En los baños de la universidad

Mi mejor amiga me da una grata sorpresa de cumpleaños

EN LOS BAÑOS DE LA UNIVERSIDAD

Era una aburrida mañana de un viernes de Octubre, Teníamos 2H libres puesto que los profesores de esas asignaturas no habían podido acudir a impartir las clases.

Yo estaba en la cafetería tomando un café y cuando termine me dirigí a mi taquilla a por unos libros para continuar estudiando por mi cuenta en unas aulas de estudio que tenemos allí disponibles; pero al abrir la taquilla me encontré una nota de mi amiga Alba (Para quien no la conozca le recomiendo ir leyendo mis anteriores relatos).

En aquella nota rezaba: “¡Hola Marina! Soy Alba, te tengo preparada una gran sorpresa en el baño de chicas, acude allí a las 11:45 horas y dirígete al último lavabo empezando por la izquierda”.

La verdad es que la nota me dejo intrigadísima, me pillo por sorpresa completamente y viniendo de esta zagala me esperaba ya cualquier cosa. Tenía casi 2 horas y media libre y no tenía nada mejor que hacer salvo estudiar y estudiar otra vez, así que cogí y me dirigí al lavabo de mujeres a la hora acordada. Ni me imaginaba lo que se venía a continuación.

Pues allí que me presente a la hora acordada. Me pare ante la puerta del baño que me indicó Alba… Agarre aire y toqué a la puerta y se abrió hacia adentro muy poco a poco.

Dentro me esperaba una chica (La cual conocía de vista del campus y sabía que cursaba 3º curso y que era un par de años mayor que yo) era muy guapa: una larga melena morena, tetas de una talla 95 al parecer operadas porque se veían unas pequeñas cicatrices y estaba con la piernas cruzadas donde se intuía un chochito juvenil depilado. Que equivocada estaba yo…

Poco a poca aquella chica fue abriendo sus piernas dejando a la vista una enorme verga flácida colgante. Mis ojos se salieron de la órbita, aquello aun estando en estado de flacidez debía medir unos 17 cm, no quería saber la longitud que alcanzaría estando empalmada (en el fondo si lo quería saber).

Yo estaba que no sabía que hacer o que decir, aquella iba a ser la primera mujer transexual que iba a catar. Así que instintivamente y casi sin darme cuenta mi mano se alargó hasta alcanzar su miembro que seguía flácido, pero no por mucho tiempo más…

Comencé a sobarlo, frotarle el glande, a pajearlo y a acariciar sus enormes testículos. En cuestión de segundos aquello estaba ya duro como una piedra y en todo su esplendor. Aquello debía medir todo empalmando unos 23 centímetros.

También era gorda y pesada, la polla estaba totalmente arqueada y cuando quise darme cuenta de nuevo ya la tenía en mi boca y se la estaba mamando.

Apenas me cabían unos centímetros en la boca, pero me esforcé al máximo, se la chupaba desde los huevos hasta llegar al capullo y luego me la introducía en la boca, para luego hacer el mismo camino a la inversa y terminar con aquellos enormes huevos rebosantes de leche en mi boca.

No llevaríamos ni 15 minutos y noté que ya se quería correr, así que saque aquel enorme rabo de mi boca lo apunté hacia mis tetas y comencé a pajearlo bien fuerte y apretar fuertemente sus huevos para hacer presión y de esa manera obtuve mi premio: No menos de 6 chorros de espeso semen fueron a parar a mis pechos dejándome totalmente perdida.

Me limpie como bien pude, me despedí de aquella ‘chica con sorpresa’ dándole dos besos y me dispuse a volver al aula de estudio para seguir con lo mío.

No había salido apenas de la puerta y recibí un WhatsApp de mi amiga Alba que decía:-“Espero que te haya gustado mi regalo atrasado de cumpleaños, pronto nos veremos y lo celebraremos como Dios Manda. Besos.”