En poder de una pareja negra
Una pareja debe someterse al jefe negro de su marido y a su esposa, después de que se descubrieran sus endeudamientos financieros por transacciones ilegales que les van a conducir a la carcel si no pagan.
En poder de una pareja negra
Carol estaba disgustada y cansada de los invitados de esa noche... Ella y su esposo estaban endeudados financieramente y podrían ir a la cárcel por haber realizado algunas transacciones ilegales por lo que habían invitado al jefe de su marido y su joven esposa a cenar en su casa para conseguir ayuda económica.
Jeff, el jefe de su esposo era un hombre negro, de unos 40 años, que tras escuchar su problema financiero decidió ayudarles a cambio de un terrible tipo de acuerdo, explicado con detalle, pero así podrían pagar la deuda sin tener que ir a la cárcel.
Frank, su marido, había vuelto a casa temprano ese día para decirle a Carol que preparase una cena para su jefe y su esposa, también negra, que apenas tenía unos veinte años y comentarle la solución a su problema y lo que tendrían que hacer a cambio... Carol se quedó horrorizada cuando le escuchó.
Frank le dijo que hiciera todo lo que pidieran y que les sirviera de la mejor manera posible porque si no quedaban satisfechos, no les ayudarán y tendrían que ir a prisión… No había otra solución más que aceptar la denigrante propuesta que le hizo su jefe.
La cena la hicieron en la noche en que su hija Lynn se fue a un concierto con algunos amigos y no volverían hasta el día siguiente, con lo cual estarían solos los cuatro.
Carol hizo la cena y estaba sirviendo una copa al jefe de su marido en la sala de estar... Jeff la estaba mirándola continuamente de arriba abajo y pidiéndole que le trajese otra bebida,
una
servilleta, etc., con el fin de observar bien como iba vestida y el tipo que tenía.
Mientras ella atendía al jefe de su marido, veía como la esposa de este, Any, estaba constantemente palpando a su marido sin ningún pudor, por lo que Carol estaba cada vez más nerviosa viendo el rumbo que ya empezaba a tomar la cosa.
Sirvió la cena y lo hizo todo ella sola, sin ayuda de nadie… Se sentía como una
criada en lugar de una mujer que había disfrutado durante años de todo lo que quiso y que ahora no se podía permitir nada.
Cuando
Jeff le dio una palmada en el culo mientras recogía el último plato, ella le apartó la mano bruscamente e iba a hacer algo más cuando se dio cuenta de que la cara de su marido hizo una mueca de enfado…
Ella se fue de inmediato a la cocina para sacar los postres y suavizar el desagravio que había sufrido.
A su regreso, notó que su esposo Frank y Any no estaban allí.
- "¿Dónde está mi marido?", le preguntó a Jeff sorprendida y preocupada… En su mente, se estaba
preguntando que estaría haciendo ese putón negra que estuvo babeando sobre su marido toda la noche.
-
"Se fueron a comenzar la diversión nocturna… Déjalos que disfruten y ven a sentarte aquí", sonrió Jeff.
- "Estoy mejor en la silla, gracias", respondió Carol, tratando de alejarse lo más posible del hombre.
-
"Dije que vengas a sentarte aquí… No me hagas repetirlo", le gritó Jeff con una voz áspera que la asustó.
Carol temía el tono de su voz, pero sabía que tenía que complacer al hombre esa noche, así que se levantó de la silla, se acercó y se sentó en el sofá junto a él… Ella sintió como su mano tocaba la parte superior de su muslo.
-
"Le ruego que retire su mano, Jeff o llamaré a mi esposo para que la retire", replicó ella.
Jeff, sin hacerle caso, continuó con la mano hacia arriba y hacia abajo en la zona del muslo de Carol mientras ella se sonrojaba
enojada.
-
"Lo digo en serio… Seas su jefe o no, mi esposo tomará medidas
si no quitas tu mano de inmediato", le dijo ella mirándolo seria.
Ella notó que él en lugar de retirar su mano le estaba sonriendo y seguía palpándola con más descaro... Ella alargó la mano y
le dio una bofetada en la cara con la palma de su mano.
-
"Mal hecho… Creo que la prisión te quedará muy bien… Allí dejaras que cualquier puta juegue contigo cuando y como quiera... Apuesto a que te encantará
ser
la puta de una gran mamá", dijo Jeff soltando la mano de su muslo y haciendo la intención de levantarse para irse.
