En los campamentos (2)
Sofía pasa de mi y me busco a otra.
Después de mi primer encuentro con Sofía no hubo más que algunos toqueteos en cuanto había oportunidad, pero no pasaba de ahí.
Llevábamos 7 de los 13 días de campamento cuando vi como Sofía se enrollaba con uno de los chicos de mi habitación, con Juan Carlos. Eso me cabreó al principio, pero después pensé q si ella disfrutaba con otros yo también, así que me distancié un poco de ella y empecé a hablar mas a menudo con las otras.
En especial fijé mis ojos en María, una chica de 16 años, rubia, de mi misma estatura (165), pocas tetas pero muy buen culo y también parecía (y como pude comprobar poco después) con muy buen coño. Además tenía carita de ángel y eso me ponía todavía más. Así empecé a ligármela y ella estaba bastante por la labor, y una noche en la discoteca nos empezamos a enrollar y nos fuimos hacia su habitación. Allí nos tumbamos, me quitó la camiseta y nos seguimos besando. Nuestras lenguas jugaban la una con la otra mientras yo le tocaba por donde podía.
Ella estaba encima y le empecé a sacar la camiseta de tirantes q llevaba y se quedó en sujetador. Yo no quería ir muy deprisa por si ella no quería, pero de momento estaba dispuesta. Empecé a sobarle las tetas por encima del sujetador mientras ella empezó a chuparme los pezones (delicioso) y puso una mano en mi polla y empezó a acariciármela por encima del pantalón. Luego desabrochó el botón (iba con unos tejanos muy ajustados) y bajó la cremallera. Mi polla saltó aunque fue frenada por los calzoncillos que me bajó en seguida para liberármela. Yo levanté un poco la cadera para que ella pudiese bajar del todo mi pantalón y mis calzoncillos.
Cuando yo estaba ya sin ropa empezó a besarme de nuevo en la boca mientras con su mano me hacía una paja. Yo le desabroché el sujetador y liberé sus dos pequeñas tetas. Entonces ella se sentó encima d mi pecho y empezó a sobárselas y después me dejó a mí que se las sobara. Mientras le masajeaba sus tetas ella me hacía una paja hasta que le pregunté si alguna vez había mamado una polla. Yo suponía que si porque era la típica rubia calienta braguetas pero me dijo que no, que solo había echo algunas pajas a algunos chicos de su colegio (algo parecido a lo que me dijo la chica con quien lo hice la primera vez).
-¿Quieres probar?-le pregunté
-No se, ¿a que sabe?
-Nunca las he probado, pero supongo que parecido a lo vuestro
-Bueno, si tu me mamas a mi yo te la mamo a ti.
Cuando m dijo esto le metí un profundo morreo, le subí la minifalda y le bajé el tanga. Luego le desabroché la minifalda porque desde ahí no le podía ver bien el coño. Era un coño delicioso, con una mata de pelos encima claramente recortados. Empecé a chuparle los pezones y fui bajando poco a poco hasta su coño y empecé a succionarle el clítoris y a lamerle la raja de arriba abajo. Después empecé a meterle un dedo y luego dos. Ella gemía bastante aunque esos gemidos eran ahogados por la almohada para q no nos oyera nadie.
-Me vengo Víctor, mmmmm, así, sigue, mmmmmm, me corrooooooo
Y se corrió en mi boca justo en el momento en que empezaba a jugar con su anito.
Calló en la cama exhausta, pero yo le acerqué mi polla durísima a la cara
-Hemos hecho un trato
-Si, tienes razón, siéntate.
Yo me senté y ella se arrodilló delante mio y empezó a darle besos a la cabeza. Le dije q se la metiera en la boca y empezó a chuparme la punta con la lengua, luego se fue metiendo mas y mas hasta que ya no le cabía. Empezó con el sube y baja mientras notaba su lengua jugando dentro de la boca, y su mano estrujándome los huevos. A ese ritmo no tardaría mucho en correrme. De repente se la sacó de la boca para soltar un escupitajo en su mano y hacerme una paja mientras me miraba con esa cara de ángel antes de volver a comermela. Esa mirada me dejó al borde del orgasmo.
-Me corro María.
Ella empezó a chupar mas y mas y no se la sacaba de la boca hasta que me corrí. Le llenó toda la boca y empezó a echarlo para fuera. Le corría el semen por toda la boca. El que tenía dentro se lo tragó, y el que tenía fuera se lo limpió con una toalla del cuarto de baño.
-¿Te ha gustado? Si lo llego a saber se la como antes a alguien
-Lo has hecho magnífico
-¿Por qué no me comes el culo? Es que antes me he quedado con las ganas
Me puso el culo en la cara. Ella de pié con su culo en pompa y yo sentado en la cama con la cara en su culo. Le separé las nalgas y empecé a pasarle la lengua por su ano mientras le metía dos dedos en el coño. Ella volvía a gemir mientras se sobaba las tetas.
-Quiero hacerlo contigo Víctor.
-Esta bien, túmbate en la cama y separa las piernas.
Yo estaba deseando que me lo pidiera. La vi ahí, con sus pequeñas tetas en sus manos, con su mata de pelo en el coño virgen, con su carita de ángel con esos ojos de color miel. Ya la volvía a tener dura como nunca. Se la apunté a su coñito y empecé a empujar. Me costó bastante meterla hasta encontrar el himen.
-Ahora te dolerá un poco y seguramente sangrarás (de lo que sirven las clases de naturales)
Dí un empujón y noté como cedía el himen. Ella dio un pequeño grito ahogado por la almohada. Me quedé ahí un rato quieto
-¿Quieres que siga?¿Estas bien?
-Si, dale, quiero correrme.
Empecé a follarmela primero flojo y cada vez mas fuerte. El dolor q María notó al principio se volvió placer. Yo empecé a comerle los pezones hasta que me cansé de esa posición.
-Ponte a cuatro patas, que me encanta esa posición
-No, espera, dejame ponerme a mi encima.
Se la saqué y me tumbé yo en la cama. Ella se sentó encima y empezó a cabalgarme. Así podia verle la cara de gusto que ponía. Estuvimos así 20 minutos (en que ella se corrió dos veces) hasta que la avisé.
-María, me corro
-Córrete en mi boca.
-No, ahora quiero en tus tetas.
Me empecé a pajear encima de sus tetas cuando entró Mónica, compañera de habitación de María, tenía el culo gordo y no era una sex-symbol pero tenía unas tetas enormes.
Nos pilló justo cuando yo me empezaba a correr en las tetas de María. Mónica cerró la puerta y se fue. Pero la cosa no quedaría ahí
CONTINUARÁ .