún más. El tono lascivo de su voz te hacía desear lo que te proponía... Estabas a punto de correrte...

Así que nunca te han metido una pija en la boca ¿eh?. No... contestaste avergonzada mirando al suelo. Tranquila.... ahora vas a chupar una buena polla... Ponte en cuatro patas, como si te fueran a montar... En cuanto el otro te soltó obedeciste de inmediato. Sabías que si te negabas te iban a coger lo mismo. Tus tetas quedaron colgando entre los brazos. Menuda yegua, no me extraña que se la beneficie por detrás... ¡Está buenísima!...

Apoyó su mano en tus riñones impidiéndote avanzar, luego, palpó tus nalgas y fue recorriéndolas hasta encontrar el camino que le llevó a tu sexo... En esa postura te hizo separar aún más las piernas... Ahora estabas completamente abierta... Adivinabas que tenía los ojos clavados en tu trasero... Seguramente te estaría viendo los labios hinchados y brillantes por tus jugos... Tal vez su pene ya estuviese fuera de los pantalones... Sabías que estaría tan turgente como el de su amigo... Supusiste que a lo mejor quería entrar en tí en ese momento y te imaginaste poseída por sus dos vergas a la vez... Al hacerlo un escalofrío de placer hizo palpitar tu coño y deseaste que lo hicieran... Sin dejarte mover, te tocó por todos los sitios y magreó enérgicamente tu vulva... Este chocho está pidiendo guerra a gritos... Déjate de mariconadas y cepíllatela ya... Si no te la trajinas ahora mismo me la tiro yo... ( en ese momento estuviste a punto de pedirle que lo hiciera.. ) Eso luego,... tranquilo tío, antes se la va a tragar entera...

Ven aquí,... te voy a enseñar lo que es una buena mamada... Se agarró el miembro y lo hizo apuntar a tu rostro. Venga ven a comértela ya... Se desabrochó del todo los pantalones y se los bajó un poco. Sus testículos quedaron al aire y agarrándoselos los exhibió engreído ... Los tengo cargados de leche y te vas a tragar hasta la última gota...

Gateaste hasta ponerte justo enfrente de su sexo. No se molestó ni en acercarse. Tuviste que incorporarte un poco para poder alcanzarlo y te sentaste sobre los talones. En esa postura agarró tus pechos y colocó en medio su pene. Lindas tetas para una cubana... No sabías lo que era eso y te quedaste quieta mirándolo... Bruscamente te las hizo agarrar con las manos y que se lo menearas con ellas. Vamos puta menéalas... Suavemente empesaste a moverlas con movimientos circulares... Su polla estaba caliente y su tacto te resultó agradable. No pudiste resistir la tentación y miraste tus pechos. En medio de tus senos destacaba su rojo capullo aprisionado...

Miraste hacia arriba y viste en su rostro una expresión de placer... te sentiste tremendamente sexy y excitada por lo que estabas haciendo. Eras capaz de proporcionarle placer con tu cuerpo... te sentias orgullosa como mujer... A medida que jugabas con ella entre tus senos, fue dejando un rastro de humedad... Él te estaba utilizando... estaba abusando de vos y sin embargo al tiempo estaba sometido a tus caricias... Eras su esclava y su dueña al mismo tiempo.

Luego te lo frotó por toda la cara. Mientras te lo hacía de nuevo te sentiste completamente sometida. Dejó que su punta se paseara varias veces por la comisura de tus labios antes de ordenarte secamente que se lo chuparas. Rodeaste su miembro con la mano y resignada pero al tiempo impaciente te lo metiste en la boca... La sentas grande y dura entre tus labios... Comensaste a succionar como habías visto hacer en las películas. Enseguida notaste la suavidad de su capullo en tu lengua... Su sabor te pareció fuerte y viril... Su dureza te indicaba que estaba excitado, muy excitado...

