En malas condiciones (III: La Feria de Málaga)

Una parejita cachonda decide aprovechar la Feria de Málaga para cazar a un muchachito y formar un trío.

Hola amigos os voy a contar lo divertida que puede llegar a ser la feria de mi tierra, pero antes de todo presentarnos, somos José y Cristina, vivimos en Málaga capital de la Costa del Sol, España. Si habéis leído nuestras anteriores historias de "en malas condiciones I y II, os será mas fácil situaros, si no es así nos describiremos brevemente: somos un matrimonio joven de 32 y 30 años y a través del tiempo hemos descubierto que nos gusta el sexo, y todo lo que lo rodea, y nos gusta introducir personas de fuera en alguna ocasión. Físicamente somos atractivos, nos conservamos muy bien, y entramos por el ojo. Yo en particular se sacar mucho provecho de mí misma, pues aparte de mi buena figura, y mis hermosos ojos, sé maquillarme, peinarme y vestirme de forma que agrado a la vista, a la vez que consigo que la vista me siga.

Habíamos decidido que teníamos ganas de divertirnos un poco mas de la cuenta estas vacaciones, y estábamos casi a finales de feria y no habíamos hecho aun nada de nada. Decidimos salir a bailar y buscar a alguien nuevo con quien divertirnos... así que como otras veces, me arreglé intentando estar irresistible, y elegí para ello un vestido minifalda de una tela muy porosa y caída de color amarillo, el cual tenia un generoso escote que permitía ver parte de los senos que se encontraban realzados por un sujetador muy chic... La tela del vestido permitía que resaltasen las diminutas tiras del tanga, y realmente estaba muy provocativa y fina cuando me vi con los zapatos de tacón y esa ropa, pero José quería verme más provocativa aún y tuve que preguntarle que por qué quería verme tan leona, pues no me iba a encontrar a gusto, a lo cual el respondió que quería que ocurriese algo esa noche, y contra más provocativa fuese más fácil sería que se me pegarán los tíos. En vista de cómo le vi, me sentí tan excitada que le garanticé que esta vez no iba a ser necesario esperar a que me atacasen, iba a ser yo quien iba a atacar, y que no se podía esperar el verme tan decidida como iba a estar.

Por fin salimos de la casa para el recinto ferial, y después de estar en dos o tres casetas con las consiguientes copitas, entramos en una que tenía mas ambiente discotequero que de feria, y aunque había mucha gente demasiado joven no faltaban personas de nuestra edad (nunca me a gustado buscar niños),así que el ambiente prometía.

Entramos juntos como dos amigos y nada más entrar vimos un grupo de amigos (tres) que me desnudaron con la mirada, a lo cual les respondí con una amplia sonrisa, y cuando nos acercamos a la taquilla para sacar tickets para la bebida le dije a José :

