En mi nuevo trabajo como barbero III

El calentón con mis compis es demasiado

En mi nuevo trabajo como barbero III

Cuando mi compi entró en la cocina venía con un bóxer de los sueltos, que al no llevar nada debajo aquello se movía con total libertad. Es verdad que sexualmente no me excitan nada ese tipo de ropa interior, pero ver ese péndulo en movimiento siempre es de agradecer.

-          ¡Enhorabuena por el curro! – me dijo Bruno – que como antes estabas ocupado no te lo dije

-          Muchas gracias, capullo. Si, ha sido genial. Me han alabado el corte y tienen muy buen rollo entre ellos. Creo que voy a estar muy a gusto

-          ¿Y están buenos?

-          Jajajajaj…Siempre estás igual..jajajajj- él se encogió de hombros- pero sí, están muy muy muuuuy buenos. Y además…- quise ponerle nervioso y me metí un trozo de cena en la boca

-          ¡¿Quéeeeee?!- dijo impaciente y yo casi me atraganto al reírme al verle la cara

-          Voy, voy – le dije aguantándome la risa – Pues que los he visto medio en bolas a los dos. Sobre todo a mi jefe

-          ¿Cómo es eso de verlos en bolas?

-          Pues tienen una ducha allí por si nos queremos duchar al salir si vamos a algún sitio. Y ambos se ducharon…

-          ¿Juntos? – me cortó Bruno

-          No no, pero vamos, se han visto en bolas en el gym y supongo que allí también. No los veo con muchas pegas para verse en pelotas.

-          Joder que fuerte. ¿Y les viste todo?

-          A mi compi solo parte de la cacha del culo. Eso sí, pedazo de culo. A mi jefe si le llegue a ver la base de la polla y el culazo, por no decir caparazón de tortuga, enterito. Se me puso dura en el momento

-          Así te ha pasado, que has venido directo a machacártela.

-          Ahí le has dado. Y otra ahora en cuanto me acueste. Se me ha puesto dura solo de volver a recordarlo

-          Se me ha puesto a mí solo de oírte - y pude comprobarlo cuando se levantó a coger la comida del microondas- Pues ya iré a que me cortes el pelo allí, aunque me cobres y me tire más de camino que lo que tardes en cortarlo- y se volvió a sentar colocándose el rabo duro dentro de lo bóxer

-          Cuando quieras. Además eso también me dará puntos

-          ¿Para follar con ellos?

-          Jajajajajaj… No, cabrón. Como peluquero, puto salido… jajaja

Terminé la cena y recogí los platos y demás. Estuvimos hablando un poco más de como había ido el día, de algún ligue de Bruno (sobre todo movidas con “su ex no ex”) y nos fuimos a la cama.

Por supuesto que en cuanto me despeloté y me metí en la cama, mi nabo volvió a pedir casito. Y se lo tuve que dar. Con lo que me dormí con toda la lefa, sin limpiar, que me había caído sobre el abdomen. La de la mano no, esa me la comí.

A la mañana siguiente me desperté súper temprano emocionado con empezar en mi nuevo trabajo. No eran aún las 8 y yo ya estaba metido en la ducha quitándome toda la lefa reseca de la última paja del día.

Aproveché el buen rollo que existe en el curro y que iría al salir al gym para ponerme un suspensorio. Así marcaba más culo con el pantalón negro que me había comprado por si me pedían ir a hacer alguna prueba vestido de negro. Me miré en el espejo, y la verdad que me hacía culazo. Acerté con el outfit, que coroné con una camisa negra, algo ceñida en la cintura. Probé a dejarme los dos botones altos abiertos, y aunque no tenía tanto vello como mis compis, se me veía bien.

Aunque me dijo que empezaría mañana, quería ir preparado para quedarme si me lo pedían, o al menos, para estar un rato y aprender como funcionaba la barbería.

-          Fiu , fiu -  escuché a mis espaldas cuando iba hacia el salón -  ¿Te vas a trabajar a una cita? Ni yo voy tan ceñido cuando quedo – me dijo Bruno saliendo con la misma vestimenta que tenía anoche

-          Es que vi que ellos iban así. Y aprovechando que tenía esta camisa casi nueva, me la puse.

