En manos endemoniadas 2ª parte
La trampa se cerro y quede adentro de ella
EN MANOS ENDEMONIADAS
3ª PARTE
Salí de casa hacia la de él, caminando despacio y pensando en la estrategia que iba a utilizar. El contrato quemaba en mis manos, tuve la tentación de tirarlo en un cesto callejero, pero no se porque, no solo no lo hice, sino que lo guarde en mi cartera. Trataba de encontrar las palabras para enfrentarlo para sacar de ahí a mi hija conmigo. Vengarme de la humillación que me provoco ayer, al prácticamente violarme por mi boca.
Pensaba como encararlo y salir de esa situación en que me encontraba. Casi sin darme cuenta estaba en la puerta de su casa. La cuadra era un ir y venir de gente y temía que algún conocido me viera entrar y ser la comidilla del barrio.
Rápidamente toque el timbre, más que nada para no quedar en evidencia en la puerta, para colmo, para mí, la mujer de ayer tardo en abrir.
Con un seco pase me hizo entrar y dirigir al living de la casa. Quede sola parada en medio del living y no pude evitar pensar en ayer. Su voz me interrumpió
AMO: buenos días, perra
ANDREA: escúcheme…
AMO: primero saluda perra, veo tendré mucho trabajo para domarte.
ANDREA: buen día, decía que vengo a exigirle me devuelva a mi hija.
AMO: exigirme? Mira tu hija esta feliz acá y firmo un contrato. Muy pronto espero tenerla 24/7
ANDREA: Ud. esta loco
De nuevo recibí una cachetada, dada con todo vigor en mi mejilla derecha, que creí me arrancaba parte de mi cara.
Él mi miro fríamente y dijo
AMO: voy a pasar por alto este incidente, trajiste tu contrato firmado?
ANDREA: no y acá lo tiene. Soy una mujer decente que ama a su marido y que ayer por primera vez lo engaño, obligada por Ud. Además ese contrato esta lleno de aberraciones para una mujer. Como puede disponer Ud. que una se haga su esclava sujeta a los caprichos suyos. Que se prostituya por Ud., que lo sirva y haga lo que sus bajos instinto quiere. Encima a perpetuidad y no menos de ocho años.
Como si no escuchase lo que yo decía, miro el contrato sin firmar lo apoyo sobre la mesa y con lapicera tacho y luego escribió algo.
Se acerco a mí y empecé a temblar como ayer, notaba mis piernas flojas y mi corazón latiendo a velocidad inusual.
Se paro delante mío, casi su cara rozando la mío y lo bajo dijo.
AMO: desnúdate! Voy a atender una llamada de larga distancia y vuelvo. Quiero verte desnuda y parada en el centro del living esperándome.
Tarde en hacerlo y se quedo esperando. Me decidí y me desnude.
AMO: vaya, algo has obedecido al no traer ropa interior.
Y salio de la habitación. Desnuda en el centro del living, me parecía más grande y frío de lo que era. Tardo más de una hora en volver, yo ya estaba cansada en la misma posición.
AMO: ahora ve y firma el contrato
Camine hacia la mesa sintiendo en mi culo su mirada, imaginando con todo sadismo. Tome el papel y mire lo tachado y lo escrito.
ANDREA: tacho el mínimo de 8 años
AMO: si, ahora no tienes salida si yo no quiero. Es a perpetuidad.
ANDREA: (con el contrato en la mano y sin firmar) le propongo algo. Yo firmo esto con algunas condiciones
AMO: jajaja, ahora propones algo, bien te escucho hoy porque estoy de buen humor.
ANDREA: no puedo firmar 24/7, soy casada, tengo que atender a mi marido, mi hija y la casa. Solo pongamos un horario
AMO: mira no me interesa que estés casada con un cornudo, vas a estar a disposición mía. Si te llamo a la hora que sea y estés haciendo algo, dejas todo de lado y vienes, así sea estés cocinando, cogiendo etc. Sean las 8 las 15 o las tres de la mañana. Además a partir de hoy tienes PROHIBIDO coger con tu marido o cualquiera otra relación sexual sin mi permiso. Desde ya que tú marido se olvide de vos en la cama.
ANDREA: pero eso equivale a que nos divorciemos.
