En las duchas del Equipo

Estábamos en la pista de juego, todos sudábamos a mares del entrenamiento, pero ami me ponía ver a mis compañeros sudando, corriendo, botando y saltando para tirar a canasta, ya que en cualquiera de estas acciones el paquete se mueve y con el sudor todavía se marca más.

Normalmente cuando acabamos los entrenos de básquet, en el vestuario, yo y mi amigo, Bruno, que somos muy buenos amigos, siempre estamos jugando con la bolsa de la ducha o con la ropa o simplemente hablando con los demás jugadores para hacer tiempo.

Hablábamos de cualquier cosa, para matar el tiempo mientras los demás se duchaban; colocamos los botes en las baldosas, las toallas en los percheros (vamos cualquier tontería esperando a que los demás acabasen).

Cuando ya veíamos que los dos o tres últimos ya iban a salir de las duchas el y yo nos metimos, y, mientras los últimos se vestían y recogían sus cosas, Bruno y yo hablábamos de la jugada del partido o de si íbamos a salir de marcha ese viernes para ligar.

Cuando ya nos dejaban solos, Bruno me tiraba a la pared y empezaba a besarme apasionadamente mientras nuestras pollas y el pecho se nos juntaban y se rozaban. Nos encantaba hacerlo en la duchas por varias cosas; olía a tío sudado, con el agua de la ducha podíamos gritar más ya que el ruido camuflaba nuestros gemidos, y sobretodo el morbo que nos daba hacerlo en un sitio público, en que cualquiera pudiera vernos.

Las duchas tenían cronómetro y como yo estaba de espaldas a los botones cada vez que Bruno veía que se apagaban me empotraba contra el botón para volver a encenderlo, eso me ponía mucho. Cogíamos jabón y nos enjabonábamos el uno al otro. A mi me encantaba énjabonarle el culo y pasarle la pastilla de jabón por la raja, eso le ponía mucho, y mientras yo le énjabonaba el me lamia el cuello y los pezones, y yo automáticamente me ponía cachondo, y mi polla crecía, y como él estaba enganchado a mi, su polla al notar la mía dura se endurecía también.

Yo ya caliente me agachaba de rodillas, y él ya contra la pared, le enjabonaba la polla mientras se la ácariciaba, como el agua caía, el jabón se le quitaba y yo aprovechaba para lamerle el glande poco a poco, la verdad es que Bruno estaba, y sigue estando, bastante bien dotado, así que tenía asegurado el orgasmo con él.

Él ya harto de esperar me agarraba la cabeza y empezaba a meterme la polla poco a poco en la boca mientras yo se la lamía, sentía toda su polla en mi boca e incluso su glande en mi campanilla, yo le miraba con cara de niño bueno y él me miraba con cara de querer hacer más cosas conmigo.

Empezábamos ya a calentar la cosa, mientras yo ya hacía la mamada y me la metía y sacaba de la boca, era bastante grande así que había veces que al llegar hasta el fondo me daban arcadas, pero a Bruno le daba igual, e incluso le ponía, ya que cuando me oía y veía, me apretaba más su cintura a mi cara para que me atragantara más con su polla.

Se la seguí mamando un buen rato mientras tirábamos y aflojábamos, hasta que ví que Bruno ya estaba caliente como un toro

Me empotro contra la pared y pego mi cara a la pared, se agachó y me levanto una pierna, y empecé a notar como me daba lametazos en el ojete (apertura del culo) y no hay cosa que me guste más que me coman el culo, así que empecé a gemir con bastante intensidad mientras el me lo lamía, la cosa se fue animando tanto que incluso llegó a meterme la lengua y lamerlo por dentro. Yo estaba a mil y el lo mismo pero tres veces más, ya que me agarraba con fuerza y me lamía con esa misma fuerza.

La única conversación que tuvimos en ese momento fue parecida a esta.

• Oye tío aunque pocas veces lo hacemos aquí… ¿Porque no echamos un polvo?- le dije

• Por mi de puta madre tío, ya ves como estoy (mientras se señalaba la polla tiesa).- dijo

Nos salimos de las duchas y nos empezamos a estirar y a morrearnos en los bancos mientras sacabamos el condón de su mochila. Yo abrí el condón con la boca y se lo coloque en la polla, lo puse bien y como no teniamos lubricante los dos escupimos en su polla y yo se la chupe un poco para cubrir la polla de saliva. Bruno se sentó y yo me senté encima, mirándole, y me abrió el culo y me acomodo la polla en mi ojete, empecé a bajar poco a poco sintiendo el glande entrando a lo que lancé un gemido.

