En la tranquilidad del hogar (4)
Mi madre nos encontró saliendo del baño a Claudia, Gaby y yo, y decidí que también ella tenía derecho de disfrutar como nosotras de una tarde de mucho sexo...
En la tranquilidad del hogar (4)
Mi mami había llegado a casa y nos encontró a Gaby, Claudia y yo saliendo del baño. Carlos estaba en su cuarto descansando. Por los ojos de mi madre se desprendía la lujuria contenida y no había porque decepcionarla. Así que aprovechamos el resto de la tarde y decidimos pasarla bien ahora en compañía de mami en casa.
Nos fuimos hacia la habitación principal de la casa donde mi madre se desnudó completamente para estar a tono con nosotras. Hasta allí llegó mi hermano para unirse a la fiesta, al ver a mi madre desnuda, en la cama y con ganas de marcha, fue hacia ella, la abrió de piernas y procedió a comerle el coño con rapidez haciéndola temblar de gusto, le lamía desde el clítoris hasta las paredes del coño, ella abría cada vez más las piernas para que la entrada de la lengua de Carlos en su coño sea más profunda. Claudia se subió en la cama abrió las piernas para tener dentro de sus piernas el cuerpo de mi madre con las piernas dobladas en la cama y con los dedos de sus manos de lado a lado se abrió el coño para que su tía Leonor, mi madre, le masajee el coño con su lengua.
Gaby, una hermosa nena de 170 centímetros de estatura estaba a mi lado. Me gustaba mucho esta nena de cabellos lacios y largos, pechos pequeños, ojos algo jaladitos, cachetoncita, cuerpo delgado con el culo empinado, piel blanca, tiene una mirada que invita al deseo y una boca mediana que se me antojó morderla ahí mismo, con mis manos acariciaba sus nalgas mientras ella con las suyas acariciaba el mío como si quisiera unir su coño al mío, me arrodillé ante mi nena que estaba de pie junto a la cama y subió un pie a la cama dejando el otro en el piso de modo que desde donde yo estaba tenía una visión de su raja y su coño, así que le lamí su raja del culo de arriba hacia abajo y subí por el coño. Cuando estaba que hurgaba en su coño con mi lengua un dedo mío penetraba su culo. Ante mis lametones y jugueteos Gaby perdía el equilibrio.
Leonor, mi madre, estaba ya abierta de piernas con el cuerpo en la cama y las piernas en el suelo y mi hermano apuntó con su verga en la entrada de su coño y procedió a metérsela de un solo golpe al tiempo que la tenía sujetaba por sus muslos para darle más fuerza a sus embestidas. En el piso de la habitación con unos cubrecamas para amortiguar nuestros cuerpos, estaba sentada Claudia con las piernas abiertas, Gaby cerca de ella le puso su coño en la boca para que se lo coma, metiendo dos deditos en su coño y mordiendo su clítoris que lo tenía ahora más grande por la excitación del momento y los labios de su coño los tenía hinchaditos para que la lengua de Claudia se de gusto, Gaby acercó su pie derecho a la entrada del coño de Claudia y le metió el dedo gordo de su pie y se lo empezó a mover dentro de su coño de arriba hacia abajo, masturbándola suavemente. Yo me trepé en la cama, me abrí de piernas lo más que pude para acercarle mi coño a la cara de mi madre para que su lengua me penetre todo por ahí, estaba tan excitada que me apoyé en la cama con mis manos para refregarle mi coño en su cara, como si quisiera violarle la cara con mi coño. Tenía el coño tan húmedo que bañé su cara con mis flujos e hice que me limpiara toda mi conchita con su lengua. Carlos la embestía a mi madre cada vez más rápido, Claudia se daba gusto en el coño de Gaby mientras era masturbada por los dedos de ella. Después de esto nos bajamos de la cama, me senté en el piso con la cabeza recostada al borde la cama a los pies en su parte media, mi madre se acercó abierta de piernas para ofrecerme su coño, detrás de ella estaba Carlos dispuesto a penetrarle el culo, Claudia estaba sentada en el medio de la cama con las piernas abiertas para recibir en su coño la boca y la legua de su tía y detrás de Claudia estaba Gaby que acariciaba con sus manos sus ricas tetas y buscaba con su boca la boca de mi prima para devorarla y juguetear con su lengua a la suya, explotamos de placer y en la culminación de los orgasmos desbordantes de mi madre, mi hermano descargó toda la leche de su verga en el culo de mi madre.
Esta nueva experiencia de vida, nos acercó a mi familia y a mí, uniéndonos más, compenetrándonos más como seres humanos. Esa tarde, despedimos a mi prima Claudia, a mi nena Gaby, quedando en casa mi madre, mi hermano y yo. Así nos dirigimos a la habitación de mis padres nosotros tres. Allí nos echamos en la cama desnudos con mi hermano al centro, mi madre del lado izquierdo y yo del derecho y nos bajamos al centro de la cama y ambas mi madre y yo procedimos a lamer la verga de mi hermano cada una de su lado desde el tronco hasta la cabeza de su miembro, donde se encontraban nuestras bocas para abrirla lo más grande que se pudo para que nuestra lenguas se entrecrucen lamiendo la verga de mi hermano. Nuestras lamidas dieron su fruto y la verga de mi hermano se puso grande, gruesa y dura como a mi madre y a mi nos gustaba. Me puse al filo de la cama con las piernas abiertas mientras la verga de mi hermano me empezaba a penetrar hasta que las bolas de su verga chocaron con la parte externa de mi coño, me cogió de mis muslos para pegar más su verga a mi coño. Mi hermano me ayudó a levantarme y pude rodear mis brazos a su cuello, mi madre se puso detrás de mi hermano y pegó sus grandes tetas en su espalda empujando hacia delante con su coño pegado en sus nalgas. En esa posición nos buscamos con nuestras bocas dándonos una gran beso los tres al mismo tiempo mi madre, mi hermano y yo como símbolo de unión filial mientras la verga de mi hermano seguía moviéndose dentro de mi coño, las tetas de mi madre se refregaban en la espalda de mi hermano con su coño pegado a sus nalgas y cada vez más empujando para que me penetrara más y mas, con nuestras lenguas jugueteando, sin duda el momento más sublime que nuestros cuerpos tenían y sentí que como familia nos amábamos más.