Carol temió haberlo echado todo a perder y de inmediato comenzó a
disculparse ante este bastardo por lo que le había hecho, diciéndole que había sido una reacción sin pensar… Le rogó que no se lo tomara en cuenta…
Le
suplicó que tenían una hija que estaba a punto de entrar a la universidad y necesitan también dinero para ello.
-
"Entonces te sugiero que hagas lo que yo quiera… Y me refiero a cualquier cosa que te pida… ¿Está claro?", le dijo a la orgullosa mujer blanca que le estaba suplicando.
- "Sí, sí… Por supuesto… Lo siento mucho... Prometo que no volverá a suceder", respondió Carol.
-
"De acuerdo… Entonces, desnúdate, perra", le ordenó Jeff.
Carol se quedó congelada, incrédula por lo que había oído.
‘ Seguramente él no quería decirme que me desnude… ¿Qué pasaría si
mi esposo y su esposa volvieran.. Seguramente él está bromeando’
, pensó Carol
Ella comenzó a decir
algo cuando Jeff habló de nuevo.
- "Dije, que te desnudases o me voy de aquí y tú y tu regordete marido podéis ir preparándoos para ir a la cárcel… ¡Ahora muévete, perra y desnúdate!... Tú decides", le gritó enfadado.
Carol no quiso arriesgarse y comenzó a desabotonarse la blusa con la
esperanza de que su marido no volviera por un tiempo… Tal vez este bastardo sólo quisiera que le diera
una mamada y se iría... Ella lo vio señalarle los
p
antalones que llevaba cuando sus tetas se balancearon ligeramente frente a él… Se agachó para quitárselos luego se paró ante él sólo llevando sus bragas.
-
"Te dije claramente que te quitases todo", exigió.
Lentamente, Carol se agachó, tiró sus bragas al suelo y se las quitó... Estaba totalmente avergonzada de sí misma, de pie delante del gran hombre negro y se cubrió las tetas y el coño con las manos.
-
"Pon tus manos detrás de tu cabeza y gírate poco a poco para que pueda inspeccionar la mercancía", le ordenó Jeff.
Carol se irguió y cruzó sus manos en la nuca, exponiendo sus tetas y su coño
al hombre sentado en el sofá… Luego, comenzó a girar lentamente.
Cuando ella había hecho un
giro completo, vio que Jeff había sacado su polla de sus pantalones… Era la polla más grande que había visto nunca... Era dos veces más grande que la de Frank.
Ella no pudo evitar
m
írala mientras seguía girando... Su coño se había excitado con
sólo verla mientras trataba de mantener su dignidad mientras daba vueltas para que le mirase bien su cuerpo.
Él se la estaba meneando mientras ella seguía girando y odiaba admitir que
d
eseaba poder ponerse de rodillas y chupar a ese monstruo de polla tan grande... Su coño se estaba mojando al pensar en esa cosa entre sus piernas
dentro de ella.
Después del sexto giro, Jeff le ordenó que se detuviera, cayera de rodillas y gatease hacia él.
La resistencia de Carol se había esfumado y ella cumplió con la orden recibida… Inmediatamente
se dejó caer y comenzó a arrastrarse sobre sus rodillas hacia esa gran polla húmeda mientras
su coño estaba goteando de emoción.
Cuando ella llegó a su regazo, se inclinó para tomarlo en su boca pero sintió
cómo su mano áspero empujó su cabeza hacia atrás.
- "No dije que hicieras nada… Antes tienes que ganártelo… Juega
con esas grandes tetas que tienes con mi polla", se rió.
Carol levantó la mano y comenzó a frotarse y tirar de sus pezones como le había ordenado… Ahora se había olvidado por completo de su esposa y de su marido…
S
us únicos pensamientos estaban en esa gran polla negra y lo pronto que podría tenerla metida en
su coño.
-
"Acércate y separa bien esos labios vaginales tuyos para que pueda ver cuán grande tienes el
agujero de tu coño casi oculto por tanto pelo", le ordenó.
Carol soltó sus tetas, dejándolas caer, e inmediatamente se agachó,
separando sus labios vaginales… Ella esperaba que él se diera prisa y se la metiera en su caliente coño.