  • nene creo que ya he ligado con esos y uno de ellos en especial está muy bien

      • pues ya sabes todo tuyo
      • ¿estas seguro de que quieres hacerlo? (qué pregunta más tonta)
      • contra más guarrilla seas esta noche más me vas a poner, tu lo sabes
      • vale, déjame sola un ratito que no para de mirarme
      • me voy a ir a la otra esquina para verte mejor... suerte
    • José pidió un ron-cola, y cuando se lo sirvieron se alejó, entonces me dirigí al servicio pasando junto al grupo de amigos con la buena suerte de que uno de ellos me cortó el camino poniéndose a bailar muy raro delante mío (estaba de cachondeo) no pude el evitar reírme (no sé si porque me hizo gracia o por los nervios que tenía en estomago) y le pedí que me dejase ir al baño que no me aguantaba, a lo cual me respondió que sólo me dejaría pasar si al salir volvía con ellos para bailar, a lo cual accedí.
    • Nada más entrar al baño (mejor dicho, en la cola que había para entrar ) sonó mi móvil.Vi que era de José y le contesté, quería saber que me habían dicho, se le notaba excitado y ansioso, y después de decírselo le dije que se lo tomase con calma, que quedaba mucha noche.
    • Cuando salí pasé al lado de ellos y sin darme tiempo a escaparme se acercó uno de ellos y se presentó ( el hielo estaba roto), de los nombres sólo recuerdo el de Miguel, pero los tres eran muy simpáticos. Estuve cerca de veinte minutos de charla y pude ver la cara de José al fondo de la caseta (estaba atacado de los nervios, siempre le pasa lo mismo), y me di cuenta de que no debía perder demasiado tiempo, por lo que empecé a prestar mas atención a Miguel que a sus dos amigos, los cuales a los cinco minutos se habían dado cuenta de mis preferencias, hasta que optaron por hablar entre ellos y buscar más chicas con la mirada en toda la caseta. Cambió la música que ponían por salsa, y Miguel empezó a bailar enfrente, lo cual imité mostrándome todo lo hermosa que podía, pues el vestido era tan corto que en muchos movimientos casi se podían apreciar los cachetes. Me di cuenta de que el escote estaba un poco más bajo de la cuenta, y el encaje del sujetador se veía claramente, y los ojos de mi nuevo amigo no podían resistirse a acabar siempre en la misma zona, en el perfecto canal que tan generosamente mostraba. A los cinco minutos estábamos sudando, y le notaba excitado, como una moto, así que viendo como estaba la barra de llena pensé que lo mejor sería ir a pedir algo, pues tendríamos que achucharnos y eso podría ser divertido... y lo fue - - Tardaron cerca de diez minutos en atendernos, y en ese tiempo él estuvo pegado detrás de mí, al principio con cautela , pero viendo que yo no decía ni hacía nada por evitarlo, cada vez más cerca ,hasta el punto de llegar a frotarse contra mi culo, notando yo un enorme bulto en su pantalón. Viendo como le tenía de excitado, giré la cabeza hacia él y le besé suavemente los labios, dándole un mordisquito en el labio de abajo. Aprovechamos la aglomeración de gente para frotarnos y calentarnos, y cuando él empezó a por sus manos en mis caderas y a jugar con las tiras laterales de mi tanguita le tuve que pedir que parase, pues se me estaba escapando flujo y me estaba manchando. Cuando nos sirvieron le dije de irnos a una esquina de la caseta que se ofrecía más discreta (estaba en la otra punta de los ventanales y la puerta de entrada de la caseta) y allí seguimos con un apasionado beso y un abrazo en el que no dejó de frotarse contra mí. - - Cuando menos lo esperaba sentí un fuerte tirón del brazo y vi a José diciéndome :
      • Cuidado mira ahí, son Carlos y Carmen
    • Me puse de los nervios, era un matrimonio del grupo de amigos que somos, y estaban a tan solo dos metros nuestros , me podían haber pillado en una situación difícil de explicar, y la cara de Miguel era todo un poema, no sabía qué pasaba, pero se le notaba asustado. En ese momento giró la cabeza mi amiga Carmen y se puso a chillar como una loca, se acercó saltando y dándonos besos , estaba chispeante por la bebida, y me vi obligada a ignorar a Miguel, y hablar con nuestros amigos. - - A los cinco minutos se acercó Miguel y dijo como si conociese a todo el mundo: - - - Oye yo voy a ir dos casetas a la derecha a despedirme de unos amigos, vengo después.
    • José y yo saltamos como un muelle venga vale, vale hasta luego (la situación era tensa y peligrosa, y eso fue lo mejor que pudo hacer) y seguimos como si nada.
    • Tardamos algo en poder deshacernos de nuestros amigos, y cuando salimos fuimos a ver si veíamos a Miguel. Cuando llegamos a la puerta de la caseta le vi sentado solo en una mesa, estaba solo en una caseta medio vacía, con una cerveza en la mano y cara de frustrado, y decidimos que entraría yo y le pondría las cartas boca arriba, si aceptaba nuestra propuesta bien y si no a casita que eran las 4.30 de la madrugada.
    • Entre contoneándome, intentando lucirme lo mas atractiva posible, y cuando me vio recorrió con sus ojos todo mi cuerpo de abajo arriba, estaba claro que le gustaba (a quién no le gusta una mujer joven guapa y sexy). Me senté en su mesa hecha un manojo de nervios (esa era la parte mas difícil para mí) Le saludé y me preguntó qué es lo que había pasado, y yo tragando saliva le dije:
    • -Te explico Miguel, estoy casada hace cinco años, soy muy feliz, pero la relación que tengo con mi marido es muy abierta y teníamos la fantasía de probar un trío con otro hombre, y esta noche he salido a buscarlo. - - - ¿Y tu marido es el que vestía de blanco?
      • Lo siento, si quieres algo conmigo no hay problema, pero esas historias no me van - - - Mira a mi marido no le gustan los hombres, solo quiere que alguien le ayude a darme placer a mí, y no va a intentar nada contigo.
      • Es que esas historias raras no me van.