Con las dos manos agarró tu cabeza dirigiendo tus movimientos. Luego retiró la tuya de tu sexo y te hizo acariciar sus huevos... Venga zorra lámelos... Subyugada obedecite sus órdenes y dejaste que tu lengua los recorriera enteros.... Luego agarró tu cara y te hizo abrir los labios. Volvió a empujar metiéndola entera. Entre jadeos movías tu cadera empujando su miembro dentro de tu boca como si te estuviera penetrando... Vamos puta cómemela entera gritaba con la respiración entrecortada y cada vez te lo hacía meter más adentro... vos aceptabas sus envites gozando al sentirla en tu boca, gozando con lo que nunca te habían hecho y constantemente soñabas en tus fantasías secretas... Cerraste los ojos y te entregaste concienzudamente a lo que estaba haciendo...

El otro se puso a un lado para verlo... Anda que no tiene ganas la mina esta, y eso que no le gustaba... dijo riéndose... Te va a dejar seco... Mira cómo la bailan las tetas... Era verdad, tus pechos colgaban de un lado a otro al ritmo de sus movimientos...

Por un momento la sacó de tu boca... tus labios la buscaron ansiosos... Volviste a sujetarla con las manos... Chupa... chupa biberón... No te importaba que se riese así de vos, estaba disfrutando con lo que hacía... Su sabor se iba haciendo más y más fuerte...

Me voy a correr en tu puta boca... Por su agitación adivinaste que no tardaría en hacerlo... Ordéñamela hasta la última gota... Cuando eyaculó sentiste brotar con fuerza su semen inundando tu boca. Cada espasmo iba acompañado de un chorro que te llenaba. Tuviste que hacer auténticos esfuerzos para tragarlo y no ahogarte... Una de las veces, al retirarse se salió de tu boca y uno de sus chorros salpicó tu cara. Rápido volvió a metértela y siguió moviéndose como antes... Sentías resbalar el semen por tu mandíbula mientras se la chupabas... Una gota calló sobre tu pecho... Estabas caliente y te gustó sentirlo ahí... Se movía frenéticamente y tu sexo olvidado ardía de deseos... No te dejo retirar la cabeza hasta que hubo acabado por completo... Solo entonces permitió que sacaras su pene... Una arcada casi te hizo vomitar... El otro empezó a reírse al verlo... te habías olvidado de que eran dos y de que el segundo reclamaría tu cuerpo...

te quedaste de rodillas y escupiste los últimos restos de semen pero no pudiste quitarte su sabor. Pasaste el dorso de la mano por tus labios para limpiarte la boca... El otro estaba apoyado en el coche, sin perder detalle y fumando tranquilamente un cigarrillo. Un tremendo bulto destacaba en sus pantalones...

Levántate y ven aquí, te ordenó impaciente... te quedaste mirando al que acababa de disfrutar de ti y no te moviste. Tranquilamente se estaba guardando su pene. Esperabas más que sus ordenes,su permiso. De dos pasos se plantó a tu espalda. te agarró del pelo y te hizo levantar a la fuerza. Literalmente te arrastró hasta el coche y te tiró de bruces sobre el capó. te hizo daño y sorprendida por su brutalidad intentaste darte la vuelta. No entendías el por qué actuaba así... Si sabías que te iba a poder tomar como quisiera... Asustada trataste de levantarte, pero él se te tiró encima inmovilizándote... Para que no te movieras te empujaba la espalda aplastando tus tetas contra el coche. El frío del metal hizo endurecer tus pezones.

te entró un pánico tremendo y empesaste a patalear y a mover los brazos tratando de liberarte. Sujétala, me la voy a pasar por la piedra ahora mismo, ordenó a su amigo. El primero te agarró de las muñecas y tiró de tus brazos hacia adelante sujetándote... Al ceder la presión sobre tu espalda giraste la cabeza para ver qué hacía... Aún tenía el cigarro en los labios... Se había bajado los pantalones y su pene, más grande que el de su amigo ya estaba preparado para entrar en tu concha. Con su rodilla te separó un poco tu pierna y se colocó en medio... te palpó primero con la mano y metió un dedo con brusquedad... te quejaste... Cállate zorra, te ordenó casi gritando... Acercó su pene a tu entrada... No parabas de moverte y te resistías como podías... No acertaba a entrar y empezó a insultarme y a decir palabrotas...