- "Tu coño necesita un poco de estiramiento para poderte meter mi gran polla dentro… Chúpamela para que pueda inspeccionar esa boca tuya", le dijo sonriendo.
Carol normalmente se hubiera sentido insultada, pero estaba tan caliente que se inclinó hacia delante tragándose casi la mitad de su polla en su boca a la vez... La fue mojando de saliva y pronto comenzó a bombear su cabeza arriba y abajo sobre ella.
Mientras le mamaba su gran polla, sintió su mano agarrando su pelo arriba en un nudo y forzando a su ritmo el movimiento de su cabeza hacia arriba y abajo… Ella quería ir más rápido para prepararlo, pero su mano estaba
reteniéndola… Ella se agachó y comenzó a frotarse su coño… De pronto, escuchó la voz de su esposa diciendo:
- “
Mi amor, esta perra de esposo que traigo es de naturaleza puta.”
Carol abrió los ojos y vio a Any de pie junto al sofá... Trató de levantarse, pero Jeff empujó su cabeza más abajo sobre su polla casi ahogándola por lo que ella jadeó en busca de aire y siguió mamando.
- "No está mal para empezar, Any… Veo que tienes el entretenimiento listo", se rió Jeff.
Carol sólo podía ver por un lado lo que Jeff estaba hablando pero cuando Any se puso al otro lado, vio a su marido Frank parado allí, totalmente desnudo.
Llevaba dos pinzas en sus tetas, las bragas de Any en su boca, y abajo, varias campanas atadas a sus huevos... Sus muslos mostraban signos de latigazos en su piel blanca y sus manos estaban atadas con algo detrás de su espalda… Carol no pudo ayudarlo pero se excitó mucho por lo sumiso e insignificante que parecía en ese momento.
- "Haz bailar a la perra para ver como suenan las campanas que le has colgado de sus huevos", le dijo Jeff.
Any le gritó a Frank que bailara y comenzó a golpear su culo con la fusta que llevaba... Las campanas empezaron a sonar ruidosamente cuando Frank sacudió su polla y caderas hacia los lados y hacia adelante tratando de parecer que estaba bailando.
Carol estaba mirando a su esposo, cada vez más excitada, con la polla de Jeff en su boca, chupando más y más, cuando de repente sintió que tiraban del pelo de ella y la apartaban de la gran polla.
"Jeff, ¿por qué no te follas a la perra de esposo mientras juego con esta otra puta?", le dijo Any.
"Vale… No me importa que te la lleves… Su coño está demasiado cerrado en este momento para mi polla... Tráemela cuando termines con ella", le dijo Jeff, quien después le habló a Carol y le dijo:
"Ve a jugar con tu Ama un rato y luego me volveré a ocupar de ti… ¡Y tú!, puto esposo, ven aquí y siéntate en la polla de tu Amo... Quiero verte bailar y escuchar música con mi polla metida en tu culo.”
Carol escuchó aterrada estas palabras pero no vio nada más porque Any la arrastraba por el pelo en el momento en que su esposo Frank, con el rostro descongestionado, se dirigía hacia el regazo de Jeff.
Cuando entraron en la cocina, Carol tenía miedo de qué
Any abriese la puerta trasera… Desgraciadamente vio no sólo cómo la abría sino que encendió
la luz de fuera.
- "Vi tu jardín cuando vine y voy a disfrutar
viendo
tu culo blanco corriendo 10 vueltas a su alrededor… De lo contrario, me iré y te dejaré
fuera toda la noche, así que mueve tu culo, ya mismo”, le dijo.
- “
Pero los vecinos…”, intentó terminar pero sintió un rodillazo en el culo que la empujó fuera, al jardín.
-
"Mueve ese culo y menéalo bien para mí", le gritó Any.
Carol esperaba que los vecinos estuvieran dormidos cuando ella comenzó a correr por el camino de piedra rodeando las flores…
N
o tenía otra opción... Sus tetas estaban
balanceándose de un lado a otro mientras corría y su culo se movía también... Sus jugos de coño
estaban fluyendo salvajemente y cayendo sobre el sendero.
Cuando dió la primera vuelta, vio a Any de pie en la puerta frotándose el clítoris y observándola.
- "Mueve bien ese culo blanco que tienes”, le gritaba palabras obscenas Any mientras la veía pasar corriendo tan rápida como podía.