      • Piénsatelo, realmente te gustaría acostarte conmigo, y tu no me compartes me comparte él, tu tendrás todo lo que te apetezca, lo único que tienes que hacer es ser educado y respetarnos, te garantizo que no te vas a arrepentir. Si quieres salimos te presento a mi marido charlamos un rato y luego decides, sin compromisos, ni malos rollos.
    • Después de pensárselo dos veces accedió, salimos y les presenté, pero como había mucha gente pasando alrededor y el tema no era para tratarlo allí, decidimos irnos detrás de la caseta, pues había una carretera con algún coche aparcado de los feriantes, y un arrollo que bordeaba el recinto. Cuando llegamos nos pusimos entre dos coches y José se puso apoyado en un coche y me cogió por la cintura y me pegó de espaldas contra sí, mirando los dos a Miguel le dijo: - - -Mira Cristina es muy atractiva, y me excita la idea de verla con otro. A mi no me gustan los hombres, por lo que no debes temer nada de mí, solo pido educación y respeto, y por supuesto usar preservativo. A condición, podrás disfrutar con ella todo lo que los dos deseéis, sin que yo ponga reparos.
    • Mientras decía todas estas cosas se dedicó a desabrocharme el sujetador, y sacármelo de cada brazo sin quitarme el vestido, y hubo un momento que se me vieron los pechos claramente, así que debido a mi excitación quedé con los pezones totalmente erectos notándose a través de la fina tela del vestido. José se dedicó a seguir con sus dedos los bordes de mi tanga, y yo estaba hecha una pura baba en mi zona húmeda. Cuando acabó de decirle todo eso subió el vestido de las dos caderas hasta poner el borde al limite de mi sexo y le pregunto - ¿de verdad estas dispuesto a dejar pasar esta oportunidad?
    • Yo podía ver como estaba mi nuevo amigo, me miraba con una cara de deseo que calentaría a la mas fría de las mujeres, y el bulto del pantalón parecía que podía estallar. Miguel se estaba entregando, realmente tenia un dulce delante suyo que no podía rechazar, y preguntó de nuevo-¿y tu vas a mirar solamente?
      • No, yo voy a participar, pero la idea es que disfrutemos de ella sin que haya nada de nada entre nosotros, ¿si una noche con un intimo amigo tuyo te saliese un ligue que quisiera hacérselo con los dos aceptarías?
    • Su contestación fue dirigirse a mis pezones y pellizcarlos, mientras metía una pierna Entre mis muslos y conseguía mi primer suspiro de la noche. Nos preguntó que si teníamos un sitio a lo que respondimos que no, entonces nos ofreció ir a su casa, un apartamento en la entrada de Torremolinos, y como teníamos los coches en zonas muy separadas y había mucho trafico quedamos en la estación de autobuses de allí.
    • Cuando José y yo llegamos al coche descansé, pues me fueron temblando las piernas y apenas podía aguantar el equilibrio sobre los tacones desde que Miguel se despidió de mí con un beso en la boca y apretándome contra José los sentí a los dos muy duros. En el trayecto a Torremolinos no hablamos prácticamente nada, José se dedicó a repetirme insistentemente que quería verme entregada a disfrutar de todo , mientras me iba masturbando. Tuve dos orgasmos en tan solo diecisiete minutos que duró. Cuando llegamos a la cita estuvimos esperando unos cinco minutos y apareció Miguel, venía nervioso, y nos reconoció que no tenía claro que realmente fuésemos a ir a la cita, se le veía totalmente entregado. Llegamos a su casa (un coqueto apartamento con un baño, un saloncito con cocina americana, y una amplia habitación con una gran cama, realmente idóneo). Nada más entrar dije de ir al aseo, pues quería darme una ducha, y Miguel dijo de preparar unas copas mientras tanto. Me duché y me volví a vestir pues se que a los hombres les excitan mas los preámbulos que otras cosas, y quería ser una libertina total esa noche a los ojos de mi marido, no me sequé el pelo en exceso pues me vi bien así, y me pinté lo justo para que se notase. Mientras me arreglaba los escuche hablar, y a Miguel preguntar qué era lo siguiente, a lo que mi marido le respondió que lo que a él le apeteciese. Salí del baño y los miré a los dos, estaban totalmente cachondos, José me llamó y pegándose al respaldo de un sillón me pegó contra él poniéndome de frente a Miguel. - - Estaba realmente sexy, pelo largo caoba rizado y húmedo, vestido de gasa escotado y muy corto, totalmente pegado al cuerpo por la humedad de la ducha y zapatos de tacón que moldeaban mas aún mis piernas. José me levantó los brazos y me hizo rodear su cabeza y mirando a Miguel le dijo: disfrútala todo lo que quieras, esta noche es tuya. Sin pensárselo se abalanzo sobre mí y empezó a besarme achucharme, acariciarme... -
  • No recuerdo bien muchas cosas, pero al poco sentí como me desnudaban entre los dos me acariciaban, me masturbaban..... me llevaron a la cama y allí hicieron de todo conmigo. Esa noche no sé las veces que los masturbé con las manos y con la boca, ni recuerdo todas las posturas en las que me penetraron (infinidad), pero recuerdo que con las luces de mañana me dijo Miguel al oído que antes le había prometido en la caseta que podría hacerme todo lo que quisiera y que él quería tomarme por atrás. Esa practica sin ser la primera vez, no era de las mas usuales pues sin darme placer realmente si me dolía, pero me sentí en deuda y acepté, con la condición de ir despacio y si me dolía mucho paraba. Me puso boca abajo en la cama y mientras José me dedicaba susurros al oído para ponerme cachonda, y Miguel se dedicó a hurgarme el agujero con la lengua primero, y más tarde con un dedo lleno de crema nivea. Cuando empezó a penetrarme despacio, me dolió un poquito, menos que otras veces (estaba siendo mas delicado de lo que lo había sido mi marido en las anteriores ocasiones) y me encontraba deseosa de tantas cosas como oía entre susurros, y al momento estaba dentro de mí por completo y yo sintiendo un placer por encima del dolor, que merecía la pena.

