En manos endemoniadas 1ª parte

Todo para saber que hace mi hija y con quien

EN MANOS ENDEMONIADAS

1ª PARTE

Soy una mujer de 41 años, castaña clara, ojos verdes, 1,70, cutis blanco y un cuerpo que muchas mujeres envidian. Soy de hacer mucho ejercicio físico. En mi casa mi marido había instalado cinta para caminar, bicicleta fija y varios aparatos más. Yo me hice un plan de trabajo diario y lo cumplía, de ahí mi cuerpo. Me mantenía delgada, mis piernas libres de celulitis y mi abdomen chato. Mi nombre es Andrea.

Estudiaba para abogada y me puse de novia con un muchacho que el padre tenia una empresa importante, que hoy maneja él, Pedro. Yo tenía 20 años y el 25. Él se llevo mi virginidad. Nos fuimos a vivir juntos y realmente muy felices. Al año quede embarazada y nos casamos. Casi a mis 22 años me convertí en mamá de Nadia, una hermosa bebe que no trajo más felicidad.

La criamos con mucho amor. Yo deje la facultad para dedicarme a mi familia en especial a Nadia. Con Pedro disfrutamos de ella, le sacábamos fotos, la filmábamos y constantemente estaba entre nosotros. Era día de felicidad para Pedro y para mí, con Nadia. El primer día de clase, reuniones escolares y las fiestas de cumpleaños de Nadia cada año eran motivos de orgullo para nosotros.

Cuando quisimos acordarnos Nadia cumplía sus 15 años. Le hicimos una fiesta grande y hermosa. El vals de los 15 con Pedro y luego sus amiguitos de secundaria fueron momentos maravillosos.

A los 18 años empecé a notarla distante, no le interesaba si salía o no de vacaciones, las fiestas con compañeros del colegio. Parecía se encerraba en si misma y me empecé a preocupar. Hablaba con ella y le preguntaba que le pasaba que la notaba distante de todo y siempre era la misma respuesta: nada mamá

Pedro estaba atareado con la empresa, que estaba sufriendo una caída, producto de los mercados financieros y trataba de no preocuparlo mas, por lo que emprendí yo sola el saber que le pasaba a nuestra hija.

Averiguando con los amigos y amigas de ella me decían que se había alejado de ellos, pero no me daban los motivos de ello. No había peleas con ella, no había drogas, lo más temido por mí, ni tampoco un amor no correspondido.

Una mañana me encontré con una amiga, mucho mayor que yo y me puse a conversar con ella.

GLORIA: (que así se llamaba mi amiga) Andrea, no es que quiera meterme en vuestras vidas, pero sabes conozco a Nadia desde recién nacida y esta muy extraña.

ANDREA: ni me lo digas Gloria, ha cambiado en el último año una barbaridad. No es la misma de antes alegre, feliz, ahora esta constantemente retraída, no sale, se abrió de sus amigos. Estuve averiguando con ella pero parece una pared donde rebotan todas mis preguntas. Siempre dice lo mismo, no me pasa nada, estoy bien. Pero te digo la verdad me preocupa mucha su actitud

GLORIA: si quieres, como es inútil preguntarle, la podríamos seguir y ver adonde y con quien se encuentra.

ANDREA: ella siempre sale de tarde, después del almuerzo y hasta las 21 o 22 hs. nunca quiere decirme nada.

GLORIA: bueno yo la voy a seguir, cuando salga de tu casa, me avisas por celular y yo la sigo. Esta bien?

ANDREA: si Gloria, te agradezco tu preocupación

GLORIA: para esos somos amigas, además la conozco a Nadia de tan pequeña. Bueno me voy, ya sabes llámame.

Volví a casa, no mas tranquila, mas relajada, con Gloria podremos averiguar que le pasa, adonde va y que hace.

Es día después del almuerzo, se arreglo como de costumbre y salio. Cada vez que salía yo notaba en su mirada un brillo feliz.

Llame a Gloria que iba a salir. Me quede esperando ansiosa el llamado de Gloria. Pasaban las horas y me ponía más nerviosa, hasta que sonó mi celular.

ANDREA: (casi gritando) hola, Gloria, por fin que averiguaste?