‘¡
Maldita sea!… Los vecinos la van a oir’
, pensó Carol mientras intentaba correr todo lo rápido que le era posible… Estaba corriendo totalmente sin aliento… Cuando llevaba la décima vuelta estaba agotada y pensó que se desmayaría… Por fin ella terminó y se paró en la
p
uerta donde Any todavía estaba de pie sonriéndole.
- "Si quieres entrar, tienes que ponerte de rodillas y lamer mi coño hasta que me corra”, le exigió Any.
Carol sabía que los vecinos probablemente podrían ver todo porque la puerta estaba iluminada, pero
e
staba agotada y demasiado cansada para luchar… Además, probablemente ya la habían visto
todo el tiempo corriendo por el jardín, desnuda... No tenía mucha elección en ello… Poco a poco se bajó y miró al tupido y húmedo
coño a pocos centímetros de su cara.
-
"Te dije que metas tu cara blanca en mi coño y hazlo rápido a menos que quieras que lo grite por todo el barrio", le gritó Any.
Carol presionó su boca contra el clítoris húmedo de Any y comenzó a lamerlo cada vez más rápido con la esperanza de que se corriese pronto porque lo tenía muy húmedo.
Ella sintió que la mano de Any le agarraba su cabello por la espalda empujándola más profundamente hacia
su coño y luego notaba como todo su cuerpo temblaba cuando se corrió... Ella lamio varios minutos más antes de que Any retrocediera, llevándola de rodillas a la puerta.
"No está mal cómo me las han lamido… Ahora veamos que tan buena con tu lengua en mi agujero del culo", comentó Any.
“Noooo… Por favor… Yo no hice nunca…”
Carol sintió una fuerte bofetada en la mejilla derecha que le sacó las lágrimas de sus ojos.
-
"Te dije que pongas tu lengua en mi ano o te vas a quedar ahí afuera toda la noche", le gritó Any.
Carol observó con horror cómo Any se daba la vuelta y se inclinaba para exponer su culo en su cara para el servicio. Se quedó mirando la entrada arrugada
y
luego presionó sus labios a ella… Lentamente, comenzó a trabajar su lengua alrededor del orificio anal.
- "Haz fuerza y mete tu lengua dentro del ano lo más profundo que puedas,
exigió Any.
Carol se resignó desesperada y comenzó a meter y mover su lengua dentro del ano de la mujer negra…
El sabor que percibía era desagradable y salado por el sudor pero ella sabía si no la complacía, siempre estaría en la puerta de la cocina... Cuando pensaba que esto
no terminaría nunca, Any se apartó y ella pudo respirar con normalidad.
- "Vamos… Pero de rodillas y siguiéndome", le dijo Any
Carol se arrastró de rodillas hacia dentro cuando Any la dejó pasar y cerró la puerta… Se dirigieron hacia la sala de estar, si bien Any, de cuando en cuando se detenía y presionaba su culo en su cara.
Al entrar, vio que Jeff continuaba sentado en el sofá… Su esposo Frank estaba postrado de rodillas con la cabeza en el suelo y mostrando su agujero anal totalmente dilatado porque Jeff, sin duda, le habría estado metiéndosela por el culo.
-
"Me encanta un ano virgen", dijo Jeff al darse cuenta de que las chicas habían regresado de nuevo.
-
"Puede que tengas que ponerle un pañal más tarde, está muy suelto ahora y a la mínima se cagará"…
Frank seguía gimiendo de dolor en el suelo tratando de aliviar el
dolor.
-
"Any, ¿sabes lo que me dijo esta putita mientras le daba por el culo?... Me dijo que tu esposa también es virgen en el ano", continuó Jeff.
- Jeff, yo tenía pensado haber sido quien le desvirgase su culo pero tú cogiste mi turno… Déjame pues que sea yo quien le reviente el culo a su esposa
", le gritó Any.
- “Vale… De acuerdo, cielo”, le dijo Jeff.
Ella metió la mano en el bolso que había traído y sacó una polla con correa que
era casi tan grande como la polla de Jeff y comenzó a colocársela alrededor de su cintura… Carol miraba todo esto con incredulidad en el suelo.
-
"Supongo que tendré que abrir tu orificio anal ya que mi esposo se ha ocupado de mi perra esta noche", le dijo sonriendo.
