En manos de la Perversión (2)

Cuando una familia normal se topa con un monstruo, las perversiones camparan a sus anchas sin que nadie pueda evitarlo.

Ramiro no había entendido muy bien la invitación de aquel chico, pero ahora andaba hablando de forma natural con el, y pasándolo muy bien. Cuando le estrecho la mano y vio sus ojos,

entendió

que era una buena persona, el nunca se equivocaba al calar a las personas en eso que llaman primera impresión.

Y ahora discutían con enorme familiaridad de fútbol , aunque podría haber sido de cualquier otra cosa, se sentía muy

cómodo

y bien con aquel chico. Claro que mientras hablaba con el, el resto del panorama, permanecía como fuera de su alcance, si no hubiera mientras esto

sucedía

, María, sentada al lado de Juan, andaba con los ojos cerrados, intentando concentrarse en la mano que le manoseaba el coño de forma continua.

María vestía una camisa que apenas contenía sus pechos convenientemente retenidos con un

sujetador

de encaje muy escueto. Por debajo una falda algo corta,

según le

había dicho Ramiro poco antes estaba remangada y el tanga a juego invadido por la mano de Juan que jugaba sin

ningún

tipo de vergüenza en el interior de una

húmeda

raja.

Marcos

estaba sentado al lado de Ramiro, pero su atención estaba en otro sitio. Si bien cuando llego Juan estuvieron hablando animadamente de juegos de consola, ahora su polla era el centro de su atención, ya que su hermana Carmen la sobaba delicadamente por encima de su pantalón, mientras el se concentraba en el culo de su madre que ahora andaba de espaldas en el fregadero.

Carmen vestía una falda de cuadros, evidentemente corta y un top que no dejaba nada a la imaginación, ya que sus pechos se marcaban de forma evidente, y ahora, con la polla de su hermano entre sus manos, los pezones eran dos piedras claramente identificables pese al estampado, y su coño comenzaba a hervir con el deseo de sentir dentro de si una buena polla que la calmara.

Consuelo vestía una falda negra muy liviana por encima de las rodillas, y un

suéter

amplio que no podía ocultar el movimiento libre de sus pechos. Tampoco la falda ayudaba a ocultar su falta de ropa interior y cualquier movimiento hacia que sus nalgas

reflejaran

su evidente libertad. Ademas su sexo

ardía

recordando la mirada de su hijo, embobado con su vestuario y que no había de mirarla con una cara de deseo que la turbaba.

  • tomamos el café en los sofás, ¿no? – dijo Ramiro

  • si, sentaros ya ahora lo llevo

Conversando se fueron para

allá

, sentándose Ramiro en uno de los sofás en L, a su lado Marcos y pegado a el Carmen, en el otro Juan y María, esperaron que llegara Consuelo con una bandeja con los

cafés

, que después de servirlos se sentó junto a Juan, y separada solo por los brazos del

sofá

por su marido.

Juan no había tardado en pasar la mano por la espalda de María y su mano se había vuelto a perder dentro su tanga, pero esta vez sus dedos invadieron su intimidad haciendo que ella abriera las piernas de forma evidente para permitirlo. Y ahora ella no podía evitar emitir gemidos de placer con cada movimiento de aquellos dedos dentro suyo.

  • Juan, no deberías hacer eso – dijo Consuelo viendo como su hija iba elevando el tono de sus gemidos – eso no esta bien

  • si Consuelo, cierto, pero tu tampoco deberías tener el coño chorreando y lo tienes – le replico Juan

  • yo no

  • si, Consuelo, levántate la falda y abre las piernas

Consuelo como resistiéndose, se fue arremangando la falda dejando su coño a la vista de todos y la mano de Juan se restregó por su húmeda raja.

  • ven Marcos, prueba su coño y dinos como lo tiene

  • no, Marcos por favor, no lo hagas – dijo lastimeramente Consuelo mientras observaba con estupor como su hijo se levantaba, con evidentes signos de tener una erección, y se arrodillaba entre sus piernas, y no tardo en notar la caliente lengua de su vástago perdiéndose en su intimidad.

  • por favor, no Marcos, no – dijo mezclando sus suplicas con los gemidos ya escandalosos de María que se

corría

en manos de Juan.

  • dime Ramiro, ¿te gustaría hacer algo? – dijo Juan - ¿no

estarías

mejor desnudo?

Ramiro se despojo de su ropa, dejando a la vista una potente erección.

  • joder como tienes la polla, ¿te gusta lo que ves?

  • y yo conteniéndome – exclamo Ramiro

  • dime, que es lo que

hacías

para contenerte

  • matarme a pajas, pensando en las tetas de María o en el culo de Carmen

  • ves María, creo que tu padrastro quiere mirarte algo

María se levanto dirigiéndose a Ramiro que la esperaba sentado con su polla tiesa, y poniéndose delante de el se despojo de la ropa mostrando su escueta ropa interior.

