En silencio siempre amigas (2)

Hay cosas que no se puede explicar con simples palabras.

Era domingo, temprano, me desperté sobresaltada, estaba temblando.  Me toque la cara, los brazos.. estaba totalmente empapada. No puedo negar que pase una noche bastante desagradable. Me recorría una sensación desagradable por todo el cuerpo. No pude evitar permanecer unos minutos más en la cama antes de levantarme, era domingo y necesitaba descansar.

Fue una mañana como otra cualquiera de domingo. Decidí ir a hacer algo de deporte. El verano se aproximaba y tenía que ponerme en forma. Después de correr durante 1h decidí sentarme en unas escaleras. Desde allí se veía toda mi ciudad. Las casas, los bancos, los restaurantes, las personas, grupos de amigos, parejas..Me entro nostalgia y no pude evitar acordarme de ella. Pero había algo en mí que me frenaba. La gente, los demás, los desconocidos, esos que solo estaban para criticar cuando te iba a mal. De todas formas me aterraba la idea de enfrentarme a todo el mundo. A mi familia , que aunque no sea una familia cerrada ni mucho menos, se que les costaría entenderlo. Y mis amigos , como se lo tomarían ellos. Necesitaba soledad, solo quería sentirme libre. En ese mismo momento me hubiese ido de mi querida ciudad, esa a la que amaba, me hubiese ido a una ciudad desconocida, perdida, que ni siquiera apareciera en el mapa. Una ciudad en la que no hubiese cobertura, ni señal de internet.. Esa idea me arranco una sonrisa mientras me la imaginaba.

Pero segados después comprendí que eso sería un acto de cobardía. No podía huir de esa situación. Si realmente quería eso, tendría que asumirlo y enfrentarlo. Estaba en mi derecho de ser totalmente feliz. Por ese motivo decidí quedar con Silvia ese mismo día.. Necesitaba verla, su ausencia me ahogaba. Era necesaria su presencia para respirar.

Quedamos en un sitio apartado de la ciudad. Las dos estaban de acuerdo en estar en un sitio que no llamase mucho la atención. El lugar se encontraba en la parte alta de la ciudad, era lo más parecido a un mirador que conocía. Nos reunimos y se notaba bastante tensión en el ambiente. Se produjeron varios silencios incómodos. Ninguna de las dos sabía muy bien cómo enfrentar la situación. Yo la note distante, avergonzada de lo que había pasado la noche anterior. No la culpo, quizás la situación se le fue de las manos, a causa de los tragos que llevaba encima. Eso me confundía todavía más. Como tenía que enfrentar la situación?.. Me quede callada durante unos minutos, mirándola a los ojos..hasta que me arme de valor, le tome la mano y le dije:

-Mira Silvia, neos que ocurrió ayer, pero me encanto, y lo volvería a repetir. Dejaría todo lo que tengo para repetir ese momento. Lo que en este momento siento no soy capaz de expresar con simples palabras. Es cierto que nunca pensé en verte como algo más que una amiga. Pero ayer cambio, todo cambio. Solo te pido que seas sincera, si tu no sientes lo mismo lo entenderlo. En el fondo somos amigas no?

Conseguí arrancarla una sonrisa. Se veía nerviosa. Me levante y me fui hacia el mirador. Estuve durante un largo rato observando la ciudad. Estaba anocheciendo, y ver la ciudad de noche me encantaba. De pronto ella se me acerca.

Empezó rozando el brazo levemente. Tenía miedo a tocarme y buscaba una reacción en mi. Yo permanecí quieta esperando a que ella continuara. Sitio por mi espalda..suavemente, su dedo era una prolongación de mi espalda.. Me tomo el brazo y me dio la vuelta.. Nos quedamos una enfrente de la otra. Sin nada que decir pero con mucho por hacer. Me beso y sonrió. No me lo podía creer. Era increíble. Quizás era por desafiar a lo que todo el mundo decía que estaba prohibido, que no era conveniente. Nos fundimos en un beso..Interminable, perfecto.. Yo no elegí quererla de esa forma, pero esa vez que me beso, nuestros dientes se rozaron por una milésima de segundo..y fue increíble, y la hora exacta de eso beso fueron las 12 y 10, y quite la pila del reloj, para que se quedase la hora detenida para siempre, parada, el minuto exacto en el que me besaste está metido en mi reloj, para siempre, y ya nunca se qué hora es, pero me da igual.

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Queria agradecer a todos y cada uno que a leido mis relatos. Me encantan sus opiniones.

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Sera un placer. Muchas gracias a todos.