Seguste luchando como pudiste. Agárrame a esta puta y que se esté quieta... De repente el que te sujetaba las muñecas te dio un bofetón. El golpe sonó seco... La cabeza fue de un lado a otro. Por unos instantes te quedaste completamente aturdida. La mejilla te ardía y te zumbaba el oído... Estate quieta o te reviento a hostias... El golpe te sorprendió y no fuite capaz de reaccionar...

Volvió a ponerse en medio de tus piernas y las acomodó a su antojo. Ahora verás lo que es un buen pichazo... Con increíble maestría lo colocó en tu entrada y empujó violentamente metiéndote su pene hasta la mitad. te hizo un daño terrible. Al notarlo dentro arqueaste tu cuerpo. Chillaste de dolor abriendo la boca y cerrando los ojos... ¡No grites puta!... Furioso te dio un fuerte azote en el culo... Con lo cachonda que estás no te hagas ahora la estrecha... Se retiró un poco y volvió a empujarte. Empesaste a llorar suplicándole que no te hiciera daño...

¡Que te calles puta! Gritó mientras volvía a intentar meterte todo su rabo...

El dolor hizo tensar tu cuerpo y tu ay debió oírse desde lejos... solo conseguste otra sonora bofetada... Llorando le suplicaste que no te hiciera más daño, pero él sin hacerte caso siguió dándote empujones... Su pene te golpeaba una y otra vez, haciéndote chillar cada vez más fuerte... Estabas cerrada por el miedo y el dolor y no conseguía metérmela entera...

El daño hacía que te retirases un poco tratando de escapar del dolor... ¡Estate quieta de una puta vez! te gritó con la polla a medio meter y empezó otra vez a darte azotes en el culo. No parabas de llorar y él no dejaba de golpearte ... Estaba tan furioso que parecía un loco fuera de sí... La sacó casi toda y se detuvo un momento. Con los dedos te agarró los labios del coño y los abrió con fuerza. Empujó con todas sus ganas consiguiendo al fin metértela entera... El dolor fue aún más punzante... Todo tu cuerpo se puso rígido y un agudo alarido se escapó de tu garganta... Creiste que te había roto al medio... te sentías traspasada por completo... nunca te habían entrado tan profundamente...

Empezó a penetrarte violentamente, como si tuviera prisa... Entraba en vos desgarrándote y haciéndote gemir... tu sexo te quemaba, y él seguía dándote salvajemente... En cada embestida sentías sus huevos golpeando tu entrada... Con los ojos llenos de lágrimas mirabas suplicante al que te sujetaba. El dolor te impedía pronunciar cualquier cosa que no fueran gimoteos.

Tío no te la folles así que le vas a reventar el coño... le dijo el otro... No le hizo caso y siguió empujando como una bestia... Sus dedos se clavaban como garras en tus maltratadas nalgas arañándote, mientras te incrustaba una y otra vez toda su polla... Entrecortado dijo que cuando acabara de joderte no ibas a poder follar en un mes... Tuviste la sensación de que sería verdad... Su amigo tenía razón, la forma tan salvaje de poseerte te estaba destrozando el coño.

te empujaba tan fuerte que te levanta con cada embestida... Su pene te llenaba completamente.

No sabes cómo pero poco a poco el dolor se fue mezclando con el placer... La sensación era extraña pero maravillosa... Por tu cabeza empezaron a pasar palabras como ensartada,... atravesada,... agujereada,... perforada,... taladrada,... Por primera vez entendiste su significado y la imagen te pareció fascinante. No dejabas de llorar pero estabas gimiendo con cada uno de sus golpes.

