¿En Navidad quien violo a quien?.

Algunas cenas de Navidad acaban en peleas y en malos rollos, una madre y una hija tuvieron que pagar en sus carnes el precio de enfadar a su hijo y hermano.

La mente de Cristian estaba en plena ebullición, sin embargo, lo que más le obsesionaba en ese momento era controlarse y no penetrar a su hermana melliza Laura de un solo golpe.

Laura está sollozando encima de la mesa de la salita de estar con las piernas abiertas y su hermano entre ellas, el pene de su hermano rozaba los labios de su coñito sin llegar a penetrarlo.

Norma la madre de los dos hermanos observaba la escena aterrorizada.

Y es que cualquiera de nosotros nunca esperaría que en la cena de la noche de navidad y en una familia “normal” pasasen este tipo de cosa.

Para entender esta situación, o al menos intentar desentrañar el porqué una familia “normal” acaba así en una noche en la que todo debería ser paz y amor fraterno, nos deberíamos ir a unos 10 meses atrás en el tiempo.

Lorenzo, el padre de familia fallece de un infarto mientras está trabajando en el despacho.

Las vidas de Norma, Laura y Cristian se ven considerablemente alteradas.

La viuda reciente pasa los dos primeros meses profundamente apenada, no ve a su vida ningún futuro sin su marido, y se le hace un mundo cuidar de sus hijos ella sola, aunque sus dos hijos mellizos ya tienen 17 años, al tercer mes de la muerte de su marido  la vida de Norma vuelve a tener un sentido y una razón de ser de nuevo.

El caso de Laura es complicado, no siendo una chica muy social y estudiando en un instituto religioso en régimen de semi-internado, a la muerte de su padre se volcó totalmente en la religión, era una realidad que había solicitado (con el permiso de su madre), el ser una aspirante que es uno de los pasos previos para hacerse Monja.

Cristian es sin duda el componente de la familia que más quería a su padre, desde pequeño iba a pescar con su padre, no tanto porque le gustase ir de pesca, sino porque le permitía estar mucho tiempo con su padre, al que siempre había considerado un gran hombre hasta el dia de su muerte.

Cristian tenía novia desde hacía dos años, una chica algo ligera de cascos aunque muy afable y cariñosa con él, desde la muerte de Lorenzo la vida  de Cristian giraba  en torno de su novia Clara, ella era su salvavidas.

Norma como cualquier otra viuda de 45 años tenía poca experiencia sobre cómo educar a sus hijos ella sola, así que opto por tener manga ancha con los comportamientos de sus hijos mas que nada debido a la edad de sus hijos .

Cristian comenzó a llevar a Clara a su casa, al principio disimulaban un poco estando casi siempre en el sofá de la salita de estar viendo la tele.

Pero la cosa cambió cuando Clara le regaló una pequeña televisión a Cristian para su habitación, ya no estaba casi nunca en la sala de estar, sino más bien en la habitación y no precisamente viendo la televisión.

En la casa no había una costumbre de llamar a la puerta antes de entrar en un cuarto y ese fue el primer detonante de los conflictos.

Laura necesitaba un libro que estaba en la habitación de su hermano, la sorpresa fue que su hermano y la novia de éste se estaban entreteniendo con un 69 encima de la cama tal y como vinieron al mundo,Clara lejos de taparse la saludo divertida diciendo hola.

Eso no impidió a Laura fijarse en el hilillo de saliva que unía la grande y erecta polla de su hermano con la boca de su novia.

Cerro la puerta de golpe, era la primera vez que veía un pene fuera de los libros y alguna película o documental.

Le turbó el tamaño del pene de su hermano y algunas veces pensaba en la mecánica del acto, en lo animal de todo el proceso, en lo poco civilizado que parecía ser la copulación entre una mujer y un hombre.

Cada vez que pensaba en ello, notaba un extraño placer en sus partes, pero alejaba esos pensamientos y los deseos de tocarse a sí misma rezando.

Sin embargo, no podía olvidarse de ello, una semana después los pilló en la ducha follando, cuando pensaban que no había nadie en casa.