Carol entró en pánico.
Intentó levantarse y correr pero no lo logró porque Any fue rápida y la agarro del pelo y la tiró al suelo.
-
"No, por favor... Haré cualquier otra cosa... Por favor, no me hagas eso", gritó ella.
-
"Cállate, puta blanca o empujaré esta cosa en tu agujero de mierda de un solo empujón… Separa con tus manos lo mas posible las nalgas y abre bien el agujero, le gritó desde atrás... Aquí viene Blacky”, le
gritó desde atrás.
Carol sintió la punta del consolador negro en la entrada de su culo y luego abrirse por la fuerza del monstruoso dildo tratando de entrar…
Carol gritaba de dolor.
-
"Sólo tienes metido menos de la mitad de Blacky, perra… Ya verás lo que se siente cuando lo tengas todo metido", le gritó Any.
Carol intentó avanzar su cuerpo, pero Any la tenía bien abrazada con sus brazos
alrededor de su cintura y ahora estaba completamente encima empujando el consolador más y más profundo
dentro de ella.
-
"Aaaaah… Ooooh", gritaba Jean hasta oídos sordos ya que ahora estaba completamente insertada en
su agujero de culo.
- "Me duele… Por favor, sácalo."
-
"Claro, mujer", respondió Any… Rápidamente retrocedió hasta la mitad y empujándolo de nuevo con fuerza se lo clavó hasta el fondo.
Carol se estaba volviendo loca de dolor y le suplicó que se lo quitase y que ella le haría lo que quisiera…
N
o le importaba que todos la escuchasen mientras gritaba de dolor ya que Any se lo metía y sacaba sin descanso alguno... Justo cuando pensó que se iba a desmayar, Any le retiró
lentamente el monstruoso dildo.
-
"Tal vez deberíamos comprar pañales para los dos", se rió Any mientras Carol apretaba sus nalgas
tratando de obtener algo de alivio… Carol no podía creer la terrible experiencia que acababa de sufrir siendo enculada por una mujer… Ella se quedó allí gimiendo en agonía y humillación.
-
"Ahora que nuestros anfitriones han disfrutado voluntariamente con nuestras atenciones, creo que es hora de divertimos nosotros", exclamó Jeff.
Cogió el dildo que Any había dejado encima de la mesa y se lo metió con fuerza en el culo de Frank, que gritó de dolor.
-
"Arrástrate de rodillas alrededor de la habitación de rodillas, mientras haces tiempo para nuevos entretenimientos contigo”, le gritó.
Frank comenzó a gatear lo mejor que pudo mientras Jeff y Any se rieron de su situación.
-
"Tú… ponte de rodillas y sigue a mi perra, a menos que quieras llevar tú el dildo metido en el culo”, le gritó a Carol.
Carol todavía gimiendo sabía que no podría soportar tener de nuevo metido el dildo en el culo y se levantaba lentamente, se puso de rodillas e intentó arrastrarse detrás de Frank… Ella podía ver el dildo clavado en su culo y semen de Jeff goteando al suelo.
- "Limpia el suelo mientras te arrastras… No quiero que mi buen semen
que se pierda en
vano", le gritó Jeff.
Carol se negó a lamer el semen que goteaba.
‘Whack… Whack... Whack’
Carol gritó de dolor cuando Any le sacudió tres latigazos en el culo.
- "No escuchaste lo que tu Amo te ordenó... Limpia el suelo", le gritó Any.
Carol tuvo dificultades para inclinarse hacia delante lamiendo el suelo, pero tuvo mucho tiempo para hacerlo porque su esposo Frank se arrastraba
de
rodillas muy lentamente.
Ella siguió limpiando con su lengua hasta que ya no goteaba... Pesó en lo mucho que estaría sufriendo su esposo al llevar insertado ese monstruoso dildo en el culo y las rodillas deberían también dolerle.
-
"Ven aquí y chupa mi polla… Ya tengo ganas de un buen culo de nuevo", le ordenó Jeff
gritado.
Carol se arrastró lentamente hacia Jeff... Ya no estaba obsesionada con su enorme polla… Se la había metido en el culo a su esposo y se lo había dejado en muy mal estado… Y ella sabía que el suyo también lo recibiría cuando él quisiera.