Al rato te poseía por completo y tu sexo dilatado a la fuerza, le recibía ansioso... Con cada golpe, sorprendentes escalofríos corrían por tu espalda desde tu entrepierna hasta la nuca... tu respiración se agitaba más y más y tus caderas se acompasaban a sus embestidas buscando sin ningún pudor que te entrara más y más...

La presión sobre tus muñecas fue cediendo y soltaste una de ellas... antes de que volviera a agarrarlas, te la metiste entre las piernas y acariciaste tu clítoris... estabas muy excitada... Apoyaste la mejilla en el capó y cerraste los ojos... Tenías la boca entreabierta y jadeabas escandalosamente... Seguro de que no harías nada te soltó la otra mano... Rápida agarraste una de las suyas y te la llevaste ansiosa a tus pechos... No podías controlar tu cuerpo... tu único pensamiento era atrapar más y más placer...

Vaya,... parece que a esta puta la está gustando... Ya te dije que tenía ganas de un buen polvo... Te está jodiendo entera... ¿eh?... Empujando violentamente hasta metértela del todo preguntó si estabas disfrutando... Sin ningún sonrojo contestaste que sí... Los dos se rieron... ¿Te jode bien mi rabo?... Casi en un susurro volviste a contestarle que sí... Sádicamene se retiró casi por completo de vos y la dejó en la entrada... tu sexo avanzó buscándola... Mira esta zorra como mueve la almeja... ¿Quieres que te le siga metiendo eh?... Sí... Otra vez se paró... ¿De verdad que te gusta?... Sí... ¿Y como se piden las cosas?... No se lo hagas desear tanto ,... cojela de una vez... no seas cabronazo... Se echó a reír y le hizo caso a su amigo... Estabas a punto de pedirle por favor que siguiera... Inmediatamente volviste a jadear... ¿Te gusta más esto que la pollita de tu novio? Sí... te daba vergüenza reconocerlo, pero era verdad, su pene te proporcionaba más placer que el de tu novio y cada vez que te la metía sentías llegar el orgasmo...

Cuando acabaste chillaste de placer... Habitualmente te da vergüenza hacerlo, incluso delante de tu pareja,... Al oírte, tu voz te resultó extraña... Literalmente te estabas retorciendo de gusto y apretabas con fuerza los dientes intentando retener el placer... te estaba volviendo loca... Los orgasmos se sucedían uno tras otro... Creiste que no se iba a detener jamás... Nunca los habías tenido tan fuertes ni tan prolongados... Casi no podías ni respirar... Los espasmos de placer eran alucinantes... te estaba matando y no podías más... Le pediste varias veces que por favor parase, que te estaba reventando, pero él no paraba de penetrarte tan ansioso como al principio... Parecía que tenía miedo de que los fuesen a sorprender en cualquier momento y se acabase su diversión...

Repentinamente la sacó... Tienes un culo de puta madre... Te voy a encular..... Jamás habías oído esa palabra, pero adivinaste perfectamente su significado... Sabías que iba a dolerte y lo aceptaste... te sentías su esclava y esperaste resignada a que centímetro a centímetro te la fuese metiendo...

Sin apenas dejarte recuperar el aliento, sentiste como sus fuertes manos separaban tus doloridas nalgas abriéndote... Notaste el fuerte salivazo en tu entrada anal.... luego la punta de su miembro en tu segundo agujero... Decididamente su pene fue entrando en ti... Siempre que habías intentado hacerlo por ahí habías tenido que dejarlo porque no soportabas el daño... En ese sentido podía decirse que aún eras virgen por detrás...

Sin embargo no te dolió tanto como esperabas... De nuevo una sensación extraña se apoderó de vos... De nuevo una peculiar mezcla de dolor y placer se fue adueñando de vos... Volvió a penetrarte tan fuerte como había hecho antes... tu cuerpo se acostumbró rápidamente a su presencia y de nuevo te oiste gemir con cada una de sus embestidas... Pero esta vez no eras vos sola quien gemía, sus jadeos se iban uniendo a los tuyos...

