En la tranquilidad del hogar (8)
Estaba con mis padres y hermano tranquila en casa y recibimos la visita de mis tíos, Manuel, Rocío y mi prima Cladia que venía acompañada de Marilyn.
En la tranquilidad del hogar (8)
Se acercó un nuevo fin de semana, era sábado por la tarde, mi papi ya se encontraba en casa, mi mami y mi hermano también estaban. Y como de visita sorpresa, casi llamados con mi pensamiento, llegaron mis tíos Manuel y Rocío, hermana menor de mi madre, acompañados de mi primita Claudia y de una amiga Marilyn. Marilyn, es una morena alta, cabello negro ondulado y largo, algo más de 180 centímetros de estatura, delgada, ojos grandes y redondos, boca pequeña, culo pequeño pero bien pronunciado y unas tetas enormes, es lo que más llama la atención de su cuerpo, mis ojos fueron directo hasta el escote de su blusa para admirar aquellos grandes pechos, tiene unas hermosas piernas delgadas y unos muslos apetitosos que se escondían bajo su falda. En la reunión familiar éramos ocho con nosotros los de casa. Para amenizar la reunión pusimos unas cervecitas, unos traguitos y algo de música ligera, un ritmo de salsa, algo de cumbia, no a mi estilo, pero aceptable. La música amenizaba la reunión, no había parejas definidas, nos movíamos sensualmente al ritmo de la canción que sonaba en el equipo. A estas alturas de las cosas todos conocíamos nuestros secretos y nuestras maneras de amar y disfrutar.
Claudia bailaba muy pegada al cuerpo de Marilyn, sus manos se sobaban el culo y sus bocas se entrelazaron en un excitante beso. Era el inicio de una gran noche. Mi madre bailaba con mi tía Rocío, detrás de ella estaba mi hermano bailando y sobándole la verga en el culo de mi tía. Yo estaba con mi padre y detrás de mi tenía a mi tío Manuel, sobándome el culo, pegándose a mi cuerpo. Claudia seguía en lo suyo con Marilyn, yo entre dos vergas que me aprisionaban constantemente. Mi hermano le levantó el vestido a mi tía Rocío y metió su mano dentro de su calzoncito, palpándole sus nalgas, ella se apretaba a mi madre y le comía la boca con desesperación, abrazadas la una a la otra. En este estado de excitación desenfrenada, mi hermano se arrodilló metió sus dos manos debajo de la falda de mi tía y le bajó su calzoncito para amasarle sus nalgas, para besarle y lamerle el culo, metiéndole finalmente uno de sus dedos en su ano. Vestía un short corto y un polo ajustado, debajo de ellos no llevaba nada, pude sentir cuando se pegaban a mí, las vergas duras de mi papi y mi tío. Claudia había sacado por encima de la blusa de Marilyn una de sus tetas y se las mamaba locamente, mientras ella se deleitaba en el culo de Claudia.
Al descansar, luego del pequeño baile me senté al lado de mi padre y del otro lado mi tío. Al sentarse a mi lado, me tío me acarició la pierna por encima de mis rodillas, en mis muslos y fue subiendo su mano hasta encontrar el inicio de mi coño por encima de mi short, rascándome con la punta de sus dedos mientras le acariciaba la mano que me empezaba a meter dentro de mi short, empezaba a excitarme. Abrí más mis piernas para que me tocara bien y pudiera meter sus dedos dentro del short, me recosté en el sofá con los ojos cerrados y me dejé hacer esos masajitos suaves en el coño, me puse mojadita. Mi padre me acariciaba dulcemente las tetas, mientras seguía recostada en el mueble de la sala.
Estando así de excitada nos fuimos a mi habitación. En mi cuarto nos despojamos de toda nuestra ropa admirando nuestros cuerpos con detenimiento. Cuando nos hubimos desnudado, se la agarré a los dos, una verga en cada una de mis manos, la tenían grande y dura. Me arrodillé para mamarle la cabeza de su verga a mi tío, sosteniéndola del tronco, mientras con la otra mano masturbaba la verga de mi padre, luego mi boca en la verga de mi padre y masturbaba la verga de mi tío. Las puertas de las habitaciones estaban abiertas y, hasta allí llegó mi prima Claudia, y ambas le dimos unas buenas mamadas a las vergas de nuestros papis. Yo sostenía la verga de mi papi con mis dos manos, sujetándome él, con sus manos, mi cabeza moviéndomela hacia adelante y hacia atrás, violándome la boca y yo chupando su rica verga tantos días extrañada por mi. Luego se separó de mí, me puso de pie y me hizo ponerme al filo de mi cama para abrirme las piernas con sus manos y empezar a comerme el coño, sabía lo que me gustaba. Con sus dos manos sostenía abiertas mis piernas y con su lengua me lamía el coño, el clítoris y me mojaba humedeciéndome toda. Al salirse de mi me subí a la cama en cuatro patas y así me quedé en el centro de la cama esperándolo, al verme tan dispuesta se subió y se puso detrás de mi, metió sus manos debajo de mi para abrirme un poco más y empezar a acariciarme el culo e irse con sus manos en sus caricias por el resto de mi cuerpo, hasta tocar mi espalda para empujar mi cabeza hacia la cama de modo que mi cara la tocara, quedando mi culo expuesto con las piernas abiertas y me la empezó a meter de a poquitos hasta que la tenía toda dentro de mi, sujetando mis caderas con sus manos, jalándome de adelante hacia atrás para meterme toda la verga por el coño y yo gimiendo con mi cara apoyada en la cama, tratando de acariciar su culo con mis manos. Me daba unas embestidas tan rápidas y tan fuertes que el ruido se hacía intenso golpeando la cabecera de la cama contra la pared en cada movimiento, en cada golpe de sus testículos con mis nalgas. Estaba de lo más gozosa con esa cogida, decidimos variar un poco y me puso boca arriba, abrí mis piernas para que pueda meterla bien, cuando lo hizo tomó mis piernas con cada una de sus manos y se las puso en cada uno de sus hombros y quedé así doblada y en cada mete y saca quedaban mis rodillas hasta la altura de mi cara y medio cuerpo de mi hermano encima de mí. Qué bien me la estaban dando y en el vaivén de sus movimientos sobre mi cuerpo la puerta de mí cuarto miraba a Claudia arrodillada chupándole la verga a su papi, mi tío, tenía sus manos en sus nalgas para empujar hacia su cara como si quisiera que más verga le entrara en su boca, mientras él le acariciaba sus tetas de pie a su lado.