Laura no lo pudo soportar más y tomó la decisión nada catolica de esparcir rumores sobre la novia de su hermano, que si era una guarra, que si le ponía los cuernos a su hermano, que si era una calienta-pollas.

Sea como sea, el sistema que utilizo Laura para separarlos tuvo un éxito rotundo.

Por lo que a la tristeza por la muerte de su padre a Cristian se añadió el que su novia lo abandonase.

Aunque su hermana se preocupo de no dejar pruebas de ser el principal origen de los rumores, Cristian no tardó mucho en averiguar lo que había hecho su hermana, y Cristian es de esas personas que piensan que la venganza se sirve mejor fría.

En el despacho en el que trabaja Norma, hubo mucha consternación cuando murió su marido, aunque también alguna polla tiesa ante la posibilidad de beneficiarse una viuda.

Más de un compañero de trabajo llevaba años deseando a Norma, que a su edad estaba prácticamente en la cúspide de su feminidad y atractivo.

Pero no eran sus compañeros de trabajo más maduros los que atraían Norma, si no uno de los nuevos que había entrado como becario y debido a su valía trabajando lo habían hecho fijo.

Debido a un pico de faena, habían tenido que trabajar juntos dos semanas, tiempo más que suficiente para que mostraran interés el uno por el otro y fuesen conscientes de que el final entre ellos no era otro que el acabar follando.

A los tres meses de la muerte de su marido, Norma se había citado por primera vez en un hotel con su compañero de trabajo al cual prácticamente doblaba en edad.

El simple hecho de sentirse deseada por un chico tan joven la hacia sentirse mas mujer, como si hubiese recuperado la vitalidad de su juventud.

Con su marido no había ido mucho más allá de la postura del misionero y algún intento en la juventud de ser penetrada por el culo sin ningún éxito.

Cuando empezó a desnudarse delante de Ernesto, su compañero de trabajo, su estado mental era una mezcla de excitación y miedo escénico.

Para Ernesto esta no era la primera relación con una mujer madura, la primera la tuvo con 18 años cuando su tía lo pillo masturbandose mientras olia el aroma de sus bragas, ella lejos de reprenderlo por tan pervertida actitud decidió utilizarlo como compañero de cama, enseñándole desde cero todos los trucos para satisfacer en la cama a una mujer.

Ernesto percibia la inexperiencia de Norma como una virtud, para él en la práctica ella era como una adolescente que se enfrentaba a su primera vez.

Y así era como se sentía Norma, como si volviese a experimentar su primer polvo.

Cuando Norma estaba desnuda del todo en medio de la habitación,  Ernesto sin quitarse la ropa la besó apasionadamente, a lo que respondió Norma restregandose con  el cuerpo de Ernesto.

Ernesto le dio la vuelta y se alejó un poco para ver su trasero y se quitó su corbata de seda Otto Kern, la paso por entre las piernas de Norma con mucha suavidad y lentitud, mientras la iba empujando con delicadeza y ternura hacia la cama del hotel.

Una vez tumbada en la cama la hizo abrirse de piernas mientras iba pasando la punta de la corbata por todo su cuerpo, hasta que llegaba al clítoris, allí se entretenía acariciando los labios del coño con la corbata, lo suficiente para lograr que emitiese pequeños gemidos de placer, así una y otra vez hasta que vio asomar la humedad en la vagina de Norma.

En ningún momento Ernesto se había quitado ni una sola prenda, aparte de su corbata.

Notaba que Norma deseaba verlo desnudo, es más estaba impaciente por ver su cuerpo.

Para no hacerla sufrir más, se quitó la chaqueta y se desabrocho un botón del cuello de la camisa.

Y es que el trabajo que le iba a hacer ahora a Norma requería que pudiera mover bien el cuello.

Norma estaba en el borde de la cama con las piernas abiertas, Ernesto acercó su cara al coño que tenía enfrente.

A Norma no le habían comido nunca el coño en toda su vida y sentía una más que notable vergüenza porque en cierto modo no consideraba que fuese demasiado higiénico ese gesto por parte de su pareja sexual, se sentía sucia, a pesar de haberse duchado hacía unas horas.

