En manos endemoniadas 5ª parte

Caminando por la cornisa

EN MANOS ENDEMONIADAS

5ª PARTE

Helada, paralizada por la sorpresa no atine ni a salir de estar montada en el Amo, ni a cubrir con mis manos mis desnudeces, por la presencia de mi hija. Mi mente trabajaba a mil, yo la que hasta hace dos días era una esposa y madre ejemplar ahora me había convertido en la puta más recalcitrante. Sometida a un Amo, no vacile en usar el lecho conyugal para revolcarme con él.

De hacer cosas que antes no hubiera hecho y ser sorprendida montada en el Amo, por mi propia hija, a quien había intentado rescatar de sus manos.

AMO: bien perra, te vas a quedar ahí montada sobre mí. Sal y ven a mi lado.

NADIA: si ma., ven con nosotros.

Ese ma. Que siempre me gusto en labios de mi hija, ahora dicho con sorna, burla parecía un mazazo en mi cabeza.

AMO: ven, viste he logrado unirlas a las dos. Ya no abra mas problemas entre Uds. (al ver que me bajaba de la cama) párate en el centro del dormitorio.

Baje y humillada me pare en el centro del dormitorio mirándolos a los dos en la cama. Me hizo poner de costado, de espalda.

AMO: ves Nadia, que linda yegua es?

NADIA: mmm... así es

AMO: (hablándome a mi) en acuéstate con nosotros

Quise dar vuelta la cama y acostarme de su lado.

AMO: no, acá en el medio.

Ya roja no se si de humillación y vergüenza o de indignación tuve que hacerlo. Lo hice boca arriba, mientras ellos se ponían de costado hacia mi lado. Quede en medio de los dos. Primero empezó el Amo a toquetearme y luego a una señal de él, lo hizo Nadia. Sentía asco de mi misma, pero nada podía hacer. Me tocaron y besaron hasta el cansancio. Nadia me beso en los labios y quiso penetrar su lengua en mi boca. Yo la cerré impidiéndoselo y el Amo al darse de mi actitud apretó mi nariz y la mantuvo así. Desesperada abrí mi boca, cosa que aprovecho Nadia para ingresar su lengua y jugar en mi boca. El Amo chupaba mi pezón derecho y con su mano retorcía el izquierdo, produciéndome dolor. Luego su mano bajo a mi concha

AMO: mira que cochinita esta mojada, vamos a tener que hacer algo con ella.

NADIA: si Amo.

Me hizo poner en 4 patas, mientras Nadia se acomodaba en la cama. Me penetro en la concha por detrás al tiempo que empujo mi cabeza hacia la concha de Nadia. Esta al ver eso me tomo de los pelos e introdujo mi cabeza en su entrepierna. Mientras el Amo me bombeaba de atrás tuve que chupar la gruta de Nadia.

Llegamos los tres casi juntos.

El Amo se levanto y se baño. Nadia me miraba como pensativa, no se en que. Y yo estaba aturdida, confundida y tremendamente humillada.

Salio del baño se vistió y dejo unas órdenes para las dos.

AMO: Nadia deberás enseñarle a esta perra, todas las poses de sumisión. Deberás trabajar duro con ella.No te guardes nada, tienes la responsabilidad de su doma y sumisión.

NADIA: bien Amo, lo Hare

AMO: en cuanto a ti Andrea, debes obedecer a Nadia en todo. Cuando dentro de tres días regrese de mi viaje quiero tenerte en avanzado estado de doma y así yo poder completar tu educación. Deberás dirigirte, estos días, a Nadia como Sra. Bueno me voy debe estar por llegar ya el cornudo.

Se marcho, me vestí y comencé a arreglar el dormitorio, haciendo la cama y viendo no quedaran huella de nada. Nadia fue arriba a vestirse y bajo para hablar conmigo

NADIA: mañana 8,30 luego de irse papá me llevas el desayuno a la cama.

ANDREA: esta bien

NADIA: esta bien que?

ANDREA: esta bien Sra.

NADIA: que vas a decirle hoy, cuando te quiera coger

ANDREA: no se, algo haré

NADIA: el Amo tendría que haberte puesto un cinturón de castidad, ajajá

ANDREA: estas loca, se iría todo al diablo

En ese momento llego Pedro que e dio un beso en la mejilla y uno a mí en los labios, ante la mirada burlona de Nadia.

Serví la comida y Pedro contaba el porque de su demora, pero había logrado hacer una muy buena venta.

PEDRO: y Uds. que cuentan

NADIA: nada, mirando TV

ANDREA: nada con una terrible jaqueca

PEDRO: pero hace más de dos días, deberías ir a algún médico.