    • Duró unos minutos, no mucho, y sin sacarla me abrazó y giro quedando él debajo, con la almohada levantándole un poco la espalda y yo boca arriba ofreciéndole mi sexo a mi marido. José empezó a preguntarme si tenía ganas de sentirlos a los dos al mismo tiempo, y yo acepté pidiéndole que fuese despacio. Cuando me quise dar cuenta los sentía a los dos totalmente dentro, y tenía un fuego interior difícil de explicar, una extraña mezcla de dolor y placer, y ellos dejándose llevar empezaron a dar embestidas cada vez mas fuertes y profundas, lo que hizo que me doliese un poco mas de la cuenta, les pedí que parasen, pero no hicieron caso de mis peticiones y siguieron. Me taparon la boca con la mano ( no sé cuál de los dos) y disfrutaron de mi cuerpo durante un buen rato, los sentía abrirme por dentro que creía que iban a destrozar, pero me moría de gusto. Llegué a tener otros dos orgasmos, y cuando se corrieron y salieron de mí no pude ni cerrar las piernas. Creo que ha sido la sensación más fuerte que he llegado a vivir nunca, y tengo ganas de repetirlo pero con más suavidad. Dimos una cabezada y a la una de al medio día , nos marchamos a casa. Miguel nos dio su teléfono pues quiere repetir, pero no sé si le llamaremos en otra ocasión pues creo que puedo encontrar mejores amantes, aunque él sea bueno. La verdad es que en nuestros juegos nos divertimos más con los preparativos de arreglarme sexy, y provocar y calentar a quien sea que en los resultados finales, (claro que después de hacer esas cosas siempre viene el sentimiento de culpa después) pero Por ahora la idea es probar situaciones nuevas, otras fantasías... Estamos buscando ideas nuevas para divertirnos así que si alguien que lea esto tiene alguna que piense que puede ser divertido, que no deje de decírnoslo por probar no se pierde nada, que esta vida son cuatro días...
    • Queremos recibir proposiciones de todo tipo, y las que nos lleguen a excitar intentaremos vivirlas, solo pedimos educación, respeto, higiene, y mucha discreción.
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    • Besitos: Cristina y José