El otro mientras tanto se estaba masturbando viendo como su amigo te jodía salvajemente... Debía excitarle horrores verlo... Los movimientos de su mano eran frenéticos...

te estuvo dando por el culo un rato, apretando cada vez más hasta que por fin sus empujones se volvieron cada vez más secos y potentes... Sujetándote por las caderas evitaba que sus movimientos te llevaran hacia adelante escapando de sus embestidas y te la metía hasta hacer chocar sus huevos contra tu coño... Sentias como pequeñas convulsiones y supiste que se iba a correr... La notabas avanzar gruesa y tremendamente dura... Sentiste su líquido caliente en tu interior... Fue una sensación sorprendente y sumamente placentera...

Cuando se quedó satisfecho se retiró bruscamente.te costaba trabajo respirar y jadeante te diste vuelta. Quedaste tumbada boca arriba sobre el capó, con los brazos en cruz y espatarrada completamente. Estabsa extenuada y no podías moverte... Aun tenías la sensación de que su pene estaba dentro y de vez en cuando pequeñas convulsiones de placer agitaban tu cuerpo... te encontrabas completamente destrozada... te dolía el culo y tu sexo estaba irritado, pero si en ese momento hubieran vuelto a tomarte tampoco te hubieras resistido... Pensaste que si aparecía alguien más no te importaría que volviesen a violarte... aunque estando así no sería una violación...

En ese momento el otro se subió encima del capó y colocó tu cabeza entre sus piernas... Nada más abrir los ojos viste que la tenía justo encima ... Su mano se movía muy rápida y comenzó a gemir anunciando su orgasmo... Acercó su miembro a tus labios... A-bre la bo-ca putaaa... te dijo casi sin poder articular palabra. Obedeciste de inmediato y abriste la boca esperando sumisa su penetración, pero su grado de excitación era tal que se derramó antes de llegar a introducirla... te salpicó toda la cara y te dejó toda manchada de semen pero no te importó... Ni tan siquiera te molestaste en limpiarte... Cuando se vació completamente aún le colgaban restos de semen... Hizo que cayeran en tu boca y te obligó a limpiar su polla ya fofa... Su mano se le había manchado y la frotó en tus pechos... Seguiste inmóvil en la misma postura esperando que hicieran contigo lo que quisieran, eras incapaz de resistirte a nada...

Encendieron un cigarro y te ofrecieron uno... Con la cabeza dijiste que no... Ignorándote se pusieron a hablar entre ellos de lo divertido que había sido lo que te habían hecho... Los comentarios eran groseramente machistas... Cerraste los ojos y un placentero sopor se apodero de ti... Sentias resbalar el semen por tu cara mientras los escuchabas sin prestarles ninguna atención... Cuando acabaron de fumar se quedaron mirándote...

luego te ordenaron que te vistieras y te tiraron la ropa encima... Casi no podías moverte...

Durante el viaje te amenazaron si se te ocurría denunciarlos, y te hicieron jurar que no lo harías... Nada más llegar a la entrada de la ciudad buscaron una calle oscura. Uno de ellos se bajó conmigo volviendo a amenazarte de mil formas... Allí te dejaron tirada... Tardaste más de media hora en llegar a casa andando...

Nada más entrar te desnudaste en el pasillo dejando la ropa tirada y fuiste directa a la ducha... te quedaste un momento contemplándote en el espejo... tu aspecto era desolador. Tenías los ojos hinchados por haber llorado y la cara descompuesta... Dos lágrimas resbalaron por tus mejillas cuando miraste los pechos llenos de chupetones... mirando tu sexo recordaste sus tremendas embestidas... Por detrás te sentías tremendamente molesta...

A los dos días apareció tu coche con las llaves puestas donde habían dicho... No tenía casi nafta, pero no le habían hecho nada...