ANDREA: no, esta bien si no me pasa iré.

Miraba detrás de Pedro la sonrisa burlona de Nadia y me ponía más nerviosa. Terminamos de cenar, Pedro se levanto

PEDRO: bueno mañana hay que madrugar, me voy a acostar.

NADIA: oye ma., para que no jodas a papá, porque no vienes y duermes conmigo.

ANDREA: (azorada) no, esta bien Nadia, pienso dormirme enseguida, me tome recién un calmante.

NADIA: yo decía, así papá duerme tranquilo, porque esas jaquecas son muy molestas.

ANDREA: esta bien Nadia, no te preocupes.

Se acerco para darme un beso en la mejilla y por lo bajo me dijo.

NADIA: (susurrando en mi oído) en dos horas vienes a mí cuarto estamos?

Me paralizo, enmudecí y de mi mano se me cayó un plato que acababa de secar. Solo atine a afirmar con la cabeza. No por favor otra vez acostarme con ella no. A las dos horas me encamine al dormitorio de Nadia, iba temblando, sin saber como reaccionar.

No quería volver a acostarme con ella, pero ella mandaba sobre mí.

Entre en la habitación y recibí un reto

NADIA: no sabes golpear antes de entrar

ANDREA: si perdón

NADIA: bien que no se repita. Sácate la ropa totalmente.

Mordiendo los labios y con lágrimas lo hice. Quede nuevamente desnuda ante ella, a sus expensas.

NADIA: veo que cumples las órdenes, no tienes ni sostén ni tanga. (Tomo una bolsa que tenia, la abrió y saco algo que no pude ver) bien acércate.

Estaba a15 centímetrosde ella, entonces tomo el accesorio y vi que era un cinturón de castidad. Me lo puso, cerro el candado y guardo la llave

NADIA: ya esta, tenia que asegurarme que cumplas las ordenes. Mañana en el desayuno te lo sacare. Ahora vete a dormir

Terriblemente destrozada, con el ego por el suelo me dirigí a mi dormitorio. No podía dormir, pensaba en Nadia, esa chica dulce y buena que en el intento de yo poder rescatarla, caí en la redes de su Amo. Esa Nadia, la misma que parí, hace casi 20 años, ahora por 3 días o más iba a ser mi Sra. Y enseñarme todas las posturas y reglas de la sumisión. Esa que me había puesto, a mí su madre, un cinturón de castidad para asegurarse que cumpliera el mandato del Amo. Trate de dormir y pesaba que si Pedro se acercaba buscando sexo en la mañana, al tocarme se daría cuenta del cinturón de castidad y ahí si no sabría que contestarle, ni quien me lo puso. Para evitar eso dormí mal, casi con un ojo abierto y me levante muy temprano para evitar lo que pudiera pasar.

Lo más penoso de todo era como eludir a Pedro cuando requiera de mí sexualmente. Que decirle, que hacer y como justificar el cinturón sin decirle que fue nuestra propia hija quien me lo coloco.

Se levanto Pedro, se baño y desayuno conmigo. Luego de un beso se fue a la empresa. Cuando escuche que cerraba la puerta de calle, respire profundamente pensando, que iba a tener un descanso a mi infortunio hasta la noche.

Prepare el desayuno de Nadia y lo lleve a su habitación.

ANDREA: Nadia acá esta tu desayuno.

Se levanto de la cama encolerizada y gritándome

NADIA: no sabes que debes llamar a la puerta y esperar autorización para entrar. No sabes que debes venir desnuda a traerlo , entregarlo y esperar en cuatro patas ordenes. Ahora llévatelo, debe estar frío, caliéntalo y tráelo como te indique.

Humillada al extremo y perpleja, estaba mojada y no podía tocarme por el cinturón. Baje, calenté el desayuno nuevamente, me desnude por completo, siendo solo el cinturón lo puesto y volví a subir para entregar el desayuno. Toque la puerta y espere la orden de entrar. Le entregue el desayuno en la cama y me tire en cuatro patas en el suelo.

NADIA: bien ahora tienes que ir a hacer las compras diarias no?

ANDREA: si Sra.

NADIA: ve a tu cuarto y ponte ese pantalón bien ajustado blanco y regresa que voy a prestarte una blusa que compre estos días.

Fui a mi habitación y me puse lo que me dijo. Me quedaba más justo que de costumbre por el cinturón. Fui a la habitación de ella, me miro y dijo muy bien, bien ajustado a tu figura y me alcanzo una blusa blanca con transparencias.