-          No. Si vas genial. Pero vamos, que yo te veo así por la calle y te entro. Y te saco. Te entro y te saco la polla del culo varias veces

-          ¿Esos chistes malos guarros te funcionan? – le dije en plan coña

-          Más de lo que puedas creer

Puse los ojos en blanco en plan “lo que se tragan por ahí” y comencé a recoger las cosas para ir a hacer las fotocopias.

Menos mal que salí con tiempo, porque aún así llegué casi a las 11:30 al local.

-          Buenos días – saludé al entrar y no ver a ninguno en la barbería

-          Ey, hola – dijo mi nuevo compi saliendo de la parte trasera metiéndose la camisa por dentro del pantalón- Perdona. Acabo de llegar y me estaba poniendo el uniforme. Hoy entraba un poco más tarde.

-          Tranquilo. Vine a traerle los papeles a Izan.

-          Si, pásate dentro y le esperas. Se está duchando que no le dio tiempo en el gym. Y en cuanto llegué se metió dentro.

Pase dentro algo cortado, pero ¿qué otra cosa podía hacer? No llevaba ni 5 minutos cuando salió mi jefe de la ducha completamente desnudo secándose la cara con la toalla.

-          Ey, hola – me dijo alargando la mano para saludarme sin taparse nada- No te asustas, ¿no? Ya lo viste ayer

-          No, no…. Aunque no la vi entera- dije intentando sonar tranquilo con una risa falsa.

-          Jajajajaj… ¿Eres tímido no? -  me encogí de hombros sonriendo- Te dije que empezaras mañana, pero aprovechando, si quieres, mientras que voy a llevar los papeles y a hacer unos recados, quédate, y aunque no toques a ningún cliente hoy, ves como atendemos, como se cobra, protocolo y demás. ¿Te parece?

-          Si, perfecto. Si me vine vestido así por si me quedaba.

-          Bien. Pero no uses tu ropa. Tenemos ahí ropa de uniforme nueva. Creo que te puede quedar

Se giró a coger la ropa sin vestirse. Con lo que toda su polla libre, algo morcillona y ese culazo se paseaba delante de mí sin la menor vergüenza. Aunque con ese cuerpo, yo iría desnudo hasta por la calle.

Me pasó un pantalón y una camisa. Ve probándotelo mientras me visto.

Me giré para que no viera mi tienda de campaña cuando me bajara los pantalones. En lo que no había caído era en…

-          Qué fresquito vienes, ¿no?

-          Si…si…es que…- intenté decir con la cara roja como un tomate

-          Jajajajajaj… No te preocupes. Yo también uso. Aunque hoy voy de formal- dijo poniéndose un polo muy ceñido que le llegaba al filo del slip azul marino donde se marcaba todo el cipote

-          Es que tenía pensado ir al gym luego o al salir. Y entreno muy a gusto con ellos

-          Ya te digo que no te preocupes. Nosotros a veces también trabajamos con ellos. De echo creo que Erik hoy venía también con unos – le llamó y en segundos asomaba este la cabeza por las cortinas -  ¿Has venido hoy con suspensorio?

-          Si. ¿Por qué?

-          Porque el nuevo ha venido con ellos y le dio vergüenza cuando le vi

-          Buab, bobadas. Mira – dijo dándose la vuelta y bajando los pantalones por la parte de atrás mostrando su culazo, ahora sin nada que le tapara en vuelto en la goma elástica que rodeaba esas cachas peludas y duras.

-          Si, ya veo. Aquí la intimidad no entra, ¿verdad? - dije sonriendo

-          A ver, si te da corte o algo, nos lo dices y te dejamos a solas cuando te cambies. Pero ya has visto que entre nosotros sin problemas.

Mi jefe se terminó de vestir, metiendo su mano en el paquete para colocársela una vez que se subió los pantalones. Y mi compi, cuando se volvió a colocar la camisa por dentro del pantalón se salió al salón.

-          Lo dicho. Que te explique Erik como funciona la caja, como hacemos protocolo, donde se encuentran las cosas necesarias y ya. Vete cuando tu creas. Si coincidimos esta noche que vuelva, te pago el día o sino ya te lo doy mañana. Ten buen día- me dijo y salió de la habitación.

