En los baños de la playa
De como tuve sexo con dos machos en un baño público de la playa.
Hola a todos:
Os quiero contar lo que me pasó hace a tan sólo una semana en una playa del litoral andaluz. Soy un chico andaluz, de 38 años, guapete, pelo rizado, 1´80, complexión fibrada. El fin de semana pasado, me trasladé junto con un grupo de amigos y amigas para pasar unos días en la playa.
Todo transcurrió de lo más normal, ya sabéis, playita, baño, sol, comer, beber en fin lo normal en días de descanso en este caluroso verano que tenemos por aquí.
En uno de esos días nos encontrábamos todo el grupo en la playa, en un bar que se encuentra en la misma arena, bebiendo unas cervezas y riendo cuando de repente me quedo fijando en un tío que se encontraba sólo sentado en una de las mesas. El tío no dejaba de mirarme lo que me incomodaba sobre manera ya que el resto de mis amigos no saben de mi condición gay. La verdad es que el tipo estaba bastante bien, de una edad similar a la mía, bronceadito por el sol y con una boca carnosa que me daba un morbo especial lo que me hacía no poder apartar mi vista de él, todo ello con el mayor de los disimulos para que nadie pudiera sospechar lo más mínimo.
Él no dejaba de sobarse el paquete sobre su bañador tipo slip, el cual se iba abultando cada vez más, hasta alcanzar unas dimensiones que a mí me parecía que se le iba a salir de un momento a otro, buscando su polla salir de aquella tela que la aprisionaba para mostrarse ante mí toda apetecible.
Pero nada de eso llegó a ocurrir, cuando mejor vista del asunto tenía, mis amigos propusieron volver al agua para continuar con el baño, a lo cual yo no tuve más remedio que acceder.
En ello nos encontrábamos cuando a mí me entraron ganas de ir al lavabo. El baño se encontraba algo alejado del lugar donde estábamos, así que me dirigí hacia allí, para encontrarme con uno de esos lavabos de obra que se encuentran en la playa y que en la puerta hay un portero el cual se encarga del mantenimiento de los mismos así como de su limpieza, a cambio de alguna propina que los usuarios le dejan al salir. Éste portero en cuestión era un chico negro, que te recibía con una amplia sonrisa y que tenía un cuerpo espectacular, con una camiseta blanca ajustada que le marcaban hasta los vellos del pecho y con unas bermudas también blancas y no menos ajustadas que mostraban un paquete de unas dimensiones tales que parecía tuviera guardada en su bragueta la bayeta de limpiar los lavabos.
Cuando entré me situé en uno de los cubículos con puerta, cuando oí como se abría la puerta principal y advertí como alguien había entrado y se había dispuesto a mear en uno de los lavabos de la pared.
Cuando terminé y salí, cual fue mi sorpresa que me encontré con el tipo del bar que estaba orinando. Me dispuse a lavarme las manos y de reojo miré al hombre que se encontraba justo al lado mía. Él se retiró un poco hacia atrás y me ofreció la visión gloriosa de una polla en erección de unos 20 cm, que no dejaba de menear mientras me miraba. Yo como hipnotizado por el movimiento de su mano sobre su polla, me acerqué a él y sin mediar palabra me agaché y me la metí toda en la boca de un solo golpe lo cual me hizo casi atragantarme pero no me importó tal era mi calentura lo que se demostraba con mi propia polla que estaba a punto de estallarme dentro del bañador.
El tío comenzó con una follada de mi boca casi violenta y que me tenía loco, conscientes ambos de que todo debería transcurrir muy a prisa ya que mis amigos podían preocuparse si tardaba demasiado.
En esto estábamos cuando ni siquiera nos dimos cuenta de que la puerta del baño se abrió y por ella entró el chico del mantenimiento, el cual movido por la tardanza de ambos quería inspeccionar lo que allí ocurría.
Ambos nos quedamos petrificados cuando el chaval entró y nos encontró a ambos teniendo sexo, sobre todo a mí que me encontraba con la polla del otro en la boca. No sabíamos que hacer ni que decir, pero el chico de color si que supo que hacer y sólo hizo una pegunta:....pretendían disfrutar ambos sin mi?.
Dicho esto los ánimos se calmaron ya que supimos que las intenciones del chico eran las de unirse a la fiesta, por lo cual se acercó a mí por detrás y agachado como estaba y haciendo que continuara con la mamada que estaba haciendo, se sacó su descomunal polla negra y chorreante de liquido preseminal, se colocó un condón y me la metió entera en mi culo que me ardía de calor y dolor ya que aunque había tenido penetraciones anteriores, nunca de una polla de aquél tamaño.
De pronto el dolor se transformó en un placer que casi no podía soportar, y a cada una de sus embestidas más profunda me tragaba la polla del tío al que se la mamaba el cual gemía de gusto y alcanzaba a cogerle los huevos al negro or encima de mi espalda, el cual le gritaba que se los apretara con fuerza sin miedo a hacerle daño.
En una de esas noté cómo la polla del negro se endurecía más si cabe y comenzó a decir que se corría a lo cual se unió el primer tipo, con lo cual los dos acabaron casi al unísono como si lo hubieran ensayado antes.
Noté en mi culo la leche caliente del negro dentro del condón y sobre mi cara, ya que no me gusta tragarme la leche, sentí que me inundaba entero la leche de mi primer amante. Ambos quedaron exhaustos por el placer proporcionado y por el calor que hacía en el lugar.
Cuando pude incorporarme pensé que ambos se irían pero cual fue mi sorpresa que me apoyaron sobre la pared y mientras el negro me lamía la punta de la polla y chupaba los huevos, el otro me masturbó hasta acabar en un gran corrida que fue a dar contra una de las puertas del wc.
Ambos salieron del lugar y yo me quedé limpiándome, de nuevo entró el negro con sus enseres de limpieza, para limpiar los rastros de lo que allí había ocurrido, salí del lugar para reunirme con mis amigos y el negro me dio un gran morreo que me supo a gloria antes de salir.