Necesitaba probar estas dos vergas que tenía cerca de mí. Mi padre se puso en medio de la cama boca arriba sosteniéndose la verga con una mano, yo me trepé en él y me la clavé en el coño de un solo golpe y empecé a cabalgarlo despacio al tiempo que me agachaba hacia su lado para que mis tetas quedaran a la altura de su boca y les de una buena mamada quedando mi culo expuesto para que mi tío Manuel apuntara con su verga mi culo y me empezara a taladrar despacio, provocando en mi, placer más que dolor. En pocos segundos tenía las dos vergas, una dentro de mi coño y la otra dentro de mi culo. Mi padre me sostenía las caderas y me movía suavemente y mi tío me empujaba hacia adelante con su verga dentro de mi. Y en el momento de mayor excitación, mi prima Claudia se subió en la cama y me puso su coño en mi boca para que levantara mi cara y metiera mi lengua en su coño.
Cuando me impulsaba hacia adelante sostenida en las piernas de Claudia, la verga de mi padre se me metía más adentro y cuando lo hacía hacia atrás la verga de mi tío se clavaba más en mi culo. Disfrutaba de estas dos vergas y del coño de Claudia, mi cuerpo transpiraba, sudaba copiosamente y las gotas de mi sudor caían en la cara de mi padre. Tenía el cuerpo mojado y sus manos resbalaban sobre mis caderas mientras mi tío acariciaba mi espalda, también húmeda, haciendo ruidos extraños con el penetrar de sus vergas por mi coño y mi culo, cogida a las piernas de Claudia. Estuvimos así hasta que mi tío se salió de mí y yo me salí de mi padre para echarme en la cama. Mi padre me puso su verga en la boca con la intención que tragar todo su semen y mi tío se vació en las tetas de su hija Claudia sobándole toda como si le echara una cremita en el cuerpo.
Mi quedé quieta en la cama con el cuerpo cansado, sudado y lleno de lechita paternal y rica. En la habitación frente a nosotros, estaba mi madre encima de mi hermano cabalgándolo, moviéndose de arriba hacia abajo, bamboleándose sus tetas en cada movimiento, mi tía Rocío estaba debajo de Marilyn. Así vimos a mi madre explotar del gusto, echando su cuerpo encima de mi hermano pegando sus tetas a su pecho. Mi tía Rocío gemía con los besos de Marilyn, empujando con sus piernas desde el filo de la cama hacia dentro de la cama, con sus pies en el suelo. Después Marilyn se separó de mi tía y pude verle en su entrepierna una gran verga morena, era un hermoso transexual que se estaba cogiendo a mi tía y mi coñito empezaba a desear esa hermosa verga. Le regó toda su leche en las tetas de mi tía.
Descansamos alrededor de cuarenta minutos y juntos nos fuimos a dar una refrescada reparadora en una gran tina de baño. Luego del reparador baño nos fuimos a seguir relajándonos.
Mi madre se puso de costadito en la cama, al centro de ella, en la habitación principal. Le daba su boca a mi padre que se la comía con amor y deseo; mi tío me acariciaba el culo y la espalda. Y en este devenir de caricias se excitaban, sintiendo mi madre la dureza de sus vergas. En esa posición, mi tío desde atrás le empezó a meter su rica verga en el culo y mi padre taladraba el coño de mi madre, juntos empezaron a moverse para darse un placer inenarrable, los dos se movían rítmicamente empujando y saliendo despacio mientras mi padre besaba sus tetas, mordía sus pezones, mi tío besaba mi cuello. Y en este sin fin de caricias y penetraciones sus cuerpos se tensaron y se apretaron a su coño, a su culo con clara intención de seguir moviéndose hasta dejarle a mi madre, su coño y su culo lleno de leche.