  • ¿tanto te gustaba Ramiro? Y porque no me lo

pedías

  • María, no se, no estaba bien – dijo Ramiro, y vio como se

desprendía

del sujetador dejando sus pechos desafiando la gravedad. Y sin mas se arrodillo entre las piernas y con sus pechos atrapo el palpitante pene.

  • ¿

así

te gusta? – dijo María

  • dios que gusto – dijo echando la cabeza para atrás notando como su pene se

endurecía

mas si cabe. María comenzó a

masajearlo

con sus pechos y termino con un suave movimiento arriba y abajo mientras no dejaba de mirarle.

  • ¿te gusta Ramiro? dijo Juan

  • si Juan, joder, que bueno

  • ¿y te imaginas a Carmen

comiendote

el capullo?

Ramiro miro a Carmen que al recibir su mirada se despojo de su ropa y tumbándose en el sillón se recostó sobre el vientre mirando a su hermana realizar una cubana espectacular, y su boca atrapo la punta cuando bajaban sus pechos, y mientras subía la lengua

acariciaba

solo el glande.

Aquello volvía loco a Ramiro que ahora estaba como fuera de si mismo, al igual que Consuelo que ya no odia reprimir su placer y sin ningún tipo de reparo, cogía del pelo a Marcos obligándole a profundizar mas en su sexo, mientras cuerpo se

perdía

en interminables orgasmos.

Y Ramiro tampoco pudo mas, su primera descarga salio disparada cayendo sobre la cara de Carmen y la segunda cerca de la boca de María, después, el resto menos potentes, acabaron por embadurnar los pechos de María que mantuvo la presión hasta que los gemidos de Ramiro se calmaron.

  • creo que deberías devolverle el favor – le dijo Juan a Consuelo – venga Marcos que tu madre

quiere

decirte algo

Marcos se levanto, quedándose Consuelo con las piernas abiertas, con la respiración agitada. Y mas aun cuando vio como su hijo de desprendía de toda la ropa quedándose desnudo con la polla

enhiesta

  • pero eso es – farfullo mientras se incorporaba

  • ¿que no quieres? – le pregunto Juan

  • es mi hijo, no esta bien

  • pero bien que te corrías cuando te

comía

el coño

  • si me corría

  • pues desnúdate, arrodíllate y

cómele

la polla

Consuelo se

desprendió

del jersey aun sentada y cuando se levanto dejo caer la falda a sus pies quedándose completamente desnuda, y se hinco a los pies de Marcos Y este no espero mas, agarro su pene y lo llevo a la boca de su madre que al notar la presión en sus labios abrió la boca, y por primera vez tuvo la polla de su hijo dentro suya.

-

uf

, que gusto – exclamo Marcos

. ¿te gusta? – dijo Juan

  • uf, me encanta

  • pues

a

partir de ahora tu madre te despertara todos los días con una buena mamada

  • ¿de verdad?

  • si Marcos, y si quieres mas a lo largo del dia solo tienes que pedírselo

  • joder, joder, me corro – Marcos no aguanto mucho, la excitación le pudo y gruesos chorros de leche invadieron la boca de su madre que trago con sumisión, excitándose tanto por la excitación que se corrió sin remedio notando como su estomago

recibía

el semen de su hijo.

  • y se

correrá

de gusto cada vez que lo haga, ¿verdad Consuelo? – dijo mirando a Consuelo que se giro asintiendo con la cabeza cuando sus ojos se cruzaron – ven Ramiro, siéntate aquí, que tu mujer te va a poner la polla a tono.

Ramiro se sentó al lado de Juan, y Consuelo no tardo en arrodillarse entre sus piernas, comiéndole la polla con un deseo que nunca había mostrado.

  • ¿alguna vez te la ha comido así? – le pregunto Juan

  • nunca, es fantástico

  • te la esta poniendo dura para que te folles a Carmen, y después te la volverá aponer dura para que le llenes el coño a María, verdad Consuelo

  • si –

respondió

Consuelo dejando un instante la mamada profunda que le hacia a su marido

Juan se desabrocho los pantalones dejando salir su polla

  • Carmen, ven aquí y empálate, y tu María,

dedícale

tus atenciones a tu hermanito

Carmen no tardo en sentarse a horcadas sobre Juan y se sentó lentamente sobre la polla de Juan, comenzando a moverse con evidente signos de placer.

  • ¿te gusta la polla de Ramiro?

  • si, es un pedazo de polla – dijo Carmen

  • ¿mas que la

mía

?

  • no, la tuya me gusta mas

  • jajaja, que puta eres, pero a partir de hoy todas las mañanas te

meterás

en la cama de Ramiro para que te folle

  • si, como digas – dijo jadeando descontroladamente

  • y todos los días te iras con el coño lleno de leche a clase

  • si, lleno

Carmen se corrió entre tremendos gritos de placer mientras quedaba medio desfallecida sobre el cuerpo de Juan, pero este no tardo en indicarle que Ramiro ya estaba a punto así que Consuelo se retiro de y Carmen cambio de estaca

hundiéndose la

hasta el fondo de un movimiento.

