En Silencio

Te he amado por más de un año, y nunca lo he dicho.

Te ví y te amé...

No bastó nada más.

La primera vez que te vi llamaste mi atención, hace un año entendí que lo que siento por tí es amor. Te he amado por más de un año, y nunca lo he dicho.

Tú.

Eres hermosa. Tienes la cara más bella que haya visto antes: amo tus ojos cafés "El único café que me quita el sueño es el de tus ojos"; tu nariz pequeña; tus mejillas suaves, que no puedo resisitir acariciar; y esos labios... amo tus labios, son perfectos, carnosos, rosados, suaves, no puedo calmar el deseo de besarlos, de morderlos. Me encanta tu cuerpo, eres ligeramente más baja que yo, delgada; amo tus curvas, tus senos del tamaño perfecto, tus piernas, tu vientre. Eres delicada, grácil, residuos de una carrera infantil como bailarina de ballet. Eres aún más bella por dentro, tienes una sensibilidad difícil de describir, amas todo y a todos, eres generosa, empática, solidaria, tierna, nunca lastimarías a nadie. Eres inteligente. Me haces reír como nadie, puedo hablar por horas contigo, y puedo permanecer en silencio a tu lado también. Sin embargo eres un poco insegura no ves todo eso en tí, pero para mí eres perfecta.

Tú y yo.

Hace tres años entramos a la escuela, nos llevamos bien de inmediato. Tu eras reservada y tímida, yo callada y seria. Aún no me explico como es que nos dirigimos la palabra. Nos hicimos amigas, compartimos todo. Todo era una amistad perfectamente normal. Me confesaste tu bisexualidad, y yo la acepté sin problemas y te apoyé. En ese entonces no sabía que yo también podía amar a una mujer.

Nos convertimos en las mejores amigas.

Sentada a tu lado en un día como cualquier otro me encontré mirandote los labios y deseando besarlos. Inmediatamente me pregunté qué pasaba, me confundió mucho darme cuenta de aquel detalle. Mi mente empezó a funcionar, ¿me gustabas?. No. Lo negué todo en ese entonces, no se por qué, quizá fue miedo a ese deseo nuevo. Decidí no darle importancia a aquel "incidente".

Los días pasaban y noté que solo quería verte, iba a la escuela porque sabía que estarías allí. Quería verte, abrazarte, escucharte, oler tu perfume cuando estabas cerca de mí.

Dejé de creer que era algo pasajero, me dí cuenta de que en verdad sentía cosas por tí. Y dejé de tener miedo, me permití sentir, y por primera vez me enamoré. Es imposible describir lo que siento por ti, solo sé que me hace feliz verte, saber de tí, que te extraño si no estás. Esto es lo más maravilloso que he sentido en mi vida.

Sin embargo, nunca te he dicho nada.

Quizá.

Ya ha pasado más de un año desde que me di cuenta de mis sentimientos por tí. El silencio me mata, me llena la cabeza de ruido

Lo que siento me hace tan feliz, y al mismo tiempo me gustaría no sentirlo. Me siento atrapada, sé perfectamente por qué no me atrevo a decírtelo, pero también se que no puedo seguir así. Necesito gritar que te amo, que quiero estar contigo, que quiero que me ames también. Cada vez que te veo mi corazón quiere salirse de mi cuerpo, y confesarte todo lo que siento. Todas las noches duermo deseando soñar contigo, soñar que me amas como yo a tí, y por las mañanas eres lo primero que pienso.

Eres perfecta, amo todo de ti, su belleza, tu voz, tu aroma, tu forma de ser. Te amo como nunca he amado a nadie.

El problema es que tu amas a alguien más. Llevabas tres años con él, y se dieron un tiempo. Pero lo amas, lo veo en tu mirada. Deseas estar con él, y yo deseo estar contigo, pero debo conformarme con ser tu amiga, debo conformarme con fingir estar bien y abrazarte mientras lo extrañas. A veces creo que me miras de forma diferente, que no te molesta cuando nuestra piel se roza por accidente, que no rechazas mis abrazos. Quizá sea mi amor que quiere ser correspondido buscando señales que no existen para calmar mis ansías de ti.

Quizá algún día me ames de esa forma.