Escuché que le decía algo a mi compi mientras me terminaba de vestir. Tuve que colocarme bien el paquete porque se me había puesto bastante dura con la situación, y el pantalón quedaba muy muy ceñido.

Cuando salí me acerqué a mi compi que estaba en la recepción.

-          Tranquilo con todo, tanto el trabajo como con nosotros. Son muchos años trabajando juntos y la confianza ya es más que palpable. Eso también ayuda en el trato con el cliente porque notan el buen rollo. Pero eres nuevo, no nos conoces y puede chocar.

-          No te preocupes. Es verdad que me choca. En otros trabajos que he tenido no nos veíamos ni sin camiseta, y mucho menos en bolas. Ni en la academia que nos cambiábamos allí, nos llegamos a ver. Por eso me choca, pero voy al gym, me ducho allí. He ido a playas nudistas… No es algo que me cohíba.

-          No tendrías que hacerlo. Se te nota el ejercicio. Tienes buen cuerpo

-          Gracias. Pero ni de lejos como vosotros

-          Poco a poco. Si quieres vente a entrenar conmigo algún día y pruebas mis entrenos. A mi me lleva un amigo PT, no me cobra y no lo hará contigo. Sólo me hace una guía más explícita que a otros, pero no está conmigo personalmente.

-          Genial. He notado que en los últimos meses me he estancado un poco.

-          ¿Te importa? – dijo haciendo el gesto como que me iba a tocar.

Comenzó a tocarme los hombros, los dorsales, brazos, cintura. Me agarró los cuádriceps

-          Aprieta – me dijo- Y siguió palpando mis muslos- ¿Te importa? - volvió a preguntar. Y cogió y me tocó el culo- Lo tienes todo bastante duro. Podrías mejorar en volumen, si es lo que te gustaría, pero en general estás muy bien. Mira toca- me dijo apretando el muslo y los brazos delante de mí.

Comencé a tocar con algo de miedo, pero de perdidos al río. Me había estado tocando él y él mismo me había pedido que lo hiciera. Así que, mientras el ponía duro sus músculos a mi se me ponía dura mi entrepierna. Lo último que me esperaba era que se diera la vuelta para que el tocara el culo, pero lo hizo.

Mi pantalón ya iba a estallar. Hubiera estado un rato palpando, pero entró un cliente.

-          Buenos días – dijimos ambos a la vez – Siéntese ahí un momento – le dijo ahora mi compi- Mira como lo hago. Son muchas cosas, pero no es difícil una vez que le ves sentido a todo- dijo esto metiendo la mano dentro de su delantera y colocándose el paquete antes de salir del mostrador.

¿Se le había puesto también dura? ¿Es gay? ¿Son mis ganas?

Estuve muy pendiente de como le atendía. Del protocolo. De como le cortó el pelo y le hizo la barba. Y como le cobró.

-          Hoy es un día muy tranquilo. No suele venir mucha gente, por eso te ha dicho que te quedes y él aprovecha para no estar. El resto de los días en un “no parar”. Se nos pueden juntar hasta 10 tíos aquí esperando en un rato. Pero suelen ser la mayoría muy agradables.

-          Pues mejor haberme quedado hoy para verlo despacio, sino lo mismo no habría podido estar atento.

Pasó el día tranquilo. Hablamos de todo un poco y estuve mirando como hacía su trabajo. Para no tener jaleo, sí que se atendieron a muchos, y muchos de ellos chulazos.

Nuestro jefe llegó cuando faltaban menos de media hora para cerrar.

-          ¿Aún estás aquí?

-          Si. Quise aprovechar que el día era tranquilo, omeso me ha dicho Erik, porque tampoco es que haya parado.

-          Si, es más tranquilo, pero por suerte no nos falta el trabajo. ¿Qué tal os ha ido? – le preguntó ya a mi compi

-          Muy bien. Le he explicado cobrar y protocolo, y para ser la primera vez bastante bien. Ha cogido casi todo el protocolo, tiene algún fallo, pero lo dicho, muy bien – me miró y sonrió.

-          Es que son muchas cosas diferentes.

-          Si, si , tranquilo. Es normal. A nosotros alguna vez, y llevamos años, se nos pasa algo en alguna ocasión.

Les ayudé a recoger. Y nos pasamos a cambiar.

