En los servicios...

Buscaba nuevas experiencias con desconocidos y me dejé hacer de todo en los servicios de un bar.

Hola, mi nombre es Andrea, soy una chica de 24 años del norte de España y desde siempre he disfrutado el sexo. Hace unas semanas encontré esta pagina de relatos y he pensado en contaros algunas historias que me han pasado a lo largo de mi vida, la verdad es que es algo que me excita ya que me hace revivir esos momentos y como podéis imaginar son todo cosas reales que me han pasado. Espero que os gusten.

Primero me describiré un poco, soy una chica algo rubia, de 1’65 de estatura, no soy delgada aunque tampoco gorda y bueno, tengo los pechos algo grandes y en general no tengo quejas por parte de los chicos...

Lo que os cuento esta vez es algo que me sucedió hace algunos años ya, cuando tenia 18-19 años y salía con una amiga los fines de semana de bares. En aquella época la verdad es que estábamos bastante salidillas y aunque en la actualidad también hago alguna locura en aquel tiempo las locuras digamos que eran mas frecuentes...

En aquella época éramos bastante conocidas en los bares de copas por parte de los chicos, solíamos beber un poco y no teníamos problemas para encontrar chicos dispuestos a pasarlo bien. Esta historia es de un tiempo que ya fuimos a cosas mayores, confieso que una de las cosas que mas me pone es el hacerlo con desconocidos, y si es en público mucho mejor. Me da mucho morbo.

Ya sabéis que en los bares de copas en los servicios de las chicas suele haber cola y los de los chicos casi siempre vacíos y con la puerta abierta. Yo y mi amiga Sandra nos poníamos como si estuviésemos a la cola para ver a los chicos cuando iban a mear, la verdad es que me ponía muy caliente verles las pollas así y durante mucho tiempo pensé en hacer lo que fuera de lo caliente que me ponía.

Una noche que estábamos así un chico nos vio mirar y con una sonrisa se colocaba para que le viéramos mejor, estuvo un rato y cuando se fue hablé con mi amiga:

-Voy a entrar y que hagan lo que quieran conmigo, ya sabes lo que hablamos desde hace tiempo.

-Estas un poco loca –me dijo-, yo paso de entrar pero, eso si, ya me contarás luego.

Ella no entró y se fue, y allí me quedé esperando cerca de la puerta mas caliente que nunca y dispuesta a lo que fuera. Ese día llevaba una minifalda azul oscura que me llegaba a la altura de los muslos y una camisa blanca con un par de botones desabrochados, la ropa interior blanca y con bragas, ya que las prefiero a los tangas. Yo ya había tenido por supuesto muchas relaciones, e incluso una vez con dos chicos, pero buscaba mas y el ron y el vodka con limón que llevaba encima ayudaban mucho a que me sintiera así...

El servicio no era grande, tenía dos urinarios de los de pie y un water tras una puerta medio rota. Esperé que entrasen chicos y al poco tiempo entraron dos que iban juntos y debían de ser amigos, iban también un poco bebidos y cuando me vieron allí mirando empezaron a hablar en bajo entre ellos y se pusieron a mear enseñándome sus pollas sin disimulo.

-¿Quieres ayudarnos para que no se nos salga nada fuera? –me dijeron viéndome como estaba allí mirándoles.

-No me importaría nada hacerlo, parece que tenéis ganas y yo me aburro un poco...

En ese momento entré y comencé la más grande locura que había hecho hasta ese día, le di un beso en la boca a uno de ellos mientras estaba meando y me bajó la cabeza poco a poco hasta la polla que veía que aun echaba un poco, como ya sabia lo que quería abrí la boca y la tomé suavemente entre mis labios, tenia un sabor a orina pero estaba deliciosa, estaba claro lo cachonda que me había puesto.

Mientras tanto el otro me estaba tocando las tetas allí agachada como estaba, me las sacó del sujetador y las sobó todo lo que quiso mientras yo estaba con su amigo. De repente sentí unos espasmos en la boca y entendí que se iba a correr, como siempre suelo tragar el semen no me aparté y traté de tragarlo todo, en ese momento estaba más caliente que nunca y haría todo lo que me dijesen, lo que, de hecho, hice a lo largo de toda esa noche.

El que me sobaba me bajó las bragas y empezó a meterme un dedo, yo estaba chorreando y lo que más me excitaba era estar allí a merced de dos desconocidos y en un lugar público, deseaba que entrase gente y me viera así (y que también se aprovechasen de mí, claro). Me puso de cara a los urinarios y me la empezó a intentar meter en el coño en esa posición, yo la sentía enorme y dura y estaba en el séptimo cielo. Más aún cuando vi que entró un chico y me vio así, se quedó mirando flipando y salió rápido de allí como si no hubiera visto nada.

Sin embargo entró otro que nos vio y se quedó disimulando como que estaba meando en el water aunque yo le veía de reojo y estaba mirando sin parar. Esto me ponía a cien y empujaba fuerte hacia atrás para que el chico me la metiese bien, el otro miraba también y terminó quitándome la camisa quedándome las tetas al aire. De repente sentí un gran calor dentro de mí y comprendí que se había corrido dentro, yo ya había tenido un orgasmo.

En esto se fueron los dos chicos y me dejaron allí sentada en el suelo lleno de orines con la falda por la cintura y desnuda de arriba. El chico que estaba dentro se aprovechó entonces y tal como estaba sin decir nada me empezó a llamar putita mientras me tocaba las tetas, tenía los pezones supererectos y estando así entró otro chico al servicio. Se me tió dentro y entrecerró la puerta medio rota para vernos bien y allí estaba pendiente de todo lo que pasaba. El chico que estaba conmigo ya me estaba poniendo la pollaa la altura de la boca y yo me levanté con ella en la boca y me puse de espaldas a la puerta donde estaba el otro chico .

Lo que quería era que viniese él también y por eso me levanté la falda aun mas y le enseñé todo mi culo. Al rato noté unas manos tocándome y sabía que era él. Allí estaba chupándosela a uno y con otro sobandome por detrás de nuevo. Empezaron a hablar entre ellos, por lo visto se conocían, y decía frases como "a esta se la meto ahora", "no se escapa de aquí"... La verdad es que me ponía más caliente y ya estaba a merced de todo lo que quisieran. Terminaron metiéndomela los dos y corriéndose en mi boca uno, y en mi cara el otro.

Después de que les limpié bien sus pollas se fueron y allí me quedé yo de nuevo llena de semen por todas partes y pensando que ya era la hora de marchar. En total había tenido tres orgasmos y estaba realmente muy cansada aunque feliz también de la experiencia. Así que me vestí allí dentro con la puerta entreabierta y luego me fui, por cierto que mientras me vestía entró un chico que me llegó a ver las tetas y se fue rápido como pensando que se había equivocado de baño.

Al día siguiente se lo conté todo a mi amiga y a lo largo de ese año repetí varias veces más esa experiencia allí en los servicios de ese y de otros bares. La que he contado fue la primera vez que, por ser la primera, me pareció la más oportuna y quizás la más excitante.

Como dije al principio, en mi vida hay muchas experiencias relacionadas con el sexo y para mi es excitante también el empezar a compartirlas con vosotros, así que espero vuestros correos y ya me despido hasta la próxima con un beso donde más os guste.

[Andrea]