Norma se resistió a la comida de coño, aunque no con la suficiente insistencia y después de algo más de 30 segundos de la experta y preparada lengua de Ernesto, se estaba dando cuenta de lo equivocada que estaba siendo tan reticente al sexo oral.

Entre los lametones de Clítoris y los lengüetazos dentro de la vagina, experimento el primer orgasmo en muchos años.

Soplaba por no chillar, los orgasmos de Norma le producían una especie de embotamiento de todo su cuerpo, era como una debilidad a la vez extrema y placentera, muy complicada de explicar.

Ernesto sabia que habia conseguido su primer objetivo, se apartó de Norma y se sentó a su lado, se arremango la camisa y se puso a acariciar los pechos, vello púbico, clítoris y labios vaginales, era tal su delicadeza que hacía que ella deseara sentirse apretada por las manos de ese macho joven como si fuese un trozo de barro preparado para ser moldeado.

Combinaba de tal manera las dos manos, que cuando presionaba los pezones también lo hacía introduciendo un dedo en la vagina y con la palma de la mano  aprisionaba y liberaba el clítoris.

Norma acababa de perder la fuerza de todo su cuerpo de nuevo, un escalofrío de placer le recorría todo el cuerpo, simplemente acababa de tener otro orgasmo.

Ernesto sabia que tenia ya a Norma con el chocho a punto de nieve.

Se acercó al oído de Norma y prácticamente susurrando le dijo que se masturbara.

Norma había perdido toda su timidez y empezó a masturbarse sin ningún rubor.

Mientras tanto Ernesto se desnudaba con parsimonia, la suficiente para que Norma llegara a otro orgasmo con sus propios dedos y mirando el cuidado cuerpo de Ernesto.

Cuando más débil estaba Norma debido a la ola de placer de su reciente orgasmo, le levanto las piernas y sin ninguna resistencia al entrada debido a lo muy mojada que estaba le introdujo su polla.

Verse poseída y deseada por un chico tan joven la empujaba a intentar dejarse llevar, asi que empezo mover las caderas y a gemir, pretendiendo provocar que se corriera Ernesto.

Aunque a Ernesto le estaba costando Dios y ayuda conseguir no correrse, su idea era hacerlo justo en el momento que Norma se corriera de nuevo.

Y así fue, para muchas mujeres el hecho de que su pareja orgasme en el mismo momento que ellas, les produce un sentimiento de enlazamiento con el hombre que las ha penetrado y con en que se han corrido a la par.

En resumidas cuentas, Norma estaba totalmente  “encoñada” por Ernesto.

Ernesto y Norma se follaron dos veces más esa tarde.

La mala suerte es que cuando salían del hotel, Cristian pasaba con la motocicleta por allí y los vio besándose como si fueran dos adolescentes.

Ellos no se percataron de su presencia.

Cristian considero que su madre era una puta, que debía haber esperado al menos un año antes de liarse con un tío que por lo visto no parecía mucho mayor que el mismo.

Lo considero una falta grave de lealtad hacia la memoria de su padre, y considero que necesitaba un castigo.

Así que empezó a preparar la venganza, su hermana y su madre iban a pagar por los errores cometidos.

Los meses pasaban, Laura estaba cada vez más convencida de su futuro estaría dedicado en cuerpo y alma a Dios y a Jesucristo.

La madre de Laura, Norma iba al menos tres veces por semana al apartamento de Ernesto y experimentaba nuevas formas de gozar del sexo.

Cristian se busco un trabajo de horas para tener algo de dinero y también para no estar tanto tiempo en casa.

Y llego el dia de la cena de Navidad.

Entre los tres prepararon la mesa, había cierta tensión en el ambiente, pero tanto Laura como Norma se lo achacaban a que era el primer año que celebraban esa cena con la ausencia del padre y el marido.

Hablaron de cosas sin importancia, las típicas conversaciones irrelevantes de familia.

Hasta que Norma, pregunto a Cristian por su novia y ese fue el detonante de la situación.

Huelga decir que Cristian llevaba esperando ese momento desde hacía meses.