Mi compi, tan normal se despelotó del todo y se metió en la ducha. Mi jefe comenzó a hablar conmigo a la par que yo también me iba desnudando.

Mi compi salió de la ducha

-          Me olvidé una toalla- dijo pasando a escasos centímetros de mi cuerpo- Ya le he dicho que se venga a entrenar conmigo algún día. Quiere más volumen, pero hay buena base – dijo dándome un cachete en el culo desnudo

-          Si, la verdad que hay buena materia prima para pulir - dijo sentado en la silla espatarrado y marcando paquete en los pantalones.

-          Ya le he dicho que no estoy como vosotros

-          Pero eso es entreno y paciencia. Mira ahora que estás desnudo. Se te marca bien el cuádriceps y tienes el culo duro- apretó mi culo vestido solo con el suspensorio- Y no tienes malos pectorales, aunque para ser chico tienes más desarrollado las piernas que el pectoral. Para compensar si cogieras más volumen en el tren superior te verías mucho mejor

Yo no podía aguantar más. Mi polla se iba a acabar saliendo del suspensorio. Tenía a mi jefe, el cual parecía que su polla iba creciendo y a mi compi, completamente desnudo metiéndome mano por todo el cuerpo. En algún momento, entre toqueteo y movimiento su rabo rozó mi cuerpo.

-          Y mira el abdomen. Lo tienes definido sin estar escuálido. Eso es buena señal.

-          Ya ves, tiene casi mejor abdomen que yo- dijo mi jefe acercándose a nosotros y levantando su camisa para mostrar su sixpack completamente perfecto.

-          No le hagas caso – dijo mi compi- siempre lo hace para chulear de su abdomen -  y le pasó la mano desde los pectorales hasta el borde del pantalón. De echo, su dedo meñique llegó a meterse un poco por debajo. Si hubiera tenido vello en la polla se lo habría tocado.

-          Ya decía yo. Si el otro día cuando vine a la prueba le vi desnudo y vi como lo marcaba

-          Siempre hace lo mismo. Yo ya estoy acostumbrado, pero quién no le conoce se cree que lo hace en plan creído.

-          Me voy a la ducha que he quedado ahora para que me la coman y si no la llevo limpita no se baja al pilón- dijo Erik tan tranquilo yéndose de nuevo a la ducha.

-          Está como una cabra, pero lo que ha dicho será verdad. Es raro el día que no ha quedado antes o después del curro. No para. Es un follador nato.

La información que necesitaba para que mi polla terminara de crecer y mi culo de pedir rabo. Me vestí rápido para que no lo notara, pero no sirvió

-          Y a ti te hace falta una buena ducha fría para bajar eso. Si que te ha gustado el trabajo - dijo riéndose y metiendo la mano, sin disimulo ninguno dentro del pantalón y tocándose la polla.

-          Estoy pasando mucha hambre, y entre la conversación y que no uno no es de piedra si le manosean…- me encogí de hombros.

-          Es lógico. A mi me pasa igual. Mira como estoy- y marcó la forma de su polla dura por fuera de los pantalones con ambas manos.

Mi compañero salió de la ducha con la polla algo morcillona. Se secó a conciencia todo el cuerpo y se vistió.

-          Creo que es hora de irnos. Mañana tráete las cosas del gym y te vienes a entrenar conmigo, si quieres.

-          Perfecto. Pensaba ir cuando saliera a buscar uno para apuntarme y empezar mañana mismo aquí cerca.

-          Perfecto. Pues mañana nos vemos- ya dijo casi en la puerta de la calle

-          Ya va tarde seguro – comentó mi jefe - Seguramente mañana ya tenga el contrato para que lo firmes, pero de alta ya vas a estar. Hoy no te puedo acercar.

-          No te preocupes. Voy a ir a tomarme algo al bar de un amigo al centro. Mañana nos vemos.

Salimos juntos de la barbería. Él fue hacia el coche y yo al metro. No le dije que iba al bar de copas donde mi amigo acababa de comenzar a trabajar en Chueca. Al ser una especie de sexbar, podría quitarme el calentón que llevaba encima. Necesitaba contarlo y vaciar mis pelotas. Y en ese bar podría hacer ambas cosas a la vez