Mi hermano tomó la mesita de noche de la habitación, de un metro de altura y de setenta centímetros de ancho, ahí se echó Claudia quedando su culo al aire para que Carlos la penetre a placer y del otro lado estaba mi tía Rocío con el coño en la boca de Claudia para que le de unas buenas lamidas. Carlos sostenía la mesa con sus dos manos y con su verga empujaba el culo de Claudia y su boca se iba sobre el coño de mi tía Rocío.
Fui con Marilyn hacia una habitación, en la habitación se echó en la cama, al medio, al centro de ella. Me senté al filo de la cama y con mi mano derecha le agarré la verga desde el tronco y lo empecé a masturbar rápidamente y luego de un rato metí la cabeza de su verga en mi boca y dentro de mi boca mi lengua lamía en esa parte de su verga, hasta que sentí que se le empezaba a poner nuevamente dura y grande como la deseaba, 20 centímetros o más de verga morena. Marilyn se levantó de la cama y yo me eché en ella en la misma posición, abrí mis piernas lo más que pude, con sus manos ella me las abría más para meter su lengua y lamer las paredes de mi coño y mi clítoris, tenía mis manos haciendo puños con las sábanas, una de cada lado de mi, giraba mi cabeza de lado a lado, disfrutaba de la comida de coño; después se retiró de mi y apuntó con su verga en mi coño y en menos de un segundo me la metió hasta el fondo, tenía el coño bien lubricado por lo que entró rápidamente y para mi mayor placer. Abrí mis piernas al máximo casi las tenía en posición horizontal, dobladas pero con los pies en la cama y mis rodillas apuntando a los costados de la cama. Con mis manos me agarraba a sus nalgas para aprisionarlo más hacia mí, y me deleitaba mordiendo sus grandes tetas. Marilyn se apoyó en la cama con sus brazos desde sus manos hasta sus codos y por la parte de abajo sus rodillas apoyadas en la cama, desde ahí hasta sus pies. Y en esta posición se daba impulsos fuetes y rápidos que me taladraba el coño como si quisiera agrandar mi orificio vaginal, me la sacaba y me la metía muy rápidamente, era una máquina de taladrar. Así me estuvo dando por varios minutos hasta que mi orgasmo me hizo temblar y agarrarme más a sus nalgas, subiendo mis manos hacia su espalda apretándome muy fuerte con mis brazos a su cuerpo, se vino dentro de mí y pude sentir su rica leche irrigándome el coño. Le pedí que no se saliera de encima de mí, con mis piernas rodee su culo entrecruzando mis pies ene se mismo lugar aprisionándolo a mi cuerpo con su verga fláccida que perdía su volumen dentro de mi coño. Mi boca buscó la suya y mi lengua se enredó con la suya y trataba de darle movimiento a mi cuerpo refregándome toda en él, mis manos subían y bajaban desde su espalda hasta por debajo de sus nalgas, metiendo de rato en rato uno de mis dedos a su culo, violándole el ano. Nuestros cuerpos estaban muy atados, muy unidos, en cada movimiento de uno de nosotros provocaba la excitación de los dos. Pude notar que dentro de mi, su verga empezaba a tomar forma y ponerse dura otra vez y me ensanchaba el coño, descrucé mis piernas y las volví a abrir como antes lo más que pude, empezó su mete y saca suavemente que iba acelerando a cada segundo. Más que penetradas le daba unas clavadas a mi coño y yo sujetaba su cuerpo al mío, apretándolo con mis dos brazos a su espalda, ahogando mis gemidos dentro de su boca. Bajé mis manos de su espalda y las puse en sus nalgas y en cada metida de su vergas se las apretaba duro como si se las quisiera romper del culo. Este dolor en sus nalgas hacía que me diera más duro, metiéndomela salvajemente con sus brazos rodeando mi cuello, pegando mi cabeza en sus hombros. El ruido de la cama era muy fuerte y la cama se movía al movimiento de Marilyn, muy rápido, muy fuerte, muy excitante para mí. Los ruidos de la habitación llenaban el cuarto, tenía el coño tan húmedo que su verga chapoteaba en el. Quería que la dureza de su verga me durara varias horas dentro de mi coño, ahora Marilyn me aprisionaba con sus brazos rodeando mi espalda y con sus rodillas clavadas en la cama se impulsaba para meterla más dentro de mi coño, con los dedos de mis manos tratando de hacer puños con su piel pegada a ellas, como si quisiera arrancarle la piel de su cuerpo. Así se vino dentro de mí, fue el sexo más largo que he tenido, quedamos ahí los dos, y yo besándole y mordiéndole los pezones con mis labios mientras Marilyn acariciaba mi cabello y me acercaba a sus pechos. Luego de unos minutos se salió de mí, y metió su verga fláccida dentro de mi boca para que terminara de limpiársela con mi lengua, succionando los últimos residuos de semen en mi boca. Ahí quedé yo, hecha un mar de sudor, de semen, desaliñada y cansada pero satisfecha.