GLORIA: ve a la confitería La Luna, te espero ahí.

Salí rápidamente de casa y para no perder el tiempo en sacar el coche, salí a la calle y tome un taxi. Era cerca, unas 15 cuadras de casa. Baje del taxi y me metí en la confitería buscando con la mirada a Gloria. Me senté nerviosa con ella

GLORIA: mira Andrea tengo que decirte algo, ella va todos los días a una casa que esta cerca de nuestras casas. Estuve mirando el barrio y preguntando cosas muy trivialmente, hasta que di con una mujer mayor, dueña de un negocio frente a esa casa.

ANDREA: que es? Que mas dijo?

GLORIA: espera, no es fácil. Según esta mujer en esa casa vive un hombre de más o menos 35 años.

ANDREA: que es una secta

GLORIA: no, creo que es peor.

ANDREA: Gloria me preocupas, en que anda mi hija.

GLORIA: según averigüe a esa casa van muchas mujeres jóvenes y algunas como nosotras o de mas edad. Es un ir y venir de mujeres. A veces a la noche hay fiestas a la que concurren hombres y mujeres, que vienen con unos coches de alta gama.

ANDREA: que tipo de fiestas hay?

GLORIA: mira, a ese hombre le dicen el amo

ANDREA: el amo?

GLORIA: si tiene dos o tres esclavas entre ella a Nadia

ANDREA: mi hija esclava de un tipo, no puede ser

GLORIA: lamentablemente lo es Andy, por eso me decías ayer cuando salía de tu casa estaba como feliz, como si reviviera.

ANDREA: tengo que ir a esa casa y ver por mis propios ojos que hace Nadia ahí.

GLORIA: espera, así no conseguirás nada. Mañana hablare con un amigo de la policía y le preguntare todo, quien es ese hombre, que hace, todo sobre el.

ANDREA: si pero mañana es viernes y no puedo esperar tanto.

GLORIA: ya hoy o mañana es lo mismo, esta metida ahí, espera que me diga este hombre y luego haz lo que quieras. OK?

ANDREA; esta bien. Que hago cuando ella venga hoy?

GLORIA: sigue lo de siempre, trata de sondearla, pero no le digas nada de lo que sabes

Cuando regrese a casa, Nadia ya estaba y muy contenta. Luego fue apagándose, volviendo a su soledad. No pude sonsacarle nada.

Vino Pedro no con muy buenas noticias, cenamos los tres y no fuimos a dormir. No quise preocuparlo con lo supe. Esa noche fingí un terrible dolor de cabeza para tener sexo. No me dolía, pero no estaba para coger.

Me costo dormirme mientras escuchaba a Pedro dormir placidamente.

Me levante temprano, esta preocupada por todo. Tipo medio día llamo Gloria y nos encontramos en el mismo lugar.

GLORIA: mira por lo supe es un amo que tiene tres esclavas. No me dijo si Nadia era una de ellas, pero cálculo que si. No se puede hacer nada de nada, el tipo esta en regla y esa es una actividad privada, las que acuden son mayores de 18 años, no hay drogas. Cada una firma un contrato de relación. La vez pasada, hace dos meses, con una orden de juez se allano la casa y solo encontraron las tres mujeres. No se pudo hacer nada.

ANDREA: y ahora que? Tengo que dejar que el tipo haga lo que quiera con mi hija?

GLORIA: ella es mayor, seguro firmo un contrato de pertenencia. Estamos atadas de pies y manos.

ANDREA: yo voy a entrar y encararlo y si tengo que hacer un escándalo lo haré.

GLORIA: manteneme informada de todo Andrea.

Fui a casa y me puse a pensar como hacer para entrar a esa casa. Al día siguiente después de que Nadia se marcho, me prepare para ir, era mejor ir cuando ella estuviera ahí, pensé.

Me bañe y me puse una tanga y un sostén. Elegí un vestido negro, con poco escote y cerrado en mi espalda. Puse mi mano en la espalda y subí el cierre. Me mire al espejo y me maquille poco, cosa de no llamar la atención. Complete todo con unos zapatos de tacón bajo. Me volví a mirar y salí dispuesta a ir a esa casa.