  • ven aquí Consuelo, que te voy a dar lo tuyo – susurro Juan

Y Consuelo se empalo sin ningún tipo de reparo en la polla de Juan, saltando de forma descontrolada.

  • ¿has visto como tu hija se folla a tu marido? –le dijo, y ella, sin dejar de martillear su coño, miro como al lado suyo Carmen se follada calmadamente a Ramiro, que disfrutaba de forma inequívoca de aquel tratamiento tan sensual – la polla de Ramiro esta enfundada en el coño de tu hija y se lo va a enfundar todas las mañanas y por las noches va a ser María la que folle con el cuando se acueste

Consuelo

oía

las palabras de Juan, y su cuerpo se deshacía, llevando entre oleadas de placer a un punto que nunca había conocido.

  • uf María, no puedo mas, me voy a correr – exclamo Marcos, mientras María el comía la polla como una posesa

  • no Marcos,

córrete

en su coño – le dijo Juan

Y Marcos

cogió

a María y la tumbo en el sofá, no tardando en ponerse entre sus piernas y clavársela de un seco movimiento de cadera.

  • toma puta, toma – dijo Marcos comenzando un

mete saca

infernal

  • si Marcos, si, así, dame fuerte, dijo María con evidentes signos de placer.

El salón era un coro de gemidos claramente audible, y mas cuando Marcos, entre berridos se apretó contra María, descargando en su interior espesos chorros de leche caliente que ella recibió con claros espasmos de placer que evidenciaban su orgasmo.

  • dios, me corro – grito Ramiro, haciendo que Carmen acelerara su ritmo, provocando sin remedio que la polla que albergaba en su interior se vaciase, provocando en ella un tremendo placer.

  • ¿has visto que familia mas pervertida tienes? – le dijo Juan a Consuelo, mientras esta aceleraba las embestidas, sabiendo que no tardaría mucho en ser regada en su interior, cosa que sucedió mientras Juan berreaba de placer descargando en lo mas profundo de su coño.

  • uf, que corrida – exclamo Juan con Consuelo desmadejada encima suya – ves, tus niñas tienes mas vitalidad, siguen follando

Carmen seguía moviéndose sobre Ramiro que gracias al sensual movimiento y a la excitación de tenerla, no había bajado su erección y

pedía

un segundo asalto, al igual que Marcos que después de explotar, volvía a embestir a María, esta vez con mas parsimonia.

Consuelo miraba la escena del salón, sabiendo que a partir de ese momento nada seria igual.

  • mañana, volveré – dio Juan

  • tenemos comida familiar, viene mi hermana, no puedes

  • tu hermana, ¿esta casada?

  • no es viuda

  • Y ¿

vendrá

sola?

  • no, viene con sus hijos

  • a ver, descríbelos con detalle

Consuelo lo miro con asustados ojos, pero no tardo en describir a su hermana Susana, viuda, dos años mayor que ella, y con un cierto parecido a María, por sus pechos sobre todo, vendría con sus hijos, Luis de 22 y Lidia de 20. Los dos universitarios y buenos estudiantes, además de ser unos encantos. Aquello intereso a Juan y mas aun cuando le explico que Luis llevaba saliendo unos años con una novia, Lia, que aunque española era de origen asiático.

  • bueno, pues mañana, prepara dos platos mas

  • ¿dos?

  • si, vendrá mi amigo Javier, necesitaremos una polla mas, para llenaros todos los agujeros

  • como digas – respondió Consuelo sin ruborizarse por tan obsceno comentario

  • bien, ahora ven conmigo, y vosotros - dijo dirijiéndose al coro de gemidos que había en la habitación – seguid follando hasta que no podáis mas.

Juan se encamino a la habitación de matrimonio llevando a Consuelo de la mano, allí la

tendió

en la cama y situándose entre sus piernas la follo salvajemente, arrancándole terribles gemidos de placer. Consuelo sentía chapotear su sexo con cada embestida, y en cada una de ellas se elevaba cada vez mas alto, y mas aun cuando al ido le relataba las guarradas que les iba a hacer a toda su familia, y exploto mientras Juan volvía a llenar su sexo de

cálido

semen.

Juan salió de la habitación dejándola desmayada, y al entrar en el salón para coger su ropa vio como ahora Ramiro sodomizaba a María al

borde

del sofá mientras Marcos hacia lo propio con Carmen.

  • bueno chicos, seguid disfrutando, mañana nos vemos. Y recordad, esto es para vosotros, con gente extraña, todo normal.

Y sin mas salio de la casa, sabiendo que al dia siguiente,

volvería

a satisfacer sus mas oscuros deseos.