AMO: por ahora seguirás con tu marido y con las prohibiciones. El con el tiempo te pedirá el divorcio al no encontrar respuesta tuya sexual. Bueno ahora a lo nuestro.
ANDREA: espero le hago una oferta
AMO: me estas cansando, dime a ver?
ANDREA: (no pudiéndole mantener la vista) yo abandono a mi marido, mi casa y mis cosas y vengo a ponerme ya a su voluntad si Ud. deja en libertad a mi hija. Ella por mí
AMO: crees que estas en condiciones de negociar algo. A ella ya la tengo y a ti, solo falta firmes el contrato. Ahora ponete otra vez en el centro del living.
El tomo un teléfono y llamo a la mujer que le alcance lo pedido.
Enseguida entro la mujer con un tacho grande de plástico y un aparato para enemas. De solo verlo me inquieto. Odiaba a las enemas, sentir un liquido penetrar por mi culo y llenar el estomago me ponía mal. Puso el tacho en el centro del living y me hizo entrar a el.
AMO: si te voy a dar una enema que vas a evacuar cuando yo lo diga y luego te voy a sodomizar.
ANDREA: no por favor ni mi marido lo uso.
AMO: por eso vas a tener el honor que tu amo lo haga.
ANDREA: no, por favor no
AMO: basta! Me cansaste con tus ruegos y lloriqueos
Entre tanto me hicieron poner en posición e insertaron la manguera en mi culo. Sentí correr el líquido por mi vientre.
Una vez saco la manguera, solo pensaba en evacuar. El tipo como si nada leyendo unos papeles que tenia en su mano, mientras yo trataba de contenerme. Mi cara se llenaba de gestos, mis labios mordidos tratando de aguantar y él seguía inmutable. Hasta que al fin dejo de lado la lectura y miraba los gestos de mi cara y los movimientos de mis piernas aguantando. Me dio la orden y deje de hacer fuerza. Quise ponerme en cuclillas y lo impidió con un grito. Descargue todo de parada, encastrando mis piernas. Luego apareció la mujer con una palangana más chica y un cepillo. Vertió en el agua de esa palangana una botellita de desinfectante y mojando el rudimentario cepillo, lo refregó con fuerza por mis piernas y un culo. Él me saco de los pelos hasta la mesa del comedor, me hizo inclinar sobre ella, abrió mis piernas e introdujo violentamente su pene en mi culo. Pegue un grito estremecedor y él siguió entrando a gusto. Yo me quejaba, lloraba y gritaba de dolor. Pedía, imploraba y era todo inútil. Hasta que su pija estallo dentro de mí, sintiendo como un fuego.
Cuando termino los saco, me tomo del pelo y dirigió mi boca a su pene, para limpiarlo. Terminado eso me hizo erguir poniendo el contrato sobre la mesa para que lo firme. Dude un poco pero me di cuenta que estaba derrotada. Tome la lapicera que me ofrecía y estampe mi firma en el contrato.
Una vez verificado lo guardo en la caja fuerte, de donde saco un collar que me puso en el cuello.
AMO: bien ahora eres totalmente mía. Este collar, por ahora lo usaras acá dentro de esta casa, pero pronto lo lucirás en todos lados y a toda hora. Ahora vístete y vete a tu casa pero estate alerta a mis llamados por celular o el teléfono de línea.
Temí solo pensar que Pedro atendiera el de línea.
ANDREA: en el de línea no por favor
AMO: tienes miedo se entere que su mujer es una puta
No dije nada, solo lo mire implorante.
AMO: te llamare por donde quiera yo. Vete ya!
Salí de la casa caminando como una autómata, dolida no solo por lo de mi culo, que cada paso era una martirio, sino también en mi espíritu. Había sido derrotada totalmente. Había bajado el último peldaño de la degradación. Sucumbí ante ese hombre que en dos días hizo de mi lo que quiso. No se que poder de atracción tiene sobre mi persona, que ante él perdía la poca conciencia que me quedaba y terminaba siendo usada a su gusto y placer.
Sin querer me toque el cuello y me di cuenta no me había sacado el collar. Desesperada lo saque y guarde en mi cartera, temiendo me hayan visto. Entre en casa, estaba yo sola, me tire en la cama y lloré. Después de un rato me bañe, dejando mi celular a mano, por si llamaba.