En la UBA viendo a mis compañeros
Despues de una fiesta terminan teniendo sexo anal, mientras miran a sus amigos.
Hola, mi nombre es Juan y esta historia es 100% real ocurrió hace unos 10 años atrás en una Facultad de la UBA en Buenos Aires. Luego de estar un año dentro de la facultad y a punto de dar los finales, 15 días antes se realiza dentro de la misma cátedra la fiesta para despedir el año, y en la misma fiesta elegimos a la reina de la cursada, al rey, etc. Es un festejo clásico que siempre se realiza, con la particularidad que se empieza a beber desde las 8 de la mañana hasta las 22 más o menos, y si alguien tiene aguante. Esa mañana empezamos a tomar cerveza, sidra, clerico, etc. Desde las 8 de la mañana para el mediodía el descontrol era grande y estábamos unos cuantos muy alegres tenía a una compañera de curso que voy a llamar Julieta a la cual luego de unas insinuaciones y unos tragos nos pusimos muy cachondos, hasta que nos besamos y después del segundo beso le propuse ir a un lugar más cómodo y solitario. Luego de ser un poco reticente, nos dirigimos por las escaleras a los pisos superiores que a esta altura del año, están poco utilizados o hay mucha menos gente... luego de buscar nos fuimos a un ala deshabitada y sin luz solo teníamos la luz del se veía solo por una ventana mal clausurada y cerrada. Con tan poca luz empezamos a besarnos apasionadamente, y a recorrernos con caricias nuestras manos, las caricias hicieron que subiera la temperatura, a todo esto ella ya tenia su guardapolvo totalmente abierto y le comía el cuello, mientras bajaba para besarle los pechos, entonces levante su remera y comencé a chupar, morder y disfrutar de sus pechos, sus pezones eran chiquitos, pero muy duros, y firmes, mi lengua los recorría con gran fuerza. Mientras metía mis manos entre sus polleras.
Su respiración se entre cortaba y gemía en voz baja. Mis manos recorrían sus piernas tratando de llegar a su conchita. Ella me tenía abrazado y acariciaba mi espalda. Mis dedos la sintieron muy mojada y para ser mas fácil mi tarea comencé a bajarle su pequeña tanga blanca hasta sacársela. Al arrodillarme para sacarla deje mi boca entre sus piernas, y entonces empecé a saborear sus jugos mientras que mi lengua la penetraba bien hondo.
Fue ahí cuando empezamos a oír ruidos. Eran dos compañeros de curso que venían al mismo lugar donde estábamos nosotros. Rápidamente me incorpore. La tome de la mano a Julieta y nos metimos dentro de un aula abierta al final del pasillo, totalmente a oscuras.
Nos quedamos muy quietos viendo a nuestros compañeros, que rápidamente empezaron a besarse y acariciarse. Al verlos nuestro calor se reanudo entonces, en ese mismo instante Julieta se agacho y saco mi pija afuera. Tiene un tamaño normal, un poco más gruesa que lo común, la chupaba como un nene devora un chupetín su lengua la recorría toda, tratando de llevarla hasta el fondo de su garganta. Me estaba dando una mamada sensacional. Mientras veía a mis compañeros disfrutando de la misma manera que nosotros. Fue en un instante que vimos que él le desprendió el delantal y le empego a comer los pechos a nuestra compañera que hizo que mis ganas de penetrar a Julieta se dispararan. Se la saque de la boca, la deje ahí en el piso y para que pudiera ver también hice que se quedara de rodillas mirando, fuera a nuestros compañeros de cursos, y viera como le chupaban los pezones a su amiga. Fue en ese instante que me puse detrás de ella y con su culo y concha a mi merced, ahí mismo comencé a pasar mi lengua, desde su concha mojadita y bien caliente, hasta su culito que estaba bien cerrado. Pasaba mi lengua y miraba que hacían nuestros compañeros.
Entonces me incorpore y despacio comencé a penetrar su vagina, que al estar tan mojada facilitaba mi tarea. Cada vez mis movimientos eran más rápidos y sus gemidos mas fuertes. Estaba gozando como hacia rato no gozaba. Y me encantaba la situación. Entonces moje con mi saliva mi dedo y se lo metí en su culito. Ahí mismo se quejo, me dijo que por ahí no que nunca le habían metido nada en su culo y quería que se mantuviera así. Pero no le preste atención y enterré mi dedo bien profundo. Metiéndolo y sacándolo rápido y cada vez más duro. Ella gemía cada vez más fuerte, por lo que le puse en la boca su tanga para que la mordiera y no gritara. No quería que se dieran cuenta de nuestra presencia. Fue después de esto que saque mi pene de su vagina, toda mojada, y la puse en la entrada de su culito virgen. Despacio metí la cabeza, ella me decía que no que le dolía, que la sacara que la estaba partiendo en cuatro. Me rehusé y le dije que gozará y mientras dejaba toda la cabeza dentro de su culo, metía mis dedos en su cueva, y amasaba sus pechos. Deje que se dilatara su culito, y empecé a moverme, tratando de enterrarla cada vez más, de hacer que mis testículos golpearan su culo. Por fin la metí toda y ella solo gemía. Me movía cada vez más rapido y sacando y metiéndolo todo. Ella gritaba de placer gemía como loca, yo no aguante más y termine dejándole todo mi semen dentro de su culo. Fue tanto el gozo que le provoco a ella que empezó a gemir, que gritaba de placer. Al oír los ruidos nuestros amigos se fueron corriendo por las escaleras y nosotros salimos rápidamente y pude ver como corría mi leche por su culito, y entre sus piernas, paramos frente al ascensor que se abría vacío frente a nosotros y nos besamos apasionadamente. Ella me dio las gracias por tanto placer, mientras se colocaba su tanga.
Salimos de la facultad nos besamos. Y Julieta me dijo que el día del final lo repetiríamos. Pero eso es otra historia.
Soy del Gran Buenos Aires, espero recibir sus comentarios a mi mail losdedos@hotmail.com