Mientras pensaba en ello, cerró los ojos y abrió la boca para que su enorme órgano entrara en ella de nuevo… Sintió la mano de Jeff en la parte posterior de su cabeza
empujando hacia abajo para hacer que se tragase toda su polla y retroceder de nuevo para repetir.
Podía escuchar a Frank quejarse de dolor cuando Any le montaba sobre
su espalda llamándole cochino cerdo sin valor y golpeando su culo.
La polla de Jeff estaba completamente tiesa en su boca cuando escuchó las palabras que había estado temiendo:
"Date la vuelta y agacharse sobre mi polla… Es hora de que sepas lo que es un hombre de verdad”, le gritó Jeff.
"Por favor, Amo… Métamela en mi coño", suplicó Carol asumiendo la posición como se le ordenó…
Su culo todavía estaba muy irritado por el brutal ataque que Any le había dado antes.
Ella sintió una fuerte bofetada en el culo y gritó de dolor.
- "Yo me follo a cualquier agujero que quiera… Tu culo está muy abierto todavía y de momento, no me interesa… Ahora voy a utilizar tu coño para destrozártelo a pollazos", le dijo Jeff.
Carol se sintió aliviada por las palabras sólo momentáneamente pues cuando la enorme polla comenzó a entrar en su coño se iba estirando
como nunca lo había echo.
Al principio, sintió un dolor intenso, pero a medida que se lubricaba, el dolor iba desapareciendo y se convirtió en lujuria
una vez
notó que su coño se lo tragó por completo… A partir de ese momento comenzó
a moverse hacia arriba y hacia abajo cada vez más y más rápido. Ella nunca había sentido este placer tan grande.
Mientras ella cabalgaba dándole la espaldas, Jeff le estaba golpeando las nalgas del culo, diciéndole:
- "Más rápido, puta… Saca la leche de mi polla", le grito.
A
Carol no tuvo que decírselo dos veces… Cabalgaba lo más rápido que podía, sintiendo que también iba a correrse… Ella lo hizo en el mismo instante que Jeff soltaba el primer chorro de semen muy adentro de su coño y siguió soltando muchos chorros más.
-
"Trae a la perra aquí y haz que limpie este coño", le gritó Jeff a Any que seguía montando a Frank por el suelo.
Carol se quedó quieta mientras Frank se arrastro hasta su esposa y comenzó a lamerle
el
coño por dentro y por fuera... Ella volvió a temblar violentamente mirando a la cara a su marido.
-
"¿Quién es ahora el dueño de tu culo?" le gritó Jeff.
Carol no se atrevió a mirar hacia atrás ya que sus ojos estaban fijos en el rostro de su esposo al que miraba presa de lujuria.
- "Mi culo es tuyo, Amo", dijo Carol mansamente.
Jeff se recostó en la silla con satisfacción y le ordeno.
- "Limpia mi polla, puta."
Carol se levantó rápidamente a cuatro patas empujando a Frank con su culo y comenzó a limpiar con la lengua la enorme polla de su Amo.
Any había observado con disgusto lo fácil que la mujer blanca se había sometido a Jeff.
-
"Vamos, perra… Ya que tu esposa y y tú no necesitareis la mayor parte de
la ropa, vamos a tirar el resto que guardàis en los armarios", le dijo Any a su perro esposo.
- "Espera Any, no lo tires todo… Déjales alguna ropa para trabajar… Planeo poner la semana próxima a esta puta como tragona de semen en el Gloryhole que tenemos en el sex shop y a su perro de marido, también… Tienen que empezar a ir devolviéndome el dinero que le voy a dejar ", le gritó Jeff a Any.
Carol ignoró los comentarios mientras chupaba arriba y abajo la enorme polla de Jeff… Sabía que de alguna manera se iba a cobrar el dinero prestado y los intereses del mismo… Y que mejor manera sería emputecerla a ella y posiblemente también a su marido ahora que ya tenía el orificio anal tremendamente dilatado e irreversible de volver a recuperar su estado inicial… Menos mal que su hija se iba la semana próxima a la Universidad y se quedaban solos para poder atender plenamente a esta pareja de insaciables sexuales las veces que quisieran venir a su casa.
Que bajos habían caído… ¿Podrían salir de este agujero en el que se habían metido?... Mejor no pensarlo e ir día a día soportando lo que se les impusiera, que seguro cada vez sería más duro y degradante.
F I N