NADIA: te va a quedar bien, tenemos las dos casi la misma talla, a lo mejor vos un poquito mas gordita, lógico por la edad pero mantienes una figura bárbara.

Me puse la blusa, si teníamos casi la misma talla, pero esta blusa era por lo menos un número menor a lo usual en ella.

Dependiendo de los movimientos o poses que haga, parecían que algunos botones iban a saltar. Mis pezones pegados a la tela quedaban marcados.

NADIA: ahora ven remediemos esa cara lavada que tienes.

Remarco con un delineador mis cejas en demasía. Puso sombras en mis ojos y pinto mis labios con una lápiz labial rojo bermellón

Ya eran las 8 de la mañana y tenia que ir de compras así, más que una señora de compras parecía una puta recién salida del cabaret

ANDREA: por favor Sra., no me mande así con esta blusa

NADIA: calla y obedece.

Salí a la calle toda avergonzada y me dirigí hacia el mercado. La gente me miraba de adelante y de atrás y escuche algunos hacer comentarios. Algunos me conocían del barrio y eso me enervaba más aun. Otros decían que seria alguna puta que antes de ir a dormir esta haciendo las compras.

Los hombres y muchachos me miraban como para comerme y tuve que soportar más de un toque en mi culo y alguno mas atrevido en mis tetas. No podía ni hacer ni decir nada porque iba a ser peor, se armaría un escándalo y yo en el medio. Preferí apurar todo y desaparecer. Llegue a casa dos horas después.

NADIA: eh las 10 de la mañana, tardaste dos horas.

ANDREA: es que había mucha gente. Por favor Sra. no me mande mas así, lo ruego, me han humillado totalmente con miradas, comentarios y alguno tocándome

NADIA: jajaj, lo que me perdí por quedarme. Oye el Amo esta en la ciudad. Voy a ir a la casa. Tú quédate en posición en el medio del living

Escuche de la llegada del Amo y  me venia un orgasmo que trate de contener. Me saco el cinturón y se fue. Yo enseguida empecé a masturbarme locamente. Como a los 15 minutos se abrió la puerta de calle y pensé seria Nadia volviendo, pero no me equivoque era el Amo parado frente a mí.

AMO: hola perrita, me han dicho que has hecho muy bien los deberes.

Me tomo de mi correa y me llevo a mi dormitorio. Me hizo acostar boca abajo y uso mi culo como quiso, pese a mis gritos de dolor por ser mi segunda vez. Le pedí permiso para hablar y me autorizo.

ANDREA: Amo quería hablar con Ud. por el tema de mi marido, cada día se me hace más difícil negarme a tener relaciones con él. Ya probé muchas excusas y se me están acabando los argumentos. Desde terribles jaquecas hasta decirle que estaba pasando un mal momento emocional. Quería que Ud. me libere de eso, aunque sea un día a la semana. El siempre fue bueno con nosotras y no merece esto por mi culpa.

AMO: no me interesa, tu seguirás igual que ahora sin ninguna clase sexo con él y sino confiésale que eres en realidad y que tienes un Amo, que tu dueño y señor.

Agache la cabeza tristemente y llore en silencio.

Pasaron los días y mis relaciones con Pedro eran cada vez más tirantes. Nadia entre picaresca y burlona no participaba de ellas, más que de una silenciosa testigo. Pedro llego al extremo de dormir a otra habitación de la casa. Además cada día sospechaba más de mi infidelidad hacia él.

Paso más de un mes y estaba yo ovulando. Tenía pánico a quedar preñada. Ahí todo con Pedro se iría al demonio y el Amo no quería ponerse protección en esos días. Rogué se fuera de viaje aunque sea unos días, pero la suerte me era esquiva. Se quedo en la ciudad. Apareció por casa como casi todas las mañanas y me pregunto donde dormía Pedro ahora. Le indique la habitación y fuimos hacia ahí. Me hizo entrar.

AMO: así que acá duerme ahora el cornudo

Era una habitación de servicio con una pequeña cama.

AMO: bien, hoy lo haremos acá, desnúdate.

ANDREA: por favor vamos a otro lado y le ruego use protección, estoy en fechas de riesgo.

AMO: no me importa, nunca use y menos ahora.

Estuvimos toda la mañana y parte de la tarde. El hacerlo en la habitación donde dormía mía marido, parecía lo excitaba mas. Y no digamos nada de que podía dejarme preñada.

No sabía que iba a hacer si quedaba preñada y en que podía ayudarme el Amo. El siempre decía de no hacerse cargo futuras paternidades, pero también prohibía a sus esclavas abortar.