Justo en el instante en el que su madre sacaba el tema, como única contestación Cristian cogio a su hermana la levantó de la silla le dio la vuelta, con la velocidad y la violencia mínimamente necesaria le quitó los pantalones y las bragas de abuela ( o de aspirante a monja) a su hermana.

Ahí estaba su hermana con las piernas abiertas y con los calcetines como única prenda de vestir en sus pies, cosa que soluciono Cristian al momento, quitandoselos.

A la misma velocidad que había desnudado de cintura para abajo a su hermana, Cristian se había puesto en medio de las piernas de su hermana, presionando con su polla los labios del coño de su hermana sin penetrarla.

Laura estaba tan asustada que era incapaz de decir nada, y Norma fue la que le reprobo por su obsceno e incestuoso comportamiento.

  • Hijo, deja en paz a tu hermana, no se porque estas haciendo esto, pero debemos respetarnos.
  • Madre, ¿igual que tu has respetado la memoria de mi padre?, solo tres meses después de su muerte te estabas follando a un chico no mucho mayor que yo, eres una puta, ni siquiera te has esperado a que se enfriase tu cama.
  • Por favor, Hijo, tu hermana no te ha hecho nada, asi que dejala en paz, el problema es entre nosotros, déjala estar.

Cristian presionó los labios de la vagina de su hermana con su polla, contrariamente a lo que pudiese sentir, por un lado Laura estaba sollozando por la posible pérdida de su virginidad

y por el otro estaba el deseo en forma de resquemor que parecia tener origen en su Utero de recibir la polla de su hermano y disfrutar del placer del sexo.

Su mente quería ser monja y su cuerpo deseaba sentirse mujer, su carne ansiaba polla, siempre la había ansiado, era una mujer y su cuerpo necesitaba un hombre.

Laura intentó relajarse y controlar la situación, prefería que la víctima fuese su madre, y aunque ese pensamiento era pecado, era mucho más pecaminoso ser penetrada por su hermano, así que le empezó a hablar, en un intento de manipular la situación.

  • Hermano, yo no te he hecho nada, ha sido Mamá, la que en teoría te ha molestado con su comportamiento.
  • Queridisima Hermana Laura, tu fuiste la que llamó borracha a mi novia, tu fuiste la que rumoreo sobre que me ponía los cuernos y tu llamaste anónimamente a sus padres para hablarles sobre nuestras sesiones de sexo.

Como respuesta, Laura trago saliva, lo cual confirmó todas y cada una de sus sospechas.

  • Sabes que si nos violas, irás directamente a la cárcel

  • dijo su madre.

Cristian contestó sin ni un solo ápice de arrepentimiento.

  • Madrecita querida, deberías recordar que todavía soy menor

y por lo tanto sería juzgado como un menor.

Tanto Laura como su madre se dieron cuenta, que una violación podía ser el menor de los daños que podían sufrir.

En un fugaz instante, Laura cogio a su hermano del culo y empujo con fuerza hacia ella para que la penetrara, noto como su Himen se resistía a la entrada de la polla de su hermano, incluso le dolía un poco, pero siguió apretando, hasta que el Himen se rompió, los algo más de 17 centímetros de polla de Cristian entraron en el prieto coño de su hermana.

La cara de sorpresa de Cristian era épica, él intentaba sacarla y su hermana le apretaba el culo hacia delante en su ansia de que entrara mas polla.

Un hilillo de sangre procedente del himen de su hermana y los flujos que lubricaban su coño, se veía en el pene de Cristian.

Cristian dejó resistirse y empezó a bombear en el coño de su hermana, ella se terminó de tumbar en la mesa y saco un poco su culo para que su hermano la penetrara mejor.

Cristian le comenzó a tocar los pechos, era la primera vez que alguien se los tocaba y eso le sabía a gloria, eran blancos con los pezones rosados.

Ahora tenía la absoluta seguridad de que iría al infierno, pero es que nunca en toda su vida, había sentido tanto placer hasta hoy, si esto era follar, prefería ser una viciosa que una monja.

Todavía le quedaba su primer orgasmo, para Laura fue como sentir que te acariciaban todo el cuerpo a la vez, era un gustirrinin muy difícil de definir, algo así como si se multiplicará cualquier sensación placentera por 1000.