Me agarró de la cintura y me empujó para abajo para metermela toda, a lo que yo grité de placer, después de acomodar su polla en mi culo ya empeze a rebotar y a cabalgar. Empezamos a gemir del gusto, yo gritaba más que el pero se notaba que él estaba disfrutando, estuvimos un buen rato en esa postura pero en el momento que me agarro de la cintura y empezó a follarme el, me reventó entero, yo decidí bajarme de encima de él y ponerme a cuatro pero de pie y el me agarraba mientras seguía metiendomela.

Cuando estábamos en los bancos follando con todas las ganas y entusiasmo, entró Óscar que se había dejado la chaqueta y nos pilló follando, nosotros paramos al verle en la puerta y él dijo:

• ¿Qué coño estáis haciendo?-

Nosotros no nos escondimos y le dijimos que estabamos follando, en ese momento Bruno empezó a follarme muy suavecito porque estaba demasiado caliente para parar, pero yo lo notaba.

Óscar no sabía como reaccionar, nosotros no queríamos parar así que yo le dije a Óscar:

• Tío nos has pillado justo cuando mejor estábamos follando, si no te importa...-

• Vengo a coger la chaqueta... (señalandola al final del banco).- dijo Óscar

Bruno empezó a follarme con fuerza otra vez y yo a gemir, se notaba que a Óscar le gustaba vernos pero no lo quería aparentar. Bruno le animó a pasar a por la chaqueta, a mi no me molesto, ya que seguía gimiendo, y ahora que Óscar nos estaba mirando lo estaba disfrutando más. Se notaba que a Óscar se le estaba empezando a poner dura, y antes de que saliera por la puerta le dije entre gemidos:

• ¿Quieres quedarte?-

El dijo que no le importaba si no nos molestaba, así que se sentó en el banco de enfrente a mirarnos. Al ver que se había quedado y que se le estaba empezando a endurecer empeze a cabalgar más rápido y a gemir más fuerte, tenía ganas de que Óscar se desnudara también y me diera de mamar, así que empecé a hacerle caras mientras apretaba mi lengua contra mi mejilla por dentro, simulando que tenía una polla metida en la boca.

Óscar con la polla ya tiesa se levantó y se acercó a nosotros, me puso el paquete en la cara a lo que empecé a tocarlo por encima de su pantalón, le dijo a Bruno algo  que no llegué a oír y yo como buena zorra empeze a lamer su paquete por encima del pantalón, él al verme tan cachondo se lo bajó y me dejo la polla en la cara a lo que yo lo empuje contra mí metiéndome su polla en la boca, y allí estabamos los tres, Bruno metiendomela por el culo y Óscar por la boca. Bruno le animaba a soltarse diciendo cosas como “La come bien eh” y funcionó ya que Óscar y Bruno siguieron follandome la boca y el culo hasta que Bruno empezó a avisar que en unos pocos segundos se iba a correr.

Yo me estiré en el suelo del vestuario entre agua y sudor y les dije:

• Poneros los dos de pie y correos encima de mi.-

Me hicieron caso y Bruno fue el primero, se arrodillo encima de mi y me puso la polla en la cara, mientras Óscar de pie se la pajeaba, Bruno empezó a pajearse demasiado fuerte poniendo cara de estar a punto de soltarme la mejor corrida de su vida, nose si fue la mejor pero me dejó casi media cara llena de corrida, Bruno cansado se tiró al suelo conmigo y dejo turno a Óscar, pero esta vez Óscar decidió ponerse encima de Bruno y empezó a pajearse fuerte para correrse, así que yo decidí ponerme de rodillas al lado de Óscar y lamerle los pezones para excitarlo y así fue, ya que se corrió en todo el pecho de Bruno, los tres nos tiramos al suelo con los brazos por encima del cuerpo del de al lado y yo que era el ultimo me corrí pero encima de mí mientras Bruno me hacía lo mismo que yo había hecho a Óscar, tocarme los pezones.

Todos estábamos exhaustos sobretodo Bruno y yo, y cuando estábamos ya a punto de levantarnos Óscar dijo:

• La próxima vez que lo hagáis aquí, avisadme cabrones.-

A lo que los tres nos empezamos a reír.

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