Pocos segundos después de correrse Laura, su hermano soltó toda la lefa que llevaba acumulada durante meses.

La Madre que había estado observando impertérrita la violación consentida de su hija por parte de su hermano, no se había dado cuenta de que se había llevado las manos a su coño y se estaba masturbando.

Cuando se percataron de la escena los dos hermanos eran ya cómplices sexuales en todos los sentidos, se desnudaron del todo y se dirigieron hacia su madre.

Norma se asustó un poco ante el cambio de rumbo de la situación.

Cuando se dio cuenta, entre los dos hermanos la habían desnudado totalmente y la pusieron a cuatro patas encima de la cama de matrimonio.

Cristian le rogó a su hermana que fuese a la cocina y le trajese aceite de oliva.

Sin rechistar, Laura apareció con el aceitero.

Cristian se embadurno la polla y las manos con el aceite, y echo un poco en el culo de su madre, iba metiendo los dedos para dilatar el ano de su madre.

Norma estaba quieta, la verdad es que el sexo anal le producía mucha curiosidad, lo había empezado a probar con Ernesto, pero sin llegar al final, pero todo sea dicho la polla de su hijo era algo más grande, venosa y firme.

Cristian preparo su polla en la entrada del esfínter de su madre y con las manos intentó tocarle los labios del coño y el clítoris a su madre.

Laura miraba con cara de vicio infinito con los ojos entrecerrados y pellizcandose los pezones a su madre y a su hermano, ella también deseaba probar eso.

Quería que su hermano le tapara todos los agujeros del cuerpo con su polla.

La Polla de Cristian empezó a entrar en el culo de su madre, y aunque Norma sentía algo de dolor, por otra parte era bastante soportable, porque se veía minimizado por el placer que le producían las caricias de su hijo en el coño.

Ahora era Laura la que le tocaba los pechos y le acariciaba la espalda a su madre, en un gesto muy parecido al de acariciar a un perro para tranquilizarlo.

El dolor en el ano de Norma casi había desaparecido y ahora se estaba convirtiendo en puro placer.

Su hijo Cristian ahora estaba esparciendo el aceite por todo el cuerpo de su madre, lo cual le confería al cuerpo de la madura cuarentona una sensualidad desbordante.

Laura se estaba restregando en el cuerpo de su madre por todos aquellos lugares donde el aceite estaba presente.

Eran tantas las sensaciones y tan intensas, que Cristian eyaculo en el culo de su madre y pocos segundos más tarde, Norma fue la que sintió un fuerte orgasmo.

Todas las sábanas tuvieron que ser tiradas a la basura al día después,finalizaron esa noche duchandose los tres por separado.

Y terminando la cena que había sido interrumpida por el intento de venganza de Cristian.

Se reunieron de nuevo en fin de año, pero esta vez se sumó a la fiesta Ernesto, el cual fue convenientemente seducido por Laura y cuando se la estaba beneficiando aparecieron Cristian y Norma para sumarse a la fiesta.

Pero eso forma parte de otra historia, quiza algun dia la cuente Ernesto.

La moraleja de esta historia es:

“Mezclar venganza y sexo es una batalla perdida para la vendetta, ya que el sexo es un instinto mucho más primario, y si no que se lo pregunten a los Bonobos, esos libidinosos chimpancés que arreglan todos sus conflictos follando”.


Esta historia será la primera que intentemos teatralizar en la casa de campo que hemos alquilado, en total creo que iremos seis personas.

Esta historia ha sido un batiburrillo que hemos creado entre todas y todos los participantes de los relatos que publico.

En general, os diré que a las mujeres les gusta mas que les laman el coño, que a nosotros que nos coman la polla.

Ya que ninguna de las participantes expresó su  deseo en ningún momento de hacer una mamada en el relato y ninguno de nosotros se planteó tampoco pedirla, muy al contrario que las chupadas de coño.

Si queréis conocernos a todos solo tenéis que leer nuestros anteriores relatos.

OS DESEAMOS UNA LIBIDINOSA NAVIDAD Y UN EROTICO AÑO NUEVO.

A Todos nuestros lectores os deseamos lo mejor para el próximo año, Gracias.